jueves, 31 de enero de 2013


Asamblea del Año XIII




La Asamblea del Año XIII, también conocida como la Asamblea General Constituyente y Soberana del Año 1813, fue un congreso de diputados de las Provincias Unidas del Río de la Plata convocado por el Segundo Triunvirato, que inauguró sus sesiones en Buenos Aires, el 31 de enero de 1813, con los objetivos que los representantes de los pueblos libres reconocieran la soberanía del pueblo, proclamaran la independencia de las Provincias Unidas y redactaran una constitución que definiese el sistema institucional del nuevo estado; y si bien estas dos últimas finalidades no se cumplieron la asamblea estableció una importante cantidad de reformas en las instituiones rioplatenses.

Orígenes

La idea de convocar una asamblea de diputados que representara a los pueblos de las Provincias del Río de la Plata a fin de hacer efectivo el principio de la soberanía popular y, en base a ella, la consecuente declaración de la independencia del rey de España fue una constante a partir de la revolución de Mayo de 1810.
El surgimiento del Segundo Triunvirato como consecuencia de los acontecimientos políticos que se desencadenaron debido al triunfo patriota en la Batalla de Tucumán, sumados a los esfuerzos de la Logia Lautaro fueron fundamentales para efectivizar la convocatoria de la asamblea.

Los diputados electos

Rápidamente el Segundo Triunvirato, el 24 de octubre de 1812, decretó la cantidad de diputados que le correspondería, en razón de su importancia, a la capital -Buenos Aires-, a las capitales de cada provincia o intendencia y a cada ciudad dependiente, con excepción de Tucumán.
Artículo 6°. Esta Capital tendrá cuatro Diputados por su mayor población é importancia política; las demás Capitales de Provincia nombrarán dos y uno cada ciudad de su dependencia, a excepción de Tucumán, que podrá á discreción concurrir con 2 Diputados á la Asamblea.

Decreto de convocatoria a elecciones
Cumpliendo con el decreto de los triunviros fueron elegidos los siguientes diputados en el territorio de las Provincias del Río de la Plata:
Por Buenos Aires: Hipólito Vieytes, Valentín Gómez, Vicente López y Planes y José Julián Pérez;
Por Salta: Pedro Agrelo y José Moldes;
Por Córdoba: Juan Larrea y Gervasio Posadas;
Por Corrientes: Carlos de Alvear;
Por San Juan: Tomás Antonio Valle;
Por Mendoza: Bernardo Monteagudo;
Por Santiago del Estero: Mariano Perdriel;
Por Catamarca: José Fermín Sarmiento;
Por La Rioja: José Ugarteche;
Por Tucumán: Nicolás Laguna y Juan Ramón Balcarce;
Por San Luis: Agustín José Donado;
Por Jujuy: Pedro Vidal;
Por Entre Ríos: Ramón Eduardo Anchoris;
Por Santa Fe: José Amenábar;
Por Luján: Francisco Argerich.
Por Santa Cruz de la Sierra: Antonio Suárez y Cosme Damián Urtubey (no se incorporaron);
Por Cochabamba: José Miguel de Cabrera y Andrés Pardo de Figueroa2 (no se incorporaron);
Por Chuquisaca: José Mariano Serrano y Ángel Mariano Toro;
Por Potosí: Simón Díaz de Ramila y Gregorio Ferreira;
Por La Paz: Ramón Mariaca (no se incorporó);
Por Mizque: Pedro Ignacio de Rivera.
Los diputados que representaron a las Provincias del Alto Perú fueron elegidos bajo la protección del Ejército del Norte y de las republiquetas.

El rechazo de los diputados orientales

Una de las primeras medidas anunciadas por la Asamblea fue la de declarar a los diputados como del pueblo "de la Nación", y no, "de las provincias". Además, negó el derecho de los cabildos que los habían nombrado a reemplazarlos; era un paso importante hacia un régimen de estado unitario o centralizado, manteniendo el sistema hasta ese entonces vigente.
En consonancia con esta medida, meses más tarde la Asamblea se negó a incorporar a los diputados de la Banda Oriental, elegidos el 21 de abril de 1813 en el Congreso de Tres Cruces bajo el liderazgo del caudillo José Gervasio Artigas, con excusas sobre falta de formalidad en la elección. La realidad es que se negaba a incorporar los diputados que llegaban con las instrucciones propuestas por Artigas y votadas en la asamblea, orientadas a declarar inmediatamente la independencia del reino de España y organizar a las provincias bajo una forma de estado confederal, organización que rompía con la centralización existente hasta ese enonces.
Los seis diputados orientales rechazados correspondían a los seis cabildos de la provincia:4
Por Montevideo: Dámaso Larrañaga y Mateo Vidal;
Por Maldonado: Dámaso Gómez Fonseca;
Por Canelones: Felipe Cardoso;
Por San Juan Bautista (actual Santa Lucía) y San José: Marco Salcedo;
Por Santo Domingo Soriano: Francisco Bruno de Rivarola .
Estas medidas fueron complicando las relaciones con Artigas, que se erigió como líder de la Banda Oriental. En definitiva, fueron pasos hacia el comienzo de las guerras civiles argentinas, que estallaron en enero de 1814 y enfrentaron a federales y unitarios por más de sesenta años.

Sesión inaugural

En la sesión inaugural de la Asamblea, el 31 de enero de 1813, se hallaban presentes los diputados: Carlos de Alvear, Mariano Perdriel, Juan Larrea, Gervasio Posadas, José F. Sarmiento, Vicente López, Hipólito Vieytes, José V. Gómez, Francisco Argerich, Tomás A. Valle, Juan Ramón Balcarce, José Ugarteche, Pedro Vidal, Bernardo Monteagudo, Agustín Donado, Pedro Agrelo y José Moldes.
La Asamblea, al asumir declaró que sus diputados eran los representantes de las provincias que se declaraban libres y unidas del Río de la Plata; que en ella residía la representación de la soberanía del pueblo; que su instalación tenía como fin dictar una constitución y finalmente eligió a su presidente y secretarios.
El Triunvirato decretó ese día:
El Supremo Poder Ejecutivo Provisorio de las Provincias Unidas del Rio de la Plata; á los que la presente viesen, oyesen y entendiesen, sabed:
Que verificada la reunión de la mayor parte de los Diputados de las Provincias libres del Rio de la Plata en la capital de Buenos Aires, é instalada en el día de hoy la Asamblea General Constituyente, ha decretado los artículos siguientes:
Art. 1°— Que reside en ella la representación y ejercicio de la soberanía de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, y que su tratamiento sea el de Soberano Señor, quedando el de sus individuos en particular con el Vd. llano.
Art. 2°— Que su Presidente sea el señor Diputado de la ciudad de Corrientes, D. Carlos Alvear.
Art. 3°— Que sus secretarios para el despacho, lo sean los señores Diputados de Buenos Aires, D. Valentín Gómez y D. Hipólito Vieytes.
(...)

Evolución

La Asamblea asumió la soberanía nacional, por primera vez en nombre del pueblo, y no del rey Fernando VII. Por eso tuvo a su cargo la dirección del gobierno del Río de la Plata, y durante los primeros meses de 1813 tuvo una autoridad muy superior a la del Triunvirato.
Con el paso del tiempo, gracias en parte a la prédica de Bernardo de Monteagudo, la Asamblea decidió ceder la iniciativa al Poder Ejecutivo. Suspendió varias veces sus sesiones, dejando en libertad al Triunvirato para gobernar sin limitaciones.
A principios de 1814, la Asamblea dio un paso más en dirección a la concentración del poder en el Ejecutivo, al crear el Directorio, a cargo de un poder ejecutivo unipersonal para el que eligió a uno de los miembros más nuevos del Triunvirato, Gervasio Posadas, quien gobernó sin consultar casi a la Asamblea.
Desde la segunda mitad del año 1814, la Asamblea ya casi no se reunió: apenas dos veces más en el gobierno de Posadas, la segunda para elegirle un sucesor, en la persona del general Carlos María de Alvear. Bajo el gobierno de éste sólo se reunió una vez, sólo para refrendar lo actuado por el Director Supremo.
En definitiva, los objetivos para los cuales había sido convocada la Asamblea del año XIII se se cumplieron sólo parcialmente ya que la vuelta al trono de España del rey Fernando VII y la restauración absolutista en Europa prometió acabar con cuanto revolucionario hubiese aparecido en América y Europa. Este cambio de situación mundial fue la causa principal de la falta de declarción de la independencia y de la sanción de una constitución nacional.


