lunes, 15 de abril de 2013


                                        ¿ROSARIO ESTÁ PREPARADA?

                 “Dios perdona siempre; el hombre, a veces; la naturaleza, nunca.”


Desde hace muchísimos años, el hombre agrede a la naturaleza y la degrada de diferentes formas. Los monocultivos genéticamente modificados y la industrialización indiscriminada, son dos claros ejemplos. El objetivo es satisfacer el lucro empresario. A ese sector, no le interesa atender necesidades alimentarias y lograr la satisfacción de la sociedad en sí. Esto no sólo pasa en Argentina sino en todo el mundo.
Lo ocurrido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en La Plata, demuestra que debemos estar preparados a fenómenos climatológicos extraordinarios.
Una vez más, se evidencia la ineptitud y la hipocresía de muchos políticos que no tienen ningún plan preventivo para afrontar una tragedia como ésta.
Mauricio Macri asume la jefatura de gobierno de Buenos Aires como una empresa de negocios, que se encarga de recaudar como todo capitalista y no le importa la gente. Actualmente, uno camina por las calles y, ni siquiera, ve un barrendero limpiando las calles. Algo parecido, sucedió el lunes 1 de abril, cuando las hojas otoñales tapaban todo, antes de la lluvia torrencial. Pero él estaba cómodo pasando sus minivacaciones en Brasil y Horacio Rodríguez Larreta estaba caminando por las calles de Turquía.
La Plata es una ciudad que acumuló un 65 % de pobreza en los últimos 30 años. Su geografía consta de una superficie de llanura que está expuesta al desborde las cuencas acuíferas. Es decir, son tierras inundables. Ni hablar de su intendente Pedro Bruera, uno más de la lista de impresentables que no estaba donde debía estar, cuando la gente lo necesitaba. Para colmo, publicó una foto falsa y se burló de la gente, en una forma descarada.
Es positivo que la Presidenta Cristina Fernández haya hecho los anuncios de ayuda económica para las víctimas, pero resulta exiguo porque ese dinero hubiera resultado efectivo antes de que sucediera la tragedia. Entonces, no alcanza, a pesar de ser un imprevisto climático. Es cierto que estos imprevistos climáticos tienen su responsabilidad. Pero está condicionada por el modelo productivo y de desarrollo en curso.
Las víctimas de esta tragedia tienen razón en reclamar. Porque se sienten abandonados por el Estado. Esos que son pobres, perdieron todo mientras que la clase dirigente no perdió años y años de sacrifico para lograr lo poco que tenían. Encima murieron 52 personas y hay 400 desaparecidos.
En países como Cuba, China y otros países que sufren la rigurosidad del clima, tienen políticas de Estado, que sirven para estar preparados a los efectos de los huracanes, tifones, tsunamis, temperaturas bajas extremas, etc.
El sector agrícola de Rosario y toda la pampa húmeda, está encargado de producir energía y se enfrenta con la franja alimentaria. Predomina la idea de alimentar máquinas y no personas. La situación sobre la naturaleza es gravísima. Se consume más naturaleza que la que se puede regenerar.
Lo mismo sucede en el sector inmobiliario aquí y en las grandes urbes argentinas. No se respetan las leyes de urbanización y se construye cualquier cosa con tal del negocio económico para el grupo empresario, con fines especulativos. Se llena de hormigón el suelo urbano y se producen desastres ecológicos irreparables. Más como resguardo de inversión que para satisfacer la necesidad de un techo para vivir que tienen 5 millones de personas. Lo curioso es que esa misma cifra tenemos en construcciones hechas que están vacías.
Según las fuentes autorizadas que he consultado en estos días, Rosario no sólo no cuenta con un plan de prevención sino que el equipamiento y los recursos económicos son mínimos. ¿Entonces? ¿Qué hacemos? Los funcionarios ya tendrían que estar trabajando en todas las áreas y estar preparados ante un efecto climático que podríamos sufrir. ¿O no recuerdan las graves inundaciones de Rosario, en la década del ´80; las inundaciones de nuestra ciudad en 2008, cuando llovió durante 10 días seguidos;  la catástrofe sucedida en la ciudad de Santa Fe, en 2003; la última inundación de diciembre de 2012, en Barrio Fisherton? En casi 30 años, en nuestra ciudad se hizo poco y nada.
No alcanza con lo que hay. Se debe planificar con antelación la disposición de recursos financieros y personal, para atender la logística de catástrofe. Esto no existe ni en Rosario ni en toda la Argentina.
Hay gestos políticos que deben diferenciarse. La política sirve para ejecutar planes donde el Estado cubra las necesidades de sus ciudadanos. El tratamiento mediático demagógico del tema, en estos días, incluye el mensaje de que para lo único que sirve la política y los políticos es para arruinarnos la vida. No es así. Porque ese discurso anarco dice que son todos corruptos, son todos ladrones, etc. Así aparecen personajes siniestros como Mauricio Macri, auspiciado y avalado por las corporaciones económicas que mienten y dicen que se acabaron las ideologías.
Ante lo irreparable, se sale con más y mejor política y con más y mejor Estado. El Estado, en todos sus niveles: municipal, provincial y nacional. No, con un Estado convertido en una institución que guarda una administración capitalista, desde la década del ´90. El NUNCA MÁS,  también debe proclamarse para cubrir las necesidades básicas de todos los habitantes. Esa es una deuda interna que, hasta el momento no ha sido saldada.

                                             Maximiliano Reimondi






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