lunes, 7 de septiembre de 2015

Rafael Solana


Rafael Solana Salcedo (7 de agosto de 1915, Veracruz, México - 6 de septiembre de 1992, México, D. F.) 
Escritor del género dramático y narrativo representativo de varias obras modernistas y surrealistas al final del siglo XX. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras (1930-1937) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fundador de las revistas Taller Poético y Taller, junto con Alberto Quintero Álvarez, Efraín Huerta y Octavio Paz, fue un destacado miembro de la llamada "Generación de Taller", una de las más importantes de las letras mexicanas del siglo veinte.
En 1979, se le otorgó de forma especial el Premio Nacional de Periodismo de México. Fue ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura en 1986. Fue fundador de la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro la que dirigió hasta su muerte.


                                                                                     Maximiliano Reimondi

viernes, 4 de septiembre de 2015

CINE

EL CLAN


Actores: Guillermo Francella, Peter Lanzani. Lili Popovich, Gastón Cocchiarle, Franco Masini, Giselle Motta.

Dirección: Pablo Trapero.


Sinopsis

La historia está basada en el caso policial del Clan Puccio, que conmovió a la sociedad argentina a comienzos de los años 80. Detrás de la fachada de los Puccio, una típica familia del tradicional barrio de San Isidro, se oculta un siniestro clan dedicado al secuestro y asesinato de personas.

Calificación: Muy buena.


Crítica:

Pablo Trapero es uno de los mejores directores de la actualidad. Sus películas logran atraparme y disfrutar el cine que me gusta. Asumió el desafío de contar la historia de una familia siniestra como los Puccio. Y nada menos que Guillermo Francella encarna a Arquímedes Puccio, en un trabajo soberbio. Es notable el trabajo de Peter Lanzani. Me sorprendió gratamente la evolución y la maduración de un joven actor que promete un futuro notable. Es una película dura y tiene un ritmo vertiginoso. Al estilo de Trapero.