Principales resoluciones

Si bien la Asamblea del Año XIII no cumplió con sus dos cometidos principales que fueron la independencia y la constitucción, logró otros objetivos de gran importancia para el desarrollo de las instituciones del Río de la Plata.
Sus principales logros fueron:
Proclamó la teoría de la representación política.
Declaró el principio de la soberanía del pueblo.
Resolvió la libertad de las provincias rioplatenses.
Aprobó el uso de varios símbolos patrios:
Estableció el Escudo Nacional Argentino.
Encargó la composición del Himno Nacional Argentino.
Autorizó el uso de la escarapela argentina.
Mandó a acuñar la primera moneda nacional.
Dictó la libertad de vientres de las esclavas.
Puso fin al tráfico de esclavos.
Eliminó los mayorazgos
Suprimió los títulos de nobleza.
Derogó el servicio personal de los indios: la encomienda, la mita y el yanaconazgo.
Libró a los indios de la obligación de pagar el tributo.
Abolió la Inquisición.
Suprimió la práctica de la tortura.
Quemó los elementos de tortura en las plazas públicas.
Aprobó un estatuto reglamentario que reemplazó al poder ejecutivo colegiado, el Triunvirato, por uno unipersonal, el Directorio.
En relación al problema de la esclavitud, los diputados promotores de su abolición anunciaron que su primera medida sería la liberación de todos los esclavos en el territorio nacional. Este anuncio provocó las airadas protestas del Brasil,por ser el principal país del comercio negrero de América del Sur, ya que muchos de sus propios esclavos se fugarían hacia el territorio rioplatense. En consecuencia se dictó sólo la ley de libertad de vientres: se declararon libres los hijos de los esclavos nacidos en territorio de las Provincias Unidas desde esa fecha. La esclavitud se abolió definitivamente con la sanción de la Constitución Argentina de 1853, en las provincias, y en 1861 en la provincia de Buenos Aires (que incluía a la ciudad del mismo nombre).

Última sesión

En la última sesión de la Asamblea del Año XIII, celebrada el 26 de enero de 1815, se hallaban presentes los siguientes diputados: Nicolás Laguna (presidente, diputado por Tucumán), Pedro Ignacio Rivera (vicepresidente, diputado de Mizque), Valentín Gómez (por Buenos Aires), Tomás Antonio Valle (por San Juan), Francisco Ortiz (por Corrientes), Ramón Eduardo Anchoris (por Entre Ríos), Francisco Argerich (por la Villa de Luján), Pedro Fabián Pérez (por Montevideo), Bernardo Monteagudo (por Mendoza), José Fermín Sarmiento (por Catamarca), Pedro Feliciano de Cavia (por Montevideo), Mariano Perdriel (por Santiago del Estero), Agustín José Donado (por San Luis), Manuel Luzuriaga (por Buenos Aires), José Amenábar (por Santa Fe), Ángel Mariano Vieytes (secretario, diputado por Buenos Aires), Vicente López (secretario, diputado por Buenos Aires).5
Desde entonces, y durante el resto del gobierno de Alvear, la Asamblea no volvió a reunirse. Fue oficialmente disuelta a raíz del golpe del 18 de abril de 1815.

Autoridades

Presidentes
1813
Febrero: Carlos María de Alvear
Marzo: Tomás Antonio Valle
Abril: Pedro José Agrelo
Mayo: Juan Larrea
Junio: Vicente López y Planes
Julio: Gervasio Antonio Posadas
Agosto: Ramón Eduardo de Anchoris
Septiembre: Pedro Pablo Vidal
Octubre: Tomás Antonio Valle
Noviembre: José Moldes
1814
Enero: Valentín Gómez
Agosto: Tomás Antonio Valle
1815
Enero: Nicolás Laguna
Secretarios
1813
Febrero: Hipólito Vieytes

Bicentenario

Para conmemorar el Bicentenario de la Asamblea del Año XIII, en Argentina se decretó feriado nacional, por única vez, el jueves 31 de enero de 2013.

miércoles, 30 de enero de 2013


ORGULLO Y PREJUICIO (Novela)

Orgullo y prejuicio (en inglés, Pride and Prejudice) es la más famosa de las novelas de Jane Austen. Se publicó por primera vez el 28 de enero de 1813 como una obra anónima, sin que figurara el nombre de su autora. Es una de las primeras comedias románticas en la historia de la novela y su primer frase es una de las más famosas en la Literatura inglesa —«Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.».
Es una novela de desarrollo personal, en la que las dos figuras principales, Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis, aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Darcy y los prejuicios de Elizabeth hacia él.
Es una de las obras más conocidas de la literatura inglesa, gracias a innumerables ediciones, algunas películas (como Orgullo y prejuicio, de 2005), e incluso su reescritura en forma de un musical de Broadway (1959).

Génesis

Cuando Jane Austen escribió Orgullo y prejuicio, apenas tenía veinte años, y compartía habitación con su hermana. Escribía en simples cuadernos. La primera redacción de la obra data del periodo 1796 y 1797; inicialmente recibió el título de First Impressions (Primeras impresiones), pero nunca fue publicado con tal título. Esta primera versión de la novela ya estaba esbozada por Jane Austen a los 21 años. En 1797 el padre de Jane lo ofreció a un editor, que lo rechazó.
Jane Austen revisó la obra en 1809-1810 y de nuevo en 1812, ofreciéndolo entonces, con el apoyo de su hermano Henry, a otro editor, que había publicado Sentido y sensibilidad el año anterior.

Se publicó por vez primera el 28 de enero de 1813. Lo mismo que su predecesor y La abadía de Northanger, fue escrito en la rectoría de Steventon.

