viernes, 28 de agosto de 2015

                                                                   ENCRUCIJADA





El camino es difícil
tan difícil
                que la pasión
se convierte en sangre

El corazón viaja
a través del camino
                                el viaje se pierde
en una difícil encrucijada

El camino es difícil
tan difícil
                que recordamos la memoria
cuando el olvido es nuestro hermano

El camino es difícil
muy difícil
                  y el mundo está dormido
y al final del camino
encuentro a un niño roto

                                              Maximiliano Reimondi



LIBROS

Más allá de Gelo (cuentos)
de Mariano Chinelli y Martín Hadis




Sinopsis

Entre los papeles de Héctor Germán Oesterheld que fueron rescatados de su hogar, aparecía un proyecto de libro de ciencia ficción nunca concretado, pero que indicaba su idea de que los textos dispersos en revistas del género y algunas otras publicaciones podían responder a un intento unitario, un proyecto que no era ajeno a su extraordinaria labor como historietista, pero que aspiraba a tener un carácter autónomo. De aquel germen surgió Más allá de Gelo. Es la antología más completa posible de la ciencia ficción de Oesterheld.

Calificación: Excelente.

Crítica

La popularidad de El Eternauta ha eclipsado las demás producciones de Oesterheld. Sus obras están desperdigadas a lo largo de décadas y en cientos de revistas diferentes, la mayoría de las cuales ha caído en el olvido. Una cantidad mínima de todas sus creaciones ha sido reeditada.
Sus cuentos de ciencia ficción son excelentes. Tratan de decir algo sobre el universo, Dios o el destino; la misma naturaleza humana. Su obra está vigente. Los textos nos hablan del amor y del odio, de la vida y la muerte, de la esclavitud y la esperanza. Lo que desvelaba a Oesterheld no eran las máquinas ni la tecnología de por sí, sino los ámbitos a lo que éstas nos permitirán acaso acceder, y una vez instalados en ellos, cómo será nuestro futuro como especie.