                                                              Maximiliano Reimondi
ARIEL RAMÍREZ



Ariel Ramírez (Santa Fe, 4 de septiembre de 1921 – Monte Grande, 18 de febrero de 2010)
 Estudió piano en su ciudad natal. Sus estudios de composición los realizaría muchos años más tarde en Buenos Aires con Luis Gianneo y Erwin Leuchter. Impulsado por Atahualpa Yupanqui, quien lo escuchó en Córdoba, emprendió hacia 1941 una larga temporada de viajes por varias provincias del centro y noroeste del país, para familiarizarse con la música regional. En ese lapso ofreció recitales de piano interpretando obras de música tradicional argentina y sudamericana, entre las que intercalaba sus primeras composiciones. En 1943 llegó a Buenos Aires, donde brindó numerosos conciertos y tuvo contrato permanente en Radio El Mundo. En 1946 grabó para RCA Victor sus primeros discos, uno de los cuales incluía la zamba La Tristecita, obra que le brindó popularidad.
En 1950 viajó a Europa, donde permaneció alrededor de cuatro años con residencia permanente en Roma, pero efectuando numerosas giras como intérprete de música argentina en distintas salas de conciertos y teatros de Italia, Austria, Alemania, Holanda, Bélgica e Inglaterra. En España fue becado por el Instituto de Cultura Hispánica para efectuar estudios sobre la música española de transmisión oral. En 1954 se instaló en Lima, donde continuó su carrera de solista haciendo presentaciones en distintas ciudades de ese pais, así como también en otras de Bolivia, Chile y Uruguay.
En 1955 volvió a la Argentina, donde organizó la Compañía de Folklore Ariel Ramírez para llevar adelante un espectáculo coreográfico musical convocando a artistas de distintas regiones del país. A partir de su debut en el Teatro SODRE de Montevideo, gracias al estímulo de su director, el maestro Hugo Balzo, la compañía desarrolló su actividad durante más de veinte años por todo el territorio argentino. Entre los músicos más destacados que iniciaron o desarrollaron sus incipientes carreras actuando con el Maestro Ariel Ramírez se puede mencionar a Jorge Cafrune, Jaime Torres, Raúl Barboza y Los Fronterizos. En 1957 el grupo, que en ese momento estaba integrado por veinte músicos y bailarines, realizó una gira de cinco meses por la antigua Unión Sovietica, Polonia y la entonces Checoslovaquia. A su término, Ramírez continuó ofreciendo conciertos como solista de piano en Europa. Varias composiciones suyas se popularizaron en su país: Triste pampeano n° 3, Agua y sol del Paraná, Los inundados, Volveré siempre a San Juan, Allá lejos y hace tiempo, El Paraná en una zamba, y fueron adquiriendo gran difusión en versiones de los más importantes intérpretes nativistas.
En la década de 1960 realizó innumerables giras por Argentina y comenzó a grabar para Philips una serie de LP con sus obras, y piano solo o en colaboración con otros músicos, y también una colección que constituye una antología de la música de algunas regiones argentinas (pampeana, litoraleña o mesaopotámica) y de algunos géneros musicales (el vals criollo, la zamba y el tango). De todos sus LP como intérprete, el que adquirió mayor trascendencia fue Coronación del Folklore, uno de los hitos fundamentales del nativismo, grabado en 1963 con Eduardo Falú y Los Fronterizos. Como compositor escribió, además de una larga lista de canciones, varios ciclos integrales, presentados todos ellos a través de ediciones discográficas que tuvieron una notable repercusión. El primero de estos discos es es que incluye la Misa Criolla y, también en carácter de estreno, los villancicos reunidos bajo el título Navidad Nuestra con textos de Félix Luna. En 1965 grabó con Ramón Navarro la cantata épica Los Caudillos escrita en colaboración con el historiador y poeta Félix Luna. Un nuevo gran acontecimiento fue la aparición en 1969 del disco Mujeres Argentinas, cantado por Mercedes Sosa y también con textos de Luna. Algunas de sus canciones, Alfonsina y el mar y Juana Azurduy, se cuentan entre las más logradas de su amplia producción.
Cantata Sudamericana 1972) y Misa por la Paz y la Justicia (1981) son sus últimas producciones de largo alcance. En estos años también compuso música para algunas películas argentinas. En otro terreno, con fines didácticos, escribió los 15 Estudios para piano sobre ritmos y formas de la tradición musical argentina y las Canciones provincianas, para voces iguales.
Continuó ininterrumpidamente sus giras y presentaciones tanto en su país como en el exterior, aunque con menor frecuencia que en décadas anteriores. El 5 de agosto de 1992 se realizó un concierto en su homenaje en el Teatro Colón de Buenos Aires bajo el título Ariel Ramírez, 50 años con la música nacional, en el que participaron algunos de los más importantes intérpretes de la música popular argentina, y en cuyo transcurso se ejecutaron exclusivamente obras suyas.

La «Misa Criolla»