Argumento

La novela describe poco más de un año en la vida de un pequeño grupo de jóvenes en el campo cerca de Londres en el cambio de siglo, (del XVIII al XIX) reinando Jorge III. En el centro de esta sociedad se encuentra la adorable y muy alocada familia Bennet, con sus cinco hijas casaderas, de entre 15 y 23 años (de mayor a menor: Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y por último Lydia). La señora Bennet ve al matrimonio como única esperanza para sus hijas, pues tras la muerte del señor Bennet, las jóvenes quedarán abandonadas a su suerte cuando el señor Collins (heredero de todo debido a que la propiedad está vinculada) tome posesión. El vínculo, especie de fideicomiso, implica que sólo se transmite por la línea masculina, de manera que al fallecimiento del padre, la madre y las hijas perderán la mayor parte de la fortuna. La Sra. Bennet está muy emocionada por las noticias de la llegada de un hombre soltero "de considerable fortuna" al vecindario: Charles Bingley. El Sr. Bingley ha alquilado la finca Netherfield, donde planea establecerse temporalmente con sus dos hermanas, la Srta. Bingley y la Sra. Hurst, así como su cuñado, el Sr. Hurst. La señora Bennet espera casar a alguna de sus hijas con el señor Bingley.
Poco después, Bingley y su grupo, que ahora incluye a su amigo íntimo, Fitzwilliam Darcy, acuden a un baile público en el pueblo de Meryton. Al principio, Darcy suscita admiración debido a su elegante figura y sus ingresos de 10.000 libras al año. No obstante, rápidamente los vecinos lo consideran orgulloso, alguien que los desprecia como socialmente inferiores. De hecho así lo considera la familia Bennet, cuando Elizabeth Bennet oye a Darcy declinar la sugerencia de Bingley de que la saque a bailar, pues no la encuentra suficientemente hermosa para merecer su atención. Este comentario la hiere en su orgullo y aprovecha cualquier ocasión para hacer uso de su ingenio, permitiéndose ironías que bordean lo admisible en una joven. Bingley, por su parte, resulta muy agradable. Baila con varias de las jóvenes disponibles en el lugar, pero desde el principio muestra una decidida admiración por Jane Bennet, la mayor de las hermanas. Deseosa de animar esta unión tan ventajosa, la Sra. Bennet intenta forzar que Jane y Bingley se puedan encontrar juntos. Para su dicha, después del primer baile Jane es invitada a Netherfield (casa alquilada por Bingley) en donde cae enferma de neumonía, por lo que Elizabeth camina hasta allí a cuidarla. Esto provoca burlas por parte de las hermanas de Bingley pero despierta cierta admiración en Darcy, que no puede dejar de mirarla. Durante los días siguientes, conversan mucho mientras ella se encuentra cuidando a su hermana enferma, y casi siempre terminan discutiendo lo cual molesta a Elizabeth y provoca que Darcy la admire por su ingenio y viveza, además de sus expresivos ojos.
Poco después del baile, el Sr. Collins, el primo que heredará el patrimonio Bennet, visita a la familia. Collins es una figura cómica, un clérigo pomposo y bufón cuya idea de una tarde amena es leer a sus primas los Sermones de Fordyce, se complace en dejar caer a cada momento el nombre de su gran patrona, Lady Catherine de Bourgh. Siguiendo la imperiosa sugerencia de Lady Catherine de que debe casarse, Collins ha decidido compensar su papel en el futuro empobrecimiento de sus primas casándose con una de ellas.
Durante una velada, el Sr. William Lucas sugiere a Elizabeth como compañera de baile para Darcy y ésta lo rechaza debido a que él anteriormente había expresado que no bailaría con ella; sin embargo durante un segundo baile celebrado en Netherfield él le pide un baile y ella acepta. Durante el baile discuten fríamente y Elizabeth (Lizzy) cada vez le soporta menos. Por su parte, Darcy cada vez la admira más, aunque no deja de notar el terrible comportamiento de sus hermanas menores, su madre (que se la pasa jactándose de que Jane se casará con Bingley) y su padre, lo cual hace que la desestime como posible pareja. El Sr. Collins propone matrimonio a Elizabeth, pero esta lo rechaza tajantemente. Aunque la Sra. Bennet intenta promover el matrimonio, el Sr. Bennet apoya la decisión de su hija favorita.
Mientras tanto, Elizabeth comienza a enamorarse de un oficial recientemente llegado, el Sr. Wickham, que sostiene que ha sido privado de su legítima herencia nada menos que por el Sr. Darcy, con lo que se fortalece la reprobación de Elizabeth, dados los prejuicios que tiene hacia Darcy. Después de que Elizabeth rechace al Sr. Collins, éste se casa rápidamente con Charlotte Lucas, la mejor amiga de Elizabeth, quien acepta su ofrecimiento con una estimación realista de sus opciones dado que ya ha cumplido 27 años y sólo tiene una pequeña dote.
El Sr. William Lucas sugiere a Elizabeth como compañera de baile para el Sr. Darcy.
Cuando Bingley decide, repentinamente, marcharse de nuevo a Londres, Elizabeth sospecha que Darcy está detrás de esta separación. Elizabeth visita a Charlotte, que vive ahora bajo el dominio de la tía de Darcy, Lady Catherine. Estando con ellos, Darcy visita a su tía, en la propiedad vecina, Rosings. Elizabeth y Darcy están obligados a verse diariamente. Los encantos de Elizabeth, con el tiempo, acaban encantando al Sr. Darcy, lo que provoca que finalmente le declare su amor por ella "contra su propia voluntad" y le expresa su deseo de casarse con ella, "a pesar de su origen inferior, su degradación, su reprensible familia...".
Sorprendida e insultada por tan arrogante método de proponer matrimonio, nuevamente herida en su orgullo, así como por haber descubierto recientemente que Darcy convenció a su amigo Bingley para que cortara la relación con Jane y desdeñándolo aún por sus supuestas injusticias hacia Wickham, Elizabeth lo rechaza en términos inequívocos, diciendo que él es "el último hombre en el mundo con el que podrían convencerla para que se casara". Esta propuesta de matrimonio (en el capítulo 34 de la novela) es el momento trascendental de la trama. Al día siguiente, Darcy intercepta a Elizabeth mientras esta da su paseo matutino, le entrega una carta y se despide fríamente. En la carta, Darcy justifica sus acciones en relación a su interferencia en la relación entre Bingley y Jane, reconociendo que lo hizo porque, habiendo observado a Jane (también Darcy practica la observación como un arte social), creía que Bingley no significaba nada para ella, por lo que sólo quería proteger a Bingley de una relación desafortunada. Revela asimismo su historia en relación con el Sr. Wickham y la verdadera naturaleza de éste. No le ha privado de la herencia, es sólo que Wickham prefirió una elevada cantidad de dinero en un solo pago, en lugar de una posición estable vitalicia. Los problemas financieros de Wickham provienen de su inestable estilo de vida y su afición al juego. Además, es un libertino que intentó fugarse con Georgiana, la hermana de 15 años de Darcy. Elizabeth queda avergonzada a la vista de estas aclaraciones y reconoce que el orgullo y el prejuicio la habían cegado. No obstante, lamenta el haber rechazado a Darcy y sólo desea volver a verlo.
Más tarde, Elizabeth se va de vacaciones con sus tíos, los Gardiner, por Derbyshire; la convencen para que visite Pemberley, la finca de Darcy, mientras él se encuentra fuera. Queda impresionada por su tamaño y organización, así como por las alabanzas que recibe de su ama de llaves. Por ello se siente avergonzada cuando se lo tropieza inesperadamente mientras hace una visita por los terrenos. No obstante, su comportamiento respecto a ella ha cambiado, es más cálido que en su anterior encuentro; esto, unido a la manera educada y amistosa con que trata a sus tíos los Gardiner, empieza a hacer pensar a Elizabeth que bajo su orgullo yace una naturaleza leal y generosa. Esta segunda opinión sobre Darcy viene apoyada por su encuentro con su hermana menor, Georgiana, una chica agradable y tímida a quien Darcy adora.
Justo cuando su relación con Darcy empieza a ser más distendida, Elizabeth queda horrorizada al saber que, en su ausencia, su obstinada hermana menor Lydia ha captado la atención de Wickham y se ha fugado con él: una relación sin matrimonio y un hijo ilegítimo destruirían el honor de los Bennet y reduciría las posibilidades de matrimonio de las otras hermanas. Cuando la familia investiga, descubren que Wickham abandonó el servicio para eludir deudas de juego. Cuando Elizabeth cuenta esto a Darcy, él asume la misión de encontrar a Wickham y sobornarlo para que se case con Lydia, por sentirse en parte responsable al no haber revelado a tiempo el verdadero carácter de Wickham, pero lo mantiene en secreto para Elizabeth y su familia. Darcy consigue encontrar a Lydia y Wickham en Londres e induce a Wickham a casarse con Lydia, pagando su boda y dándole dinero.
Elizabeth descubre accidentalmente el papel de Darcy gracias a los despreocupados comentarios de Lydia, más tarde confirmados por su tía, la Sra. Gardiner. Éste acto final completa un giro radical en los sentimientos de Elizabeth, y ella comienza a lamentar haber rechazado la proposición de matrimonio que le hiciera Darcy, comprendiendo que las primeras impresiones, guiadas por el orgullo y el prejuicio, no siempre son las verdaderas.
Lady Catherine descubre los sentimientos de Darcy hacia Elizabeth, lo que amenaza su ambición, largamente sentida, de casarlo con su propia hija. Mientras Darcy se encuentra en Londres, su tía visita inesperadamente a Elizabeth y con brusquedad intenta presionarla para que lo abandone, sin conseguir nada. Irónicamente, éste hecho sella la relación entre Elizabeth y Darcy, pues cuando Lady Catherine se queja a Darcy de la obstinación de Elizabeth, él se da cuenta de que los sentimientos de ella han cambiado, lo que le da esperanzas suficientes para intentarlo otra vez. Cuando Darcy le propone matrimonio por segunda vez, Elizabeth acepta. Las hermanas Jane y Elizabeth se casan poco después con el Sr. Bingley y el Sr. Darcy respectivamente, momento en el que acaba la historia.

Personajes

Personajes principales de la historia
Elizabeth Bennet Es la protagonista de la historia, segunda de las cinco hermanas, y la más bella de la familia, después de Jane. Es una joven de 21 años inteligente e ingeniosa, es divertida, un poco orgullosa y muy prejuiciosa. Se deja llevar siempre por las primeras apariencias, pero con el tiempo se dará cuenta de que no siempre la primera impresión es la que define a la persona.
Fitzwilliam Darcy es el personaje masculino central de la novela, y segundo interés amoroso de Elizabeth. Es un hombre inteligente, rico y tímido, que a menudo parece arrogante y orgulloso a los extraños, pero posee debajo de esa fachada un interior honesto y bueno. Inicialmente, considera a Elizabeth socialmente inferior a él, no merecedora de sus atenciones; pero descubre que, a pesar de sus inclinaciones, no puede negar sus sentimientos por Elizabeth. Su primera proposición es rechazada debido a su orgullo y el prejuicio de Elizabeth contra él. Adora a su hermana Georgiana y es suficientemente inteligente para darse cuenta de la atención que atrae sólo por su posición social.

