lunes, 30 de junio de 2014

CARLOS GARDEL



Carlos Gardel fue un cantante, compositor y actor de cine naturalizado argentino, considerado el más importante tanguero de la primera mitad del siglo XX. Según algunos investigadores nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890 y, según otros, nació en Tacuarembó, Uruguay, el 11 de diciembre de 1887, viviendo desde su infancia en Buenos Aires. Falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo. En 2003, a propuesta del gobierno uruguayo, la voz de Gardel ha sido registrada por la Unesco en el programa Memoria del Mundo, dedicado a la preservación de documentos patrimoniales.
Existe una controversia sobre si su lugar de nacimiento fue Tacuarembó (Uruguay) o Toulouse (Francia), aunque no hay duda de que vivió en Buenos Aires desde 1893, en un inquilinato de la calle Uruguay 162. De ser uruguayo, se lo habrían entregado a Berthe para su crianza con alrededor de ocho. De ser el niño francés, habría arribado de Francia a los 2 años y 3 meses con su madre Berthe.
Se nacionalizó argentino en 1923 y murió en 1935, en un accidente aéreo durante una gira en Medellín (Colombia).
Gardel creció en el Abasto, una zona entre los barrios de Almagro y de Balvanera, en Buenos Aires en el que funcionaba el famoso Abasto, mercado central de frutas y verduras, cuyo edificio estilo art decó se conserva reciclado y convertido en centro comercial. A muy temprana edad comienza a ser reconocido por su canto, y trasciende su fama como el Morocho del Abasto. El payador José Betinotti le daría un nuevo apodo que también se haría popular, El Zorzal Criollo, y lo motivaría a cantar en los centros políticos.
Gardel tuvo pocos apodos en vida, la mayoría de ellos, son obra de la creatividad popular y surgieron luego de su muerte, tal vez para acrecentar al mito. Su primer apodo, según la teoría francesista, habría sido "el Francesito". La tesis uruguaya sostiene que el primer apodo fue "el Guachito de Escayola".
También existe una controversia sobre la escolaridad de Carlos Gardel. La tesis francesista, argumenta que Carlitos Gardes (Charles Romuald Gardes) estudió en el Colegio Salesiano Pio IX de Buenos Aires donde estuvo pupilo en 1901 y 1902. Allí fue compañero de dormitorio de Ceferino Namuncurá, futuro beato argentino.
Para la tesis uruguayista, la trayectoria escolar conocida de Carlitos Gardes en Buenos Aires, no correspondió a Carlos Gardel. Un estudio indicaría que el cantor en realidad fue fotografiado en la Escuela de 2do Grado de Varones del barrio Sur de Montevideo.
Gardel trabajó como tramoyista en el Teatro de la Victoria, donde escuchó al zarzuelista español Sagi Barba. En 1902 pasó al teatro de la Ópera, donde conoció al barítono italiano Titta Ruffo.
En 1911 celebró un duelo musical con 'El Oriental' José Razzano en la calle Guardia Vieja del barrio del Abasto. En ese duelo no ganó ninguno de los dos: más bien surgió el dúo Gardel-Razzano, que trabajó unido durante quince años. Poco tiempo después Gardel grabaría sus primeros discos, marca Columbia Record, para la Casa Tagini.
En la noche del 10 al 11 de diciembre de 1915 Gardel recibió un balazo durante un altercado a la salida del Palais de Glace (salón de baile de la época en el barrio de la Recoleta). Esto se debió a que estando en el salón, acompañado por los actores Elías Alippi y Carlos Morganti, un grupo provocó a Alippi. En principio Gardel sale a defender a Alippi, pero luego, para evitar que las cosas pasen a mayores, deciden retirarse. Pero los "niños bien" siguieron al trío por la avenida Alvear y, al llegar a Tagle, a la altura del Armenonville, se trenzaron en una pelea en la que Gardel terminó herido de un balazo en el tórax. El autor del disparo fue Roberto Guevara Lynch, el tío del Che Guevara. Haría su convalecencia en Tacuarembó, en la estancia de Pedro Etchegaray. Allí se reencontró con su amigo del Abasto “Cielito Traverso” hijo del dueño del café O’Rondemán. Traverso se había ido allí debido a que la pena de reclusión que tenía por haber matado en Buenos Aires a un “niño bien” en una pelea, le fue conmutada por la de destierro. “Cielito” había instalado en la zona un salón de baile y juego con Amanda Escayola, sobrina de Carlos Escayola, con la que convivió más de una década. Según Edmundo Guibourg, esto explica el conocimiento que Gardel tuvo con gente que le prestó ayuda para sacar un documento falso en el que aparece como nacido en Tacuarembó, con objeto de hacerse ciudadano argentino: es que para Francia, al no haber cumplido con la guerra del '14, era un desertor.
Dos años más tarde es protagonista del film mudo Flor de Durazno (novela de Hugo Wast).
En una actuación de Gardel en Montevideo en 1917, aprovechó el argentino Pascual Contursi para presentarle su letra de Lita, que el cantor interpretó en el teatro Urquiza de esa ciudad y luego en Buenos Aires. El mismo año Roberto Firpo grabó Lita en forma instrumental, en tanto Gardel y José Razzano lo registraban para el sello "Disco Gardel Razzano" (posteriormente, Odeón) con letra acompañado por la guitarra de José Ricardo. Para esta última grabación Gardel medió entre los autores pues Castriota rechazaba la versión con letra que Contursi había titulado Percanta que me amuraste. Propuso -y aceptaron- que llevara el nombre de Mi noche triste y con ese título fue grabado. Las grabaciones las realizaba en un galpón que era utilizado como depósito de películas del sello Pathé, cuyo dueño era el empresario de origen austríaco Mordechai David Glücksman, a quien todos conocían por "Max".
Gardel le sugirió a su amigo Elías Alippi, que tenía a su cargo la puesta en escena del sainete Los dientes del perro de José González Castillo y Alberto T. Weisbach en la que presentaba en escena un cabaret, que incluyera en la pieza la ejecución de Mi noche triste. Fue así que al estrenarse el sainete el 20 de abril de 1918 en el teatro Esmeralda (llamado luego teatro Maipo) la orquesta de Roberto Firpo acompañó a Manolita Poli, una actriz de 19 años, hija de padres zarzueleros, cantando el tango de Castriota y Contursi.
El sainete fue un éxito, y el factor principal del mismo fue la incorporación del tango a la pieza teatral y, en especial, el aplauso que el público brindó a Mi noche triste. Si bien este no fue el primer tango canción, hay consenso en considerar que por la trascendencia que tuvo su estreno marcó el inicio de una nueva etapa del género.
En 1920 empezó a grabar para el sello Nacional Odeón (hoy EMI), propiedad del mencionado empresario Glücksman, en el edificio Grand Splendid.  Hay quienes afirman que en este lugar Glucksmann le enseñó a Gardel como podía hacer para darle más potencia a su voz en las grabaciones: colocándose detrás de una silla y tomándose con las manos del respaldo, de manera de poder expandir su caja torácica.
En 1923, ya metido de lleno en el tango, realiza con Razzano y la Compañía Rivera-De Rosas, una gira que lo llevará a Uruguay, Brasil y España, debutando en el Teatro Apolo de Madrid. Hacia mediados de la década de 1920 el dúo cantor se separa, pasando Razzano a ejercer las funciones empresariales. Gardel vuelve a realizar giras por Europa, donde actúa en España (1925) y Francia (1928), y actúa en varias películas para la Paramount. Debuta en el cabaret Florida de París, con enorme éxito y graba varios discos. En 1929 visita brevemente Italia y el 5 de febrero vuelve a Francia, donde actúa en la Opera de París, triunfando de manera rotunda.
"Carlos Gardel, el corazón del tango", por el fileteador Martiniano Arce (2006).De regreso en Buenos Aires debuta en el Teatro Empire, para volver a viajar a España donde actúa en el Principal Palace de Barcelona y en el Teatro Avenida de Madrid. Comienza entonces a grabar los cortometrajes que lo harían famoso. Volvería a Francia en 1930 donde filma para la Paramount francesa la película Luces de Buenos Aires.
Tras una breve vuelta por Buenos Aires y Montevideo viaja otra vez a Europa, pero sin sus guitarristas. Realiza giras por la Costa Azul, Italia, Londres, París, Viena, Berlín y Barcelona. Filma nuevamente para la Paramount francesa "Espérame", "La casa es seria" y "Melodía de arrabal". En estas películas se incorpora como colaborador el poeta y periodista Alfredo Le Pera, con quien Gardel escribirá muchos temas (Mi Buenos Aires Querido, Silencio, Volver, El Día Que Me Quieras, etc.).
En 1933 regresa a Buenos Aires. Su conjunto de guitarras estaba integrado por Barbieri, Riverol, Vivas y Pettorossi, trabajan en Montevideo y en el interior de la Argentina y del Uruguay.
El 16 de enero de 1933 Gardel rescinde la representación de José Razzano. El 20 de octubre nombra apoderado y administrador de sus bienes a Armando Defino.
Su público nunca más lo volvería a ver: el 7 de noviembre de 1933 se va un tiempo corto a Barcelona y París, y luego viaja a los Estados Unidos donde debuta en la NBC de Nueva York, el 30 de diciembre. En 1934 filma "Cuesta abajo", "Mi Buenos Aires querido" y "Tango en Broadway", para la Paramount de Nueva York. Vuelve por poco tiempo a Francia, a fines de 1934 vuelve a actuar en la NBC y a filmar en el musical de la Paramount "Cazadores de estrellas" junto a Bing Crosby, Richard Tauber y Ray Noble entre otros grandes. En 1935 filma El día que me quieras y Tango Bar, donde canta sus éxitos más recordados. En abril emprende su fatídica gira, programada para ir por Puerto Rico, Venezuela, Aruba, Curaçao, Colombia, Panamá, Cuba y México, pero el destino impidió que esta se completara.

Muerte de Gardel

El 24 de junio de 1935 Carlos Gardel, junto con Alfredo Le Pera y algunos de sus músicos, falleció en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del Aeropuerto Las Playas de la ciudad de Medellín, (Colombia) luego llamado aeropuerto Olaya Herrera. Sólo hubo tres sobrevivientes: el Indio Aguilar, guitarrista, el profesor Plaja y Grant Flynt, funcionario de SACO.
Gardel se encontraba en lo mejor de su carrera, millones de sus admiradores lo lloraron. Entonces "El Zorzal criollo" se ganó la gloria: popularmente, la gente dice que "Gardel cada día canta mejor". Un verso de su tango Volver se convirtió en un refrán famoso en toda América latina: "Veinte años no es nada".
Carlos Gardel está enterrado en el cementerio de la Chacarita de Buenos Aires. Se conservan más de setecientas grabaciones de Gardel. No sólo grabó tangos; también música folclórica, milongas, zambas, rancheras, tonadas, estilos, etc. (treinta géneros en total). Grabó algunos Fox trots, un tango en español e inglés, y también algunas canciones tradicionales en francés e italiano y hasta un tango en guaraní.


                                                                        Maximiliano Reimondi
PRIMERA GUERRA MUNDIAL


Introducción

La Primera Guerra Mundial fue el conflicto armado que estalló en 1914, entre las potencias de la Triple Alianza (Alemania, Imperio Austro-Hungaro, Italia) y la Triple Entente (Inglaterra, Francia y Rusia). Este segundo bloque fue reforzado por Estados Unidos desde 1917.

Causa principal

La ambición de las potencias imperialistas por controlar las mejores colonias y semicolonias del planeta. Anhelaban poseer las ricas fuentes de materias primas y buenos mercados para vender sus manufacturas.

Antecedentes inmediatos

El 28 de junio de 1914 fue asesinado el Archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio Austro-Húngaro cuando visitaba Sarajevo. El crimen fue cometido por un grupo nacionalista serbio llamado "Mano Negra", enemigo del expansionismo austriaco en los Balcanes. En represalia, Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia (28-07-1914). Entonces, Rusia movilizó tropas para ayudar a Serbia, lo que provocó que Alemania le declare la guerra a Rusia (01-08-1914) y su aliada Francia (03-08-1914). Cuando Alemania ingresó a Bélgica para invadir Francia, Inglaterra le declaró la guerra (04-08-1914).

Batallas principales

Cuando Alemania invadió Francia se inició la sanguinaria batalla de Marne (setiembre de 1914). Los franceses contuvieron a los alemanes, pero estos evitaron replegarse, iniciándose así la cruenta “Guerra de las Trincheras”. En 1916, los alemanes intentaron tomar la fortaleza de francesa de Verdum, pero también fracasaron. El mismo año, ingleses y franceses lograron derrotar a los alemanes en la batalla de Somme. En el frente oriental, Alemania atacó a Rusia y la derrotó en las batallas de Tannemberg y de los Lagos Masurianos. En 1917, los comunistas rusos derrocaron al zar Nicolás II y firmaron el tratado Brest-Litovsk restableciendo la paz con Alemania. El retiro de Rusia fue compensado con la incorporación de Italia y Estados Unidos al bloque de la Entente. En marzo de 1918, Alemania lanzó una ofensiva en el frente occidental, pero los anglo-franceses los vencieron en la Segunda Batalla de Marne, y con la ayuda de las tropas estadounidenses hicieron retroceder a los germanos hasta obligarlos a firmar su rendición en el Armisticio de Compiegne (11 de noviembre de 1918).