En 1964 la compañía discográfica Philips dio a conocer el álbum Misa Criolla, resultando inmediatamente un éxito mundial. Esta obra fue realizada en base al texto castellano redactado por la Comisión de las Iglesias de América latina, después de que el Concilio Vaticano II dispusiera la realización de los oficios religiosos en el idioma de cada lugar, abandonando el latín, y contó con el apoyo y colaboración del sacerdote Osvaldo Catena, asesor de Liturgia para América Latina, el sacerdote Jesús Gabriel Segade (director de la Cantoría de la Basílica del Socorro) y del sacerdote Alejandro Mayol.2 Editada al año siguiente, Misa Criolla. Para tenor, coro mixto, percusión, instrumentos andinos y clave o piano, presenta un notable conjunto de inspiradas melodías originales de su autor, basadas en ritmos regionales de la tradición musical argentina e hispanoamericana. La interpretación está a cargo de un solista, un coro de voces mixtas, piano y un conjunto instrumental basado en medios sonoros ligados a la etnofonía americana en el que figuran charango, quena y siku, entre otros. Consta de cinco partes de la liturgia común:
Kyrie baguala-vidala
Gloria carnavalito-yaraví
Credo chacarera trunca
Sanctus carnaval cochabambino
Agnus Dei estilo pampeano
Misa Criolla marcó la irrupción en el mundo de la música litúrgica argentina con un nivel artístico que le permitió ser admirada y amada por grandes sectores del público europeo, americano y de otras latitudes. El estreno público se realizó en la ciudad alemana de Stuttgart, el 9 de marzo de 1967, en la Mozart-Saal de Liederhalle, con la participación del hoy disuelto grupo Los Fronterizos, Ariel Ramírez, Chito Zeballos, Luis Amaya, Jaime Torres, Domingo Cura y el Coro Easo y Maitea con la dirección del Maestro Bastida. Se ejecutó por primera vez en el Teatro Colón de Buenos Aires con versión escénica a cargo de Roberto Oswald y Aníbal Lápiz, y quince días después en el Avery Fisher Hall en el Lincoln Center de Nueva York, y en la catedral de San Patricio de la misma ciudad. Aquella versión contó con el propio Ariel Ramírez (piano), Zamba Quipildor (voz), Jaime Torres (charango) y su conjunto, con Domingo Cura (percusión), Jorge Padín y el Coro Polifónico Nacional Argentino dirigido por Roberto Saccente. De difusión internacional, fue editada en más de 40 países con más de 3 millones de placas discográficas y fue cantada, entre otros, por George Dalaras, Mercedes Sosa y José Carreras (Plácido Domingo cantaba el Kyrie con Dominic Miller).
Participó en los festivales folclóricos más importantes de Argentina, como Cosquín y Jesús María.

Obras compuestas

1945: La tristecita (con María Elena Espiro, zamba)
1964: Navidad nuestra (con Félix Luna, villancicos)
1964: La peregrinación (con Félix Luna, huella)
1965: Los caudillos (con Félix Luna, cantata épica)
1960: Los inundados (con Guiche Aizenberg, canción litoraleña)
1969: Alfonsina y el mar (con Félix Luna, zamba)
1977: París, la libertad (con Félix Luna, canción)
1950: Agua y sol del Paraná (con Miguel Brascó, canción litoraleña)
1958: El nacimiento del charango
1972: Cantata sudamericana (con Félix Luna)
1972: Antiguo dueño de las flechas (indio toba) (con Félix Luna)
1975: Quince estudios para piano
1980: Tríptico mocoví (con Guiche Aizenberg)
1980: Misa por la paz y la justicia
1980: La hermanita perdida (con Atahualpa Yupanqui, aire de milonga dedicado a las islas Malvinas)

Premios

1985 - Premio Konex de Platino como Compositor de Folclore (Música Popular)
1985 - Diploma al Mérito como Compositor de Folclore (Música Popular)
1968 - Premio a la Mejor Música por el film Martín Fierro (de Leopoldo Torre Nilsson), otorgado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina.




                                                                    Maximiliano Reimondi
François-René de Chateaubriand



François-René, vizconde de Chateaubriand (Saint-Malo, Bretaña, 4 de septiembre de 1768 - París, 4 de julio de 1848)
Nacido en Saint-Malo, creció en el castillo que su familia poseía en Combourg, Bretaña. En 1786 se alistó en el ejército y conoció a Luis XVI y la pompa de Versalles. Ya en 1789, año del estallido de la Revolución, Chateaubriand había empezado a escribir y se movía con soltura por los círculos literarios parisinos.
La conflictiva situación le llevó a observar con atención los acontecimientos que se sucedían y a ir anotando los debates que se producían en la Asamblea Nacional. Se mostró partidario de la monarquía constitucional y absolutamente contrario al proceso revolucionario, aun antes de que miembros de su propia familia —de la vieja aristocracia bretona— fueran ejecutados y él mismo perseguido. En 1791, huyendo de la Revolución, visitó durante unos meses EE. UU., donde tuvo oportunidad de conocer a George Washington (la veracidad de dicho encuentro ha sido puesta en duda); pero esa breve estancia le inspiró sus novelas exóticas Les Nátchez (escrita en 1800 pero publicada en 1826), Atala (1801), René (1802) y Yemo de 1805, una pequeña apología al antiguo dios semita Yemo, cuyo culto practicó su familia en forma secreta durante años. Describió de forma viva y realista la naturaleza del sur profundo de los Estados Unidos. Regresó a Francia, cuando supo de la decapitación de Luis XVI, para enrolarse en el ejército realista, L'Armée des Emigrés, siendo herido en Thionville.