Jane Austen


Jane Austen (Steventon, Inglaterra, 16 de diciembre de 1775 – Winchester, Inglaterra, 18 de julio de 1817) fue una destacada novelista británica que vivió durante el período de la regencia. La ironía que emplea para dotar de comicidad a sus novelas hace que Jane Austen sea contada entre los "clásicos" de la novela inglesa, a la vez que su recepción va, incluso en la actualidad, más allá del interés académico, siendo leídas por un público más amplio.
Nació en la rectoría de Steventon (Hampshire). Su familia pertenecía a la burguesía agraria, contexto del que no salió y en el que sitúa todas sus obras, siempre en torno al matrimonio de su protagonista. La candidez de las obras de Austen, sin embargo, es meramente aparente; si bien pueden interpretarse de varias maneras. Los círculos académicos siempre han considerado a Austen como una escritora conservadora, mientras que la crítica feminista más actual apunta que en su obra puede apreciarse una novelización del pensamiento de Mary Wollstonecraft sobre la educación de la mujer.
Sus obras han sido llevadas al cine en diferentes ocasiones, algunas veces reproducidas de forma fiel, como el clásico Más fuerte que el orgullo de 1940 dirigido por Robert Z. Leonard y protagonizada por Greer Garson y Laurence Olivier y en otras haciendo adaptaciones a la época actual, como es el caso de Clueless, adaptación libre de Emma, o bien Sentido y sensibilidad, de 1995; Mansfield Park, de 2000, y las versiones de Pride and Prejudice (dirigida por Gurinder Chadha) en el 2004, y en el 2005 Orgullo y prejuicio (dirigida por Joe Wright), ambas basadas en la célebre Pride and Prejudice. El interés que la obra de Jane Austen sigue despertando hoy en día muestra la vigencia de su pensamiento y la influencia que ha tenido en la literatura posterior. Su vida también ha sido llevada al cine con la película Becoming Jane (2007).

lunes, 28 de enero de 2013


José Martí




Estudios y primera deportación

José Julián Martí Pérez nació en la calle Paula No. 41, La Habana, el 28 de enero de 1853, hijo de Mariano Martí de Valencia y Leonor Pérez Cabrera, de Tenerife, en Canarias.
En 1866 se matrícula en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Ingresa también en la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana, más conocida como San Alejandro.
El 4 de octubre de 1869, al pasar una escuadra del Primer Batallón de Voluntarios por la calle Industrias No. 122, donde residían los Valdés Domínguez, de la vivienda se oyen risas y los voluntarios toman esto como una provocación. Regresan en la noche y someten la casa a un minucioso registro. Entre la correspondencia encuentran una carta dirigida a Carlos de Castro y Castro, compañero del colegio que, por haberse alistado como voluntario en el ejército español para combatir a los independentistas, calificaban de apóstata.
Por tal razón, el 21 de octubre de 1869 Martí ingresa en la Cárcel Nacional acusado de traición por escribir esa carta, junto a su amigo Fermín Valdés Domínguez. El 4 de marzo de 1870, Martí fue condenado a seis años de prisión, pena posteriormente conmutada por el destierro a Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud), al suroeste de la principal isla cubana. Llega allí el 13 de octubre. El 18 de diciembre sale hacia La Habana y el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres, logró ser deportado a España. Allá comienza a cursar estudios en las universidades de Madrid y Zaragoza, donde se gradúa de Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras.
De España se traslada a París por breve tiempo. Pasa por Nueva York y llega a Veracruz el 8 de febrero de 1875, donde se reúne con su familia. En México entabla relaciones con Manuel Mercado y conoce a Carmen Zayas Bazán, la cubana de Camagüey que posteriormente sería su esposa.
Del 2 de enero al 24 de febrero de 1877 estuvo de incógnito en La Habana como Julián Pérez. Al llegar a Guatemala trabaja en la Escuela Normal Central como catedrático de Literatura y de Historia de la Filosofía. Retorna a México, para contraer matrimonio con Carmen el 20 de diciembre de 1877. Regresa a Guatemala a inicios de 1878.
[editar]Segunda deportación
Concluida la guerra llamada «De los 10 años» en 1878 vuelve a Cuba, el 31 de agosto, para radicarse en La Habana, y el 22 de noviembre nace José Francisco, su único hijo. Comenzó sus labores conspirativas figurando entre los fundadores del Club Central Revolucionario Cubano, del cual fue elegido vicepresidente el 18 de marzo de 1879. Posteriormente el Comité Revolucionario Cubano, radicado en Nueva York bajo la presidencia del Mayor General Calixto García, lo nombró subdelegado en la isla.
En el bufete de su amigo Don Nicolás Azcárate conoce a Juan Gualberto Gómez. Entre el 24 y el 26 de agosto de 1879 se produce un nuevo levantamiento en las cercanías de Santiago de Cuba. El 17 de septiembre Martí es detenido y deportado nuevamente a España, el 25 de septiembre de 1879, por sus vínculos con la conocida como Guerra Chiquita, liderada por el citado general García. Al llegar a Nueva York, se establece en la casa de huéspedes de Manuel Mantilla y su esposa, Carmen Miyares.

El Partido Revolucionario Cubano

Martí logró llevarse consigo a su esposa e hijo el 3 de marzo de 1880. Permanecen juntos hasta el 21 de octubre, en que Carmen y José Francisco regresan a Cuba. Una semana después resultó electo vocal del Comité Revolucionario Cubano, del cual asumió la presidencia al sustituir a García, quien había partido hacia Cuba para incorporarse a la fallida Guerra Chiquita.
Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en la América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos: La Opinión Nacional, de Caracas; La Nación, de Buenos Aires y El Partido Liberal, de México. Posteriormente decide buscar mejor acomodo en Venezuela, a donde llega el 20 de enero de 1881. Fundó la Revista Venezolana, de la que pudo editar sólo dos números. En esa época trabajó para la casa editorial Appleton como editor y traductor.
A mediados de 1882 reinició la labor de reorganizar a los revolucionarios (los partidarios de la independencia total de Cuba de la metrópoli española), comunicándoselo mediante cartas a Máximo Gómez Báez y Antonio Maceo. El 2 de octubre de 1884 se reúne por vez primera con ambos líderes y comienza a colaborar en un plan insurreccional diseñado y dirigido por los generales Gómez y Maceo. Luego se separó del movimiento por estar en desacuerdo con los métodos de dirección empleados y las consecuencias que tendrían sobre la futura república cubana, según manifestó.
El 30 de noviembre de 1887 fundó una Comisión Ejecutiva, de la cual fue elegido presidente, encargada de dirigir las actividades organizativas de los revolucionarios. En enero de 1892 redactó las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano. El 8 de abril de 1892 resultó electo Delegado de esa organización, cuya constitución fue proclamada dos días después, el 10 de abril de 1892. El 14 de ese mes fundó el periódico Patria, órgano oficial del Partido. Entre 1887 y 1892, Martí se desempeñó como cónsul de Uruguay en Nueva York.

El Plan de la Fernandina
 En los años 1893 y 1894 recorrió varios países de América y ciudades de Estados Unidos, uniendo a los principales jefes de la Guerra del 68 entre sí y con los más jóvenes, y acopiando recursos para la nueva contienda. Desde mediados de 1894 aceleró los preparativos del Plan Fernandina, con el cual pretendía promover una guerra corta, sin grandes desgastes para los cubanos. El 8 de diciembre de 1894 redactó y firmó, conjuntamente con los coroneles Mayía Rodríguez (en representación de Máximo Gómez) y Enrique Collazo (en representación de los patriotas de la Isla), el plan de alzamiento en Cuba. El Plan Fernandina fue descubierto e incautadas las naves con las cuales se iba a ejecutar. A pesar del gran revés que ello significó, Martí decidió seguir adelante con los planes de pronunciamientos armados en la Isla, en lo que fue apoyado por todos los principales jefes de las guerras anteriores.


Camino a la Guerra
 El 29 de enero de 1895, junto con Mayía y Collazo, firmó la orden de alzamiento y la envió a Juan Gualberto Gómez para su ejecución. Partió de inmediato de Nueva York a Montecristi, en República Dominicana, donde lo esperaba Máximo Gómez, con quien firmó el 25 de marzo de 1895 un documento conocido como Manifiesto de Montecristi, programa de la nueva guerra. Ambos líderes llegan a Cuba el 11 de abril de 1895, por Playitas de Cajobabo, Baracoa, al noroeste de la antigua provincia de Oriente.
Tres días después del desembarco, hicieron contacto con las fuerzas del Comandante Félix Ruenes. El 15 de abril de 1895 los jefes allí reunidos bajo la dirección de Gómez, acordaron conferir a Martí el grado de Mayor General por sus méritos y servicios prestados.
El 28 de abril de 1895, en el campamento de Vuelta Corta, en Guantánamo (extremo este de la provincia de Oriente), junto con Gómez firmó la circular «Política de guerra». Envió mensajes a los jefes indicándoles que debían enviar un representante a una asamblea de delegados para elegir un gobierno en breve tiempo. El 5 de mayo de 1895 tuvo lugar la reunión de La Mejorana con Gómez y Maceo, donde se discutió la estrategia a seguir. El 14 de mayo de 1895 firmó la «Circular a los jefes y oficiales del Ejército Libertador», último de los documentos organizativos de la guerra, la que elaboró también con Máximo Gómez.
El día 18 de abril, en el Campamento de Dos Rios, Martí escribe su última carta a su amigo Manuel Mercado, ese documento se le conoce como su testamento político, en un fragmento de la carta Martí expresa:
"...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas..."
 Muerte
 El 19 de mayo de 1895 una columna española se desplegó en la zona de Dos Ríos, cerca de Palma Soriano, donde acampaban los cubanos. Martí marchaba entre Gómez y el Mayor General Bartolomé Masó. Al llegar al lugar de la acción, Gómez le indicó detenerse y permanecer en el lugar acordado. No obstante, en el transcurso del combate, se separó del grueso de las fuerzas cubanas, acompañado solamente por su ayudante Ángel de la Guardia. Martí cabalgó, sin saberlo, hacia un grupo de españoles ocultos en la maleza y fue alcanzado por tres disparos que le provocaron heridas mortales. Su cadáver no pudo ser rescatado por los mambises (soldados cubanos). Tras varios entierros, fue finalmente sepultado el día 27, en el nicho número 134 de la galería sur del Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.