                                                    Maximiliano Reimondi
Johann Wolfgang von Goethe



Johann Wolfgang von Goethe (28 de agosto de 1749, en Francfort del Meno, Hesse, Alemania – 22 de marzo de 1832, en Weimar, Turingia, Alemania)
Poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el romanticismo, movimiento al que influenció profundamente. En palabras de George Eliot fue "el más grande hombre de letras alemán... y el último verdadero hombre universal que caminó sobre la tierra". Su obra, que abarca géneros como la novela, la poesía lírica, el drama e incluso controvertidos tratados científicos, dejó una profunda huella en importantes escritores, compositores, pensadores y artistas posteriores, siendo incalculable en la filosofía alemana posterior y constante fuente de inspiración para todo tipo de obras. Su apellido da nombre al Goethe-Institut, organismo encargado de difundir la cultura alemana en todo el mundo.
El propio Goethe narró su vida en un libro autobiográfico, Poesía y verdad (1811 y ss.), que llega hasta el año 1775, cuando se pone al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto en Weimar.
Nació en Fráncfort del Meno (Frankfurt am Main), hijo de Johann Caspar Goethe, un abogado y consejero imperial que se retiró de la vida pública y educó a sus hijos él mismo, bajo la máxima de no perder el tiempo en lo más mínimo, y de Katharina Elisabeth Textor, hija de un antiguo burgomaestre de Fráncfort. Estas vinculaciones familiares le pusieron en contacto desde el principio con el patriciado urbano y la vida política.
De inteligencia superdotada, y provisto de una enorme y enfermiza curiosidad, hizo prácticamente de todo y llegó a acumular una omnímoda o completa cultura. Primeramente estudió lenguas, aunque sus inclinaciones iban por el arte y nunca, a lo largo de toda su vida, dejó de cultivar el dibujo; al tiempo que escribía sus primeros poemas, se interesó por otras ramas del conocimiento como la geología, la química y la medicina.
Goethe estudió Derecho en Leipzig (1765); allí conoció los escritos de Winckelmann sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Fráncfort; Katharina von Klettenberg, amiga de su madre, le cuidó y le introdujo en el misticismo pietista, que ponía su énfasis en el sentimiento dentro de la confesión protestante; por entonces compuso sus primeros poemas. Retomó los estudios en 1770 en Estrasburgo y los concluyó al año siguiente; esos dos años allí fueron muy importantes para él: conoció a Friederike Brion, que le inspiró la mayoría de sus personajes femeninos, y trabó amistad con el teólogo y teórico del arte y la literatura Johann Gottfried von Herder. Herder le introdujo en la poesía popular alemana, le descubrió el universo de Shakespeare y le liberó definitivamente del Neoclasicismo francés y de la confianza en la razón de la Aufklärung alemana.
Empezó a hacer prácticas de abogacía en Wetzlar y colaboró con Herder en la redacción del manifiesto fundador del movimiento Sturm und Drang («Tempestad e ímpetu»), considerado el preludio del Romanticismo en Alemania: Sobre el estilo y el arte alemán (1772). En esta obra se reivindica la poesía de James MacPherson (Ossian) y de Shakespeare. Otra vez de vuelta en Fráncfort, escribió la tragedia Götz von Berlichingen (1773) y al año siguiente su novela Las cuitas del joven Werther (1774). La inspiración del Werther la había encontrado a mediados de 1772 cuando hacía prácticas de abogacía en el tribunal de Wetzlar: se había enamorado de Charlotte Buff, novia y prometida de su colega, también abogado en prácticas, Johann Christian Kestner; otro abogado atormentado por un amor no correspondido se suicidó utilizando una pistola prestada por Kestner y Goethe unió ambas historias para su novela de 1774, Las desventuras del joven Werther, en parte epistolar; alcanzó un éxito tan grande y representó tan bien en la figura del protagonista el desencanto de las jóvenes generaciones, que suscitó una epidemia de suicidios adolescentes en el país, a semejanza del del joven protagonista.
El mismo año que el Werther (1774) Goethe publica su drama Clavijo mientras intentaba abrir con poca fortuna un bufete de abogado en Fráncfort; en la primavera de 1775 Goethe se compromete con la hija de un banquero de Fráncfort, Lili Schönemann, pero la diferencias sociales y de estilo de vida entre ambas familias terminó por desbaratar el compromiso, que no llegó a formalizarse en matrimonio: el noviazgo terminó en el otoño de ese mismo año y no dudó en aceptar la invitación a la Corte de Weimar de Carlos-Augusto, heredero del ducado de Sajonia-Weimar, y, tras publicar su Stella (1775), marchó hacia allá, prácticamente huyendo de dos cosas: del compromiso sentimental con Lili Schönemann y del ejercicio de la abogacía.
Al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto, ya hasta su muerte fijó su residencia en Weimar. Las numerosas tareas que éste le encomendaba le hicieron abandonar prácticamente la literatura durante casi diez años y Anna Amalia, madre de Carlos Augusto, que había empezado a crear un círculo de intelectuales con el preceptor de su hijo, Wieland, lo amplió al incluir en él a Goethe y posteriormente Herder y Friedrich von Schiller; fugazmente pasaron también por allí Jakob Michael Reinhold Lenz y Friedrich Maximilian Klinger. Goethe pasó de ser consejero secreto de legación (1776) a consejero secreto (1779) y finalmente se convirtió en una especie de ministro supremo.
Inicia en esa época sus investigaciones científicas. Interesado por la óptica, concibió una teoría distinta a la de Isaac Newton sobre los colores y también investigó en geología, química y osteología, disciplina esta última en que descubrió el hueso intermaxilar en marzo de 1784, que pone una de las primeras piedras en la teoría de la evolución del hombre, aunque en esto se le adelantó por muy poco un anatomista francés, lo que le supuso una gran frustración. Las cartas a Charlotte von Stein dan fe de esta época de su vida, envuelta en todo tipo de encargos y gestiones para reformar el muy pequeño y humilde estado de Weimar.
Desde un puesto tan importante tuvo la oportunidad de relacionarse con la alta aristocracia y conoció a personajes notables, como Napoleón Bonaparte, Ludwig van Beethoven, Friedrich von Schiller y Arthur Schopenhauer. En 1782 fue añadida la partícula von a su apellido por el mismo Duque Carlos Augusto pese a las protestas de la nobleza, para formar parte de la Corte con un cargo equiparable al de los restantes ministros, pertenecientes todos a ella.
Ingresó en la Masonería el 11 de febrero de 1783, aunque según el escritor masónico Lorenzo Frau Abrines, la fecha de su ingreso es anterior, el 23 de junio de 1780, dentro de la efímera logia Amalia, que abatió columnas dos años después. En 1830, dos años antes de su muerte, Goethe compuso un poema titulado Para la fiesta de San Juan de 1830, en ocasión de celebrarse su cincuentenario como miembro de la masonería. A su condición de masón y a su paso por la Masonería, así como a otras aficiones que al parecer cultivó, se atribuye influencia en su obra, especialmente en Fausto.
Por otra parte, seguía profundizando en el estudio del teatro de William Shakespeare y de Pedro Calderón de la Barca, algunas de cuyas obras (por ejemplo, El príncipe constante de Calderón) hace representar con éxito como encargado del teatro en la Corte de Weimar; en estas funciones empezó a cartearse con Schiller. Las lecturas teatrales de estos autores amplían notablemente los horizontes de su espíritu. Le domina además el entusiasmo ante la falsa poesía céltica de Ossian y escribe un famoso monólogo del gran dios del Romanticismo, Prometeo, que personificaba el genio rebelde de los creadores y del cual se sintió justamente orgulloso.
Fue como la mecha que provocara el estallido que descubrió y sacó a plena luz las más secretas condiciones de hombres dignos.
Así fue en efecto, en lo referido al movimiento conocido como titanismo, uno de cuyos más preclaros representantes fue Giacomo Leopardi. Merced a Goethe, Weimar se convirtió en el auténtico centro cultural de Alemania; allí compuso poemas inspirados por Charlotte von Stein y empezó la redacción de sus obras más ambiciosas, como sus dramas Ifigenia en Táuride (1787) Egmont y Fausto, que luego revisaría a fondo tras la profunda impresión que recibió en su trascendental viaje a Italia (1786–1788), que cambió su desequilibrada estética romántica por el equilibrio clásico. Empezó en Venecia, donde compuso sus Epigramas venecianos, y terminó en Roma, donde estudió la cultura grecolatina a fondo; de esta época son sus Elegías romanas. El viaje a Italia supone el comienzo de su periodo clásico.
Sin embargo, a su regreso a Weimar en 1788 se encuentra una gran oposición a su nueva estética; es más, se forma un cierto escándalo cuando llega a divulgarse que desde ese mismo año vive amancebado con una jovencita, Christiane Vulpius (1765–1816), que le dio al año siguiente un hijo, Julius August Walther von Goethe (1789–1830); cuatro abortos sucesivos posteriores inducen a creer que entre ambos había incompatibilidad de grupos sanguíneos, en aquella época desconocida. Goethe legitimó a su único hijo en 1800.
No abandonó completamente su pretensión de labrarse una carrera científica. En Zur Farbenlehre, 1810, intentó refutar con poca fortuna la teoría de los colores de Newton. En el primer volumen de esta obra se halla la que es sin duda la primera historia comprensiva de la ciencia.
Dirigió el Teatro ducal entre 1791 y 1813 y con motivo de este cargo conoció en 1794 al dramaturgo Friedrich von Schiller, con el que sostuvo una luenga amistad y cierta correspondencia epistolar hasta la muerte de éste en 1805. Schiller publicó las hasta entonces inéditas Elegías romanas de Goethe en su periódico, Las Horas, en 1795. También imprimió la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y la novela en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller incitó a Goethe a que prosiguiera en la gran obra de su vida, el Fausto, poema que no paraba de corregir y ampliar y cuya primera versión apareció en 1808. Desde dos años antes se hallaba ya casado con Christiane Vulpius, quizá para acallar a quienes criticaban su estilo de vida. El hecho más importante quizá de esta época de su vida es su entrevista en Erfurt con Napoleón I en 1808, cuando el ejército francés ocupaba parte del territorio prusiano en el marco de las guerras Napoleónicas.
La Revolución francesa supuso para Goethe un gran trastorno; algunos de sus epigramas venecianos ya tratan este tema, pero como su pensamiento se hallaba por completo imbuido del equilibrio y armonía del clasicismo y veía el ser como una totalidad orgánica a partir de la filosofía de Kant, el desarrollo de la revolución y el cambio provocado por la violencia le parecían una atrocidad. Eso se plasmó en algunas obras de entonces, como la colección de novelitas breves Conversaciones de emigrados alemanes (1795), la obra épica Germán y Dorotea (1797) y la tragedia La hija natural (1799 y ss.). Algo después aparecen las novelas de madurez: Las afinidades electivas (1809) y Los años de peregrinaje de Wilhelm Meister (1821, revisado en 1829), así como un diario de su viaje por Italia, Viajes italianos (1816), su autobiografía Poesía y verdad en varias entregas (1811–1833) y un poemario, Diván de Oriente y Occidente (1819), donde se deja sentir algo el influjo de la poesía oriental. Goethe murió en Weimar el 22 de marzo de 1832. La versión final de su gran poema coral Fausto apareció póstuma ese mismo año.
En cuanto a su carrera literaria, Goethe la inició en el seno de un exasperado Romanticismo deudor del Sturm und Drang, cuya obra más representativa se encargó de escribir él mismo: Las cuitas del joven Werther. El viaje a Roma supuso para él ir arrinconando esa estética en una evolución que le hizo al cabo renegar del Romanticismo e identificarse con el equilibro clásico grecolatino, lo que puso fin a su tormentosa vida interior. Fue esa la revelación del Clasicismo, verdadera raíz con la que podía identificarse la cultura alemana. «Ahora comprendo el sentido del mármol», escribirá en una de sus Elegías romanas.
De ese viaje por Italia son fruto también los Epigramas venecianos, entre los cuales hay algunas meditaciones profundas sobre la contemporánea Revolución francesa o el significado de la vida y de la cultura. La postura política de Goethe es sin embargo conservadora: «prefiero la injusticia al desorden», escribirá. Eso le supuso algunos recelos por parte de otros artistas a los que no les importaba en lo más mínimo no acordarse con su contexto social, como por ejemplo Beethoven. En las dos versiones de su complejo y grandioso Fausto se encuentra el último mito que fue capaz de engendrar la cultura europea, el de cómo la grandeza intelectual y la sed omnímoda de saber pueden, sin embargo, engendrar la miseria moral y espiritual. Por otra parte, en la lectura y estudio de Spinoza encuentra también un consuelo al desequilibrio romántico que le embargaba, como cuenta en Poesía y verdad, donde se extiende en comentar especialmente su frase de que «quien bien ama a Dios, no debe exigir que Dios le ame a él».
Goethe disfrutó ya en vida de fama, respeto, prestigio y admiración. Delacroix le retrató en una litografía en 1827, aparte de ilustrar Fausto y Götz von Berlichingen. Por ello, fueron muchos los jóvenes de su época que quisieron conocerlo en persona o, cual se suele pedantescamente decir: vera effigies. Por otra parte, su secretario, Eckermann, anotaba cuidadosamente sus conversaciones con el maestro a lo largo de los años y escribió unas Conversaciones con Goethe, donde aparecen reflejadas las opiniones que en sus últimos años sostuvo sobre esas visitas y también sobre todo lo divino y lo humano.

