AUSENCIA
Habré de
levantar la vasta vida
que aún
ahora es tu espejo:
cada mañana
habré de reconstruirla.
Desde que
te alejaste,
cuántos
lugares se han tornado vanos
y sin
sentido, iguales
a luces en
el día.
Tardes que
fueron nicho de tu imagen,
músicas en
que siempre me aguardabas,
palabras de
aquel tiempo,
yo tendré
que quebrarlas con mis manos.
¿En qué
hondonada esconderé mi alma
para que no
vea tu ausencia
que como un
sol terrible, sin ocaso,
brilla
hasta matar?
Tu ausencia
me rodea
como la
cuerda a la garganta,
el mar al
que se hunde.
Maximiliano Reimondi
No hay comentarios:
Publicar un comentario