El Tratado de Versalles

Entre enero y junio de 1919 se reunieron los representantes de los países que participaron en la guerra. Las potencias vencedoras impusieron duras condiciones a las naciones derrotadas. Por ejemplo Alemania tuvo que ceder Alsacia y Lorena a Francia, y el Imperio Austro-Húngaro se desintegró, dando origen a los estados de Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Además, Alemania quedó obligada a pagar una millonaria indemnización a los vencedores, a limitar el número de sus soldados y a no fabricar ni importar armamento. Otro acuerdo importante fue la fundación de la Sociedad de Naciones, organismo internacional que debía garantizar una paz duradera.

                                                                                       Maximiliano Reimondi

viernes, 27 de junio de 2014

Bernardino Rivadavia
(1780-1845)



Autor: Felipe Pigna

Bernardino Rivadavia, el primer presidente argentino, nació en Buenos Aires el 20 de mayo de 1780. Inició sus estudios en el Colegio de San Carlos en 1798 donde cursó Gramática, Filosofía y Teología, pero no se graduó en ninguna de estas materias, abandonando los estudios en 1803.
Durante las invasiones inglesas. Se incorporó a las milicias con el grado de Capitán en el cuerpo de "gallegos" donde tuvo una destacada actuación. El 14 de agosto de 1809, a los 29 años se casó con una joven muy distinguida de la sociedad porteña: Juana del Pino y Balbastro, hija del octavo virrey del Río de la Plata, Joaquín del Pino. El matrimonio Rivadavia se muda a la calle Defensa 453 donde nacerán sus cuatro hijos: Benito, Constancia, que morirá a los cuatro años, Bernardino y Martín.
Rivadavia participó del Cabildo Abierto del 22 de Mayo y votó contra la continuidad del virrey. Pero no tuvo un rol protagónico en los sucesos de mayo. En el enfrentamiento entre saavedristas y morenistas, tomó partido por estos últimos. Cuando tras meses de enfrentamientos el 22 de setiembre de 1811 fue creado el primer Triunvirato, integrado por Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea; Rivadavia fue nombrado Secretario de Gobierno y Guerra. En el Triunvirato la personalidad política de Rivadavia se impuso desde el primer momento y se tornó protagónica. No pocos compararon al triunvirato con los tres mosqueteros que eran tres pero eran cuatro y el cuarto era el más influyente de todos.
Sancionó e hizo jurar el 19 de diciembre de 1811, el Estatuto, por el cual el Triunvirato se transformaba en la autoridad máxima, disolviendo la Junta Grande. Esto provocó un gran descontento en el interior y le dio un carácter autoritario al Triunvirato. La llegada de San Martín y Alvear a Buenos Aires, en 1812, y la creación de la Logia Lautaro, se convirtieron en un escollo para el poder de Rivadavia, al que se sumaría la palabra y la acción de Bernardo de Monteagudo desde de la Sociedad Patriótica. Todos estos elementos, sumados a las sucesivas derrotas militares sufridas por los ejércitos patriotas, precipitaron los acontecimientos y provocaron la "revolución" del 8 de octubre de 1812, el primer golpe de estado de la historia argentina. Ese día, las tropas de San Martín y otros cuerpos militares, se hicieron eco del descontento popular y derrocaron al primer Triunvirato, reemplazándolo por otro, afín a las ideas de la Logia y la Sociedad Patriótica, compuesto por Nicolás Rodríguez Peña, Juan José Paso y Antonio Alvarez Jonte.
Tras esta derrota, Rivadavia desapareció por dos años de la escena política, hasta que el Director Supremo, Gervasio Posadas, le encargó en 1814 junto a Manuel Belgrano una misión diplomática en Europa, con el objeto de obtener apoyos para la revolución. El fracaso de la misión fue rotundo. Belgrano regresó en 1816, pero Rivadavia permaneció en Londres hasta 1820.
En Europa tomó contacto con círculos intelectuales, políticos y económicos de España e Inglaterra que le proporcionaron gran parte de su formación y le aportaron importantes contactos que le serían muy útiles en los años venideros.
Tras el tumultuoso año 20 y la caída de las autoridades nacionales, Martín Rodríguez fue nombrado, en abril de 1821, gobernador titular de Buenos Aires con "facultades extraordinarias sin límite de duración", "protector de todos los derechos y conservador de todas las garantías", designó a Bernardino Rivadavia como Ministro de Gobierno, un cargo muy importante equivalente al de un Primer Ministro actual .
En su discurso de asunción decía Rivadavia: "La provincia de Buenos Aires debe plegarse sobre sí misma, mejorar su administración interior en todos los ramos; con su ejemplo llamar al orden los pueblos hermanos; y con los recursos que cuenta dentro de sus límites, darse aquella importancia con que debía presentarse cuando llegue la oportunidad deseada de formar una nación."
Tomás de Iriarte en sus memorias define al gobernador Martín Rodríguez como a "un hombre vulgar, un gaucho astuto que tuvo buena elección de ministros y fue dócil para dejarse gobernar."
Rivadavia había regresado de Inglaterra muy entusiasmado por las doctrinas económicas y políticas vigentes en la capital de la Revolución Industrial.
Allí había conocido al ensayista político Jeremy Bentham y a través de él apreció las obras de Adam Smith, David Ricardo, Bacon, Locke y Newton.
Le decía en una carta a su amigo Bentham "¡Qué grande y gloriosa es vuestra patria!, mi querido amigo. Cuando considero la marcha que ella sola ha hecho seguir al pensamiento humano, descubro un admirable acuerdo con la naturaleza que parece haberla destacado des resto del Mundo a propósito."
Pero la situación de la Provincia de Buenos Aires difería enormemente de la europea. Aquí no había industrias, ni una burguesía con ganas de aplicar las nuevas técnicas del progreso y mucho menos de arriesgar sus seguras ganancias ganaderas en "aventuras industriales". En definitiva las ideas de Rivadavia que eran las del liberalismo progresista de principios de siglo, no tenían por estas tierras base de sustentación en una clase dirigente muy conservadora y desconfiada de las novedades.
De todas maneras el ministro Rivadavia llevó adelante una serie de reformas que intentaron modificar la estructura del estado bonaerense y hasta la relación de éste con el poder eclesiástico.
En noviembre de 1821 se dictó una ley de olvido para promover la pacificación que permitió el retorno de desterrados como Alvear, Sarratea, Soler, Dorrego y Pagola.
"Es preciso no acordarse, si es posible, ni de las ingratitudes, ni de los errores, ni de las debilidades que han degradado a los hombres o afligido a los pueblos en esta empresa demasiado grande y famosa. Por esto ha pensado el gobierno que obra dignamente proponiendo en esta oportunidad el adjunto proyecto de ley de olvido."
También lanzó una reforma eclesiástica que le traería graves problemas. . Suprimió los fueros eclesiásticos, que permitían a las órdenes monásticas tener sus propias cortes de justicia; confiscó las propiedades de las órdenes religiosas y creó instituciones que competían en áreas de poder e influencia que había sido patrimonio de la Iglesia: fundó la Universidad de Buenos Aires, la Sociedad de beneficencia y el Colegio de Ciencias Morales.
Entre los bienes eclesiásticos expropiados figuraba el santuario de la Virgen de Lujan porque. "el gobierno, para velar por el cumplimiento del principio de que las instituciones piadosas están obligadas a rendir a algún servicio público que contribuya a la comodidad o al sostén de la moral, y en todo caso al progreso del país que las adopta; procedió a instruirse de cuál era el objeto y servicio del santuario llamado de Luján, cuál era el estado de sus bienes y rentas y cuál su administración. Lo que ha resultado, comprobado es, que no rinde servicio alguno, y que no tiene más objeto que el culto de una imagen."
Los sacerdotes descontentos, encabezados por Gregorio Tagle, encabezaron dos conspiraciones en agosto de 1822 y marzo de 1823. Esta fue la más importante. El gobierno se enteró del intento y decidió reprimirlo. En la Plaza de la Victoria los conjurados marchaban al grito de "¡Viva la religión!" y "¡Mueran los herejes!" mientras repartían rosarios, escapularios y panfletos con rezos como este:

"De la trompa marina - libera nos Domine

Del sapo del diluvio - libera nos Domine

Del ombú empapado de aguardiente - libera nos domine

Del armado de la lengua - libera nos domine

Del anglo-gálico- libera nos Domine

Del barrenador de la tierra - libera nos Domine

Del que manda de frente contra el Papa - libera nos Domine

De Rivadavia - libera nos Domine

De Bernardino Rivadavia - libera nos Domine

Kyrie eleison - Padre Nuestro. Oración como arriba."

Dos de los complotados fueron fusilados, muchos fueron detenidos y Tagle logró huir.
Rivadavia suprimió los Cabildos, último resabio de la organización política colonial, y estableció una novedosa ley electoral que incluía el sufragio universal, con las limitaciones propias de la época. La nueva ley establecía que tenían derecho al voto todos los hombres libres nativos del país o avecindados en él mayores de 20 años, pero sólo podían ser elegidos para los cargos públicos los ciudadanos mayores de 25 "que poseyeran alguna propiedad inmueble o industrial".
Manuel Dorrrego tuvo una importante participación en los debates sobre la ley electoral, entre otras cosas dijo entonces:
"...Y si se excluye (del voto) a los jornaleros, domésticos y empleados también ¡entonces quien queda? Queda cifrada en un corto número de comerciantes y capitalistas la suerte del país. He aquí la aristocracia del dinero, hablemos claro, el que formaría la elección sería el Banco, porque apenas hay comerciantes que no tengan giro en el Banco, y entonces el Banco sería el que ganaría las elecciones, porque él tiene relación con todas las provincias"
Por iniciativa de Rivadavia, el gobierno contrató en 1824, un empréstito con la firma inglesa Baring Brothers por un millón de Libras.
El nacimiento de la Casa Baring coincide con el de la gran política financiera del Imperio Británico. Los hermanos Alexander y Francis Tornhill , son los hijos del fundador de la casa, Sir Francis Baring y los principales directivos de la misma en el momento de firmarse el empréstito con Buenos Aires. Los Baring unirán su carrera financiera a su actividad política. Alexander será nombrado por el Primer Ministro Peel, ministro de la Moneda. Su hermano Francis llegará a ser Lord de la tesorería entre, ministro de Hacienda de Inglaterra entre. Director de la Compañía de Indias y Primer Lord del Almirantazgo.
El empréstito se contrataba con el objetivo de crear pueblos en la frontera con el indio, fundar un Banco, construir una red de agua y un puerto. Los gestores fueron: Braulio Costa, Félix Castro, Miguel Riglos, Juan Pablo Sáenz Valiente y los hermanos Parish Robertson y en su conjunto se llevaron 120.000 Libras del monto total del crédito en carácter de comisión
Descontadas las comisiones de los seis gestores, dos de los cuales eran ingleses, los gastos de emisión y varias cuotas adelantadas, llegaron a Buenos Aires sólo 570.000 Libras, la mayoría en letras de cambio sobre casas comerciales británicas en Buenos Aires propiedad de los gestores del empréstito. Pero la deuda se asumía por el total: 1 millón de Libras.
El dinero del empréstito, por diversas circunstancias, no se destinó a la construcción de obras públicas como había sido previsto. Se dilapidó en gastos improductivos. Para 1904, cuando se terminó de pagar el crédito, la Argentina había abonado a la Casa Baring Brothers la suma de 23.734.766 pesos fuertes.
Todas las tierras públicas de la provincia quedaron hipotecadas como garantía del empréstito. Rivadavia decidió entonces aplicar el sistema de "enfiteusis" por el cual los productores rurales podrían ocupar y hacer producir las tierras públicas, no como propietarios sino como arrendatarios.
El monto del canon que debían pagar al Estado lo fijaban los mismos arrendatarios de manera que terminó siendo insignificante.
Los grandes propietarios aprovecharon el sistema de enfiteusis para acaparar enormes extensiones de tierra con el desembolso mínimo que les permitía la ley.
Poco después de concedido el empréstito, el 31 de marzo de 1824, llegó a Buenos Aires un nuevo Cónsul de Su majestad, Mr. Woodbine Parish. El funcionario traía la misión de firmar un tratado de Libre Comercio y Amistad cuyo texto era idéntico al impuesto por William Huskisson -jefe del "Board of trade" londinense- a todas las ex colonias de Hispanoamérica, que ambicionaban ser reconocidas.
Al mismo tiempo, este tratado impuesto por Inglaterra como requisito previo para el reconocimiento de nuestra independencia, y firmado el 2 de febrero de 1825, sellará el destino del país como nación dependiente de una nueva metrópoli que le asignó un papel inamovible en la división del trabajo que imponía al mundo: el de simple productor de materias primas y comprador de manufacturas.
En medio de una prosperidad que iba en aumento, con sus instituciones reformadas, Buenos Aires, conducida por Rivadavia, no abandonaba sus viejos planes con relación a la organización del país.
Ya a partir de 1823 la Provincia había comenzado a tender los hilos para reunir un nuevo Congreso cuyo cometido era, fundamentalmente, el de dar una Constitución al país que permitiera su organización. Se buscaba además apoyo para solucionar el problema de la Banda Oriental incorporada al Brasil con el nombre de Provincia Cisplatina.
Lentamente, la iniciativa fue prendiendo, y en diciembre de 1824 representantes de todas las provincias de la época -incluidos los de la Banda Oriental, Misiones y Tarija- comenzaron a sesionar en Buenos Aires, cuyo gobierno era ejercido por Las Heras.
El Congreso tomó diversas medidas, entre ellas la Ley Fundamental, la Ley de Presidencia y la Ley de Capital del Estado.
La Ley Fundamental promulgada en 1825, daba a las provincias la posibilidad de regirse interinamente por sus propias instituciones hasta la promulgación de la Constitución, que será  ofrecida a su consideración y no será  promulgada ni establecida hasta que haya sido aceptada.
Este promisorio comienzo sufrirá sus primera  grietas el 6 de febrero de 1826 con la creación del cargo de Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Los defensores del proyecto pretendieron utilizar la situación de guerra con el Brasil, para transformar en permanente el cargo provisorio que había sido delegado en el gobierno de Buenos Aires.
El candidato elegido fue Bernardino Rivadavia, lo que molestó aún más a las provincias puesto que representaba a la tendencia unitaria.
Buenos Aires es "el sitio más despreciable que jamás vi, estoy cierto que me colgaría de un árbol si esta tierra miserable tuviera árboles apropiados. . . " Así escribía, tres meses después de su llegada a estas tierras, John Ponsonby, barón de Imokilly, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Gran Bretaña ante las Provincias Unidas. Woodbine Parlsh, afectado por la designación de Ponsonby, había escrito que ". -un high aristocrat está poco calificado para tratar a los bajisimos demócratas con quienes debemos alternar aquí"
Ponsonby fue recibido por Rivadavia el primero de setiembre de 1826, con guardia de honor y salvas de artillería. Un mes después escribía sobre Rivadavia: "El Presidente me hizo recordar a Sancho Panza por su aspecto, pero no es ni la mitad de prudente que nuestro amigo Sancho. . . Como político carece de muchas de las cualidades necesarias". Estimó, sin embargo, que Rivadavia era "autor de muchas, beneficiosas y buenas leyes".
La Ley de Capital del Estado, proyecto presentado por el nuevo presidente y aprobado de inmediato, le hizo perder a Rivadavia también el apoyo de los porteños.
La ciudad de Buenos Aires quedaba bajo la autoridad nacional, hasta que ésta organizara una provincia. La provincia había desaparecido, contraviniéndose así lo expresado por la Ley fundamental de 1825.
Se terminó  por aprobar en diciembre de 1826 una Constitución que, si no fuera por su declarado republicanismo, coincide  en cuanto a su tendencia centralizadora con la de 1819 y, como aquella, provoca  la airada repulsa de los caudillos y los pueblos.
Así fracasó este nuevo intento de organizar al país. Rivadavia renunció en junio de 1827.
Pocos días después el poder nacional quedaba disuelto cobrando nuevos impulsos la guerra civil y las autonomías provinciales.
Rivadavia se retiró definitivamente de la vida pública. En 1829 parte hacia Francia, dejando a su familia en Buenos Aires. En Paría vuelve a su oficio de traductor. Pasan por sus manos "La Democracia en América" de Tocqueville; "Los viajes" y "El arte de criar gusanos de seda" de Dándolo. En 1834 decide regresar a Buenos Aires. Pero el gobierno de Viamonte le impide desembarcar. Su mujer y su hijo Martín, que lo esperaban en el puerto, suben al barco y se suman al exilio de Rivadavia. Los hijos mayores, Benito y Bernardino, tienen otros planes: se han sumado a la causa federal y están luchando para que Juan Manuel de Rosas asuma definitivamente el poder.
Los Rivadavia se instalan primero en Colonia y luego pasan a Brasil. Allí, tras un accidente doméstico, murió Juanita del Pino en diciembre de 1841. Martín volvió a Buenos Aires a unirse a sus hermanos y Rivadavia decidió a fines de 1842 partir hacia Cádiz, donde se instaló junto a dos sobrinas, en una modesta casa del barrio de la Constitución. Tenía sesenta y cinco años cuando hizo modificar su testamento al advertir que sus sobrinas le estaban robando la poca plata labrada que le quedaba. El 2 de septiembre de 1845, pocos días después de este episodio, murió pidiendo que su cuerpo "no volviera jamás a Buenos Aires". Sin embargo sus restos fueron repatriados en 1857 y desde 1932 descansan en el mausoleo levantado en su honor en Plaza Miserere.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar


Eli Wallach



Eli Herschel Wallach (Brooklyn, 7 de diciembre de 1915 - Nueva York, 24 de junio de 2014)
Más conocido como Eli Wallach fue un actor estadounidense de origen judío. Destacó en películas como El bueno, el malo y el feo, de Sergio Leone, y en algunos de los westerns más emblemáticos. Siguió trabajando hasta los 95 años de edad y, además de un Óscar Honorífico que la Academia le entregó a esa edad, recibió años atrás un premio Bafta (nuevo actor prometedor para papeles estelares, película Baby Doll, 1956), un Tony (mejor actor de reparto, 1951, The Rose Tattoo) y un Emmy (1966–1967, película para televisión The Poppy is Also a Flower).
Dentro de su vasta carrera, que abarcó más de medio siglo, se pueden mencionar las películas ya clásicas: Baby Doll de Elia Kazan, Los siete magníficos de John Sturges, Lord Jim de Richard Brooks, Vidas rebeldes de John Huston (junto a Clark Gable, Marilyn Monroe y Montgomery Clift), La conquista del Oeste y Genghis Khan.
También destaca el éxito Il buono, il brutto, il cattivo (El bueno, el feo y el malo) de Sergio Leone (interpretando a Tuco, su personaje más recordado) y El oro de Mackena.
En su vejez siguió participando en filmes muy conocidos: El padrino III de Francis Ford Coppola, Two Much de Fernando Trueba, Mystic River de Clint Eastwood, NY, I Love You, The Ghost Writer de Roman Polanski y Wall Street 2: El dinero nunca duerme de Oliver Stone.
En teatro intervino en montajes tan destacables como el estreno de La rosa tatuada de Tennessee Williams, en Broadway en 1951 o El precio (1992), de Arthur Miller.
En 2010 se le concedió el Óscar honorífico.


                                                                Maximiliano Reimondi
Juan Manuel Fangio



Juan Manuel Fangio (Balcarce, 24 de junio de 1911 – Buenos Aires, 17 de julio de 1995)
Es considerado uno de los mejores pilotos del automovilismo mundial de todos los tiempos, en particular por ser quíntuple campeón de Fórmula 1.
Desde su niñez abandonó sus estudios para dedicarse a la mecánica automovilística y participar de competiciones no oficiales. En 1938 debutó en Turismo Carretera y compitió a bordo de un Ford V8. En 1940 pasó a competir con Chevrolet, con el cual obtuvo el Gran Premio Internacional del Norte y se consagró como Campeón Argentino de Turismo Carretera, título que repitió al año siguiente. Luego compitió en las categorías de Fuerza Libre (antecesoras de la Fórmula 1 Mecánica Argentina) donde ganó en cuatro ocasiones, desde 1947 a 1949 con un Volpi-Chevrolet y en 1950 con un Talbot.
En 1947, con la colaboración del gobierno argentino, comenzó a participar en los Grandes Premios del continente europeo. Desde 1947 a 1958, compitió en Grandes Premios de manera oficial para las marcas Mercedes-Benz, Maserati, Alfa Romeo y Ferrari. Obtuvo cinco títulos mundiales de Fórmula 1 durante las temporadas de 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957, y resultó subcampeón en 1950 y 1953. Se retiró en 1958 luego de sufrir un secuestro en Cuba.
Fangio obtuvo 24 victorias, 35 podios, 29 pole positions y 23 vueltas rápidas en 59 Grandes Premios. Mantuvo durante un extenso período el récord de más títulos en Fórmula 1 hasta que fue desplazado por Michael Schumacher en 2003. Sin embargo, se mantiene como el piloto de mejor promedio de victorias, el único piloto que ganó campeonatos de Fórmula 1 con cuatro escuderías distintas y el piloto campeón más longevo de la historia (46 años y 41 días).
Tras su retiro fue designado presidente honorario de Mercedes-Benz en Argentina desde 1987 e inauguró un museo en su ciudad natal. En 2011, en el centenario de su nacimiento, fue recordado en todo el mundo y se realizaron variadas actividades con motivo de su natalicio.


                                                                        Maximiliano Reimondi
Rodrigo Bueno



Rodrigo Alejandro Bueno (Córdoba, 24 de mayo de 1973 – Berazategui, Buenos Aires, 24 de junio de 2000)
El estilo de Bueno estuvo marcado por su carisma y energía sobre el escenario. Su vestimenta junto con sus extravagantes cortes y teñidos de pelo lo diferenciaron de otros cantantes de cuarteto. Durante su carrera, Rodrigo expandió su estilo musical por toda la Argentina consagrándose como uno de los máximos exponentes de su género
Hijo de Eduardo Alberto Bueno, productor musical, y Beatriz Olave, compositora y trabajadora de una empresa editorial, Rodrigo se crió dentro de la escena musical del cuarteto en Córdoba. Apareció por primera vez, a los dos años, en un programa musical conducido por La Mona Jiménez, amigo de la familia y referente del cuarteto en la Argentina. Con la ayuda de su padre, "El Potro" grabó un disco de canciones infantiles a los cinco años de edad titulado Disco Baby. Durante su pre adolescencia Bueno colaboró con la banda "Chébere" en algunas presentaciones en vivo. Dejó la escuela a la edad de doce años y audicionó con éxito para la banda de Manto Negro. Después de cinco años sin éxito en Córdoba, el padre de Bueno decidió tratar de iniciar la carrera de su hijo como solista en Buenos Aires, Argentina. En 1990 Bueno lanzó su primer disco, La Foto de tu Cuerpo, con PolyGram Records. Bueno presentó su siguiente álbum, Aprendiendo a Vivir, con una actuación en vivo en la discoteca Fantástico Bailable. Dicha actuación llevó a su primer reconocimiento en la escena de la música tropical.
En 1995 firmó un contrato con Sony Music para el lanzamiento de su álbum Sabroso, y al año siguiente firmó con el sello discográfico Magenta Discos, compañía que le concedió el uno por ciento de sus ventas de discos y que produjo sus discos hasta su muerte. Descartó la salsa y el merengue de su repertorio, grabando e interpretando exclusivamente cuarteto. Su primer lanzamiento con el sello, Lo Mejor del Amor, se convirtió instantáneamente en un éxito en la radio, lo que le valió la fama nacional y un premio ACE al Mejor Artista Musical. El éxito continuó con La Leyenda Continúa (oro certificado por CAPIF) y Cuarteteando. Su liberación de 1999 A 2000 se convirtió en el tema de una serie de conciertos que comenzaron en el Teatro Astral, y celebró al año siguiente en el Luna Park donde presentó el disco Cuarteto Característico Rodrigo A 2000 (último en vida), estadio donde realizó trece conciertos. El espectáculo agotó el estadio trece veces, mientras que el álbum A 2000 fue certificado cuádruple platino.
El calendario de Bueno incluía, en su momento, veinticinco-treinta espectáculos semanales. Debido a sus exigentes giras, Bueno comenzó a consumir cerveza en exceso, hecho que comenzó a interferir en su realización. Su nivel de estrés se incrementó al recibir varias amenazas de muerte. Después de un concierto en la discoteca Escándalo en La Plata, Bueno regresaba a la ciudad de Buenos Aires en la noche del 24 de junio de 2000. Después de que su camino fue bloqueado por otro conductor que le había pasado en la autopista, Bueno intentó perseguir al vehículo para adelantarlo otra vez. En el proceso, perdió el control de su camioneta y se estrelló contra una barrera. Fue expulsado de la camioneta y murió al instante.5 Su muerte causó una conmoción inmediata en los medios argentinos, con especulación sobre una posible conspiración de asesinato. Después de un breve juicio, el conductor del otro vehículo fue declarado inocente, el juez consideró que Bueno había sido el responsable por conducir imprudentemente.


                                                                             Maximiliano Reimondi
Arturo Umberto Illia



Arturo Umberto Illia (Pergamino, Provincia de Buenos Aires, 4 de agosto de 1900 - Córdoba, Provincia de Córdoba, 18 de enero de 1983)
Nació en Pergamino, 220 km al norte de la ciudad de Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires. Su padre, Martín Illia (1861-1948), era oriundo de Samolaco, Val Chiavenna, provincia de Sondrio, Lombardía y su madre, Emma Francesconi, de Gratacasolo, provincia de Brescia, Lombardía, Italia.
Cursó la escuela primaria hasta cuarto grado en la Escuela Provincial Nº 18 y quinto y sexto grados en la Escuela Normal Mixta de esa ciudad. Los estudios secundarios los realizó en Buenos Aires, en el Colegio Pío IX, Párroco San Carlos, como pupilo.
En el año 1918 comenzó sus estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Ese mismo año estalló en Córdoba el movimiento estudiantil conocido como Reforma Universitaria, que sentó los principios de la universidad gratuita, libre y cogobernada y modificó profundamente la concepción y administración de la educación superior en la Argentina y en gran parte de América Latina. Como parte de sus estudios de Medicina, en 1923 ingresó como practicante al Hospital San Juan de Dios de la ciudad de La Plata, graduándose en el año 1927.
En 1928 tuvo una entrevista (la única en toda su vida) con el entonces Presidente de la Nación, Dr. Hipólito Yrigoyen, a quien le ofreció sus servicios como médico. Yrigoyen le propuso trabajar como médico ferroviario en distintas localidades y Arturo Illia decidió radicarse en Cruz del Eje, Córdoba. Desempeñó su actividad de médico en esa localidad desde 1929 hasta 1963, interrumpidos por los tres años (1940-1943) en que fue vicegobernador de Córdoba. Lo llamaban el Apóstol de los Pobres, por su dedicación a los enfermos sin recursos, viajando a caballo, en sulky, o a pie, para llevar medicamentos que él mismo compraba.
El 15 de febrero de 1939 contrajo matrimonio con la cordobesa Silvia Elvira Martorell (1915-1966), hija de Arturo Martorell y Mercedes Kaswalder, y con quien tuvo tres hijos: Emma Silvia Illia (en 1940), Martín Arturo Illia (también en 1940) y Leandro Hipólito Illia (en 1946).