Obra científica

Morfología

El pensamiento científico de Goethe, como el literario, es también muy original. Aunque a menudo ha sido considerado como uno de los representantes más destacados de la Naturphilosophie, en realidad su producción científica se sitúa a caballo entre el romanticismo y el clasicismo, desmarcándose, por ejemplo, de los excesos especulativos de Schelling. La morfología de Goethe se construye en torno a dos conceptos nucleares: el tipo y la metamorfosis:
En lo que concierne al tipo, destacan sus trabajos sobre el hueso intermaxilar, cuya existencia demostró común a todos los vertebrados. Este fue un descubrimiento fundamental, pues demostraba la existencia de un tipo osteológico común a todos los vertebrados.
El concepto de metamorfosis fue desarrollado en el campo de la morfología vegetal. Según la teoría goethiana, todos los órganos florales de las plantas son variaciones de una forma original de donde se derivan por metamorfosis.
En La metamorfosis de las plantas (Versuch die Metamorphose der Pflanzen zu erklären), publicada en 1790, Goethe presenta todas las estructuras vegetales como variaciones de la hoja, entendida como una estructura ideal. Goethe comienza con los cotiledones, a los que considera hojas imperfectas. Estos últimos, bajo la influencia generativa y cada vez más refinada de la savia, se metamorfosean en los sépalos, los pétalos, los estambres y los pistilos. De este modo, todos los órganos vegetales se conciben como apéndices idénticos, variedades de un apéndice vegetal abstracto, que difieren entre sí por su forma y grado de expansión.
Sus ideas acerca de las plantas y la morfología y homología animal fueron desarrolladas por diversos naturalistas decimonónicos, entre ellos Charles Darwin.

                                                                         Maximiliano Reimondi


                                                           
Guido Cavalcanti



Guido Cavalcanti (Florencia, ca. 1258 – ibídem, 29 de agosto de 1300)
Fue uno de los dirigentes del partido güelfo, enfrentado al de los gibelinos, y autor de poemas líricos intensos, por momentos herméticos, que ejercieron fascinación entre sus contemporáneos y continuaron fascinando en el siglo XX, entre otros al poeta vanguardista estadounidense Ezra Pound. A pesar de sus convicciones políticas, se casó con Beatrice Farinata, hija del líder gibelino. Durante una peregrinación a Santiago de Compostela, conoció a otra dama, a la que al parecer dedicó sus poemas más dolorosos. En el 1300, y debido a las negociaciones posteriores a un enfrentamiento entre los partidos florentinos rivales, debió exiliarse en Sarzana, donde contrajo la malaria. Murió a su regreso a Florencia.
Los güelfos, en origen partidarios de la casa de Welf en el Sacro Imperio Romano Germánico, devinieron en Italia defensores del Vaticano, con matices nacionalistas. Los gibelinos, que defendían a la familia de Waiblingen, que apoyaba a Federico II, fueron en su versión italiana defensores del Imperio en su enfrentamiento con el Papado.

Obra

Cavalcanti fue uno de los poetas que cultivaron en Italia el modelo de poesía galante de los poetas de la Provenza francesa. Es casi un componente técnico de esta lírica que una mujer sea la destinataria de los versos del poeta. La mujer idealizada, en el caso de Cavalcanti está unida a ideas complejas y dramáticas. Casi siempre, el amor golpea, hiere, ahoga en tristeza al amante. Es frecuente que el amor hiera por los ojos y que la «salud del alma» esté relacionada con «espíritus» que huyen o se debilitan ante la irrupción de la pasión no correspondida. Los críticos modernos han visto en esta poética la influencia del médico y filósofo Averroes y la adscripción de Cavalcanti a doctrinas herméticas. El «arte poético» (declaración de principios) de Cavalcanti, es su poema Donna mi prega, exaltado por Pound en el siglo XX por su precisión descriptiva para tratar de un tema abstracto.
La poesía de Cavalcanti fue agrupada bajo el nombre genérico de Rime («Rimas»). Contiene sonetos y baladas.


                                                Maximiliano Reimondi

jueves, 27 de agosto de 2015

La aventura de "Los locos de la azotea"



El 27 de agosto de 1920, desde el Coliseo, un grupo de radioaficionados liderados por Enrique Susini transmitieron "Parsifal", de Wagner.

Gabriela Saidon
gsaidon@clarin.com

Eran las nueve de la noche del 27 de agosto de 1920. Un hecho histórico estaba a punto de producirse desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Enrique Telémaco Susini, médico otorrinolaringólogo, músico y radioaficionado, anunciaba con su voz de barítono: "Señoras y señores: la sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten".
La escena, recreada en Días de radio, el libro de Carlos Ullanovsky, tuvo como protagonistas, además de Susini, que tenía 29 años, a otros inventores, estudiantes de medicina, jóvenes de clase alta, apasionados por la lírica. Ellos fueron Miguel Mujica (sobrino de Susini), César Guerrico y Luis Romero Carranza, que leía versos del Martín Fierro que recepcionaba Ignacio Gómez Aguirre. Los llamaron "Los locos de la azotea" porque desde las terrazas buscaban obsesivamente la forma de que las voces y los sonidos atravesaran el éter y llegaran a la gente.
Aquella noche, con un micrófono para sordos (al que le habían agregado una bocina), en el paraíso del Coliseo, un transmisor de 5 vatios (que por lo precario parecía atado con alambres) en la azotea y una antena entre el teatro y la cúpula de la casa de Cerrito y Charcas, el milagro fue posible. Y en los pocos receptores a galena existentes en la ciudad, pudo escucharse la primera transmisión en vivo que se hizo a nivel mundial (el 16 de junio, la cantante australiana Nellie Melba había transmitido pero desde el estudio de la compañía de Guillermo Marconi, el italiano que en 1896 había patentado su invento de la telegrafía sin hilos). El entonces presidente Hipólito Irigoyen dijo: "Cuando los jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el genio adentro".
El genio de Susini nunca paró: como médico de la Armada había sido enviado a Francia a estudiar los efectos de los gases asfixiantes, había vuelto trayendo válvulas para equipos transmisores de los que se usaban en la Primera Guerra Mundial, escondidas en las mangas de su saco. Durante los experimentos con sus compañeros de hazaña, el canto de un gallo se había colado en una transmisión casera. ¿Por qué —se preguntaba el joven médico—, no puede viajar también por el aire la voz humana? El 28 de agosto de 1920 se transmitió Aída y volvió a pasarse la ópera de Wagner. Por obra de Susini, el Coliseo, creado en 1906 para que el payaso Frank Brown tuviera un circo, "subió" a la categoría de teatro lírico. Al médico se le debe la creación de LOR Radio Argentina y de la productora Lumiton, bajo la cual él mismo dirigió una de las primeras películas sonoras, la comedia Los tres berretines, estrenada el 19 de mayo de 1933. Fue también el primer director general de Canal 7. Murió a los 81 años, el 4 de julio de 1972. Había cumplido todos sus sueños.


sábado, 22 de agosto de 2015




El puerto abre sus brazos
y ataca con sus monstruos
mientras sus personajes

buscan el agua sagrada.
Daniel Rabinovich



Daniel Rabinovich (Buenos Aires, 18 de noviembre de 1943 – ibídem, 21 de agosto de 2015)
Actor y humorista argentino, integrante del grupo argentino de música y humor Les Luthiers.
En 1969 se graduó como escribano público, profesión que nunca ejerció. Perteneció al grupo Les Luthiers desde su fundación en 1967. Tocaba la guitarra y el violín, además de instrumentos informales como el "bass-pipe a vara" o el "calephone". En 2012 se le concedió la nacionalidad española.

