jueves, 14 de abril de 2016

José María Sobral



José María Sobral (Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, 14 de abril de 1880- Ciudad de Buenos Aires, 14 de abril de 1961)
José María Sobral ingresó en la Armada Argentina y realizó el primer viaje de la fragata Sarmiento. En 1902 viajó a la Antártida en la expedición científica de Otto Nordenskjöld, permaneciendo 20 meses entre los hielos.
A fines de 1901 se organizó en Suecia, con donaciones privadas, una expedición integrada por científicos navegantes, con la misión de explorar el desconocido continente antártico, invernando en él para realizar estudios y mediciones. Estaba dirigida por el sabio geólogo sueco Otto Nordenskjöld y la nave que la realizó fue el velero Antartic que comandaba Carl Anton Larsen.
A instancias del teniente Ballvé, Nordenskjöld invitó al gobierno argentino a integrar la expedición enviando a un representante: la elección recayó en el alférez José María Sobral de 21 años. A su regreso, el júbilo y delirio que despertó en la población argentina lo convirtieron en un personaje muy popular.
En 1905, luego de solicitar su baja de la Armada en 1904 con el grado de Alférez de Navío (luego pasó a denominarse Teniente de Corbeta),1 viajó a Suecia para estudiar geología, obteniendo allí el doctorado en la Universidad de Upsala. Sobral se casó y tuvo 9 hijos, cuatro suecos y cinco argentinos.
Regresó a la Argentina en 1914 y fue designado director de Hidrología, cargo que desempeñó hasta 1930. Intrigas y envidias lo desplazaron de su puesto, pero el presidente general Agustín P. Justo lo nombró embajador en Noruega. Sobral hablaba 9 idiomas y escribió excelentes artículos en Europa.
En 1930 también fue declarado por la Sociedad Hispánica de Nueva York el sabio geógrafo más grande del Hemisferio Sur. Fue tan admirado en Suecia, que los científicos de aquel país llamaron "Sobral" a un mineral descubierto allí.
Sobral murió olvidado en Buenos Aires en 1961, el mismo día de la semana en que nació.


                                                                                          Maximiliano Reimondi

No hay comentarios:

Publicar un comentario