PROVISORIO PARA SIEMPRE
Me abro la cabeza
y veo que los poetas bajaron del Olimpo.
La poesía es la vida misma.
El poeta no es Dios,
es un arquitecto que construye su existencia
y no permite que la serpiente convenza a Eva.
No quiero construir castillos en el aire
desperdiciar el espacio y el tiempo
escribiendo versos sin sentido.
El poeta escribe con el corazón.
Quiero escribir con el ojo desnudo,
besar la poesía con el pecho descubierto;
que los versos bailen con la cabeza rapada.
Veo a la poesía como una amiga desnuda
que me muestra su sexo
y pasa por un prisma de cristal.
La poesía abraza mi amanecer
y los resplandores alcanzan para todos.
Escribo una poesía de tierra fresca,
con la cabeza fría y el corazón caliente
acaricio los versos de la naturaleza
y cierro mi cabeza.
Maximiliano Reimondi
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