Salud y fallecimiento

En diciembre de 2012, mientras Les Luthiers se encontraba de gira por Uruguay, sufrió un preinfarto que lo dejó fuera en las últimas presentaciones. Debido a problemas cardíacos, falleció el 21 de agosto del 2015, a los 71 años de edad.



                                                                            Maximiliano Reimondi

viernes, 21 de agosto de 2015

TELEVISIÓN

Black-ish (Serie)


Creador: Kenya Barris.

Reparto:  Anthony Anderson, Tracee Ellis Ross, Yara Shahidi, Marcus Scribner, Miles Brown, Marsai Martin, Laurence Fishburne, Jacob Kemp, Peter Mackenzie, Jeff Meacham, Deon Cole.

Canal: Sony.

Sinopsis
Se centra en un matrimonio joven cuyas vidas están atravesando una buena etapa gracias a tres cosas importantísimas para poder ser feliz: una buena familia, dos trayectorias profesionales en alza y un bonito hogar. Sin embargo, todo se trunca cuando Dre Johnson (Anthony Anderson) recibe un ascenso que le dificultará vivir la utópica vida que llevaba. A partir de ese momento, intentará mantener sus valores y creencias, algo que le resulta bastante costoso debido a su nuevo cargo profesional.

Calificación: Muy buena.


                                                            Maximiliano Reimondi

jueves, 20 de agosto de 2015

H. P. Lovecraft


Howard Phillips Lovecraft (Providence, Estados Unidos, 20 de agosto de 1890 – ibídem, 15 de marzo de 1937)
Escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del horror cósmico, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Lovecraft cultivó asimismo la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.
En su estudio Danza macabra (1981), el escritor de terror, Stephen King, afirma que Lovecraft es «el príncipe oscuro y barroco de la historia del horror del siglo XX». Además, por contraposición al mal interno o psicológico, «el concepto de mal externo tiene más alcance, es más impresionante. Lovecraft así lo entendió, y es lo que hace a sus historias de extraordinaria, ciclópea maldad, tan efectivas cuando son buenas nos hacen sentir el peso del universo suspendido sobre nuestras cabezas, sugieren fuerzas sombrías capaces de destruirnos a todos solo con gruñir en sueños».
Para su biógrafo S. T. Joshi, Lovecraft «no era un “extraño en este siglo”, como afirma de sí mismo el protagonista de su cuento "El extraño". Si se estudian detenidamente sus historias se observará en ellas algo más que los sueños escapistas de un anticuario caduco: enseguida encontramos datos como el descubrimiento de Plutón, citado en El que susurra en la oscuridad (1930), o la entonces todavía controvertida teoría de la deriva continental, en la novela En las montañas de la locura (1931). Y ahondando más, en la ficción más tardía, nos topamos repetida y significativamente con Albert Einstein, Max Planck y Werner Heisenberg, y también las metáforas sobre el futuro desarrollo estético, político y económico de la humanidad, que se transparentan en las civilizaciones alienígenas que aparecen en El Túmulo (1929-1930; publicado en 1940 como obra de Zealia Bishop), En las montañas de la locura (1931; publicado en 1932) y En la noche de los tiempos (1935; publicado en 1936).


                                                                          Maximiliano Reimondi
 León Trotski



Lev Davídovich Bronstein (Yánovka, Ucrania, 7 de noviembre de 1879- Coyoacán, México, 21 de agosto de 1940)
Más conocido como Lev Trotski. Político y revolucionario ruso de origen judío.
Aunque inicialmente simpatizó con los mencheviques y tuvo disputas ideológicas y personales con el líder bolchevique, Vladimir Lenin, Trotski fue uno de los organizadores clave de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en noviembre de 1917 en Rusia. Durante la guerra civil subsiguiente, desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares.
Negoció la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial mediante la Paz de Brest-Litovsk. Tuvo a su cargo la creación del Ejército Rojo que consolidaría definitivamente los logros revolucionarios venciendo a catorce ejércitos extranjeros y a los ejércitos blancos contrarrevolucionarios durante la guerra civil rusa; fue condecorado con la Orden de la Bandera Roja.
Posteriormente, se enfrentó política e ideológicamente a Iósif Stalin, liderando la oposición de izquierda, lo que le causó el exilio y posterior asesinato. Tras su exilio de la Unión Soviética, fue el líder de un movimiento internacional de izquierda revolucionaria identificado con el nombre de trotskismo y caracterizado por la idea de la «revolución permanente». En 1938 fundó la Cuarta Internacional.
Murió asesinado en México por Ramón Mercader, un agente español de la NKVD soviética.


                                                                                          Maximiliano Reimondi

martes, 18 de agosto de 2015

Antonio Salieri



Antonio Salieri (Legnago, 18 de agosto de 1750 - Viena, 7 de mayo de 1825)
Pasó la mayor parte de su vida en la corte imperial de Viena, para la que fue compositor y maestro de capilla. Su filosofía artística se resume en el título de una de sus óperas célebres, Primero la música y luego las palabras.
Músico de gran valía y dotado de gran talento, se dedicó a la enseñanza. Salieri ha visto su nombre unido a una presunta rivalidad con Wolfgang Amadeus Mozart, rivalidad que contiene, además de acusaciones de plagio, una más grave, que es la de haber causado la muerte del compositor de Salzburgo, episodio sin ninguna base histórica y que ha sido recreado primero en un poema por el poeta Aleksandr Pushkin, en el que se inspiró el compositor Nikolai Rimski-Kórsakov para hacer una ópera de nombre Mozart y Salieri; y posteriormente por el escritor británico Peter Shaffer para escribir la obra de teatro Amadeus, llevada a la gran pantalla con éxito de público y crítica por el director de cine Miloš Forman en una película homónima que recibió ocho premios Oscar, e interpretada en su papel por el actor estadounidense F. Murray Abraham, con el que obtuvo los premios Oscar y Globo de Oro.
Durante su carrera tuvo como alumnos a músicos noveles que lograron gran fama, como Beethoven, Schubert, Liszt, Czerny y Hummel. Entre sus pupilos estuvo incluso uno de los hijos del propio Mozart, lo que junta una vez más sus nombres y ayuda a desmentir la leyenda de la mala relación existente entre los dos compositores.




                                                                       Maximiliano Reimondi

sábado, 15 de agosto de 2015

LIBROS CLÁSICOS

Teatro
de Jean Paul Sartre



Sinopsis

Este libro contiene Las Moscas, A puerta cerrada, Muertos sin Sepultura, La Mujerzuela Respetuosa y Las Manos Sucias.

Calificación: Excelente.