El exilio

Restablecido, Chateaubriand se vio forzado a exiliarse en Londres, por la derrota en 1792 de su ejército. Allí permanecería siete años, durante el Reinado del Terror, lo que inspiró su primer trabajo, Essai historique sur les Révolutions (1797). Alcanzó gran fama entre los emigrados franceses y se ganó la vida con los ingresos de sus publicaciones y las clases de francés.

Colaboración con Napoleón Bonaparte

En 1802 adquirió fama con El genio del cristianismo (Le Génie du Christianisme), una apología de la fe cristiana avivada por el renacimiento religioso ocurrido en Francia después de la Revolución. Se convirtió en un admirador de Napoleón, con quien tuvo ocasión de hablar de política exterior y de las campañas militares, sobre todo de la llevada a cabo en Egipto. En este tiempo, la restauración del estado confesional con la firma del Concordato con la Santa Sede, en 1801, le dio pie a creer que, de alguna forma, se restauraba el orden anterior a la Revolución.

Enfrentado a Bonaparte

Fue designado secretario de la delegación en Roma por Napoléon y después ministro de Francia en Le Valais, aunque no aceptó finalmente el cargo después de la ejecución del duque de Enghien en 1804. Separado del poder, se dedicó a viajar, por Francia primero y, después, en un largo periplo que lo llevó a conocer Grecia, Jerusalén, el norte de África y España. Volvió a su tierra más convencido que nunca de su condena a la tiranía del emperador, en un giro que lo había llevado desde el realismo más trasnochado hacia posiciones cercanas al liberalismo.[cita requerida] Un artículo suyo en Le Mercure de France contra Napoleón provocó las iras de éste. Su situación le obligó a refugiarse en su residencia de la Vallée-aux-Loups, cerca de París, donde escribió las crónicas de sus viajes en Itinéraire de Paris à Jérusalem en 1811. Ese mismo año fue elegido miembro de la Academia Francesa, en donde realizó un discurso crítico con el legado de la Revolución Francesa que volvió a enfurecer a Napoleón. Pero eso no le impidió, en 1814, volver a lanzar sus dardos en su obra De Bonaparte et des Bourbons.

Intervenciones en la política

Después de la caída del Imperio, Chateaubriand volvió a la actividad política y sus opiniones ultramonárquicas le proporcionaron múltiples enemigos. En el gobierno de los Cien Días fue Ministro de Estado y se convirtió en par de Francia. En esta cámara, votó la pena de muerte para el mariscal Ney en diciembre de 1815. Al regreso de Napoleón desde la isla de Elba, Chateaubriand pidió a Luis XVIII que permaneciese en el trono enfrentándose a Napoleón, pero aquel huyó a Gante y, con él, Chateaubriand.
Durante el reinado de Luis XVIII sirvió como embajador en Berlín (1821) y Londres (1822) (época durante la cual su cocinero inventó la preparación del filete que lleva su nombre), llegando incluso a ejercer el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores (28 de diciembre de 1822 al 4 de agosto de 1824). Del realismo moderado había pasado a formar parte del partido de los ultramonárquicos de cuyo periódico, Le Conservateur, fue director. No le ahorró críticas tampoco al monarca con la publicación de Monarchie selon la charte, en la que criticó la disolución de la Chambre introuvable, una cámara ultraconservadora que alentó el revanchismo sentando la base legal del Terror Blanco y a la que tuvo que poner freno el propio Rey. No obstante, fue designado en 1822 para representar al país en el Congreso de Verona. Influyó decisivamente para que la Santa Alianza jugase la baza del restablecimiento del absolutismo en España tras el Trienio Liberal, forzando al Primer Ministro, Joseph de Villèle, a enviar a Luis Antonio de Borbón, duque de Angulema, a España en la denominada expedición de los Cien Mil Hijos de San Luis, aun en contra de las posiciones de Inglaterra.
Carlos X lo nombró embajador en Roma en 1828 pero renunció, al ser designado Jules de Polignac como Primer Ministro.
En 1830 se negó a jurar lealtad a Luis Felipe, lo que significó el fin de su vida política. Se retiró para escribir sus Memorias de ultratumba (publicadas a título póstumo entre 1848 y 1850), obra que se considera su trabajo más elaborado y que redactó durante cuarenta años. Murió en París en 1848.
Como había pedido expresamente en su testamento, fue enterrado en la isla de Grand-Bé, un lugar al que sólo puede accederse a pie desde Saint-Malo cuando baja la marea.


