viernes, 7 de diciembre de 2012


                                              MONTONEROS, SOLDADOS DE MASSERA




Este nuevo libro, llamado "Montoneros, soldados de Massera", es el resultado de una investigación basada en el testimonio de los principales protagonistas de esos años, tales como el dictador Jorge Videla, el ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, el ex marino Antonio Pernías y de víctimas de la represión ilegal.
El autor también accedió a cables de la Embajada de los Estados Unidos, a escritos originales tanto de Montoneros como de la cúpula militar, y sumó la lectura de expedientes judiciales sobre distintos hechos ocurridos en esos años.
Manfroni sostiene que la decisión de la cúpula de Montoneros de lanzar la llamada contraofensiva a fines de los años 70 fue funcional a las aspiraciones políticas que tenía el Almirante Massera pero también de la logia Propaganda Due, una organización secreta de amplio poder e influencia no sólo en la Argentina, sino también en Europa.
Pero el autor va más allá y asegura que existió un acuerdo entre Massera y la dirigencia de Montoneros, para que cada uno pudiera imponer su proyecto político.

Crítica: por Maximiliano Reimondi
Calificación: Muy bueno

Manfroni ha logrado armar un rompecabezas sobre la base del más riguroso análisis que se haya realizado de cables de la embajada de los Estados Unidos, de expedientes judiciales que reposaron durante años y de todos los libros publicados sobre los setenta, muchos escritos por ex montoneros.
Las pruebas son ciertamente inobjetables. “Montoneros: Soldados de Massera” demuestra que la contraofensiva no solo resultó funcional a las aspiraciones políticas del almirante Emilio Eduardo Massera y de la logia Propaganda Due, sino que además existió un pacto entre la cúpula montonera y el ex comandante naval; un acuerdo secreto que llevó a la muerte a la mayoría de quienes desconocían esta mesiánica empresa.
El autor desnuda con maestría las complicidades de los montoneros con el proyecto político de Massera, poniendo en evidencia que entre tantos jóvenes idealistas de ambas trincheras, siempre existieron (ayer y hoy) oportunistas que hicieron y hacen de la sangre un negocio rentable.
Además, hay víctimas no reconocidas por ninguna de las dos visiones. Helena Holmberg, Marcelo Dupont, Hidalgo Solá, Fernández Pondal y Héctor Agulla fueron asesinados por conocer el pacto firmado por los supuestos enemigos irreconciliables. De estas víctimas de los agentes estatales no se acuerda la izquierda.
Quiera Dios que la sangre de estas víctimas de ambas locuras del pasado nos ayude a encontrar un camino de concordia entre todos los argentinos.


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