Crítica

Sartre concibe al teatro como un mundo cerrado sobre sí mismo. Y este mundo es inaccesible para el espectador. Esta distancia que se genera entre el espectador y el teatro como un mundo cerrado debe aceptarse y debe presentarse en toda su dimensión, en el desempeño actoral mismo. Aunque el espectador puede participar emocionalmente, el curso de la acción siempre se le presenta desde un lugar al cual él nunca puede acceder y de ningún modo puede modificar. Este libro presenta cinco obras que representan la esencia de un autor original y genial.

El autor



Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político francés, uno de los principales representantes del existencialismo.
Sartre nació en París el 21 de junio de 1905; estudió en la Escuela Normal Superior de esa ciudad, en la Universidad de Friburgo (Suiza) y en el Instituto Francés de Berlín (Alemania). Enseñó filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, momento en que se incorporó al Ejército. Desde 1940 hasta 1941 fue prisionero de los alemanes; después de su puesta en libertad, dio clases en Neuilly (Francia) y más tarde en París, y participó en la Resistencia francesa. Las autoridades alemanas, desconocedoras de sus actividades secretas, permitieron la representación de su obra de teatro antiautoritaria Las moscas (1943) y la publicación de su trabajo filosófico más célebre El ser y la nada (1943).
Sartre dejó la enseñanza en 1945 y fundó, con Simone de Beauvoir entre otros, la revista política y literaria “Los Tiempos Modernos”, de la que fue editor jefe. Se le consideró un socialista independiente activo después de 1947, crítico tanto con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como con Estados Unidos en los años de la Guerra fría. En la mayoría de sus escritos de la década de 1950 están presentes cuestiones políticas, incluidas sus denuncias sobre la actitud represora y violenta del Ejército francés en Argelia. Rechazó el Premio Nobel de Literatura que se le concedió en 1964, y explicó que si lo aceptaba comprometería su integridad como escritor.
Las obras filosóficas de Sartre conjugan la fenomenología del filósofo alemán Edmund Husserl, la metafísica de los filósofos alemanes Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Martin Heidegger, y la teoría social de Karl Marx en una visión única llamada existencialismo. Este enfoque, que relaciona la teoría filosófica con la vida, la literatura, la psicología y la acción política suscitó un amplio interés popular que hizo del existencialismo un movimiento mundial.

                                                    
                                        Maximiliano Reimondi
CINE CLÁSICO

Lo que el viento se llevó



Esta es una de las películas más famosas de la historia del cine. Basada en la novela del mismo título de Margaret Mitchell (ganadora de un Premio Pulitzer), su rodaje, que duró 125 días, supuso cambios importantes en la técnica cinematográfica. En el momento de su estreno fue la película más cara y larga que se había rodado.

Dirección: Victor Fleming-George Cukor-Sam Wood

Guión: Margaret Mitchell y Sidney Howard

Música: Max Steiner

Reparto: Clark Gable, Vivien Leigh, Leslie Howard, Olivia de Havilland, ThomasMitchell, Hattie McDaniel, Fred Crane.

Sinopsis

Mediados del siglo XIX. Scarlett O’Hara (Vivien Leigh), una bella joven caprichosa y pasional, vive en una de las grandes mansiones del sur de los Estados Unidos rodeada de esclavos negros y todo tipo de lujos. Lo único que no puede conseguir es a Ashley Wilkes (Leslie Howard), el hombre del que está enamorada y que, a su vez, está comprometido en matrimonio con su prima, Melanie Hamilton (Olivia de Havilland), una dulce y cariñosa mujer incapaz de odiar.
La Guerra de Secesión está a punto de estallar y los jóvenes sureños muestran su entusiasmo por entrar en combate. No así Rhett Butler (Clark Gable), un hombre atractivo que no tiene más interés que su propio beneficio. Butler se enamora de Scarlett durante una fiesta en los «Doce Robles», la finca de Ashley, y no cesará en su empeño de lograr su amor durante toda la película, a pesar de que Scarlett seguirá obsesionada con Ashley a pesar del paso de los años y de varios matrimonios por interés.

Calificación: Excelente.

Crítica

Es una película que va más allá del contexto histórico y social. Es un relato único sobre una mujer que impactó a todo el público norteamericano. Por eso es un clásico del cine mundial. Está filmada de una forma audaz y moderna. Todos los actores se lucen con sus trabajos. Imperdible.


                                                                           Maximiliano Reimondi

viernes, 14 de agosto de 2015

                                                                         DESTINO



El destino
parece un  precipicio
que rueda
bajo nuestros pies.

Miles de rostros
se reflejan
en el cristal de la vida.

La memoria
me abraza siempre.

                          Maximiliano Reimondi

Eduardo Mallea


Eduardo Mallea (14 de agosto de 1903, Bahía Blanca, Argentina - 12 de noviembre de 1982, Buenos Aires)
Era hijo de Narciso Segundo Mallea y de Manuela Artiria. Su padre, nacido en San Juan y descendiente de Sarmiento, era un médico que había realizado sus estudios en Buenos Aires. Una vez recibido, ejerció su profesión en Benito Juárez y Azul (Buenos Aires) (provincia de Buenos Aires) trasladándose luego a Bahía Blanca –a la sazón, la ciudad más importante del sur argentino– ubicada a unos 680 kilómetros de la capital federal. Fue de su padre de quien recibió la mayor influencia para inclinarse, definitivamente, por la literatura. Como describe Óscar H. Villordo: "El padre vivía manejando enciclopedias, diccionarios y libros. Los había leído todos. Los releía. Era amigo de Manuel Láinez, tío abuelo del novelista Manuel Mujica Láinez".
En 1907 la familia realizó un viaje a Europa. Al regreso, en 1910, Eduardo fue inscrito en un colegio inglés en Bahía Blanca. En 1916 la familia se trasladó a Buenos Aires, donde Eduardo escribe sus primeros relatos y publica en 1920 el primer cuento La Amazona. Tres años después, el diario La Nación le publicó Sonata de soledad. En 1926 aparecerán los Cuentos para una inglesa desesperada y un año después abandona los estudios de abogacía ingresando a la redacción de La Nación, donde sería por muchos años el director del suplemento literario. La Revista de Occidente le publica en 1932 la novela La angustia. En 1936 se edita La ciudad junto al río inmóvil y en 1937 la editorial Sur publica en Buenos Aires su obra más importante como ensayo interpretativo de la realidad social y espiritual del país: Historia de una pasión argentina [véase el estudio de Alberto Fernando Roldán, “Eduardo Mallea y su visión del nuevo hombre argentino”]. En 1940 se publica la novela La bahía de silencio y un año después sale a la luz otra obra suya con el bíblico título: Todo verdor perecerá. En 1941 se publica su libro de ensayos El sayal y la púrpura.
¿Cómo son los personajes de Mallea? ¿Cómo se caracterizan? ¿Qué tienen en común? Más allá de los diferentes rostros e imágenes que suscitan al lector, los actores sociales que aparecen en los relatos manifiestan caracteres, personalidades y modos de ser parecidos. Casi todos ellos son seres solitarios, introspectivos, taciturnos, con escasa capacidad para la comunicación fluida con los otros. Tomemos el caso de Chaves. Mallea describe al personaje: "Chaves iba y volvía solo a su casa por los caminos, y protegía aquella soledad como sacra cosa suya, sin que cupiera posibilidad de ser rota, salvo por diez o veinte pasivos pasos hechos al lado de tal o cual fortuito encuentro, escuchándolo. Se negaba deliberadamente a hablar".
A modo de síntesis de las influencias de escritores como los mencionados, Myron Lichtblau escribió: “Debió sentir cierta afinidad con aquellos escritores que trataron de utilizar el fenómeno del lenguaje no sólo como medio de comunicación o adorno descriptivo, sino como una fuerza vital y creadora que pudiera integrarse funcionalmente con la materia tratada”.
Mallea fue invitado a pronunciar conferencias en muchos centros académicos del mundo tales como las universidades de Princeton y Yale y la Academia Goethe de San Pablo.