Visión política
 Su visión política era liberal y demócrata. Además, su obra política y de propaganda muestra estas tres prioridades: la unidad de todos los cubanos como nación en el proyecto cívico republicano de postguerra; la terminación del dominio colonial español; y evitar una expansión estadounidense. Es casi unánime la información sobre su gran capacidad de trabajo y frugalidad, lo que, siendo evidente, junto a su palabra persuasiva, le valió reconocimiento por la mayoría de sus compatriotas.

Enfermedades
 La salud de José Martí no era buena. Estudios recientes realizados han mostrado que padecía sarcoidosis, diagnosticada en España a los 18 años. Probablemente a partir de esta enfermedad padeció afectaciones oculares, del sistema nervioso, problemas cardíacos y fiebre. También se ha investigado que padecía un sarcocele (tumor de testículo, de tipo quístico), con abundancia de líquido alrededor del tumor. Para aliviar sus dolores los médicos puncionaban el tumor con periodicidad. Finalmente fue operado por el Dr. Francisco Montes de Oca, que le realizó una exéresis total del testículo, extirpando el tumor.

Legado literario
 Principales Obras: En el campo de la poesía sus obras más conocidas son: Ismaelillo (1882) Versos sencillos (1891) Versos libres Flores del destierro.
Sus ensayos más populares son: El presidio político en Cuba (1871) Nuestra América (1891) Cabe también destacar su obra epistolar, por lo general bien apreciada literaria y conceptualmente. Se incluye entre sus obras "La edad de oro. Publicación mensual de recreo e instrucción dedicada a los niños de América" de la cual fue redactor (Julio 1889).
Fue precursor del modernismo, junto a Manuel González Prada (Perú), Rubén Darío (Nicaragua), Francisco Gavidia (El Salvador), Julián del Casal (Cuba), Manuel Gutiérrez Nájera (México), Manuel de Jesús Galván (República Dominicana), Enrique Gómez Carrillo (Guatemala), José Santos Chocano (Perú) y José Asunción Silva (Colombia), entre otros. Es todavía tema de debate entre los especialistas su importancia relativa en el modernismo.

Pensamiento religioso
 José Martí no asume una posición antirreligiosa, sino que hace críticas a las religiones establecidas, por sus desviaciones, por el abandono en un momento de su desarrollo histórico de los principios que la originaron y de los fundamentos de la religiosidad.
Un pueblo irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud. Las injusticias humanas disgustan de ella; es necesario que la justicia celeste la garantice.
Habiendo recibido Martí una educación religiosa fue capaz de darse cuenta y profundizar en las diferencias estimadas por las distintas religiones, logró demostrar a través de su propia experiencia lo necesario de la conciencia, la razón y la voluntad, elementos que relaciona con claridad en la actuación del hombre en la vida, la que siempre concebía relacionada a la honradez, la justicia y los sentimientos humanos. Las convicciones religiosas las veía con agrado cuando estaban en defensa de los aspectos expresados anteriormente, todo lo que fomentara su limitación y desarrollo constituían un elemento de freno al pensamiento sano y creador del hombre.

Influencia de Martí
 Su influencia en los cubanos es grande. En general es considerado por sus compatriotas como el principal modelador de la nacionalidad cubana tal como la conocemos hoy. Su prestigio se refleja en los títulos que popularmente se le conceden. «El apóstol de la independencia» y «el maestro» son los más usados.

Descendencia
 Martí tuvo un solo hijo: José Francisco Martí Zayas-Bazan, apodado «Ismaelillo» (1878-1945). José Francisco se alistó en el Ejército Cubano durante la guerra de 1895, a los 17 años tan pronto como averiguó que su padre había muerto. En ese momento estudiaba en Rensselaer Institute of Tecchnology, en Troy, New York. Se unió a las fuerzas del general Calixto García y con gran modestia declinó usar a Baconao, el caballo blanco de su padre, el cual le había sido enviado por Salvador Cisneros Betancourt. Calixto García lo promovió a capitán por su valor en la batalla de Las Tunas. Fue asistente de William Taft antes de que éste fuera presidente de Estados Unidos. Durante la república, alcanzó el rango de general y fue Secretario de Defensa y de la Marina, bajo el mando de su amigo íntimo Mario García Menocal, en 1921. En 1916 se casó con María Teresa Vancés, la pareja no tuvo hijos.

domingo, 27 de enero de 2013


SOLAMENTE VOS




Crítica: por Maximiliano Reimondi
Calificación: Buena

“Solamente vos” va de lunes a jueves a las 21.30 hs., por Canal 13.
 El Trece hace una apuesta fuerte para volver a liderar todo el año y es natural que el primer capítulo, con el condimento de dos actores muy populares, haya tenido la preferencia de los telespectadores.
Al margen de esa competencia, de esta nueva producción de Pol-Ka,  la comedia funcionó muy bien por lo que se vio en el inicio y que tanto Oreiro como Suar -que nunca antes habían trabajado juntos- mostraron esa química que habían prometido. Se ponderan, además, que los personajes centrales exhiben madurez artística y que la comedia se vio con todos los elementos del género.
En la familia Cousteau hay un padre amoroso, pero algo paranoico. Una madre en crisis. Cinco hijos. Una mujer que llega para sacudir las cosas. Puntapié inicial para Solamente vos.
La apuesta de El Trece y Pol-ka va a sus protagonistas. Tamañas figuras vuelven inútil separar actor de personaje. Juan Cousteau gusta porque es Suar y no otro. Aurora es Natalia Oreiro. Una pareja que la cámara busca embobada desde su primera mirada, o en la charla que sella el inicio de la historia romántica.
El saldo resulta positivo. A la buena química de la pareja principal, actuaciones como las de Ana María Picchio, Arturo Puig, Peto Menahem y sobre todo la caracterización de Marina Bellati, como hermana del rol de Suar, acompañan con firmeza la propuesta y aseguran buenos golpes de comedia.
“Solamente vos” tiene los elementos necesarios para conquistar al espectador ávido de comedias de excelencia. Aire fresco para una pantalla que siempre disfruta de tener a sus bien o mal queridas estrellas de la tv. Un combo que reúne lo necesario para capturar a esa platea que todavía se sienta a mirar televisión junta: la familia.








¿DÓNDE ESTÁ DIOS CUÁNDO SUCEDE ALGO MALO?




Cuando nos encontramos enfrentando una tragedia personal, le echamos la culpa a Dios.
1. Dios ve nuestro dolor y toma en serio nuestra pérdida.
2. Dios tiene propósitos que no podemos entender.

Vivimos en un mundo caótico reinado por el pecado. Somos parte de un mundo caído.

Una vez Moisés se hallaba sentado meditando junto a un pozo de agua.Un caminante se detuvo a beber del pozo. Al hacerlo se le desprendió la bolsa del cinturón y se le cayó a la arena. El hombre partió. Poco después, otro hombre pasó cerca del pozo, vio la bolsa y la recogió. Más tarde un tercer hombre se detuvo para calmar su sed y se acostó a dormir a la sombra del pozo. Mientras tanto, el primer caminante se dio cuenta de que le faltaba la bolsa y dando por sentado que la había perdido en el pozo, regresó, despertó al que dormía (que por supuesto no sabía nada) y le reclamó su dinero. Se armó una discusión y airado, el primero mató a este último. Ante eso, Moisés le dijo a Dios:
-¿Lo ves? Es por eso que los hombres no te creen. Hay demasiado mal y demasiada injusticia en el mundo. ¿Por qué el primer hombre tuvo que perder su bolsa y luego convertirse en un homicida? ¿Por qué el segundo tuvo que hallar una bolsa llena de oro sin habérselo ganado? El tercero era totalmente inocente. ¿Por qué tuvo que morir asesinado?
Dios respondió:
-Por esta sola vez, te daré una explicación. No puedo hacerlo a cada paso del camino. El primer hombre era hijo de un ladrón. La bolsa tenía dinero que su padre le había robado al padre del segundo, quien, al encontrar la bolsa solo encontró lo que le correspondía. El tercero era un homicida cuyo delito nunca se supo y que recibió del primero el castigo que se merecía. De ahora en más, cree que hay sentido y justicia en lo que acontece, aunque no lo entiendas.

"Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma" (Mateo 11:28-29)

sábado, 26 de enero de 2013


José Luis Cabezas




El crimen

Su cadáver calcinado fue hallado en la localidad atlántica de General Juan Madariaga, dentro de un auto Ford Fiesta incendiado, con las manos esposadas a la espalda y dos tiros en la cabeza.
Fue después de que tomara, para la revista Noticias, las primeras fotos públicas del empresario Alfredo Yabrán, objeto de una investigación periodística sobre la presunta implicación en casos de corrupción.
El auto y la cobertura era compartida con el hoy presidente del Foro por el Periodismo Argentino (FOPEA), periodista Gabriel Michi.

Política

El asesinato ocurrió durante la gobernación de Eduardo Duhalde en la Provincia de Buenos Aires, y fue visto como un posible "mensaje mafioso" de la policía de la provincia de Buenos Aires hacia su gestión; "me tiraron un cadáver" declaró.
Por su parte el presidente Carlos Saúl Menem prometió esclarecer el caso; sin embargo recibió fuertes críticas por la posible complicidad en los presuntos negociados investigados. El caso tuvo muchísima repercusión en la Argentina, donde Cabezas sigue siendo recordado.

Juicio y desarrollo

El 2 de febrero de 2000, en juicio oral y público, fueron condenados a prisión perpetua los cuatro integrantes de la banda "Los Horneros": Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana, así como a Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Yabrán, y los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo.


Destino de los implicados:

Gustavo Prellezo, policía, fue condenado a perpetua pero, el 23 de septiembre de 2010 por cuestiones de salud, fue beneficiado con prisión domiciliaria.
Miguel Retana, condenado, enfermo de SIDA, murió en prisión.
Sergio Camaratta y Aníbal Luna, ambos policías de Pinamar, fueron condenados a prisión perpetua.
Gregorio Ríos, jefe de custodia de Alfredo Yabrán, fue condenado como instigador del crimen y se le rechazó la excarcelación en diciembre de 2006; su condena a perpetua cambió a 27 años, en su último período en prisión domiciliaria.
José Luis Auge, condenado, fue liberado en 2004.
Sergio Gustavo González, condenado a cadena perpetua, fue liberado hacia febrero de 2006 por reducción de pena a 20 años; tal reducción habrá de ser revocada por la Corte Suprema de Justicia de Argentina.
Horacio Anselmo Braga fue condenado a 18 años y liberado el 25 de enero de 2007; varios factores influyeron: se benefició con el 2 por 1 (se computa doble cada año de proceso sin condena), obtuvo resultados favorables en los informes psiquiátricos, presentó buena conducta, y pagó una fianza de 20.000 pesos para salir de la Penitenciaría número 9. Ese día, 6.000 personas se juntaban en Pinamar para pedir justicia por Cabezas.
Alberto Gómez, (a) "la Liebre", comisario de Pinamar, condenado por haber liberado la zona para que el crimen ocurriera.
Se revocó la libertad condicional de Auge, González y Braga por haber violado sus términos: no se encontraban en los domicilios informados.

Bibliografía

Balmaceda, Oscar - Fernández Llorente, Antonio: El caso Cabezas. Editorial Planeta, noviembre de 1997.
Dutil, Carlos - Ragendorfer, Ricardo: La Bonaerense. Editorial Planeta, 1997.
Sdrech, Enrique - Colominas, Norberto: Cabezas. Crimen, mafia y poder. Editorial Atuel, 1997.

viernes, 25 de enero de 2013


Ricardo Enrique Bochini





Ricardo Enrique Bochini (Zárate, provincia de Buenos Aires, Argentina, 25 de enero de 1954) Era el clásico número 10 y desempeñó toda su carrera en el Club Atlético Independiente de la Primera División de Argentina desde 1972 a 1991. Es considerado uno de los futbolistas más talentosos de toda la historia del fútbol argentino. Integró el Seleccionado campeón del mundo en México 1986, aunque sólo disputó unos minutos en la semifinal contra Bélgica.

Trayectoria

Ricardo comenzó a jugar en Belgrano de Zárate hasta que en 1971 fue aceptado por Nito Veiga y Ernesto Díaz para sumarlo a la séptima división del Club Atlético Independiente Anteriormente había intentado entrar a las inferiores de San Lorenzo (club del cual era fanático, al igual que su familia), pero, por extrañas circunstancias, no pudo quedar. En su infancia admiraba a jugadores como Sanfilippo, Rendo, Toti Veglio, Rojitas, y a estrellas mundiales como Pelé 1
Debuto en primera división en 1972 en cancha de River Plate cuando el técnico Pedro Dellacha lo hizo entrar a los 74 minutos (tenía en ese momento 18 años). Desde entonces comenzó una larga carrera profesional que lo convertiría en ídolo máximo de Independiente, incluyendo varios goles espectaculares como el convertido contra Juventus de Italia en 1973, haciendo paredes con su amigo Daniel Bertoni, que le permitiría a Club Atlético Independiente ganar su primera Copa Intercontinental.
Su característica principal no fue la de ser un goleador, sino la de asistir a sus compañeros con toques sutiles para que estos conviertan. Aún hoy se suelen llamar en el fútbol argentino pases bochinescos a los pases precisos que dejan al delantero mano a mano con el arquero, burlando a toda la defensa. Eso ayudó a convertir en goleadores a una gran cantidad de jugadores que tuvieron la suerte de tenerlo a su lado como Ruiz Moreno, Norberto Outes, Daniel Astegiano, Marcelo Reggiardo, Carlos Alejandro Alfaro Moreno, Martin Félix Ubaldi y Antonio Alzamendi, entre otros.
Sin embargo, el Bocha (apodo cariñoso que le dieron los hinchas de Club Atlético Independiente) también convirtió goles que eran un lujo para la vista y siempre en partidos importantes. Son recordados sus goles a Peñarol en la Copa Libertadores de 1976 (un gol que reeditaría Maradona en México 1986 contra Inglaterra), dos a Fillol de River Plate en la final del Nacional 1978 o a Wirtz de emboquillada en un clásico contra Racing Club. Quizás el gol más querido por los seguidores de Club Atlético Independiente que haya hecho Bochini haya sido el del empate definitivo a 2 contra Talleres como visitante, en la final del Nacional 1977. En ese partido, a su club le expulsaron 3 jugadores y él debió empatar a puro coraje a escasos minutos del fin del partido.

El Campeonato Nacional 1977

A la final del Campeonato Nacional de 1977, accedieron Club Atlético Independiente y Talleres de Córdoba. El partido de ida se jugó el día 21 de enero de 1978 en Avellaneda y terminó 1 a 1. El resultado parecía favorable a los cordobeses, debido a que definían la serie de local y estaba estipulado que el gol de visitante en caso de igualdad en puntos y diferencia de goles valdría doble, por lo que con empatar 0 a 0 en el partido de vuelta, los albiazules se consagrarían campeónes. "-Yo supe que el general Luciano Benjamín Menéndez, que entonces era el gobernador de Córdoba, estaba muy interesado en que Talleres saliera campeón. Y ese partido fue muy raro, muy raro…" dijo tiempo después el principal protagonista de aquella noche, el “Bocha” Bochini. El Rojo empezó ganando uno a cero con gol de Outes; pero a los 15’ del segundo tiempo, el árbitro Barreiro cobró un dudoso penal a favor de Talleres que convirtió en gol Cherini. A los 29’ todos los intereses en juego se hicieron más palpables cuando Bocanelli convierte un gol que de dudoso no tenía nada, impactando la pelota sin la mínima sutileza con su puño, lo que motivó que los jugadores de Independiente protestaran: -Tengo dos hijos y esto me da vergüenza. Écheme-, dijo el capitán del equipo, Rubén Galván. Barreiro le sacó la tarjeta roja. -Esto es una usurpación. ¿Por qué no me echa a mí también?- dijo Omar Larrosa. El árbitro también lo echó. El defensor Enzo Trossero se encargó de decirle de todo a quien esa noche era el encargado de "administrar justicia". Barreiro también lo expulsó, y los simpatizantes del Rojo gritaban: "Ladrones, ladrones, así salen campeones" Quedaron solamente 8 jugadores de Independiente en cancha contra los 11 de Talleres, contra el árbitro Barreiro, y contra el poder político de turno, que no disimuló en ningún momento su simpatía por Talleres. Que lo relate el "Bocha": -A los 38 minutos, Pagnanini me dejó la pelota en el medio de la cancha. Gambeteé a uno, se la toqué a Bertoni, Bertoni se la dio a Biondi, le salió Guibaudo, el arquero de ellos, y Biondi hizo una gambeta larga para sí mismo, levantó la cabeza, me vio y me la tiró. Yo venía a la carrera y, como había dos jugadores de ellos tapando el arco, le pegué bien arriba. Entró ahí nomás, apenas debajo del travesaño", amargando la premeditada fiesta. Aquel 25 de enero de 1978, Ricardo Enrique Bochini cumplió 24 años. Sus compañeros le dedicaron el campeonato. Al faltar 5 minutos sucedió lo imprevisto, lo inesperado: porque el fútbol es, según el recordado Dante Panzeri, “la dinámica de lo impensado”. Entre Bochini y Bertoni gestaron una memorable jugada: doble pared y el Bocha que festeja su cumpleaños gritando un gol.

