MÁS IMPUESTOS
El proyecto
de ley del gobierno de Antonio Bonfatti que ingresó a la legislatura y que
busca crear una tasa vial con el fin de aumentar los recursos de Vialidad
Provincial para reconstruir, mejorar o conservar las rutas provinciales, es una
muestra más de la ineptitud para administrar los fondos públicos. El daño que
causó en la provincia de Córdoba fue enorme, cuando instaló este “invento
neoliberal” en un escenario económico diferente. Provocó una retracción en el
mercado por una notable baja en las ventas en las estaciones de servicio. El
transporte de carga de esa provincia empezó a organizar la carga y lo hacía en
Santa Fe para no pagar el impuesto en Córdoba. Ahora puede darse la situación
de que el transporte de carga elija otra provincia para cargar combustible y
eso repercutirá en una baja en la recaudación tributaria por menos venta de
combustibles. Córdoba tuvo que renunciar al Pacto Federal Fiscal con el
Gobierno Nacional para poder aplicar la tasa vial. El combustible ya incluye
impuestos nacionales, y Santa Fe debería renunciar al Pacto Fiscal, relacionado
con la presión impositiva.
El gobierno
provincial tiene un presupuesto aprobado de 53 mil millones de pesos, de los
cuales más de 5 mil millones son destinados a obras y equipamientos, y es de
esos recursos de donde deberían salir los necesarios para reparar las rutas.
Las rutas santafesinas están muy mal no por falta de recursos para repararlas y
mantenerlas, sino por la decisión política de no invertir en ellas.
El proyecto
del gobierno de Santa Fe se opone al del Gobierno Nacional, que tiene un plan
conjunto con las petroleras para un aumento cuidado de los combustibles en el
mercado interno para morigerar el impacto en los consumidores finales. Ahora,
Bonfatti impulsa una suba de 32 centavos por litro en nafta, gasoil y por metro
cúbico en el caso del GNC, al momento de ir a cargar al surtidor. Según
explicaron los funcionarios provinciales, sólo quedarían exceptuadas del tributo
las empresas de transporte de pasajeros con actividad en territorio
santafesino. ¿Por qué el consumidor final debe mantener este fondo especial,
con todos los impuestos que ya se pagan en la provincia? ¿Qué pasa con la
administración de los fondos que ya recauda la Provincia que no alcanzan para
mantener las rutas? Si no se gestiona políticamente en la forma correcta y no
se consiguen subsidios para los peajes de las rutas provinciales no es nuestra
culpa sino de los políticos que administran nuestro dinero. En el caso de que
prospere esta iniciativa, generará un perjuicio y un enfriamiento de la
economía santafesina y una retracción en el mercado. Es un nuevo impuesto
injustificado y abusivo.
Maximiliano Reimondi
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