Mallea y Bahía Blanca

El hecho de haber nacido en Bahía Blanca no fue apenas algo azaroso para Mallea. Por el contrario, marcó su vida, su pasión y su sentimiento. En varias de sus novelas y en sus ensayos, abundan las referencias a su patria chica. Ya en el comienzo de Historia de una pasión argentina, comienza con una referencia a la ciudad cuando expresa: “Yo casi no tuve infancia metropolitana. Vi la primera luz de mi tierra en una bahía argentina del Atlántico”. Mientras que en Todo verdor perecerá, describe con mayor precisión, apelando a una metáfora felina: "He aquí la ciudad del sur, Bahía Blanca, azotada por la arenisca junto al océano. Como la garra cauta del gato con el cachorro confiado, juega el verano con la ciudad atlántica. De pronto los plátanos de hojas inmóviles contienen, alegres, el gorjeo de la siesta. Soñolientos pasantes de abogado cambian con los procuradores recibidos miradas de envidia embotada."
Es una fotografía de la ciudad austral, caracterizada por los vientos encontrados, la tierra y la arenilla que flota por los aires hasta, a veces, cubrir toda la ciudad bajo un manto de polvo visible desde un vuelo. Pero Mallea describe no sólo la ciudad, sino su gente cuando habla de los “soñolientos pasantes de abogado” que cruzan las calles centrales en las cercanías del correo y la plaza Rivadavia yendo de juzgado en juzgado. Una ciudad tranquila por entonces, ajena a los ruidos y los febriles movimientos de ahora. En otro tramo de la narración, Mallea describe el origen y crecimiento de Bahía Blanca cuando compara a Ágata –personaje central del relato– con la ciudad. Dice: "Mientras ella se abría, la ciudad, Bahía Blanca, se cerraba, también como una flor, pero de piedra. La formación de las ciudades americanas se parecen [sic] a un capítulo de biología vegetal. En torno al fortín, valla opuesta al indio predatorio, comenzó a crecer, hacia los ochocientos veintiocho, la población militar, y cuatro años más tarde Rosas y Darwin se paraban ante aquellos salitrales que después de los secos calores extendían en la bahía su ardiente sabana blanca."
Y, en Chaves, aquel relato breve “de un exacto rigor” –como definiría Jean Duvignaud– describe Mallea: "Al dividirse de su padre, después de escenas ásperas en que el progenitor aniquilaba al adolescente, fue a buscarse la vida por esa ciudad del Atlántico. He ahí la tienda Blanco y Negro; el periódico, El Atlántico; la lujosa calle O’Higgins; la iglesia metropolitana. Por las afueras: el campo. Los ferrocarriles y los trigales, el universo. Se apretó a la ciudad, resistente, recalcitrante a salir. “Chaves, quédate”, aconsejaba la voz interior. Y se quedó."
Como si el destino de Chaves estuviera, desde entonces, ligado a la ciudad desde la que surge una voz interior que le invita a quedarse. Definitivamente. No en vano se ha dicho que Mallea es un hito en la novela argentina en cuanto a que sus relatos salen de lo campestre para instalarse en la ciudad, en este caso, en su ciudad natal: la vieja e influyente Bahía Blanca.


                                                                       Maximiliano Reimondi
Raúl González Tuñón


Raúl González Tuñón (Buenos Aires 29 de marzo de 1905 - 14 de agosto de 1974)

Vida

Participó de la vanguardia literaria argentina de los años 1920 y viajó luego a Europa. Vivió en París y en Madrid, ciudades en las que hizo amistad con poetas como Robert Desnós, César Vallejo, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Federico García Lorca y Pablo Neruda.
González Tuñón fue también periodista. Trabajó en el diario "Crítica", un vespertino de los años '20 y '30, de marcado tinte sensacionalista, pero que reclutó a notables escritores de la época (entre ellos Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Enrique González Tuñón, Carlos de la Púa, Nicolás Olivari), y en el diario "Clarín", donde escribió crítica de artes plásticas y crónicas de viajes.
Se casó con Amparo Momm y trabó una profunda amistad con Pablo Neruda y su esposa Delia del Carril (también argentina). Cuando estalló la Guerra Civil Española, ambas parejas se trasladaron desde Madrid a Santiago de Chile y compartieron una misma casa. Secundó al poeta chileno en la fundación de la sección chilena de la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, organización antifascista surgida del Congreso Escritores de Valencia, realizado en Barcelona, en medio de los bombardeos franquistas.
Posteriormente influyó decisivamente en la cultura argentina de los años '50 y '60 y es considerado uno de los fundadores de una corriente moderna de poesía urbana. Póstumamente se han publicado "El banco de la plaza" y "Los melancólicos canales del tiempo".

Obra

Su obra se inicia con "Las puertas de fuego", que publicó en Buenos Aires en 1923, a los 21 años. En esa época, colaboró con la revista Martín Fierro, en la que también escribieron Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Francisco Luis Bernárdez,1 Leopoldo Marechal, Macedonio Fernández y Eduardo González Lanuza, entre otros.
La revista solía polemizar burlonamente con el llamado Grupo de Boedo, que agrupaba a los escritores identificados con la literatura social, quienes a su vez denominaban a sus colegas de "Martín Fierro" como el "Grupo de Florida". Siendo Boedo un barrio entonces proletario y Florida la calle elegante de esa época, los polos de la polémica eran más políticos que literarios, aunque en Tuñón sucedía justamente lo contrario: muchos de los escritores de Boedo eran sus camaradas tal el caso de Álvaro Yunque o Elías Castelnuovo. González Tuñón mantuvo entonces relaciones cordiales pero también coincidencias con el Grupo de Boedo y muchos de sus integrantes, especialmente el poeta Nicolás Olivari, se encontraban entre sus amigos.
En 1928, y poco antes de embarcarse rumbo a Europa, González Tuñón publicó "Miércoles de ceniza". Ya en París, escribió uno de los libros considerados fundamentales en su obra: "La calle del agujero en la media", publicado en 1930. Poco más tarde, en 1936, publica otro de sus libros claves, "La rosa blindada", inspirado en un levantamiento minero en la provincia española de Asturias. Esta obra fue de gran importancia ya que Raúl González Tuñón, con esos versos, fue "el primero en blindar la rosa" (tal las palabras de Neruda). Su obra por tanto no sólo se enmarca dentro de las llamadas vanguardias de principios del Siglo XX, sino que además constituyó una de las más firmes influencias de los posteriormente llamados "poetas de la Guerra Civil española"(muy en particular de Miguel Hernández uno de los más representativos).
Afiliado al Partido Comunista de la Argentina, Tuñón permaneció siempre fiel a sus credos estéticos. Esto lo llevó a polemizar muchas veces dentro de la organización con otros artistas o eventuales funcionarios. Muchas de estas polémicas quedaron registradas en los emblemáticos "Cuadernos de Cultura" publicados por el PCA. Se destaca allí su defensa de Roberto Arlt ante los juicios negativos de dirigentes como Rodolfo Ghioldi. En líneas generales no compartió muchas vulgarizaciones efectuadas en nombre del "Realismo socialista". Esto explica su relación "a medio camino" entre las dos "capillas" fundadoras de la moderna literatura argentina: Florida (generalmente homologada a la vanguardia) y Boedo (al realismo socialista).
Sus poemas que aludían a viajes, barrios de París y de Buenos Aires, pueblos de la Cordillera de los Andes o de la Patagonia, personajes de circo, lugares lejanos, tugurios extraños, marineros, hampones o contrabandistas, denotan influencias tan disímiles como Villón, Rilke, Evaristo Carriego, o payadores como Bettinotti y Gabino Ezeiza. Juancito Caminador, un personaje inspirado en un artista de circo y en una marca de whisky (Johnny Walker) se convirtió en un álter ego literario del autor.
Es al mismo tiempo uno de los precursores de la poesía social y combativa en la Argentina: sus "poemas civiles", referidos a acontecimientos políticos y sociales, influyeron junto con los de la bohemia a autores como Julio Huasi, Juan Gelman (los poetas del "Pan duro"), Roberto Santoro, Francisco Urondo y en líneas generales a toda la generación de los años 60.
Fue un intelectual políticamente comprometido y en más de una oportunidad asistió a eventos internacionales que convocaban a intelectuales y artistas de los cinco continentes ya sea por la lucha contra el fascismo o en pos del socialismo, cuya causa abrazó.