Su actividad política

Arturo U. Illia se afilió a la Unión Cívica Radical al llegar a la mayoría de edad, en el año 1918, fuertemente influido por la activa militancia radical de su padre y de su hermano Italo. Ese mismo año comenzó sus estudios universitarios en medio de la movilización juvenil que acompañaba la Reforma Universitaria.
A partir de 1929, año en que se radicó en Cruz del Eje, inicia una intensa actividad política que alterna con su actividad profesional.

En 1935 fue electo Senador Provincial por el Departamento Cruz del Eje en las elecciones celebradas el 17 de noviembre. En el Senado Provincial participó activamente en la aprobación a la Ley de Reforma Agraria, que fuera aprobada por la Legislatura de Córdoba pero rechazada en el Congreso de la Nación. Presidió la Comisión de Presupuesto y Hacienda e impulsó la construcción de las represas de Nuevo San Roque, La Viña, Cruz del Eje y Los Alazanes.
En las elecciones del 10 de marzo de 1940 es electo Vicegobernador de Córdoba, acompañando al Gobernador Santiago del Castillo, cargo que asume el 17 de mayo de 1940, hasta que la Provincia es intervenida el 19 de junio de 1943.
El 20 de abril de 1948 asume como Diputado de la Nación, cargo que desempeña hasta el 30 de abril de 1952. Formó parte de las Comisiones de Obras Públicas e Higiene y Asistencia Medicinal.
Luego de la muerte de Amadeo Sabattini, fue reconocido como representante indiscutido del sabattinismo, o Línea Córdoba.

Su llegada a la Presidencia de la Nación

Luego del golpe de estado del 16 de septiembre de 1955 que derrocó al Presidente Juan Domingo Perón se reinició un largo período de inestabilidad política en la Argentina. Los militares proscribieron al peronismo y sus simpatizantes recurrían una y otra vez al voto en blanco para expresar su rechazo a las elecciones convocadas sin su participación.
Por otra parte la Unión Cívica Radical se dividió en dos, según la postura que cada sector asumía frente al peronismo, rechazando (radicales intransigentes) o aceptando (radicales del pueblo) su proscripción. En 1961, el Presidente Arturo Frondizi (radical intransigente) legalizó al peronismo, que triunfó ampliamente en las elecciones a gobernador del 18 de marzo de 1962. Once días después el Presidente Frondizi fue derrocado y detenido por el golpe del 29 de marzo de 1962, que resultó en la toma del poder por parte de José María Guido, quien anuló las elecciones, volvió a proscribir al peronismo, disolvió el Congreso y convocó a nuevas elecciones limitadas y controladas por los militares. Illia había resultado electo gobernador de Córdoba en esas elecciones, pero no llegó a asumir debido al golpe.
En ese momento, con el peronismo proscripto y el ex presidente Frondizi detenido ilegalmente, se realizaron las elecciones del 7 de julio de 1963 en las que resultó electo Arturo Umberto Illia con muy bajo respaldo electoral. En el Colegio Electoral, la fórmula encabezada por Arturo Illia obtuvo 270 votos sobre 476 electores el día 31 de julio de 1963.

Su gestión de gobierno

Arturo Illia asumió el 12 de octubre de 1963. Su primer acto de gobierno consistió en eliminar las restricciones que pesaban sobre el peronismo. Desde la Revolución Libertadora las manifestaciones de ese partido estaban prohibidas por el Decreto 4161/56, sin embargo cinco días luego de que Illia asumiera el gobierno se realizó un acto conmemorativo por el 17 de octubre en Plaza Miserere sin limitación alguna. De la misma manera se levantaron las restricciones electorales, habilitando la participación del peronismo en los comicios legislativos del año 1965. También se levantó la prohibición que pesaba sobre el Partido Comunista y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.

La política petrolera

Arturo Frondizi había iniciado en su gobierno una política de explotación petrolera basada en la locación de obras de los yacimientos a empresas privadas reservando a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) la actividad de exploración y la compra de la producción a las empresas concesionarias. A las objeciones de carácter económico y comercial (como el traslado del riesgo empresario a YPF que debía realizar la inversión en nuevas exploraciones, o el aumento de los precios de los combustibles), la plataforma electoral de Illia denunciaba la política por ser consideradas concesiones y no locaciones. Además por considerarla contraria a los intereses nacionales se comprometió a anular los contratos de concesión.
El 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban dichos contratos por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación". Esto lejos de beneficiar al gobierno lo dejaría con mala fama internacional y sumaría nuevas fuerzas, esta vez internacionales y muy poderosas, a la coalición que lo derrocaría.

Ley del salario mínimo, vital y móvil

El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
Entre los objetivos del proyecto figuraban la necesidad de "evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra", "asegurar un ingreso mínimo adecuado" y "mejorar los salarios de los trabajadores más pobres".
Con los mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.

La Ley de medicamentos

La Ley 16.463, también llamada Ley Oñativia en homenaje al Ministro de Salud Arturo Oñativia, sancionada el 23 de julio de 1964 y promulgada el 8 de agosto de 1964,9 fue aprobada por todos los bloques, excepto UDELPA y la Federación de Partidos del Centro. Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de publicidad, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La reglamentación de la Ley mediante el Decreto 3042/65 fijaba además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
Esta ley surge, a partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Illia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción.
Partidarios, opositores y observadores imparciales coincidieron en que esta política tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminara con el derrocamiento del presidente a manos de un golpe militar.

La Ley de Hacienda

La ley 15.437, pensada junto al entonces ministro de hacienda Jonatan O. Huesca, establecia que los productores de hacienda, ya sea de ganado ovino, bovino, vacuno o porcino tenían la oportunidad de solicitar un préstamo al gobierno para incentivar las inversiones en su producción, así, la ganadería comenzó a surgir de entre las cenizas.




La educación

Durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964, del 17%, en el año 1965, del 23%.
El 5 de noviembre de 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el Programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.
Entre 1963 y 1966 se graduaron de la UBA 40.000 alumnos, cifra más alta en toda la historia de la casa de estudios.

Política económica

En materia económica, el gobierno de Arturo Illia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización. Se creó la Sindicatura de Empresas del Estado, para un control más eficaz de las empresas públicas.
La evolución del Producto Bruto Interno durante ese período fue del -2,4% para el año 1963, del 10,3% para el año 1964 y del 9,1% para el año 1965. La evolución del Producto Bruto Industrial fue del -4,1% para el año 1963, del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones.
El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.

El derrocamiento, sus causas

El gobierno del Presidente Arturo Illia debió convivir con su propia debilidad derivada del hecho de haber sido elegido en elecciones no libres, a causa de la proscripción del peronismo, muchos de los cuales votaron entonces en blanco, obteniendo la segunda minoría. La falta de reconocimiento de legitimidad al gobierno de Illia por parte de los ciudadanos peronistas, se vio agravada por un plan de lucha del movimiento obrero, afectado por la decisión del gobierno de sancionar una legislación sindical sin consultar a los sindicatos.
En el año 1965 el gobierno convocó a elecciones legislativas eliminando todas las restricciones que pesaban sobre el peronismo en la etapa previa. El peronismo presentó sus propias listas de candidatos y triunfó ampliamente en las elecciones con 3.278.434 votos contra 2.734.970 de la Unión Cívica Radical del Pueblo. El triunfo del peronismo agitó la situación interna de las Fuerzas Armadas.

Empresas nacionales opositoras

La Sociedad Rural y la Unión Industrial se habían unido en un asociación anti estatal llamada ACIEL (Acción Coordinada de las Institutos Empresarias Libres). Ambas atacaron persistentemente el déficit del Estado, la inclinación del gobierno por los controles de precios y de cambio, su proteccionismo a las empresas públicas como YPF y la decisión de mantener congelados los arrendamientos agrícolas impuestos bajo el gobierno de Ramírez en 1943.
La corporación de prensa nacional y extranjera colaboró en la campaña de desprestigio que se inició contra el presidente y los miembros de su gabinete acusados de lentitud e inactividad. Diarios como El Mundo y Crónica publicaban caricaturas en las que se veía a Illia representado como una tortuga. La CGT llevó a cabo el "operativo tortuga" que consistió en sembrar el centro de Bs. As., con esos animalitos que llevaban pintadas en su caparazón las palabras "Illia o gobierno".
La campaña de desprestigio contra el Presidente Illia y la democracia, se realizó de manera sistemática, utilizando ciertos periodistas y medios de prensa, como Mariano Grondona en Primera Plana (autor luego de los primeros comunicados militares golpistas), Bernardo Neustadt en la Revista Todo y finalmente, las de Mariano Montemayor. Para ello se recurrió a la imagen de "la tortuga", para caracterizar la gestión del Presidente como timorata y falta de energía. Simultáneamente se resaltaba la personalidad de los militares, especialmente del General Juan Carlos Onganía, contraponiéndolo con la imagen de los políticos, alentándolos a intervenir como "salvaguarda de la Patria".

Oposición internacional y guerra sucia

Finalmente para entonces, Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, ya comenzaba a promover abiertamente el Terrorismo de Estado y la instalación de dictaduras militares permanentes en América Latina, impulsadas desde la Escuela de las Américas instalada en Panamá, dentro de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional. Como primer paso de ese camino, las Fuerzas Armadas habían instalado en 1964 un gobierno militar permanente en Brasil al derrocar al Presidente João Goulart (Jango).
La planificación del golpe que luego llevaría al poder al Teniente General Juan Carlos Onganía corre por cuenta del Comandante del Primer Cuerpo del Ejército, el por entonces General de División Julio Rodolfo Alsogaray, con la anuencia del por entonces Comandante en Jefe del Ejército Argentino, Teniente General Pascual Pistarini y la adhesión del titular de de la Armada Argentina, Almirante Benigno Varela y el de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier General Adolfo Álvarez.
La idea del golpe no solo era reclamada por sectores de la prensa conservadora y del poder económico, sino que también era apoyado por algunos partidos políticos como la Unión Cívica Radical Intransigente liderada por Oscar Alende y el Movimiento de Integración y Desarrollo liderado por el derrocado ex-presidente Arturo Frondizi, y también por algunos sectores del movimiento sindical.

La ambición militar

Los rumores de posibles golpes de estado acosaron al gobierno radical durante toda su gestión. Un factor que alimentaba esto eran las simpatías del vicepresidente Perette por los militares colorados no hacía más que complicar la situación, ya que el ascenso de J.C. Onganía a teniente general daba un resonante triunfo a los azules y desalentaba las intenciones de reincorporación de los colorados retirados.
El descontento militar se combinó con una fuerte campaña de desprestigio, impulsada por sectores económicos conservadores que criticaban duramente ciertas políticas del gobierno radical, como la Ley de Medicamentos (Ley Oñativia), la política petrolera y cierta autonomía de los Estados Unidos en la política internacional.
En síntesis los militares tuvieron la tarea de ejecución de una compleja coalición derechista conformada por un grupo de poder, que en su interior contenía núcleos de carácter político - económico, agrupándose varios actores. En lo político partidos políticos hacían oposición desmesurada; la enemistad con EE. UU., por discrepancias ideológicas y resentimientos en la política petrolera exasperaban a los castrenses. En lo económico se hallaban empresas nacionales (prensa, medicamentos, etc) y multinacionales petroleras afectadas por la anulación de los contratos millonarios.

El golpe

El 28 de junio de 1966, en una fría mañana de invierno se produjo el golpe militar en medio de la indiferencia de la ciudadanía.
El General de División Julio Rodolfo Alsogaray, el Jefe de la Casa Militar Brigadier Rodolfo Pío Otero, el coronel Luis Perlinger y un grupo de oficiales se presentaron en el despacho presidencial para solicitarle a Illia el retiro de la Casa de Gobierno, asegurándole en todo momento su integridad física. Éste se negó rotundamente y luego de una fuerte discusión donde manifestó "El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas soy yo" los militares tuvieron que abandonar el despacho. Ante la fuerte negativa los efectivos policiales ingresaron con pistolas lanzagases, mientras que las tropas rodearon por completo la Casa Rosada. Perlinger volvió a solicitar al presidente que se retire, caso contrario no podía garantizar la seguridad de las personas que lo acompañaban. Ante esta situación Illia optó por dejar el lugar.
Rodeado por sus colaboradores bajó por la escalera hasta la planta baja, cruzó por la entrada y se dirigió a la calle, y como no disponía de vehículo porque lo vendió durante su presidencia abandonó el lugar en un taxi que lo llevó a la casa de su hermano en Martínez.
Al día siguiente asumió Onganía, autodenominando al golpe «Revolución Argentina».

