Alfredo Gramajo Gutiérrez
Alfredo Gramajo Gutiérrez (Monteagudo, Tucumán, 29 de marzo
de 1893 - Olivos, Buenos Aires, 23 de agosto de 1961)
Se radicó en Buenos Aires en los primeros años del siglo XX,
donde se formó artísticamente en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes (SEBA) y
en la Escuela Nacional de Artes Decorativas, y en 1917 se recibió de profesor
de dibujo. Desde muy joven trabajó en el Ferrocarril Central, hasta 1947 cuando
comenzó a ejercer la docencia.
Participó en varias muestras en la Argentina y en el
extranjero y sus obras se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes, en
museos provinciales, en la Cámara de Diputados y en Francia. En numerosas
ocasiones fue convocado para formar parte del jurado en el Salón Nacional de
Bellas Artes de Buenos Aires. Fue el ilustrador del libro La mulanima: poema
mágico de la montaña (1957) de Carlos B. Quiroga.
El tema principal de sus obras está conformado por la vida
cotidiana y las costumbres de los pueblos de provincia, sobre todo los del
noroeste, con énfasis en las tradiciones y el pensamiento religioso y
supersticioso de los provincianos. En sus telas plasmó imágenes de fiestas,
ceremonias religiosas, rituales, promesantes de la Virgen, iconografía
cristiana, carnavales, mercados populares y entierros; con algunos temas
realizó tríadas, como es el caso del conjunto formado por La ceremonia, La
vuelta de la ceremonia y La fiesta.
Debido a que su pintura respondía a los parámetros de un
arte nacional, la crítica oficial lo favoreció, así como también a otros
artistas de la época como Benito Quinquela Martín, Jorge Bermúdez, Fernando
Fader, Cesáreo Bernaldo de Quirós y Luis Cordiviola. El poeta argentino
Leopoldo Lugones lo denominó «el pintor nacional».
Maximiliano
Reimondi
No hay comentarios:
Publicar un comentario