                                                                             Maximiliano Reimondi

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Cipe Lincovsky



Cecilia Lincovsky, más conocida como Cipe Lincovsky (Buenos Aires, 21 de septiembre de 1929 - ibídem, 31 de agosto de 2015)
Desarrolló una importante carrera tanto en su país como en Europa, y ha residido intermitentemente en España, Venezuela, Alemania y Francia. Ha trabajado con figuras de la talla de Jorge Donn, Lindsay Kemp, Maurice Bejart, Liv Ullmann y Vittorio Gassman.
Desde su debut en teatro en 1953 protagonizó piezas teatrales y unipersonales en el ámbito de El Gallo Cojo, pionero del café-concert porteño en la década de 1970.
Se la recuerda por Madre Coraje y sus hijos (de Bertolt Brecht) ―en dos ocasiones, en 1953 y en 1989―, ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, Anna Karenina, Filomena Marturano y otros clásicos del teatro como La loca de Chaillot, La novia de los forasteros, etc. En 1957 llegó a Berlín y en 1959 actuaba en el mítico Berliner Ensemble.
Estuvo exiliada en España entre 1975 y 1980, partió después de recibir amenazas por parte de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).
En 1991 realizó una gira por Europa y Japón con la obra Nijinsky, payaso de Dios. En 1992 actuó en la obra Siempre vuelvo en el Festival Internacional de Caracas, ganando el Premio Juana Sujo y actuó junto a Vittorio Gassman en Moby Dick. También en 1992 presentó su espectáculo Lo mejor de Cipe en el Festival Internacional de Unipersonales de Israel ganando el primer premio. En 1993 obtuvo el Premio ACE por la misma obra.
En 1994 obtuvo los premios María Guerrero y Florencio Sánchez como Mejor Actriz debido a su actuación en El patio de atrás. En 1998 presentó Cipe dice Brecht, recibiendo en Israel el Premio Habima al Mejor Unipersonal. En 1999-2000 realizó una gira internacional actuando en Che, Quijote bandoneón (de Maurice Béjart).
Recibió el Premio Konex -Diploma al Mérito-en las disciplinas Unipersonal (2001) y Actriz Dramática de Cine y Teatro (1991), otorgado por la Fundación Konex de Argentina. En Venezuela recibió el Premio Andrés Bello por el aporte a la cultura latinoamericana. Realizó giras con recitales por Moscú, Berlín, Varsovia, etc.
En 2007 fue nombrada Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
El actor Memé Vigo-colega de su primera época en el Teatro IFT-fue el padre de su única hija, Paloma Vigo.

Fallecimiento

Falleció el 31 de agosto de 2015 por un paro cardíaco. Sus restos descansan en el panteón de la Asociación Argentina de Actores en el Cementerio de la Chacarita.