Su actividad posterior a la presidencia

Sus adeptos consideran a Illia un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible. Tuvo una sola casa, sencilla y humilde, que fue el único bien inmueble con que se retiró como Presidente de la Nación, le fue donada por suscripción pública, con ayuda y por voluntad de los vecinos de Cruz del Eje, además de ser el único presidente de Argentina que no aceptó la jubilación.
Sus restos descansan en el Panteón a los caídos en la Revolución de 1890 (conocido popularmente como Panteón Radical), del Cementerio de la Recoleta. En ese mausoleo, además de Illia, descansan Leandro N. Alem, Hipólito Yrigoyen y Elpidio González, entre otros dirigentes de la Unión Cívica Radical.


                                                           Maximiliano Reimondi
George Michael



Georgios Kyriacos Panaiotou (East Finchley, Londres, Inglaterra, 25 de junio de 1963), conocido artísticamente como George Michael.
Es conocido además por su polémica imagen pública: sex symbol rodeado de escándalos relacionados con sexo y drogas, quien saltó a la fama en la década de 1980, cuando formó el dúo pop Wham! junto con su amigo de la escuela Andrew Ridgeley. Su primer sencillo en solitario, "Careless Whisper" fue lanzado cuando aún estaba en el dúo y vendió cerca de seis millones de copias en todo el mundo.
Como solista, ha vendido más de 100 millones de discos en todo el mundo a partir de 2010, abarcando 7 sencillos y 7 álbumes en Reino Unido, 8 sencillos y 1 álbum en los Estados Unidos. Su álbum debut como solista de 1987, Faith ha vendido más de 20 millones de copias en todo el mundo y realizó varias grabaciones y los logros en los Estados Unidos. En 2004, Radio Academy nombró a Michael como el artista más tocado en la radio británica entre el período de 1984-2004.
El documental A Different Story, fue lanzado en 2005, y cubría su vida personal y carrera profesional. En 2006, George Michael anunció su primera gira en 15 años. La gira 25 Live fue una masiva empresa mundial por parte de Michael que se extendió por tres giras individuales a lo largo de tres años (2006, 2007 y 2008).


                                                     Maximiliano Reimondi
 SALVADOR ALLENDE



Salvador Guillermo Allende Gossens (Santiago, 26 de junio de 1908-ibídem, 11 de septiembre de 1973)

Familia y juventud

El origen de los Allende es vasco. Sus antepasados llegaron a Chile durante el siglo XVII y empiezan a destacar entre las familias aristocráticas a partir de la primera mitad del siglo XIX. El más sobresaliente de la familia fue su abuelo Ramón Allende Padín, El Rojo, radical y gran maestro de la masonería.
Su hijo Salvador Allende Castro fue también radical y masón. Trabajó como funcionario público y como notario del puerto de Valparaíso. Se hizo conocido por su ingenio, dotes poéticas (al igual que su padre) y su fanatismo por la chilenización de Tacna y Arica. Contrajo matrimonio con Laura Gossens Uribe, mujer de gran belleza y mucha religiosidad, hija de un inmigrante belga y una dama de la ciudad de Concepción.
Los hermanos Allende Gossens fueron seis: Alfredo, Inés, Salvador y Laura y, por la muerte de los dos últimos, hubo dos nuevos: Salvador y Laura.
La familia de Allende era de clase acomodada, su padre viajó y trasladó a su familia a lo largo del país a causa de diferentes cargos que tenía que asumir en la administración pública. Por este motivo, los primeros 8 años de vida de Allende se desarrollaron en Tacna, a la sazón en posesión de Chile, llegando a la ciudad apenas cumplidos unos meses.
Salvador Allende Castro asumió como procurador de la Corte de Apelaciones y secretario de la Intendencia provincial, instalándose con su familia en la propiedad arrendada en la calle San Martín 238.
Allende inició sus estudios en la sección preparatoria del Liceo de Tacna, dirigido por el profesor Julio Angulo. Se mostraba como un niño travieso y energético según cuenta Zoila Rosa Ovalle, la mamá Rosa, la nana que cuidó a Allende en la niñez y adolescencia y que alcanzó a verlo convertido en presidente. Ella lo apodaría Chichito, pues el pequeño Allende no podía pronunciar su diminutivo correspondiente, Salvadorcito. De allí el origen del apodo Chicho Allende.
Tras 8 años en Tacna, la familia se trasladó por un pequeño período a Iquique, en 1916. En 1918 estudia brevemente en el Instituto Nacional durante su corta estadía en Santiago. Valdivia sería el próximo destino, donde el padre se instaló como abogado del Consejo de Defensa Fiscal en 1919. Siguió sus estudios en el Liceo de Valdivia, ganando los apodos de pije y pollo fino por su alta posición social y su preocupada vestimenta en comparación con sus condiscípulos.
El regreso a Valparaíso se produjo en 1921, cuando su padre fue nombrado relator de la Corte de Apelaciones de dicha ciudad, cargo al que renunció para asumir como notario público del puerto. Ahí, Allende, mientras continuaba sus estudios en el Liceo Eduardo de la Barra, conoció a Juan Demarchi, viejo zapatero anarquista que, según el mismo Allende, tendría una influencia fundamental. Le infundió, durante largas conversaciones en las que también jugaban ajedrez, muchas de las futuras banderas de lucha social que legaría el futuro presidente de Chile. Algunos creen, sin embargo, que esta relación está demasiado embellecida y que la influencia del zapatero habría sido menor.
Finalizó sus estudios secundarios en 1924 y decidió hacer el servicio militar, que realizó por un año en el Regimiento de Lanceros de Tacna.
Ingresó a la Universidad de Chile a estudiar medicina a pesar de que tenía dudas entre seguir esta carrera o Derecho. Vivió con su tía paterna, Anita, para después llevar una vida de inestabilidad residencial, yendo de pensión en pensión para poder sobrevivir. A pesar de esta relativa precariedad, siguió siendo el pije. Obtuvo de promedio general, al finalizar sus estudios, una nota cinco. Su tesis para optar al título de médico de 1933 fue Higiene mental y delincuencia.

Vida política

Para 1929, se había iniciado en la política entrando al grupo Avance: llegó a ser vicepresidente de la FECh en 1930, pero, debido a su oposición a ciertas posiciones del grupo durante los meses previos a la caída de la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo, fue expulsado de él. A pesar de eso, siguió actuando como líder estudiantil, lo que le valió su detención. Mientras se encontraba encerrado, se enteró de que su padre agonizaba debido a un caso avanzado de diabetes. Le permitieron salir y alcanzó a verlo en sus últimos instantes.
Tras estos dramáticos hechos de su vida, Allende se abocó a terminar su memoria Higiene mental y delincuencia y a conseguir trabajo estable, pero tuvo que experimentar un largo tiempo pasando de hospital en hospital hasta convertirse en ayudante de anatomía patológica del Hospital Carlos Van Buren.
En 1933, participó en la fundación del Partido Socialista de Chile (PS), organizando la sede de Valparaíso y manteniéndose en este partido durante toda su vida. Dos años después, se uniría a la masonería. Director de la Asociación Médica en esa ciudad y miembro de su directorio nacional, se convirtió, en 1935, en editor del Boletín Médico de Chile y organizador de la Revista de Medicina Social de ese puerto.
Se comprometió fuertemente con el proyecto del Frente Popular —al que los socialistas se integraron tras un Congreso general realizado en 1936—, y pronto se convirtió en presidente de esta organización en Valparaíso. Dentro del PS, fue jefe de núcleo (1933), secretario seccional (1934) y secretario del comité regional de Valparaíso (1937-39).
Su partido lo proclamó candidato a diputado por la 6ª agrupación departamental de Quillota y Valparaíso y resultó electo junto a otros dos socialistas. Inició su vida parlamentaria con la petición al presidente de la Cámara de que los 17 diputados socialistas prometieran y no juraran, lo que fue aceptado21 y participó principalmente en la realización de diferentes proyectos de leyes relativas a problemas sociales.
Durante la campaña presidencial de Pedro Aguirre Cerda, Allende dirigió la campaña en Valparaíso. Dejó su escaño para unirse al nuevo gobierno de Aguirre Cerda como ministro de Salubridad, desde agosto de 1939. Ese mismo año publicó La realidad médico-social chilena, obra sobre la salud pública con énfasis en la medicina social, en la que se señalaba claramente que el principal condicionante del nivel de salud de una población es su nivel socioeconómico. Al iniciar su vida ministerial, en 1940, contrajo matrimonio con Hortensia Bussi Soto, a quien había conocido en Santiago la noche del 24 de enero de 1939 —cuando ocurrió el terremoto de Chillán— y con quien ya vivía.
Entre los logros en su época de ministro, según su informe al Congreso en 1940, se cuentan la producción y distribución de medicamentos contra enfermedades venéreas, reducciones de las muertes por tifus, presupuesto de dos millones de pesos para centros de higiene públicas, expansión del servicio dental en las escuelas y entrega de alimentos para los estudiantes. Unos meses después de que el Partido Socialista dejara el Frente Popular, Allende asumió como vicepresidente de la Caja de Seguro Obrero Obligatorio.
En 1943, se convirtió en secretario general del Partido Socialista, cargo que ocupó hasta junio de 1944. Al año siguiente fue elegido senador por Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aisén y Magallanes y en 1953, por Tarapacá y Antofagasta. Sus enemigos dentro del Partido Socialista intentaron alejarlo de la vida política, para lo cual, en las elecciones de 1961 lo enviaron a la circunscripción de Aconcagua y Valparaíso, donde era difícil que ganara, porque los votos de la izquierda los controlaba Jaime Barros, comunista y médico de los pobres, que ocupaba el escaño. Allende triunfó sobrepasando a su compañero y le dio suficientes votos para que ambos salieran electos. Lo mandaron después, en los comicios de 1969, a otro matadero electoral: Chiloé, Aisén y Magallanes, donde nadie le atribuyó ninguna oportunidad, pero resultó fácilmente elegido.
Era el símbolo nacional del socialismo moderado, llegando a ejercer desde 1966 como presidente del Senado, de una forma tan ecuánime que, cuando la abandonó, le rindió un homenaje el diario El Mercurio, de tendencia conservadora.
Postuló por primera vez a la Presidencia de Chile en 1952, consiguiendo un magro 5,44%, lo que se debió en parte a la escisión de un sector del socialismo que apoyó a Carlos Ibáñez y a la proscripción del comunismo.
El 6 de agosto de 1952, protagonizó el último duelo de honor registrado en la historia de este país, el desafiante fue el senador Raúl Rettig, quien impugnó los dichos del doctor Allende en el senado. El duelo fue a pistola y ambos erraron sus disparos aunque se dispararon a matar y volvieron a ser amigos.
En 1958, se presentó nuevamente como candidato de la alianza socialista-comunista
FRAP (Frente de Acción Popular), consiguiendo el 28,91% de los votos. Esta vez se atribuyó la derrota de Allende a la participación de un candidato populista, Antonio Zamorano, que le habría quitado votos de sectores populares.
Se postuló a la Presidencia por tercera vez en el año 1964, nuevamente representando al FRAP. La elección devino en una competencia entre Allende y Eduardo Frei Montalva. Por temor a que triunfara Allende, el electorado de derecha se volcó hacia Frei en lugar de al radical Julio Durán, que era su candidato inicial. Enfrentado a dos de los tres tercios de la política chilena, Allende fue derrotado por tercera vez con un 38,92% de los votos contra el 55,6% de Frei.

