Samuel Eichelbaum
Samuel Eichelbaum (Villa Domínguez, Entre Ríos, 14 de
noviembre de 1894 - Buenos Aires, 4 de mayo de 1967)
Escritor, periodista, dramaturgo, crítico y traductor
argentino.
Hijo de un inmigrante judío ruso, aprendió en su provincia
natal las difíciles condiciones del campesinado a principios del s. XX, que
supo reflejar posteriormente en sus dramas junto a la turbulenta política
caudillista de la época, rompiendo con la superficialidad del criollismo de
entonces. Siendo aún un adolescente emigró a Buenos Aires y allí cultivó el
periodismo (escribió para La Vanguardia, Caras y Caretas, La Nota, crítica
literaria para Noticias Gráficas y Argentina Libre) y estrenó sus primeras
obras dramáticas, que se inscriben dentro del Naturalismo, con apuntes
costumbristas y una gran sensibilidad al habla vulgar: El lobo manso (1917), En
la quietud del pueblo (1919), La mala sed (1920), El ruedo de almas (1923) y La
hermana terca (1924), entre otras. De ideología socialista, muchas de ellas
fueron representadas por la Agrupación Artística Juan B. Justo.
A partir de 1940 empieza su segunda época dramática, siempre
centrándose en un análisis ibseniano de la inmigración europea a la Argentina,
con influjos de Strindberg y Chejov, evolucionando hacia un teatro en que
dominan más los aspectos introspectivos que los sociales, a causa del interés
que empieza a ofrecerle el psicoanálisis y la obra de autores como Henri
Lenormand y Eugene O'Neill: Cuando tengas un hijo (1929), Señorita (1930),
Soledad es tu nombre (1932), En tu vida estoy yo (1934), El gato y su selva
(1936) y Pájaro de barro (1940). Pero sus piezas más famosas y que fueron
varias veces adaptadas al medio cinematográfico fueron las ambientadas en
escenarios suburbanos: Un guapo del 900 (1940), que trata sobre la corrupción
política y el abuso de poder, y Un tal Servando Gómez (1942).
En 1943 fue como delegado al Congreso de Sociedades de
Autores en Washington; ocupó la presidencia de la SADE, fue miembro de
Argentores y en sus últimos años estuvo ligado a la carrera diplomática como
agregado cultural de la Embajada Argentina en Uruguay. Ejerció también el
trabajo de guionista cinematográfico con obras como El pendiente o Arrabalera.
Su labor narrativa se compone de las novelas Tormento de Dios (1929) y El
viajero inmóvil (1933) y del libro de relatos Un monstruo en libertad (1925).
En 1930 recibió el premio Mun.; en 1933 el del Jockey Club;
el Gerchunoff 1952-1953; el del Instituto Judío Argentino de Cultura e
Información por Dos brasas, que también el premio de los Críticos de Buenos
Aires y el Premio Nacional de Drama en 1957.
Eichelbaum, que se definía como “un maniático de la
introspección”, creó a lo largo de medio siglo de carrera dramática una obra
donde los personajes solitarios y atormentados eran la regla general, siempre
fiel a su afán experimentador y a su creencia de que el teatro es ante todo un
“drama interior” producido por crisis morales conscientes o inconscientes y que
la poesía dramática se nutre esencialmente de la psicología. Se le considera
habitualmente uno de los cuatro mejores autores dramáticos argentinos de su
época, junto a Roberto Arlt, Conrado Nalé Roxlo y Armando Discépolo.
Maximiliano Reimondi
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