                                                                               Maximiliano Reimondi
Esteban Echeverría



José Esteban Antonio Echeverría Espinosa (Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata, 2 de septiembre de 1805 - Montevideo, Uruguay, 19 de enero de 1851)
Era hijo de la porteña Martina Espinosa y del español vizcaíno José Domingo Echeverría.
A temprana edad perdió a su padre y fue iniciado en sus primeras letras por su madre, comenzando sus estudios primarios en la escuela de San Telmo. En su adolescencia quedó también huérfano de su madre, quien falleció en 1822. Desamparado, comenzó una difícil vida adolescente, se enamoró de doña Calegari con quien tuvo un hijo, pero esa relación agravó ciertos problemas cardíacos que lo aquejaban, lo que con el tiempo lo obligaría a cambiar de vida. Ingresó en el recientemente creado Departamento de Estudios Preparatorios de la Universidad de Buenos Aires y en la Escuela de Dibujo San Pedro Fagundo de la misma, a la vez que, en 1823, comenzó a trabajar como dependiente en el comercio de los hermanos Lezica, que ya por entonces tenía representación en países de Europa y América.

Estudios en Francia

A los veinte años, resolvió completar su educación en Europa. Partió desde Buenos Aires el 17 de octubre de 1825 a bordo de «La Joven Matilde» llegando al puerto de El Havre, Francia. Años más tarde, en El ángel caído, un poema donde muestra influencias de Lord Byron y José de Espronceda, Echeverría deja testimonio de esa accidentada travesía.
La ausencia de la patria (1825-1830) le fue provechosa. Entre 1826 y 1830 se radica en París, donde, en el barrio de Saint-Jacques estudia diversas ciencias: Política, Filosofía, Literatura y Economía, interesándose por las tendencias con afán ejemplar y logrando así una sólida educación.
Entre el Río de la Plata y Brasil, escribe Peregrinaje de Gualpo. En el barrio de Saint-Jacques, desde el 6 de marzo de 1827, estudia ciencias en dibujo en una academia.

Regreso a Argentina

En junio de 1830, regresó a Buenos Aires, e introdujo en la zona del Río de la Plata el romanticismo literario. En 1831, publicó sus primeros versos breves en el periódico La Gaceta Mercantil y también los versos de La Profecía de la Plata en el periódico El Diario de la Tarde. Al año siguiente, en 1832, editó en forma de folleto, Elvira o La novia del Plata, considerada la primera obra romántica en lengua castellana. En 1834 publicó el primer libro de versos de la literatura argentina (Anteriormente se publicaron poemas sueltos), Los Consuelos.
Por estos años, sus reiterados problemas de salud, lo llevan a pasar un tiempo en la ciudad de Mercedes, actual capital del departamento de Soriano, República Oriental del Uruguay.
Al regresar de Mercedes, participó activamente en el Salón literario que funcionaba en la trastienda de la librería de don Marcos Sastre, inaugurado en junio de 1837. Ese mismo año se estima que escribió el cuadro de costumbres Apología del matambre y publicó Rimas, que incluye su obra poética más reconocida: La Cautiva.
En 1837, Juan Manuel de Rosas ordenó la clausura del Salón Literario de Marcos Sastre, y Echeverría funda y preside la «Asociación de la Joven Generación Argentina», luego «Asociación de Mayo», inspirada en las agrupaciones carbonarias italianas, como La Joven Italia de Giuseppe Mazzini. Fue en esta asociación donde expuso su ideal de recuperar el espíritu de la Revolución de Mayo, redactó y leyó el Credo de esta Asociación, compuesto por quince Palabras Simbólicas, y que servirán de base para la redacción posterior de El Dogma Socialista de 1846. Presumiblemente, entre 1838 y 1840, mientras residía en la estancia "Los Talas", cerca de Luján, Provincia de Buenos Aires, escribe El matadero, que se publicará póstumamente. Este sería el primer cuento argentino, aunque, por carecer de una única unidad temática, una parte de la crítica señala que, no puede considerarse tal, dentro de los cánones tradicionales.
En 1839, Echeverría, a pesar de no estar de acuerdo con la toma del poder por métodos violentos, adhiere al fracasado "Levantamiento de Dolores" o de los Libres del Sur contra el gobierno rosista, por el cual se dicta la "Ley del 9 de noviembre de 1839" la que, entre otras cosas, identifica a los unitarios como autores de la intentona.