La elección presidencial de 1970

No fue fácil para Allende conseguir la postulación como candidato de la Unidad Popular (integrada por el los partidos Socialista, Comunista, Radical, MAPU y Acción Popular Independiente). Pesaban sobre él sus tres derrotas y muchos dentro del PS no creían en su vía chilena al socialismo. Pero logró imponerse por sobre los demás precandidatos, principalmente por su importante arrastre de votos y por el decisivo apoyo del Partido Comunista (mayor que el del propio partido de Allende).
La campaña presidencial de 1970 fue dura, pero sin violencia. Las primeras encuestas daban por ganador, con mayoría absoluta, a Jorge Alessandri, candidato de la derecha. Pero su campaña se fue deteriorando, principalmente por su avanzada edad. Se le acusó de senil y de sufrir la enfermedad de Parkinson y su propio comando decidió no hacer concentraciones masivas, con la excepción del cierre de campaña, para no mostrar la edad del candidato.
Seguros de la victoria de Alessandri, sus partidarios se irritaron de sobremanera cuando, en una entrevista de El Mercurio, se le preguntó al general en jefe del ejército, René Schneider, por la actitud de los militares si ninguno de los dos candidatos obtenía mayoría absoluta. Schneider señaló que debía responder el Congreso Pleno, según lo establecido en la Constitución, y que el Ejército se apegaría totalmente a los postulados de la carta fundamental (esta sería la base de la doctrina Schneider). Los alessandristas se irritaron porque la tradición era elegir presidente a quien sacase la primera mayoría relativa.
El candidato del Partido Demócrata Cristiano, Radomiro Tomic, tenía un pensamiento orientado hacia la izquierda, lo que, en 1964, le enajenó los votantes de centro derecha que habían dado la victoria a Frei.
Estados Unidos, en tanto, no le dio apoyo decidido a ningún candidato contrario a Allende, principalmente porque sus propias encuestas mostraban a Alessandri como triunfador. Aunque derivaron algunos fondos a Alessandri, por medio de la compañía ITT (International Telephone & Telegraph) (alrededor de 350.000 dólares), tal financiamiento no se compara con el que se le dio durante la campaña de Frei, cuando además existió asistencia electoral.
La CIA afirmó que la campaña de Allende recibió $350.000 de Cuba, en tanto que esta gastó de $800.000 a $1.000.000 para manipular el resultado de las elecciones. De acuerdo a publicaciones recientes, Allende realizó un pedido personal de dinero a la Unión Soviética a través de su contacto personal, el oficial del KGB Sviatoslav Kuznetsov, quien urgentemente viajó a Chile desde México para ayudar a Allende. Según estas publicaciones, la partida original de dinero para las elecciones a través del KGB fue de $400.000 y un subsidio personal adicional de $50.000 directo para Allende. Después de las elecciones, el director del KGB, Yuri Andrópov, obtuvo un permiso de dinero adicional y otros recursos del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética para asegurar la victoria de Allende en el Congreso. En su pedido el 24 de octubre, declaró que el KGB "llevará adelante medidas destinadas a promover la consolidación de la victoria de Allende y su elección al puesto de presidente del país".
El 4 de septiembre, se celebró la elección presidencial en un clima de orden y tranquilidad y, pasada la medianoche, se supo el resultado de los comicios: Allende: 36,6%, Alessandri: 34,9%, Tomic: 27,8%.35 La confianza de los alessandristas se convirtió en miedo a un gobierno socialista, mientras los allendistas e incluso varios democratacristianos salían a la calle a expresar su alegría.
En Washington, Richard Nixon ordenó evitar que Allende asumiera la presidencia. La CIA organizó dos planes para detener la elección de Allende en el Congreso Pleno (el Congreso debía elegir entre las dos más altas mayorías el día 24 de octubre), los que serían conocidos como el Track One y el Track Two:
El Track One consistía en que el Congreso eligiese a Alessandri: éste renunciaría y se llamaría a nuevas elecciones en que la derecha apoyaría a Eduardo Frei. El plan es conocido también como gambito Frei. El plan, sin embargo, no funcionó. La DC y la UP llegaron a un entendimiento tras el triunfo de esta y se reveló la existencia de un pacto secreto entre los dos candidatos (Tomic y Allende) en el que cada uno reconocía la victoria del otro si la diferencia era mayor a los 5.000 votos y, la de Alessandri solo si este los superaba a ambos por más de 100.000 votos. Finalmente, la Democracia Cristiana exigió para su apoyo en el Congreso un estatuto de garantías constitucionales que asegurarían que Allende no se saldría de la ley fundamental. El Track One fracasó, quedando entonces el Track Two.
El Track Two  consistía en crear un clima de inestabilidad política, para que las Fuerzas Armadas intervinieran y anularan la elección. Se encargó su ejecución al general Roberto Viaux, cuyo plan era secuestrar al comandante en jefe del Ejército, general René Schneider, ocultarlo y provocar la situación de inestabilidad. El 22 de octubre se ejecutó el plan, pero, al intentar defenderse, el general fue baleado por sus asaltantes, quienes huyeron al instante. Su chofer lo llevó al Hospital Militar donde falleció dos días después, el 25.
El 24 de octubre, a las 10:39 h, se inició la votación del Congreso Pleno, dirigido por el presidente del Senado, Tomás Pablo Elorza. Sufragaron 195 parlamentarios: Allende obtuvo 153 votos contra 35 de Jorge Alessandri y 7 en blanco. En consecuencia, el Congreso proclamó a Salvador Allende.

Presidencia

El 4 de noviembre, Allende asumió la presidencia en el Congreso Nacional. Después se dirigió a la catedral para asistir al Te Deum ecuménico celebrado por todas las iglesias de Chile.
La cabeza económica del gobierno fue Pedro Vuskovic, que llevaría a cabo el plan de transición del capitalismo al socialismo. El plan de la Unidad Popular para llegar al «socialismo a la chilena» consistía en los siguientes puntos:
Estatización de las áreas «claves» de la economía.
Nacionalización de la Gran Minería del Cobre.
Aceleración de la reforma agraria.
Congelamiento de los precios de las mercancías.
Aumento de los salarios de todos los trabajadores, pagándolos con emisión de billetes.
Modificación (con un clima de euforia económica) de la constitución y creación de una cámara única.
Estas acciones combinaban políticas económicas socialistas (estatizaciones) con otras que se enfocaban a obtener una rápida reactivación económica tras una drástica redistribución de la riqueza. La estatización de las empresas se llevó a cabo con el uso de ciertos resquicios legales (el Decreto Ley Nº 520, de 1932), que databan de la República Socialista. El proceso consistía en que cuando alguna empresa considerada clave de la economía detenía la producción, el Estado la podía intervenir para que volviera a producir. El sistema fue juzgado ilegal por la oposición, pero fue sancionado como legal por la Contraloría General de la República.
También se utilizaba el sistema de compras de acciones a través de la CORFO (Corporación de fomento de la producción) cuando la empresa era una sociedad anónima.
Salvador Allende firma el documento que da inicio a la nacionalización del cobre.
La nacionalización de la minería se llevó a cabo en cambio con el apoyo unánime de todos los sectores políticos, siendo aprobada su Ley (N° 17.450 promulgada el 15 de julio) por unanimidad en el Congreso Nacional.44 A las empresas mineras se les pagaría una indemnización, pero restándole las «utilidades excesivas» que habrían obtenido durante los últimos años, bajo el supuesto de que pagaban bajos impuestos, según de una rentabilidad "razonable" del 10% a partir de 1955. Por este sistema, las empresas Anaconda y Kennecott no recibieron un solo peso, y terminaron debiéndole al estado chileno cifras millonarias. En un discurso durante su visita a Nueva York en 1972 en el marco de una reunión ante las Naciones Unidas, Allende respaldaba la Nacionalización del Cobre argumentando que las empresas mineras norteamericanas Kennecott y Anaconda habían obtenido ganancias cercanas a los 4 mil millones de dólares en las últimas décadas.
Estas acciones del gobierno de Allende motivarían a Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger, a promover un boicot contra el gobierno de Allende mediante la negación de créditos externos y la petición de un embargo al cobre chileno. Dos años después del golpe militar que puso fin al gobierno de Allende, la Junta Militar de Gobierno pagó una indemnización de US$250.000.000 a la empresa Anaconda Copper Mining Company, propiedad de las familias Rockefeller y Rothschild. Para profundizar la reforma agraria, se siguió utilizando la ley de reforma agraria de Eduardo Frei, que tenía varios vacíos legales que la Unidad Popular aprovechó, propiciando la «toma de tierras» por los campesinos, haciendo que la Corporación de la Reforma Agraria (CORA) expropiara los fondos. A finales del año 1971, se llevó a cabo la expropiación de más de dos millones de hectáreas. Estas tomas empezaron a adquirir ribetes más y más violentos por los enfrentamientos entre terratenientes y campesinos. El primer muerto fue Rolando Matus, pequeño agricultor que murió a balazos cuando defendía una propiedad mínima en el sur de Chile contra quienes intentaban ocuparla por la fuerza. La derecha lo convirtió en un mártir, bautizando con su nombre a una de las brigadas de choque.
La congelación de precios y el aumento de sueldos debieron provocar inflación, pero en Chile un 20% de la capacidad productiva estaba ociosa y, antes de subir los precios, los comerciantes aprovecharon esa capacidad, generando crecimiento económico. Además, en el pensamiento de los economistas de la Unidad Popular, las emisiones de dinero tenían un lapso de tiempo durante el cual no producían inflación, al menos momentáneamente. Y funcionó, al menos el primer año, en que se dobló el dinero, la inflación fue baja y el Producto Interno Bruto creció un 8%.
También ayudó a la promoción de la UP que el poeta nacional Pablo Neruda, militante comunista, obtuviera el Premio Nobel de Literatura ese mismo año. Con este clima, la Unidad Popular alcanzó un 49,731% de los votos en las elecciones municipales.
Al finalizar el año 1971, aparecerían los primeros problemas económicos. El déficit presupuestario creció a un ritmo acelerado, del 3,5 % del PGB en 1970 paso a 9,8 en 1971; la política monetaria se descontrola al crecer en un 124% el crédito del sector público; cae el nivel de reservas internacionales de 394 millones de dólares (1970) a 163 (1971), por lo que el gobierno de la Unidad Popular suspende el servicio de la deuda externa; la balanza comercial paso de un superávit de 95 millones al iniciar el gobierno a un déficit de 90 millones, tras la abrupta caída del precio del cobre; a causa del incremento de los salarios reales y los controles de precio, se produjo una contracción de las utilidades corporativas; aparecen las primeras señales de desabastecimiento en el segundo trimestre de 1971, que concluyo con la aparición de un floreciente mercado negro.
A finales de ese año, Fidel Castro visitó Chile por tres semanas. Recorrió todo el país, lo que molestó a los opositores a la Unidad Popular. Es también en esa fecha que se empiezan a ver los primeros síntomas del desabastecimiento, en especial de azúcar. En privado, el líder revolucionario cubano manifestó su escepticismo ante la vía pacífica de Allende.
Miles de mujeres opositoras salieron a las calles a protestar haciendo sonar cacerolas vacías en reclamo por la falta de alimentos, los llamados «cacerolazos».
En el acto de despedida del Estadio Nacional, el comandante cubano, dijo que él y su comitiva "no veníamos a aprender cosas caducas en la historia... ya aprendimos bastante de las libertades burguesas y capitalistas". Agregó: "No estamos completamente seguros que en este singular proceso el pueblo chileno haya estado aprendiendo más rápidamente que los reaccionarios".

Polarización de la sociedad chilena

La Democracia Cristiana, por el programa de Radomiro Tomic, tuvo un acercamiento inicial con la Unidad Popular; pero se alejó a causa del asesinato del ex ministro de Frei, Edmundo Pérez Zujovic, por el grupo VOP (Vanguardia Organizada del Pueblo), de tendencia ultra izquierdista, en junio de 1971.52 A esto se sumó su baja en las elecciones, y los ataques en su contra de la prensa oficialista.
La Democracia Cristiana se acercó entonces al Partido Nacional, de derecha, el cual había sido muy crítico del gobierno de Frei Montalva. Su primera acción conjunta se dio en la elección complementaria de un diputado en Valparaíso, en la que el candidato de la DC (Óscar Marín) ganó con el apoyo del PN. No obstante, la alianza no se consolidó de inmediato, puesto que la DC se negó a apoyar la acusación constitucional del PN contra el ministro de Economía, por el traspaso de empresas privadas al estado de manera, que ellos consideraban, ilegal.
Tras tres intentos fallidos de acusaciones, los partidos de oposición se entendieron para realizar una acusación constitucional contra el ministro del Interior, José Tohá, por su responsabilidad en los hechos de violencia. Acusaciones parecidas había planteado el PN contra los ministros, pero la DC se había negado a seguirlos hasta entonces.
Allende removió a Tohá del Ministerio del Interior, pero lo colocó inmediatamente en la cartera de Defensa, en un acto considerado por la oposición como una provocación hacia el Congreso, aunque legalmente inobjetable. La alianza DC-PN se consolidó con las elecciones complementarias de diputado en Linares y de senador en las Provincias de O’Higgins y Colchagua de enero de 1972. En la primera circunscripción, la DC apoyo al nacional Sergio Diez, mientras que en la senaduría el PN apoyó al democratacristiano Rafael Moreno.
En el aspecto legal, la DC y el PN aprobaron una reforma constitucional (Proyecto Hamilton-Fuentealba) que definió las tres áreas clave de la economía y colocó trabas al plan estatizador de la Unidad Popular, dejando sin efecto las estatizaciones y requisaciones efectuadas con anterioridad al filo de la ley.55 El presidente vetó el proyecto y la insistencia del Senado por aprobarlo creó un conflicto institucional.
En aquel momento se agudiza la violencia política. El MIR intensifica sus acciones, como por ejemplo las tomas de tierras y fábricas, en las cuales el Gobierno se negó a usar la fuerza policial. En la derecha, como respuesta, surgió el grupo ultranacionalista Patria y Libertad, intensificó sus acciones de sabotaje y barricadas. Paralelamente, las manifestaciones a favor o en contra del Gobierno continuaban sucediéndose, llegando a producirse graves enfrentamientos callejeros. Las brigadas de la lucha callejera empezaron a implantar un clima de intolerancia en el país.

La oposición se volvió más fuerte con el apoyo de la prensa opositora, parte de la cual era financiada por la CIA. Los diarios El Mercurio, La Segunda, La Tercera de la Hora, Las Últimas Noticias, La Prensa, La Tarde y Tribuna atacaron sin cesar al Gobierno. La prensa oficialista también participó de este ambiente de enfrentamiento y descalificación. Destacan en la lista La Nación, Las Noticias de Última Hora, El Siglo, El Clarín y Puro Chile.
Los medios opositores y los gremios empresariales levantaron como bandera de su lucha a la Papelera, empresa proveedora y distribuidora de papel. Con su estatización, la oposición temía que el Gobierno podría controlar la prensa opositora y callar sus demandas. Aquí se trataba de un intento de ahogo financiero para estatizarla, pues los trabajadores de la Papelera se negaban a entrar en el área social de la economía como quería el gobierno.