Retiro

Su retiro se produjo el 5 de mayo de 1991, luego de sufrir una seria lesión provocada por una falta de Pablo Erbín en el partido Independiente 1 - Estudiantes de La Plata 1.
Conforma con Arsenio Erico y Miguel Ángel "Pepé" Santoro un altar de ídolos del Club Atlético Independiente genuinamente amados por absolutamente todos los hinchas de ese club. Cuando lo veían adentro o afuera de una cancha, siempre estallaban los vítores de "¡Bo-chini! ¡Bo-chini!" alrededor suyo.
Luego de su retiro, Bochini continuó participando activamente en el club como así también en partidos amistosos u homenajes. Fue un verdadero crack del futbol.

Retorno "simbólico"

El 25 de febrero de 2007, Bochini volvió a participar en un partido oficial. Lo hizo durante 42 minutos para Barracas Bolívar, en un encuentro correspondiente a la sexta fecha de la Zona 57 del Torneo del Interior, quinta división del fútbol argentino.
El partido, en el que estaba en juego la clasificación del equipo a la siguiente ronda, terminó con un resultado de 2 a 1 a favor de la escuadra del Bocha.

El súper 8 y su retorno con la roja

Finalmente, el 19 de julio de 2009, se inauguró un Torneo de Veteranos denominado Súper 8, en el cual participan 8 equipos que representan a escuadras que participan en el Torneo de Primera División Argentina. Precisamente, Ricardo Bochini volvió a vestir la camiseta de Independiente, enfrentando en el partido inaugural al combinado de Boca Juniors. Bochini jugó los 30' iniciales y se fue reemplazado a los 15' del segundo tiempo. Aquel partido si bien lo ganó Boca Juniors por 2-0, significó el retorno de Bochini con la camiseta del Rojo de Avellaneda.

Como homenaje, una calle

El Concejo Deliberante de la ciudad de Avellaneda, en la Provincia de Buenos Aires, hizo lugar a un pedido de un grupo de socios del Club Atlético Independiente y decidió bautizar con el nombre "Ricardo Enrique Bochini" un tramo de la calle Cordero (comprendido entre Alsina y las vías del ferrocarril). Desde el 17 de julio de 2007, Bochini tiene calle, nada menos que donde reside el estadio del club para el que jugó casi 20 años.
El Proyecto fue presentado por Javier Cantero y Jorge Alonso, dos hinchas y socios del club Independiente, que cumplieron con la gestión para persuadir a los Concejales del Honorable Concejo Deliberante de Avellaneda y de esta manera homenajear al ídolo, que según los autores del Proyecto: " es una parte importante de la cultura de Avellaneda".

Selección nacional

Participó con éxito en la primera selección que organizó César Luis Menotti previa a la Copa del Mundo 1978, actuando en una gira por la URSS y Polonia en partidos memorables bajo una intensa nevada. Luego de varias lesiones, volvió a ser convocado en una serie de amistosos que se hicieron en el estadio de Boca Juniors. Si bien se dice que Menotti pensaba convocarlo para el equipo del mundial, la prensa presionó para que el convocado fuera Norberto Alonso y así el Bocha quedó afuera de aquel magnífico equipo. Paradójicamente, Alonso quedó lesionado y poco tuvo que ver con la consecución de la primera Copa ganada por Argentina. En 1982, tampoco fue convocado a pesar de estar en su mejor momento. Finalmente y por pedido expreso de Diego Maradona (ya que Bochini era su ídolo), el Bocha fue convocado por Carlos Salvador Bilardo para el mundial de 1986 e incluso pudo jugar unos pocos minutos (el mismísimo Maradona le dijo al Bocha al ingresar éste al campo de juego la famosa frase "Pase Maestro, lo estábamos esperando" y combinaron algunas paredes que desordenaron la defensa rival), ingresando por Jorge Burruchaga cuando faltaban pocos minutos para terminar el partido contra Bélgica.

martes, 22 de enero de 2013


                                      Ricardo Darín

 


Ricardo Darín nació el 16 de enero de 1957 en Buenos Aires, proveniente de una familia muy unida al mundo del espectáculo. Cuando cuenta con diez años, Darín debuta en teatro junto a sus padres, Ricardo Darín y Renée Roxana. Aunque cabe aclarar que a pesar de su notable labor, Darín nunca tomó clases de teatro. A los dieciséis años consigue una estabilidad dentro del mundo de la televisión argentina en programas como "Alta Comedia" o "Estación Retiro". Bajo las órdenes de Alberto Migré, mayor realizador argentino de telenovelas, consigue una popularidad considerable al ser protagonista en varias de sus producciones.
En la década de los 80, y todavía junto a Migré, Darín salta definitivamente a la fama como parte de los "galancitos", un grupo de jóvenes actores que trasladaron éxitos televisivos al mundo del teatro. Los galancitos cosechan una fama increíble y miles de seguidores se reparten por toda Argentina, haciendo de cada representación un completo éxito. Lejos de quedarse estancado en roles de galán, en los 90 cosecha su mayor triunfo en el mundo de la televisión como cómico, compartiendo cartel junto a Luis Brandoni en la serie "Mi cuñado", remake de una serie de la década de los 60.
A pesar de su trabajo constante en el mundo de la televisión, Darín nunca abandona el teatro y sigue realizando obras como Sugar, Extraña pareja, Taxi, Algo en común y Art. Entra discretamente en el mundo de la gran pantalla apareciendo en películas destinadas, sobre todo, al público joven tales como He nacido en la ribera, Así es la vida, La rabona, Los éxitos del amor, La carpa del amor, La discoteca del amor o La canción de Buenos Aires. Intenta un cambio hacia un registro dentro del mundo del cine y llegan nuevas películas, El desquite, Revancha de un amigo o La Rosales, pero el verdadero éxito de Darín tardaría algo más de tiempo en llegar.
La crítica se fija en Darín y lo alaba con su papel en el film Perdido por perdido, dirigida por el debutante Alberto Lecchi. Más tarde participa en El faro, de Eduardo Mignogna y protagoniza El mismo amor, la misma lluvia de Juan José Campanella, siendo otra vez su papel digno de elogio. Pero su salto definitivo lo consigue con su papel de Marcos, un ladrón de poca monta en una Argentina que empieza a agonizar económicamente, en la película Nueve reinas. Darín brilla enormemente en este film que co-protagoniza junto a Gastón Pauls y consigue, finalmente, un nombre de peso dentro de la industria cinematográfica argentina. Después del gran éxito de Nueve reinas Ricardo tiene un pequeño, pero efectivo, papel en el 2001 de nuevo a las órdenes de Mignogna en la película La fuga. Ese mismo año sería protagonista de El hijo de la novia, junto a actores como Natalia Verbeke, Héctor Alterio o Norma Aleandro. La película fue otro gran éxito de taquilla y crítica, llevándola a ser nominada como "Mejor película de habla no inglesa" en la edición del año 2002 de los Óscar.
En el 2004 actuó en Luna de Avellaneda tratando de rescatar el club social y deportivo de sus padres y en el 2005 en El aura encarnó el rol de un taxidermista con memoria fotográfica envuelto en un aprieto del cual no quería formar parte.
En 2006 le fue concedida, junto a Juan José Campanella la nacionalidad española por carta de naturaleza, una concesión especial del Reino de España a personas de particulares méritos.
En 2007 participó de XXY, que lo muestra como el acomplejado padre de una adolescente de quince años hermafrodita. El mismo año, protagoniza y hace su debut como director con La señal, continuando el proyecto dejado a medias por Eduardo Mignogna tras su fallecimiento.
En 2009 junto a Soledad Villamil y Guillermo Francella protagoniza El secreto de sus ojos, película dramática de Juan José Campanella, galardonada con el premio Óscar a la mejor película de habla no inglesa en la emisión 82ª de los Academy Awards.
En 2010 se estrena Carancho, película que protagoniza junto a Martina Gusmán bajo la dirección de Pablo Trapero, personificando a un inescrupuloso abogado. Además volvió a trabajar con Susana Giménez para juntos protagonizar una serie de comerciales de Frávega.
En 2011 protagoniza junto a Muriel Santa Ana e Ignacio Huang, Un cuento chino, película de comedia dirigida por Sebastián Borensztein, con un gran éxito de taquilla a pocos días del estreno. Este mismo año recibe el Premio Konex de Platino al Mejor Actor de Cine y el Konex de Brillante a la Mayor Figura del Espectáculo Argentino de la década 2001-2010.

