VIVIENDAS
La zona de
Juan José Paso y Travesía en Rosario, fue uno de los primeros núcleos indígenas
tobas desde finales de los años 60, ya que allí bajaban de los trenes familias
enteras que venían desde el Chaco. Hacia fines de los 80, la mayor parte fueron
mudados al barrio Municipal de Roullión al 4000. Ese mismo pedazo de tierra se
volvió a ocupar con nuevas oleadas migratorias. Hay otro núcleo de indígenas
asentados a pocas cuadras de la Travesía, en Cabral al fondo, llamados Los
Pumitas, con unas 300 familias. Entre todos los asentamientos, la población
aborigen supera las 20 mil personas, según señalan los referentes tobas que
conforman la mayor comunidad qom fuera del Chaco. Allí, donde se encontraba un
histórico asentamiento precario colapsado, ahora se abren anchas calles y se
erigen casas, la mayoría con tres dormitorios, que cambiaron la fisonomía de la
zona. Esto comenzó como el programa Misión Sueños Compartidos diseñado y
propuesto por la Fundación Madres de Plaza de Mayo y que tuvo muchas idas y
vueltas (recordar el caso Shocklender). Pero la obra se continuó con fondos de
la Nación y con la Municipalidad de Rosario como ejecutora a través del
Servicio Público de la Vivienda (SPV). Ya casi está instalado el gas y hechas
las cloacas. Después de cuatro años, de las más de 400 familias de la Travesía,
unas 80 ya están viviendo en las casas nuevas. Hay otro terreno en donde
también se construye una relocalización, ya que en la zona de la Travesía no
entraban todos. Se trata de un predio ubicado en Sorrento y Sabin y las
primeras viviendas ya están terminadas. Una iniciativa digna de un país que
quiere progresar día a día.
Maximiliano Reimondi
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