MANUEL GÁLVEZ
Manuel Gálvez (Paraná, Entre Ríos, 18 de julio de 1882 - †
Buenos Aires, 14 de noviembre de 1962)
De una antigua familia criolla (descendía del fundador de
Buenos Aires, Juan de Garay), acomodada y entregada a la política, recibió una
esmerada educación en la provincia de Santa Fe, y estudió Leyes en Buenos
Aires, pero no quiso hacer carrera política ni entregarse a la abogacía y fundó
en 1903 la revista Ideas.1 Viajó después por toda Europa. Junto a Ricardo Rojas
y Leopoldo Lugones se comprometió con la denominada "reacción
nacionalista" cuyo objetivo fue rescatar el legado cultural español y
fomentar el orgullo por pertenecer a una misma raza hispánica. Hizo por
entonces su única aproximación a la lírica con dos libros, El enigma interior
(Buenos Aires: [s.p.i.], 1907) y Sendero de humildad (Buenos Aires: Moen,
1909), de sesgo posmodernista y centrados en las preocupaciones religiosas del
autor, recientemente convertido al Catolicismo.
El 21 de abril de 1910, Manuel Gálvez (Manolo) contrae matrimonio
con Delfina Bunge, reconocida escritora argentina.
Desde la prensa defendió la profesionalización del escritor
y se convirtió en un activo promotor de empresas culturales, revitalizando la
vida literaria y periodística de la nación. Publicó las primeras obras de no
pocos autores jóvenes desde las empresas editoriales que llegó a dirigir y
propagó generosamente sus méritos mediante la crítica literaria en sus
artículos periodísticos. Su primera obra importante fue El diario de Gabriel
Quiroga. Opiniones sobre la vida argentina (Buenos Aires: Moen, 1910), novela
que suponía ya su acercamiento a la "reacción nacionalista" luego
reforzado con su novela El solar de la raza, (1913); luego siguió una multitud
de novelas que hacen pensar en él como el Benito Pérez Galdós argentino, por su
intención de reflejar fielmente todos los aspectos de historia reciente y de la
sociedad contemporánea en su país. Así se lo propuso conscientemente el propio
autor, como declaró en sus Memorias:
"Me refiero al plan que tracé en 1912. ¿Había en ese
plan ambicioso alguna influencia de Balzac, de Zola, y, acaso, de Pérez Galdós
y Baroja? No es imposible, sobre todo, del primero. La formidable construcción
del maestro, que comprende toda, o casi toda, la sociedad francesa de su época,
me tenía impresionado. Yo también soñé con describir, a volumen por año, la
sociedad argentina de mi tiempo. El plan abarcaba unas veinte novelas,
agrupadas en trilogías. Debían evocar la vida provinciana, la vida porteña y el
campo; el mundo político, intelectual y social; los negocios, las oficinas y la
existencia obrera en la urbe; el heroísmo, tanto en la guerra con el extranjero
como en la lucha contra el indio y la naturaleza; y algo más."
Obtuvo el premio Municipal con Nacha Regules (1919) y el
Nacional con El general Quiroga (1932). Acaso su novela más célebre sea El mal
metafísico (1916), que pretende describir a su generación. Muy lograda es su
novela El gaucho de los cerrillos. Como ensayista, si dejamos fuera sus
innumerables artículos periodísticos, empezó con Informe sobre el paro forzoso
(Buenos Aires: Alsina, 1913).
Fue elegido académico de la Argentina de Letras y miembro
correspondiente de la Real Academia Española en 1928. Fundó la sección
argentina del Pen Club en Buenos Aires y fue nominado en tres ocasiones para el
premio Nobel de Literatura (1933, 1934 y 1951).
Dejó cincuenta y ocho libros publicados y diez inéditos.
Entre su obra novelística la crítica destaca las obras siguientes: La maestra
normal (Buenos Aires: Nosotros, 1914), El mal metafísico (Buenos Aires:
Nosotros, 1916), La sombra del convento (Buenos Aires: Agencia General de
Librería y Publicaciones, 1917) y Nacha Regules (Buenos Aires: Pax, 1919),
Historia de un arrabal (Buenos Aires: Agencia General de Librería y Publicaciones,
1922), Hombres en soledad (Buenos Aires: Club del Libro, 1938).
Del conjunto de su obra se destacan tres de sus biografías:
la de Hipólito Yrigoyen, la de Juan Manuel de Rosas y la de Domingo Faustino
Sarmiento. También escribió una inspirada biografía de Ceferino Namuncurá:
"El santito de la toldería".
Maximiliano Reimondi
No hay comentarios:
Publicar un comentario