domingo, 20 de enero de 2013


                                    LA SALUD DE CHÁVEZ



La salud del presidente Hugo Chávez es un secreto de estado. El gobierno venezolano tiene un control hermético sobre toda la información. Dicho país apeló a lo emotivo y lo utilizó como herramienta electoral en el contexto de mostrarlo al primer mandatario, luchando ante la muerte. Además, existe una decisión estructural de no contar lo que está sucediendo en realidad.
Chávez está siendo tratado en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ), el mejor hospital de Cuba, donde se atienden todos los dirigentes cubanos, incluyendo a Fidel y Raúl Castro, quienes tienen sus residencias en la misma zona.
El presidente tiene gran estima por los médicos cubanos que lo atienden desde su primera operación en 2011. La mayoría de los médicos han pasado ya una infinidad de controles y están, de forma permanente, bajo la lupa de los servicios de seguridad.
Chávez se atiende en Cuba porque ninguna clínica ni hospital venezolanos puede garantizar el secreto profesional que existe en el país cubano.
También, en el tratamiento del presidente no se escatiman recursos de ningún tipo, desde el uso de las más avanzadas tecnologías, equipos y tratamientos hasta la aplicación de medicinas naturales, producidas en la isla a partir de la flora y la fauna local.
Existe tal sintonía política entre ambos países que, mientras 37 mil médicos trabajan en las zonas más pobres de Venezuela, a cambio Cuba recibe 100 mil barriles diarios de petróleo.
Pero las simpatías de los comunistas cubanos hacia Hugo Chávez van más allá de lo meramente comercial. Comparten un proyecto común de integración latinoamericana sin la presencia de Estados Unidos y forman el embrión del ALBA, que es una organización que nuclea a 8 países, los cuales comercian con una moneda propia y coordinan proyectos sociales, desarrollan el intercambio con facilidades arancelarias, crearon un banco y empresas supranacionales.
La situación de incertidumbre en todo el pueblo venezolano desde el 11 de diciembre pasado, es total. La incredulidad se acentuó desde que el jueves 10 de enero Chávez no se hizo presente a la jura de su nuevo mandato. La presencia de altos funcionarios venezolanos en La Habana profundiza los rumores de que la salud del presidente sería más delicada de lo que dice el gobierno. Este estado de duda se agudiza dado que aún se desconoce el tipo de cáncer que sufre, la fase de la enfermedad, los órganos afectados y qué tipo de intervención se le realizó en Cuba.
El gobierno venezolano acarrea la imagen  de un “caudillismo” donde el ciudadano debe “santificar” a su líder. Se lo disfraza de un demócrata genuino pero siempre manipuló la Constitución Nacional a su antojo.
El pueblo tiene el derecho a saber la verdad sobre el estado de salud de su presidente y no es justo que se le mienta.


                                                  Maximiliano Reimondi

domingo, 13 de enero de 2013


DARÍN Y SUS DICHOS

 “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados” (Groucho Marx)

La “ley de ética en el ejercicio de la función pública” fue promulgada el 26 de octubre de 1999 (N°25.188), que establece los deberes, prohibiciones e incompatibilidades aplicables, sin excepción, a todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías. Nunca fue respetada.
No deben sorprender las declaraciones del actor Ricardo Darín. Está en todo su derecho. Cristina Fernández debe publicar su patrimonio personal y debe explicar cómo lo logró.
Los negocios que hizo Néstor Kirchner siendo Presidente van en contra la de la ley de ética. Darín no es opositor al gobierno nacional. Sólo hace una crítica que es amparada por la ley. No debe hacer esas declaraciones en los medios hegemónicos sino en todos, para ser más creíble. Queda ridículo que se haga la víctima en la causa que lo complicó en la década del ´90.
No sólo la Presidenta debe dar explicaciones sino muchos políticos que se hicieron multimillonarios gracias a la actividad política. No era necesario que la señora Fernández exponga su parecer públicamente. No debe callarse pero la respuesta tiene que hacerse con prudencia política.
Con este hecho se armó un show mediático lamentable. El grave error del cristinismo es no aceptar críticas.  Eso no lo hacía su marido.
Cada funcionario público debe declarar su patrimonio personal, explicando año por año sus negocios en el boletín oficial. Para eso les pagamos el sueldo y no lo justifican.


                                                                                        Maximiliano Reimondi

Artigas
La versión popular de la Revolución de Mayo



Pacho O'Donnell

Aunque la historiografía liberal insiste en recordar a José Gervasio de Artigas como el artífice de la independencia de la República Oriental del Uruguay, lo cierto es que, en realidad, el caudillo fue el representante más vigoroso de un proyecto de organización fede­ral, popular y latinoamericanista para las Provincias Unidas del Río de la Plata, que en tiempos de Mayo incluían los actuales territorios de la Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay. Su inflexible convicción lo en­frentó con el elitista y extranjerizante unitarismo porteño que abogaba por la hegemonía del puerto sobre las provincias. Férreo defensor del su­fragio universal cuando ninguna sociedad del planeta practicaba el voto popular, llevó a cabo la primera reforma agraria de toda Latinoamérica.

La historia ha denominado “revolución” a las jornadas de mayo de 1810, aunque no fueron en verdad una revolución porque les faltó el protago­nismo del pueblo. Este irrumpe en 1811, conmovido, turbulento, junto a José Gervasio de Artigas, el primer revolucionario del Plata. Obligado a combatir sin apoyo ni medios contra los colonialistas españoles y contra la invasión portuguesa desde el Brasil alentada por Gran Bretaña, debió defenderse, al mismo tiempo, de las tropas enviadas desde Buenos Aires y de las intrigas urdidas por triunviros y directores supremos, que no duda­ron en poner precio a su cabeza.

Exiliado en Paraguay, el “Protector de los Pueblos Libres” murió pobre, acallado su ideario por el centralismo triunfante, pero respetado por San Martín y los caudillos provinciales y recordado siempre por su pueblo.

En este libro, Pacho O’Donnell nos devuelve la real dimensión histórica de Artigas y recupera la plena vigencia de su pensamiento, en tiempos en que la unidad latinoamericana es más que una esperanza. El doloro­so exilio del caudillo rioplatense parece, por fin, estar terminando.

Calificación: Excelente

martes, 8 de enero de 2013


Kafka en la orilla
de Haruki Murakami

Género: novela
Edición original en japonés (2002)




Sinopsis

Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. La razón, si es que la hay, son las malas relaciones con su padre, un escultor famoso convencido de que su hijo habrá de repetir el aciago sino del Edipo de la tragedia clásica, y la sensación de vacío producida por la ausencia de su madre y su hermana, a quienes apenas recuerda porque también se marcharon de casa cuando era muy pequeño. El azar, o el destino, le llevarán al sur del país, a Takamatsu, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a una misteriosa mujer mayor, tan mayor que podría ser su madre, llamada Saeki.
Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia (en el sentido clásico), sobre la de Satoru Nakata ya se ha abatido (en el sentido real): de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un extraño accidente que lo marcaría de por vida. En una excursión escolar por el bosque, él y sus compañeros cayeron en coma; pero sólo Nakata salió con secuelas, sumido en una especie de olvido de sí, con dificultades para expresarse y comunicarse... salvo con los gatos. A los sesenta años, pobre y solitario, abandona Tokio tras un oscuro incidente y emprende un viaje que le llevará a la biblioteca de Takamatsu. Vidas y destinos se van entretejiendo en un curso inexorable que no atiende a razones ni voluntades. Pero a veces hasta los oráculos se equivocan.

Crítica: por Maximiliano Reimondi
Calificación: Muy buena

Todo lo que el argumento de la novela tiene de desfachatado, su estructura lo tiene de riguroso. En capítulos alternados con la terquedad de un metrónomo, la novela cuenta dos historias que nunca se cruzan, y que sin embargo –y éste es uno de los grandes temas del libro– se comunican de maneras inconscientes.
“El mundo es una metáfora”, dice un personaje; y la aclaración, en esta novela, es casi una redundancia. Sea como sea, la nueva novela es un producto típico de la factoría Murakami: en ella hay gatos, largas conversaciones sobre música y literatura –cátedras grandilocuentes que caminan en la cuerda floja de la pedantería o de la ingenuidad o de ambas cosas a la vez–, y personajes víctimas de perturbaciones pasadas y de masturbaciones presentes. Quien la lea entrará en esta novela osada, esquizofrénica y a veces conmovedora; quien no lo logre se quedará por fuera, repitiendo como la señorita Saeki: “El hecho de escribir ha sido importante. Aunque lo que haya escrito, como resultado, no tenga ningún sentido.”