Francisco de Goya
Francisco de Goya y
Lucientes (Fuendetodos, provincia de Zaragoza, 30 de marzo de 1746 – Burdeos,
Francia, 16 de abril de 1828), fue un pintor y grabador español. Su obra abarca
la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas
desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone,
asimismo, el comienzo de la Pintura contemporánea, y se considera precursor de
las vanguardias pictóricas del siglo XX.
Tras un lento
aprendizaje en su tierra natal, en el ámbito estilístico del barroco tardío y
las estampas devotas, viaja a Italia en 1770, donde traba contacto con el
incipiente neoclasicismo, que adopta cuando marcha a Madrid a mediados de esa
década, junto con un pintoresquismo costumbrista rococó derivado de su nuevo
trabajo como pintor de cartones para los tapices de la manufactura real de
Santa Bárbara. El magisterio en esta actividad y en otras relacionadas con la
pintura de corte lo imponía Mengs, y el pintor español más reputado era Francisco
Bayeu, que fue cuñado de Goya.
Una grave enfermedad
que le aqueja en 1793 le lleva a acercarse a una pintura más creativa y
original, que expresa temáticas menos amables que los modelos que había pintado
para la decoración de los palacios reales. Una serie de cuadritos en hojalata,
a los que él mismo denomina de capricho e invención, inician la fase madura de
la obra del artista y la transición hacia la estética romántica.
Además, su obra
refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de
la Independencia, de la que la serie de estampas de Los desastres de la guerra
es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión
exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier
clase y condición.
Gran popularidad
tiene su Maja desnuda, en parte favorecida por la polémica generada en torno a
la identidad de la bella retratada. De comienzos del siglo XIX datan también
otros retratos que emprenden el camino hacia el nuevo arte burgués. Al final
del conflicto hispano-francés pinta dos grandes cuadros a propósito de los
sucesos del levantamiento del dos de mayo de 1808, que sientan un precedente
tanto estético como temático para el cuadro de historia, que no solo comenta
sucesos próximos a la realidad que vive el artista, sino que alcanza un mensaje
universal.
Pero su obra
culminante es la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco con que decoró su
casa de campo (la Quinta del Sordo), las Pinturas negras. En ellas Goya
anticipa la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que
marcarían el siglo XX.
Maximiliano Reimondi
No hay comentarios:
Publicar un comentario