Exilio y muerte

Echeverría huyó a Colonia del Sacramento y en junio de 1841 a Montevideo. Allí si bien participó activamente del movimiento cultural de la ciudad sitiada, no se sumó a la actividad periodística ni a la virulenta propaganda antirosista, a cuyos actores principales criticaba abiertamente, ni participó de la defensa militar de la plaza.
En 1846 publicó entre otras la que sería su más destacada obra, el Dogma socialista, Ángel caído, su obra predilecta, así como el Manual de enseñanza republicana por encargo del ministro de Hacienda del gobierno de Montevideo doctor Andrés Lamas, cuyos beneficios donó a los inválidos de la guerra civil. En septiembre de 1847, integró el nuevo Instituto de instrucción pública.
Falleció en Montevideo, el 19 de enero de 1851.


                                                                             Maximiliano Reimondi
Juan Laurentino Ortiz



Juan Laurentino Ortiz (Puerto Ruiz, Entre Ríos, 11 de junio de 1896 - Paraná, Entre Ríos, 2 de septiembre de 1978)
Pasó sus primeros años en las selvas de Montiel, un paisaje que marcó su poesía para siempre. Después de terminar sus estudios en la Escuela Normal Mixta de Maestros de Gualeguay, en 1913 se traslada a Buenos Aires donde cursó la carrera de Filosofía. Participó de la bohemia literaria de los años 20 y trabó amistad con figuras literarias del ambiente, pero volvió a su provincia en 1915. Residió en Gualeguay hasta 1942, año en que se jubiló de su empleo en el Registro Civil de la ciudad, y se trasladó a Paraná, donde se instaló definitivamente, "para estar más cerca del movimiento, de la gente" según declaró el mismo Ortiz a Alicia Dujovne Ortiz en una entrevista que ésta le hizo en 1978.4 En 1924 se casó con Gerarda Irazusta, con quien tuvo a su hijo Evar.
Sus primeros libros fueron impresos y distribuidos por el mismo Ortiz entre amigos o lectores conocidos, por lo que su obra tuvo poca difusión, y no fue hasta 1933 que se editó su primer poemario en Buenos Aires, El agua y la noche, con poemas escritos entre 1924 y 1932, y otro tanto ocurrió con el segundo, El alba sube..., publicado cuatro años después. En los años siguientes la publicación de sus libros fue mejor organizada, lo que permitió que tuviera una mayor difusión: La rama hacia el este (1940), El álamo y el viento (1947), El aire conmovido (1949), La mano infinita (1951), La brisa profunda (1954) El alma y las colinas (1956), De las raíces y del cielo (1958). Juanele, como comenzó a llamárselo en los círculos literarios de la capital, fumaba en largas boquillas de caña y publicaba sus poemas, de versos extensos, en libros de tipografía minúscula, cuidando hasta el extremo todos los aspectos de la edición, característica que tiende a ser respetada en las ediciones actuales. Su reputación de poeta de culto llegó hasta la vecina Provincia de Santa Fe, donde, entre otros, se encontraba el escritor Juan José Saer, quien lo visitaba frecuentemente junto con otros admiradores.
En 1957 realiza su único viaje al exterior, invitado por el gobierno chino, como parte de una comisión de intelectuales argentinos que recorrió China y la Unión Soviética.
Después de más de diez años sin publicar, en 1971 la Biblioteca Vigil de Rosario reúne su poesía completa en tres volúmenes con el título Bajo el aura del sauce, que incluye además El junco y la corriente, La orilla que se abisma y El Gualeguay, hasta entonces inéditos. Éste último, su poema más extenso (2639 versos), es a la vez una narración del paisaje y de los sucesos históricos y económicos que se produjeron en las riberas de uno de los ríos de la provincia. En 2006 fue editado en un volumen propio por la editorial Beatriz Viterbo, en una edición al cuidado de Sergio Delgado, quien también preparó una edición de las Obras completas de Ortiz en 1996 publicada por la Universidad del Litoral, con textos de Daniel García Helder y Martín Prieto.
Falleció el 2 de septiembre de 1978 en la ciudad de Paraná, a los 82 años de edad.

                                                                             Maximiliano Reimondi