Desequilibrios económicos

La economía había dejado de crecer. El incremento de las remuneraciones del sector público, la expansión de los subsidios a las empresas públicas y el deterioro de la recaudación tributaria, no adaptada a un ambiente inflacionario, generan un creciente déficit público de magnitud impresionante. Todo este gasto se financió mediante emisiones monetarias inorgánicas del Banco Central. El resultado fue un incremento de la cantidad total de dinero circulante del 173% en 1972 al 413% en 1973. La contracción del país llegó a ser de un -1,21% en 1972 y un -5,57 en 1973, la inflación llegó en 1972 a un 225% y en 1973 a un 606%, el más alto en la historia de Chile (ver: estanflación), cayeron los salarios reales un -11,3 en 1972 y un -38,6% en 1973, el déficit llegó al 25% del PGB (Producto General Bruto) y la deuda externa aumentó a 253 millones de dólares.
La fijación oficial de precios trajo consigo la escasez y el «mercado negro», donde se vendían los productos a precios multiplicados. La fijación gubernamental de precios - prohibiendo el sistema de precios libre - y el estancamiento económico causaron la desaparición de productos básicos de consumo en almacenes y supermercados, provocando largas colas de gente para obtener sus mercancías. El Gobierno argumentó que la escasez y el mercado negro era causado por la acción de grupos reaccionarios y “enemigos del pueblo”. Trabajadores y sindicatos también participaron del mercado negro, pues exigían parte de sus remuneraciones en especias, que eran canalizadas hacia el mercado negro.
Para enfrentar el desabastecimiento, el Gobierno creó las JAP (Juntas de Abastecimiento y Precios), que repartiría canastas de mercaderías de acuerdo con las necesidades reales de las familias. Junto con ello se creó, a fines de 1972, la Secretaría Nacional de Distribución, que centralizaría el comercio mayorista. Estos anuncios aumentaron el problema, puesto que las familias se trataron de aprovisionar de todo producto de consumo para enfrentar el futuro racionamiento. Las nuevas instituciones resultaron ineficaces por sí mismas, pues no existía la infraestructura necesaria para aplicar aquel sistema de racionamiento.

El paro de octubre

La grave situación económica y el temor de ser estatizados llevaron a la Agrupación de Dueños de Camiones liderados por León Vilarín, con el apoyo de otros gremios, a realizar un paro nacional en octubre, agravándose aún más los problemas de distribución. El paro contó con el apoyo monetario de la CIA, que conspiraba para hacer caer el gobierno de Allende, entregando también recursos a diarios opositores, principalmente a El Mercurio. La oposición y otros gremios profesionales se plegaron a la movilización, adhiriéndose ingenieros, abogados, odontólogos, médicos, profesores, estudiantes y muchos más, quedando el país virtualmente paralizado.
Los camioneros enviaron sus demandas en lo que se conoció como el pliego de Chile, donde se exigía el fin de las clausuras radiales, la banca única, el ahogamiento de la Papelera y otras peticiones similares.
El paro se detuvo con el ingreso de miembros de las Fuerzas Armadas a los Ministerios: el comandante en jefe del ejército, Carlos Prats, en Interior; el contralmirante Ismael Huerta en Obras Públicas, y el general de Brigada Claudio Sepúlveda en Minería. Este gabinete duró hasta las elecciones parlamentarias de marzo de 1973.

1973, el quiebre de la democracia

En marzo de 1973, se produjeron las elecciones parlamentarias. La oposición, agrupada en la CODE (Confederación de la Democracia), deseaba obtener dos tercios del Congreso. Si lo lograba, podría emitir una acusación constitucional contra Allende y destituirlo de la presidencia, pero la UP logró el 43,5% de los votos y la CODE el 54,6%. Los partidos de la Unidad Popular, al presentarse en una lista única, consiguieron aumentar su representación en tres diputados y un senador.
Allende, buscando una solución a la crisis, intentó un acercamiento con la DC que no fructificó. Acuerdos con la DC no se concretaron debido a la oposición del PS. En cambio su compañero de alianza, el Partido Comunista, trabajó por el entendimiento. El PS, junto a Carlos Altamirano, comenzó a crear graves problemas a Allende con sus acciones y discursos encendidos.
Otro intento de acercamiento fue propuesto por el cardenal Raúl Silva Henríquez, propiciando un diálogo entre Allende y el presidente de la DC, Patricio Aylwin, para buscar un acuerdo que pudiera hacer superar esta situación. Pero el diálogo no prosperó. Según el Cardenal, el fracaso en la búsqueda de consenso se debió a la intransigencia de la UP, y a la oposición al diálogo que manifestó Eduardo Frei, y la exigencia de Patricio Aylwin de ministros militares con poderes muy amplios, que dejarían fuera del poder a los partidos de la UP.
Allende consideraba que si el golpe de Estado todavía no se daba, era porque el recuerdo del comandante René Schneider y su doctrina (según la cual las Fuerzas Armadas deben apegarse estrictamente a la Constitución y las leyes) lo detenía. Sectores civiles opositores, en especial mujeres, se manifestaron frente a los cuarteles arrojando trigo y maíz, insinuándoles que eran gallinas.73 Sin embargo, el comandante en jefe era Carlos Prats, quien no se hubiera plegado a un golpe de Estado, por lo que si las otras ramas de las fuerzas armadas lo intentaban, se podrían eventualmente enfrentar al Ejército y devenir en una guerra civil. El Partido Comunista lanzó en consecuencia su campaña «No a la Guerra Civil».
La violencia callejera se volvió cada vez más intensa, acercándose a la barrera de los 100 muertos por violencia política durante el gobierno de Allende. Un nuevo foco de violencia se creó entre el estudiantado por el proyecto de la Escuela Nacional Unificada (ENU), el que deseaba cambiar la educación en Chile: de una basada en los valores del capitalismo a una con valores del «hombre nuevo» del socialismo. Este plan también integraría una «educación permanente» y, aunque el proyecto se encontraba «en pañales», se produjo una violenta reacción de sectores estudiantiles liderados por fuerzas de derecha. La FEUC (Federación de Estudiantes de la Universidad Católica) llamó a defender la libertad educacional contra el «instrumento de concientización política del marxismo», por lo que se enfrentaron en luchas callejeras con agrupaciones de las Juventudes Socialista y Comunista. La Feses (Federación de Estudiantes Secundarios) se dividió entre los que apoyaban la ENU, entre ellos el dirigente Camilo Escalona, y los que la rechazaban, encabezados por Miguel Salazar. Finalmente, el proyecto fue retardado por petición del Cardenal y por la fuerte oposición que encontró en los oficiales de la Armada, que el ministro de educación había intentado convencer de las ventajas de la ENU.
El 17 de abril se inició una huelga en el mineral El Teniente con motivo de la fórmula de sus reajustes salariales, que alcanzó a durar 74 días. Tras el estallido de enfrentamientos violentos en las calles la zona del mineral en huelga llegó a ser declarada zona de emergencia. La oposición apoyó el paro y destituyó a los ministros Figueroa y Bitar, acusándoles de transgredir el estatuto de los trabajadores del cobre.
El 27 de junio el general Carlos Prats se vio envuelto en un confuso incidente ocurrido mientras viajaba en su vehículo, cuando desde otro automóvil comenzaron a insultarlo. Al no lograr evadirlo y recordando lo ocurrido con el general Schneider, le disparó al automóvil. Al comprobar que el conductor del vehículo era una mujer y ante la presencia de la prensa, Prats se retiró hacia La Moneda, donde le presentó su renuncia a Allende, quien se la rechaza.
El 29 de junio, el regimiento blindado N° 2, al mando del coronel Roberto Souper, protagonizó un levantamiento militar contra el Gobierno, usando varios tanques, un porta tanques y dos camiones con 40 hombres cada uno. Los sublevados intentaron tomar el Palacio de la Moneda, enfrentándose a las Fuerzas de la Guarnición dirigidas por el comandante en jefe Carlos Prats en persona, el cual puso en riesgo su vida para obtener la rendición de los sublevados. Los miembros de Patria y Libertad, que estimularon el golpe, se asilaron en la embajada ecuatoriana. El resultado final de este intento fue conocido como «tanquetazo», que dejó 22 muertos y 32 heridos, de los cuales gran parte fueron civiles.
El 27 de julio fue asesinado el edecán naval del Presidente, capitán de navío Arturo Araya, por parte de un comando de Patria y Libertad. El crimen conmovió al país, pero pasó a un segundo plano cuando el 7 de agosto la Armada comunicó haber descubierto un intento de infiltración en sus filas. Los detenidos declararon que planeaban tomarse la escuadra para el día 8 de agosto, matar a los oficiales y suboficiales que no se les sumaran y bombardear Valparaíso. También confesaron que realizaban reuniones periódicas a las que asistían Carlos Altamirano, Óscar Garretón y Miguel Enríquez. Pronto surgió otra versión, en la cual los marineros detenidos se habían reunido con los líderes de izquierda para denunciar los intentos golpistas en la Armada y que las confesiones habían sido obtenidas a base de torturas. La Fiscalía Naval pidió el desafuero de los líderes del PS y el MAPU por exhortar a la tropa a la desobediencia, petición que debía verse el 11 de septiembre en la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
El 9 de agosto Allende llamó nuevamente a los uniformados a integrar el gabinete, en esta ocasión con los cuatro miembros máximos de las Fuerzas Armadas, Carlos Prats (Defensa), Raúl Montero Cornejo (Hacienda), César Ruiz Danyau (Obras Públicas y Transportes) y José María Sepúlveda (Tierras y Colonización), en lo que denominó como "Gabinete de Salvación Nacional". El gabinete busco solucionar un nuevo paro de los transportistas, que acusaban al Gobierno de no cumplir los compromisos adquiridos tras el paro de octubre, iniciado el 25 de julio. El paro estaba causando graves problemas de desabastecimiento, que duraron hasta el fin del gobierno de Allende. El Presidente mismo llegó a anunciar, el 6 de septiembre, que solo quedaba harina para tres o cuatro días. El general Ruiz renunció a su cargo ministerial, argumentando que no poseía las suficientes facultades para terminar con el paro. Allende exigió su renuncia a ambos cargos, ministro y comandante en Jefe, asumiendo en su lugar el cargo militar el general Gustavo Leigh.

Crisis institucional

El Ejecutivo había comenzado a desarrollar un profundo conflicto con el Poder Judicial, que había ordenado la devolución de varias empresas a sus propietarios, con especial fuerza desde mediados de 1972, al anunciar medidas precautorias en favor del patrimonio de los dueños afectados. En enero de 1973 el intendente de Santiago anunció que “no se concederá la fuerza pública para los desalojos ordenados por diversos tribunales de industrias que estén intervenidas”.85 El 12 de abril la Corte Suprema dirigió un oficio al Presidente haciéndole ver que la conducta del intendente “adquiere los todos los contornos de una crisis del ordenamiento legal, porque la decisión arbitraria y unipersonal de un funcionario administrativo, enfrenta el veredicto de un Poder del Estado”.86 Ante la continua negativa de los funcionarios de la Unidad Popular por hacer cumplir las resoluciones judiciales, la Corte Suprema envió dos nuevos oficios en mayo, haciendo presente al Presidente por “enésima vez la actitud ilegal de la autoridad administrativa en la ilícita intromisión en asuntos judiciales”. La Corte terminaba anunciando que la actitud del mandatario representaba “una perentoria o inminente quiebra de la juricidad del país“.
Los partidarios del gobierno iniciaron una campaña atacando a los “viejos de mierda” del Poder Judicial. Allende respondió en junio a la Corte Suprema, argumentando que las autoridades no podían prestar amparo policial de forma indiscriminada, pues ello podía conducir a situaciones que atentarían contra la paz social y el orden público, de allí que las autoridades se vean constreñidas a sopesar el uso de la fuerza pública. Concluyó diciendo que existe una “manifiesta incomprensión por parte de algunos sectores del Poder Judicial (…) del proceso de transformación que vive el país y que expresa los anhelos de justicia social de grandes masas postergadas, lleva en la práctica a que tanto la ley como los procedimientos judiciales sean puestos al servicio de los intereses afectados por las transformaciones”. La Corte consideró que la respuesta del mandatario distorsionaba la ley, exageraba la trascendencia de la tarea administrativa y rebajaba la función judicial, acusando a esa carta de ser “un intento de someter el libre criterio del Poder Judicial a las necesidades políticas del Gobierno, mediante la búsqueda de interpretaciones forzadas para los preceptos de la Constitución y de las leyes.”
El Partido Nacional buscó destituir de manera legal al presidente usando el artículo 43 de la Constitución, con el fin de llamar impedido al presidente y convocar a nuevas elecciones. La Democracia Cristiana dudaba de la constitucionalidad de la maniobra, pero fueron convencidos por el senador Luis Bossay para aplicar otra provisión constitucional, sobre las facultades fiscalizadoras de la Cámara, para tomar un acuerdo que fuese comunicado al presidente y sus ministros. El 22 de agosto la Cámara de Diputados aprobó el Acuerdo sobre el grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República, en que se acusaba al Gobierno de haber incurrido en diversas violaciones tales como aplicar medidas de control económico y político para luego instaurar un sistema totalitario, violar garantías constitucionales, dirigir una campaña de difamación contra la Corte Suprema, violar la libertad de expresión, reprimir con violencia a los opositores e intentar infiltrar políticamente a las Fuerzas Armadas. Terminaba el acuerdo haciendo un llamado a los ministros militares para que pusiesen inmediato fin a las situaciones referidas.
A la declaración de la Cámara se sumó la opinión de algunos gremios. El Colegio Médico remitió una carta al Presidente, solicitándole su renuncia, y el Colegio de Abogados declaró que las circunstancias creaban impedimentos “que dificultan el desempeño del Presidente de la República en los términos, con las prerrogativas y con la dignidad prerrogativas y con la dignidad que la Constitución Política del Estado le confiere al cargo”.