                                                                Maximiliano Reimondi


Adolfo Ábalos


Adolfo Ábalos (Buenos Aires, 14 de agosto de 1914-Mar del Plata, 12 de mayo de 2008)
Pianista y compositor folclórico, y figura fundamental en lo que a interpretación pianística del folclore argentino se refiere.
Fue un artista con una trayectoria muy extensa, con incontables actuaciones como solista y como integrante del grupo Los Hermanos Ábalos. Ofició como coautor de Nuestras danzas, uno de los libros fundamentales del género.
Fue, junto a sus hermanos, coautor de numerosas obras que forman parte del repertorio obligado de los artistas de más renombre en Argentina.


                                                               Maximiliano Reimondi
José Basso



José Hipólito Basso (30 de enero de 1919 - 14 de agosto de 1993)

Carrera

Nacido en Pergamino, Buenos Aires. Comenzó su carrera en la orquesta de Emilio y José de Caro en el año 1936. Luego en el año 1937 ingresa como pianista en la agrupación de Francisco Grillo.
En 1938 forma el conjunto musical Gallardo, Ayala, Basso, para luego tocar en las orquestas de Antonio Bonavena y Anselmo Aieta.
En 1943 pasa a formar parte de la orquesta de Aníbal Troilo, fue el pianista de Pichuco hasta el año 1947, año en el cual comienza su carrera con orquesta propia.
Sus primeros cantores fueron el dúo Ortega del Cerro y Ricardo Ruiz. En 1949 Ingresa el cantor Francisco Fiorentino en reemplazo de Ortega del Cerro.
Ese mismo año firma con el sello Odeón, y graba los temas "Claveles blancos", cantado por Ricardo Ruiz y "El Bulín de la calle Ayacucho", por Francisco Fiorentino.
También pasaron por su orquesta, los cantores Rodolfo Gale, Alfredo Belusi, Héctor de Rosas, Juan Carlos Godoy, Aníbal Jaulé, Eduardo Borda, y muchos más.
Hacia finales de la década del 60s, realiza una gira de gran éxito por Japón, presentándose nuevamente en 1970.
En la década de 1950s, 1960s, 1970s y 1980s realiza presentaciones en la televisión argentina.
En 1985 recibió el Premio Konex - Diploma al Mérito en la disciplina mejor director de orquesta típica.

                                                                                               Maximiliano Reimondi


Bertolt Brecht


Eugen Berthold Friedrich Brechter Han Culen (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín, 14 de agosto de 1956)
Integraba una familia burguesa de Augsburgo, ciudad de Baviera. Su padre, católico, era un acomodado gerente de una pequeña fábrica de papel, y su madre, protestante, era hija de un funcionario.
El joven Brecht era un rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Se sentía atraído por lo distinto, lo extravagante, y se empeñaba en vivir al margen de las normas de su tiempo, de su recato y su sentido de disciplina. Desde muy joven demostró que estaba lleno del potencial necesario para construir una sociedad distinta, mejor.
En la escuela destacó por su precocidad intelectual y terminó el bachillerato especial (Notabitur), al verse involucrado en un escándalo. Inicialmente influido por la euforia de la guerra, Brecht la criticó con el ensayo sobre el poeta Horacio (65 a. C.–8 a. C.) «Dulce et decorum est pro patria mori» («Dulce y honorable es morir por la patria»), en el que se considera honorable morir por la patria y que Brecht considera como «propaganda dirigida» en la que sólo los «tontos» caen. Por ello fue castigado con la expulsión de la escuela. Sólo la intervención de su padre y el profesor de religión le evitaron el cumplimiento del castigo.

Inicios

Comenzó a escribir poesía erótica desde muy joven y publicó sus primeras experiencias sexuales, convertidas en poemas sobre prostitutas y vagabundos en 1914. También escribía cuentos y canciones que entonaba él mismo, acompañándose con la guitarra.
En 1917, inició la carrera de Medicina en la universidad Ludwig Maximilian de Munich, pero tuvo que interrumpir los estudios para hacer el servicio militar como médico en un hospital militar en Augsburgo, en el marco de la Primera Guerra Mundial.
En 1918, con sólo veinte años, escribió su primera obra teatral, Baal, cuyo personaje principal es un poeta y asesino. Durante este tiempo conoció a Paula Banholzer, quien en 1919 dio luz a un hijo suyo, Frank, que moriría en el frente soviético durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943.
Luego, entre 1918 y 1920 escribió una pieza sobre la revolución alemana, liderada por los espartaquistas, con el título Tambores en la noche. El final de esta obra sacude al auditorio: "Todo esto no es más que puro teatro. Simples tablas y una luna de cartón. Pero los mataderos que se encuentran detrás, ésos sí que son reales". La moralidad de la obra suplanta al teatro tradicional, que pretende ser imparcial. También por aquella época, la agitación revolucionaria bávara de 1918 llevó a Brecht a ingresar en 1919 en el partido socialdemócrata independiente.
A partir de 1920, Brecht viajó a menudo a Berlín, donde entabló relaciones con gente del teatro y de la escena literaria.
En 1922 se casó con la actriz de teatro y cantante de ópera Marianne Zoff. A partir de aquel momento, el joven artista tuvo papeles en Münchner Kammerspiele y en el Deutsches Theater de Berlín. Un año más tarde tuvieron una hija, Hanne; poco después conoció a la que sería su segunda esposa, Helene Weigel.
En 1924 abandona Augsburgo y se traslada a Munich; de ahí se trasladaría posteriormente a Berlín, la capital, en la que reinaba una vida cultural efervescente, y donde conoce al poeta expresionista Arnolt Bronnen, con el que funda una productora a la que llamarían Arnolt y Bertolt. Ese mismo año empezó a trabajar como dramaturgo junto a Carl Zuckmayer en el Deutsches Theater de Max Reinhardt y tuvo a su segundo hijo, Stefan, aunque tres años más tarde se divorciaría de Marianne Zoff.
Desde 1926 tuvo frecuentes contactos con artistas socialistas que influirían en su pensamiento y en 1927, comenzó a estudiar El Capital de Marx. En 1929 ingresó en el Partido Comunista.
Ese mismo año se casó con Helene Weigel, matrimonio del cual tuvieron una hija, Bárbara.
Brecht y Weigel en 1954 en Berlin Este.Entre 1929 y 1934 escribió una serie de obras entre las que se destacan: Línea de conducta, Acuerdo y tal vez el más importante y bello de los trabajos de esta época: La excepción y la regla (1930).
A sus 29 años publicó su primera colección de poemas Devocionario doméstico y un año más tarde alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar con La ópera de cuatro cuartos/La ópera de los tres centavos, con música de Kurt Weill, una obra disparatada en la que critica el orden burgués representándolo como una sociedad de delincuentes, prostitutas, vividores y mendigos. Esta obra fue llevada al cine en 1931 bajo la dirección de Georg Wilhelm Pabst.
Brecht siempre buscó con sus actuaciones concienciar al espectador y hacerlo pensar, procurando distanciarlo del elemento anecdótico; para ello se fijó en los incipientes medios de comunicación de masas que la recién nacida Sociología empezaba a utilizar con fines políticos: la radio, el teatro e incluso el cine, a través de los cuales podía llegar al público que pretendía educar. Su meta fue alcanzar un cambio social que lograse la liberación de los medios de producción. Ese propósito lo abordó tanto a través del ámbito intelectual como del estético.
Un año después, Brecht llevó sus ideas comunistas al cine con Kuhle Wampe (o ¿A quién le pertenece el mundo?), dirigida por Slatan Dudow y con música de Hanns Eisler, que muestra lo que podría ofrecer el Comunismo a un pueblo alemán azotado por la crisis de la República de Weimar.
Hasta 1933, Brecht trabajó en Berlín como autor y director de teatro. Pero en aquel año, Hitler se hace con el poder. A comienzos de 1933, la representación de la obra La toma de medidas fue interrumpida por la policía y los organizadores fueron acusados de alta traición. El 28 de febrero —un día después del incendio del Reichstag— Brecht y Helene Weigel con su familia y amigos abandonan Berlín y huyen a través de Praga, Viena y Zúrich a Skovsbostrand, cerca de Svendborg, en Dinamarca, donde el autor pasó cinco años. En mayo de 1933 todos sus libros fueron quemados por los nacionalsocialistas. Aunque al día de hoy se duda de si la totalidad de sus libros fueron quemados.

