jueves, 1 de octubre de 2015

DÍA ESPECIAL   


Un Domingo solo
es un túnel oscuro.
Llueve este poema,
con el alma llena de pasión.

He comprendido

como una familia
reunida en una mesa

de Domingo,
derrumba murallas infinitas.


Un Domingo de sol
sana una herida
que nos duele en el centro de la vida.
El Domingo
gira como un lejano carrusel;
tan cerca están mis recuerdos
hechos de palabras y sueños.

Voces pasadas inventan mis Domingos
y la sonrisa como una espada
cayendo del rostro de mi hijo.

Con su magia volando  hacia el infinito,
el Domingo familiar

tiene esa magia
del aire donde hubo antes una rosa;
yo estoy aquí rodeado de amor

y disfrutando de la vida.


                                            Maximiliano Reimondi
                               






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