Sucesos anteriores al golpe de Estado

El golpe fue planeado por prácticamente toda la plana superior de la Armada, salvo el almirante Montero, pero éste se encontraba aislado y la Armada obedecía al vicealmirante José Toribio Merino. Lo mismo sucedía en la Aviación, excepto por el general César Ruiz, cabeza de la entidad. Pero, al retirarse éste último del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, cargo que había asumido como consecuencia del «tanquezazo». Allende pidió su renuncia a ambos cargos, ministro y comandante, asumiendo en su lugar el cargo militar el general Gustavo Leigh, opositor al gobierno. El Ejército estaba dividido, pero la balanza cada vez se cargaba más hacía la opción del golpe. En Carabineros, no conspiraban más que dos o tres generales de baja antigüedad, entre ellos el general César Mendoza.
Las Fuerzas Armadas estaban preparadas para dar un golpe militar mucho antes de pensar en él. El Ejército tenía «planes de contrainsurgencia» para el caso de que una subversión sobrepasase a las Fuerzas de Orden. Este plan consistía en que el país estaba dividido en diferentes secciones y para cada una se establecía un plan de acción contra la posible insurgencia. Este plan sería la base prima para los conjurados, que solo tuvieron que adaptarlo a las nuevas circunstancias.
El 21 de agosto, una manifestación de esposas de generales se inició frente a la casa de Prats, a la que llegaron también varios oficiales de civil a protestar contra él. Fue insultado y apedreado y, al deshacer la manifestación carabineros, esta se volvió a organizar. Llegaron al lugar Augusto Pinochet (considerado el «segundo» de Prats), Allende y sus ministros. Todos fueron abucheados. Deprimido y desilusionado, pidió a los generales que reafirmaran su lealtad hacia él; como sólo unos pocos lo hicieron, resolvió renunciar a la comandancia en jefe. Recomendó a Allende para el cargo a Pinochet, que tenía una larga hoja de vida como soldado profesional y apolítico, el que fue nombrado el 23 de agosto comandante en jefe del Ejército
El 7 de septiembre, el almirante Merino envía al comandante general del cuerpo de Infantería de Marina, contralmirante Huidobro, con una carta escrita en un pequeño papel, el cual comprometía a Pinochet y Leigh a poner sus fuerzas para el 11 de septiembre, y la hora 6.00 en Valparaíso: atrás ellos debían firmar el conforme.
En una reunión el día 9, Allende comentó a Pinochet su intención de un plebiscito. Ese mismo día, Pinochet se sumó al golpe.

El fallido plebiscito

La promulgación de la reforma constitucional sobre las tres áreas de la economía profundizó la crisis institucional. El Congreso había rechazado el veto del Presidente por mayoría simple, lo que le permitió a Allende argumentar que el rechazo debía ser por dos tercios. La oposición exigió la realización de un plebiscito para superar el impase constitucional, pero Allende rechazó la idea. Se consultó a la Contraloría la posibilidad de promulgar parcialmente la reforma, en los aspectos en que no existía controversia. La Contraloría rechazó la promulgación parcial, pero se excusó de pronunciarse sobre quien tenía razón en la interpretación sobre el veto.
Allende recurrió al Tribunal Constitucional, pero la institución se declaró incompetente para dirimir el asunto. Allende decidió entonces intentar la salida plebiscitaria que antes había rechazado, pero en esta ocasión interpretándola como un pronunciamiento sobre su gobierno.
El problema del Presidente estaba en los partidos de la Unidad Popular, que no habrían aceptado la idea del plebiscito. El Partido Socialista sostenía que sería una renuncia a los logros alcanzados. Apoyaban la posición socialista una fracción del MAPU y la Izquierda Cristiana dentro del comité y el MIR se indignó tanto con la idea que sus integrantes dejaron de llamarlo «compañero», refiriéndose a él en adelante como «señor». El único baluarte de Allende era, en esos momentos, el Mapu Obrero y Campesino, de sección moderada, el Partido Radical, y principalmente el Partido Comunista, que compartía su idea de la «vía pacífica al socialismo». Allende intentó nuevamente la idea del plebiscito a inicios de septiembre, pero la intransigencia del Partido Socialista se mantuvo. Una gestión de Orlando Letelier, ministro de Defensa, convenció al PS para que retirase su veto, pero la gestión ocurrió en la noche del 10 de septiembre, con el golpe en marcha.
Durante la noche del 10 al 11 de septiembre Allende discutió con sus ministros y consejeros un discurso a la nación para convocar a un plebiscito. En el mensaje anunciaría que daría trámite de urgencia a la discusión de los proyectos legislativos considerados en las negociaciones con la DC. Si existía acuerdo para aprobar los proyectos, promulgaría las reformas constitucionales aún pendientes. Si no se llegaba a un arreglo, se llamaría a referéndum. Esta convocatoria, pensaba Allende, despejaría la tensión con los militares.

El 11 de septiembre

El 10 de septiembre, a las 16:00, zarpó la escuadra tal y como estaba previsto, ya que debía participar en las maniobras navales internacionales UNITAS. Mientras tanto, el Ejército se acuarteló, dando como razón el probable desafuero de Altamirano y Garretón, que explicó Pinochet al ministro de Defensa, Orlando Letelier, podía causar disturbios.
En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra regresó en Valparaíso y las Fuerzas Armadas tomaron la ciudad. Se le comunicó a Allende por teléfono que la infantería de marina estaba en las calles y había comenzado a tomar posiciones de combate. Allende, que se encontraba en su residencia de Tomás Moro, pidió comunicarse a Pinochet y a Leigh, pero no se los podía ubicar.
A eso de las 7 de la mañana Allende, en su Fiat 125, y el GAP (Grupo de Amigos Personales) se enfilaron hacia el Palacio de la Moneda, llegando veinte minutos después. Cargaba con un fusil AK-47 y el GAP ingresó al palacio de Gobierno dos ametralladoras y tres lanzagranadas RPG-7, además de sus armas personales.
Paralelamente, Pinochet llegó al Comando de Telecomunicaciones. Se organizaron las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encontraba en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal, que sería el coordinador del golpe.
Sepúlveda, director general de Carabineros, llegó a la Moneda y le aseguró que Carabineros sigue fiel al gobierno, ignorando que Carabineros está ahora controlado por los generales Mendoza y Yovane.
La Cadena Democrática, formada por las radios Minería y Agricultura, emitió la primera proclama militar.102 Allende debía hacer entrega inmediata de su cargo a la Junta de Gobierno, integrada por los jefes supremos de las Fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza (los dos últimos recién autonombrados como jefes supremos de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente). Se le dio también al presidente un ultimátum, si La Moneda no era desalojada antes de las 11.00, sería atacada por tierra y aire. Carabineros retiró sus tanquetas y el personal apostados frente al palacio de gobierno.
Los militares contactaron con La Moneda y propusieron sacar del país al presidente, pero Allende rechazó la oferta. Pinochet contacta con Carvajal, quien le indicó la negativa del presidente a rendirse. A las 9.55, los tanques del general Palacios ingresaron en el perímetro de la Moneda. Francotiradores apostados en los edificios aledaños los trataron de repeler, produciéndose un tiroteo.104 A las 10:15, a través de radio Magallanes —la única favorable al gobierno que aún no era silenciada— Allende emitió su último mensaje a la Nación.
A las 10:30, los tanques abrieron fuego contra la Moneda. Les siguieron las tanquetas y la infantería, fuego que fue respondido por los miembros del GAP y los francotiradores apostados en los edificios aledaños.
Carvajal se comunicó nuevamente con Pinochet, informándole de la intención de parlamentar. Pinochet exigió una «rendición incondicional».
A las 11:52, los cazabombarderos Hawker Hunter iniciaron su ataque a la Moneda, disparando en cuatro oportunidades sus cohetes sobre la casa de Gobierno, provocando un daño devastador. Otros dos aviones bombardearon la residencia presidencial de Tomás Moro, a la sazón defendida por los miembros del GAP que no alcanzaron a llegar con Allende.
El ataque al Palacio de Gobierno prosiguió con el uso de gases lacrimógenos, pero al ver que la Moneda todavía se negaba a rendirse, a las 14:20 de la tarde el general Palacios decidió tomarla y envió a un grupo de soldados a derribar la puerta del Palacio.
Allende decidió rendirse y deponer las armas. Entonces —según el testimonio de uno de sus médicos, Patricio Guijón, que regresó para llevarse su mascarilla antigás—, con el fusil AK-47, se suicidó disparándose en la barbilla, explotando la bóveda craneana y muriendo instantáneamente.  Palacios entró en el Salón Independencia y se encontró con Allende y el médico Guijón. Reconoció al presidente por su macizo reloj Jaeger-LeCoultre. Llamó al oficial de radio y entregó su escueto informe: «Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto».
En la tarde se conformó la Junta de Gobierno. A excepción de unas escaramuzas en sitios aislados de Santiago, la junta dominaba todo el país. La Unidad Popular y su presidente habían muerto, iniciándose diecisiete años de dictadura militar.


Funerales

Sus restos fueron enterrados en el Cementerio Santa Inés de Viña del Mar, sin una placa que lo identificara, en una discreta ceremonia a la que solo pudieron asistir Hortensia Bussi, Laura Allende y dos sobrinos del presidente, Patricio y Jaime Grove, además del comandante de la FACH, Roberto Sánchez.
Casi 18 años después, el 4 de septiembre de 1990, por órdenes del presidente Patricio Aylwin, Salvador Allende recibió un nuevo funeral, pero esta vez masivo y con los honores de Estado que le correspondían como ex mandatario.

Polémica sobre su muerte

Durante años, la izquierda chilena mantuvo la idea de que Allende había sido asesinado, considerando la posibilidad del suicidio como una postura que debilitaría la figura de Allende. En palabras del médico José Quiroga, testigo del suicidio de Allende, pero que guardó silencio largo tiempo “era más importante el aspecto político de que todo el mundo creyera que a Allende lo habían matado los militares”.
La fuente original de esta versión era Luis Renato González, quien cuenta que Allende, encañonado por un capitán que exigía su rendición, respondió “¡Nunca!”, tras lo cual recibió un disparo y una ráfaga de metralleta. Esta versión se popularizó por diversos medios, uno de ellos fue un discurso de Fidel Castro dado el 28 de septiembre de 1973 en la Plaza de la Revolución, en donde describe una versión de la muerte de Allende, aunque en ese mismo discurso, advierte de la posibilidad de que se hubiese suicidado. En 1971, frente al propio Fidel Castro, Allende había expresado «Yo cumpliré mi mandato. Tendrán que acribillarme a balazos para que deje de actuar...»
Otra versión es la de Gabriel García Márquez, basada, según él, en muchas fuentes. La versión del asesinato quedó casi institucionalizada para la izquierda a través del libro del periodista Robinsón Rojas, Estos mataron a Allende que en su época, fue avalado incluso por la viuda de Allende.
Las versiones de que Allende se había suicidado, la postura oficial de la junta de gobierno, fue también censurada por medios de izquierda extranjeros. Así ocurrió con Radio Moscú, que cortó la conversación sobre el suicidio cuando Clodomiro Almeyda, entrevistado en un programa, explicó su propia versión de los hechos.
La visión sobre el suicidio fue cambiando con el tiempo, cuando las versiones del asesinato perdieron intensidad y el suicidio dejó de valorarse como algo condenable para la izquierda, revalorizando el testimonio del médico Guijón, que se vio corroborado con la segunda autopsia de Allende, la que, a su vez, llevó a la aceptación del suicidio por parte de sus deudos y partidarios en el funeral oficial. Años después, se revelaría que Guijón no fue el único testigo, además de él estaban los médicos Jirón, Ruiz Pulido y José Quiroga. Los dos primeros declararon siempre el suicido de Allende pero fueron censurados o no se les prestó importancia, mientras que Quiroga rompió el silencio sólo en 2003. Otros dos testigos, Arsenio Poupin y Enrique Huerta, que no eran médicos, fueron detenidos y hechos desaparecer por los militares.
En 2011, una investigación presentó una nueva tesis al respecto, a fin de explicar la presencia de dos impactos de bala, señalando que si bien Allende había intentado suicidarse, el disparo no habría logrado su objetivo, por lo que uno de sus escoltas lo habría asistido, dándole el tiro de gracia al verlo moribundo. En mayo de 2011 comenzó una nueva exhumación de su cadáver para intentar establecer, en palabras del médico forense Francisco Etxeberria, "la manera de la muerte o las circunstancias que rodearon a la misma".
La exhumación que ordenó el juez Mario Carroza fue realizada el 23 de mayo de 2011 por 12 forenses, siete chilenos y cinco extranjeros, y dirigida por Patricio Bustos, director nacional del Servicio Médico Legal de Chile. El 19 de julio, el Servicio Médico Legal confirmó que Allende se suicidó durante el bombardeo al Palacio de La Moneda.
El 11 de septiembre de 2012, la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones determinó el cierre definitivo del caso por la muerte del ex presidente. El fallo está basado en la presunción de que por ser disparos a corta distancia «en medicina legal puede ser atribuible al suicidio».


                                                                       Maximiliano Reimondi