lunes, 14 de marzo de 2016

         PROVISORIO PARA SIEMPRE




Me abro la cabeza
y veo que los poetas bajaron del Olimpo.

La poesía es la vida misma.
El poeta no es Dios,
es un arquitecto que construye su existencia
y no permite que la serpiente convenza a Eva.

No quiero construir castillos en el aire
desperdiciar el espacio y el tiempo
escribiendo versos sin sentido.

El poeta escribe con el corazón.
Quiero escribir con el ojo desnudo,
besar la poesía con el pecho descubierto;
que los versos bailen con la cabeza rapada.

Veo a la poesía como una amiga desnuda
que me muestra su sexo
y pasa por un prisma de cristal.

La poesía abraza mi amanecer
y los resplandores alcanzan para todos.

Escribo una poesía de tierra fresca,
con la cabeza fría y el corazón caliente
acaricio los versos de la naturaleza
y cierro mi cabeza.
                                   Maximiliano Reimondi


                                                       





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