 El exilio

El exilio de Brecht fue posiblemente el tiempo más duro de su vida, a pesar de lo cual en este periodo escribe algunas de sus mayores obras y alcanza su plena madurez con sus cuatro grandes dramas escritos entre 1937 y 1944.
Encontrándose en una situación económica difícil, tuvo que viajar primero a Dinamarca, luego a Suecia, donde vivió durante un año en una granja cerca de Estocolmo y finalmente, en abril de 1940, a Helsinki.
Durante esta época escribió su obra La vida de Galileo. Esta pieza teatral recrea muy libremente la biografía del científico, describiendo la autocondenación del personaje para dar encima de su teoría heliocéntrica delante de la Inquisición. Brecht siempre se pronunció contra la autoridad, el Estado y la sociedad con la justa crítica para no llegar a ser mártir de sus propias ideas. En Suecia escribió el poderoso alegato antibélico Madre Coraje y sus hijos, en una tentativa de demostrar que los pequeños empresarios codiciosos no vacilan en promover devastadoras guerras para ganar dinero. La vida de Galileo fue estrenada el 9 de septiembre de 1942 en el teatro de Zúrich.
El alma buena de Sichuan (1938-40) examina el dilema de cómo ser virtuoso y sobrevivir al mismo tiempo en un mundo capitalista.
En El círculo de tiza caucasiano narra la historia de una pugna por la posesión de un niño entre una madre de la alta sociedad que le abandona y una criada que se ocupa de él; a la manera salomónica, el juez debe decidir quién es la verdadera madre.
En el verano de 1941, viajó en el expreso transiberiano desde Moscú a Vladivostok. Desde el este de la URSS se trasladó en barco a California, asentándose en Santa Mónica, cerca de Hollywood. Allí intentó escribir para la industria de Hollywood, pero sus guiones no fueron admitidos por las grandes productoras cinematográficas.
En Estados Unidos organizó algunas representaciones teatrales, en la mayoría de los casos en escenarios de emigrantes, pero Brecht vuelve a ser perseguido por sus ideas políticas y el 30 de octubre de 1947 es interrogado por el Comité de Actividades Antiamericanas, por lo que tuvo que escapar al día siguiente otra vez a Suiza, sin esperar el estreno de su drama La vida de Galileo en Nueva York.
 Bertolt tenía prohibida la entrada a Alemania Occidental (RFA), por órdenes de las autoridades de ocupación de la postguerra (aliados). Tres años después obtuvo la nacionalidad austriaca. Tras 15 años de exilio, volvió a Alemania en 1948, instalándose en Berlín oriental.

Vida en Berlín Este y muerte

A continuación trabajó de una manera muy comprometida para el teatro. Son años de escenificaciones y publicaciones espectaculares en los que llegaría a hacerse famoso y en los que tuvo algunas actuaciones por invitación en capitales europeas, lo que causó tensiones con la dirección del SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands: Partido Socialista Unificado de Alemania) así como con representantes de la burocracia cultural y de la vida del teatro. Diversas obras fueron rechazadas, como por ejemplo Santa Juana de los Mataderos y la película Kuhle Wampe.
En 1955, Brecht recibió el premio Stalin de la paz. Al año siguiente, el 14 de agosto, contrajo una inflamación del pulmón y murió de una trombosis coronaria en Berlín del Este.
Su estilo y su lenguaje continúan ejerciendo influencia hasta ahora en el teatro moderno.


                                                                                        Maximiliano Reimondi


miércoles, 12 de agosto de 2015

Lino Enea Spilimbergo


Lino Enea Spilimbergo (Buenos Aires, 12 de agosto de 1896 - Unquillo, Córdoba, 16 de marzo de 1964)
Pasó sus primeros años en el barrio de Palermo. Su padre fue Antonio Enea Spilimbergo y su madre María Giacoboni, ambos inmigrantes italianos.
Durante su viaje a Italia con su familia, sufre una pulmonía que le deja secuelas y se convertirá en asma. Regresa a Buenos Aires en 1902. Comienza en esta ciudad sus estudios primarios y artísticos.
A partir de 1910 comienza a trabajar para mantenerse, fue cadete y telefonista, en 1912 ingresa a la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos, puesto que mantendrá paralelamente con su trabajo como artista hasta 1924, este trabajo en el correo era considerado como esclavizante en extremo por el artista.
En 1917 se recibe de profesor nacional de Dibujo de la Academia Nacional de Bellas Artes, entre sus profesores se encuentran artistas de la talla de Pío Collivadino, Ernesto de la Cárcova y Carlos Pablo Ripamonte. En septiembre del mismo año muere su padre.
A la edad de 22 años inicia la escritura de su autobiografía. Su rigor en el estudio y en el trabajo le lleva a dotarse de horarios para las comidas, siestas y descansos, organizando de esta manera el tiempo que le dedica al arte.
Al ser asmático crónico los médicos le aconsejan mudarse a un lugar de clima seco, la empresa le gestiona un traslado a Desamparados, provincia de San Juan, allí realiza su primera exposición individual, vive allí desde 1921 hasta 1924, año en que renuncia a su empleo.




                                                              Maximiliano Reimondi