sábado, 20 de junio de 2020


                             MITOS Y VERDADES DE MANUEL BELGRANO

                                                        



El 20 de junio se conmemora el “Día de la Bandera”. Ese día, en 1820, moría Manuel Belgrano. En medio de la pobreza y olvidado, tuvo que regalarle su reloj a su médico para pagarle su trabajo. Su familia tuvo que disponer del mármol del lavabo para hacer la lápida.

Manuel Belgrano nació en 1770. Su apellido era Peri, originario de la región de Liguria, en Italia. Su padre Domenico llegó a España y se lo cambió por Belgrano.
En 1786, el joven Manuel, partió hacia España enviado por su padre para instruirse en el comercio. Sin embargo, se decidió a estudiar derecho. En la Universidad de Salamanca se graduó de abogado en 1793.
Belgrano era un hombre de rasgos finos y delicados: ojos azules y de cabello rubio ensortijado. Además, era un hombre muy inteligente y hablaba francés, italiano e inglés. Estas cualidades hicieron que muchas mujeres de la corte española se enamoraran de él y tuviera una importante cantidad de romances. Así contrajo sífilis, la enfermedad que años después lo llevaría a la muerte. También, en aquel momento, el alcohol fue otra de sus adicciones. A pesar de sus debilidades, Manuel fue un excelente estudiante.
Al retornar a Buenos Aires, a fines del siglo XIX, Belgrano se relacionó con la alta sociedad porteña. En 1802, conoció a María Josefa Ezcurra, cuñada de Juan Manuel de Rosas. Ella estaba casada con su primo Juan Ezcurra. Se conocieron después de una tertulia y a pesar de que Belgrano sabía que estaba casada, se enamoraron. La relación se prolongó por unos meses, hasta que nació un hijo que se llamó Pedro, y que fue adoptado por el matrimonio Rosas. Belgrano nunca quiso casarse.
Cuando tenía 46 años, Manuel fue invitado a un baile por los festejos de la declaración de la independencia. Allí, conoció a Dolores Helguera, una tucumana de 15 años. Se enamoraron y la relación duró dos años. El 4 de mayo de 1819, nació Manuela Mónica del Corazón. En ese momento, Belgrano estaba con su ejército en Córdoba y pidió a las autoridades ser relevado de su cargo para restablecer su salud. Dicha petición fue concedida por el Director Supremo. Regresó a Tucumán para conocer a su hija, pero tuvo que regresar a Buenos Aires a mitad de camino por su enfermedad.
Luego de nacer Manuela, su madre Dolores fue obligada a casarse con un catamarqueño de apellido Rivas.
Días antes de fallecer, en 1820, Belgrano encomendó a Juan Manuel de Rosas que cuando fuera mayor, le dijeran a Pedro que era su hijo. Rosas cumplió con ese mandato. El joven comenzó a firmar Pedro Belgrano y conoció a su hermanastra Manuela.

Creación de la Bandera

La bandera fue enarbolada por primera vez en la Batería Independencia, en Rosario, el 27 de febrero de 1812, por decisión de Belgrano, para poder distinguir su tropa de la enemiga, ya que ambas usaban un distintivo rojo.
El Triunvirato le ordenó que escondiera esa bandera y hasta el presente nadie sabe dónde está. Manuel no recibió a tiempo esa carta porque estaba viajando a Salta, para ponerse al frente del Ejército del Norte; y fue así como el 25 de mayo de 1812 hizo jurar nuevamente la bandera.


                                                                                         Maximiliano Reimondi