ARTE
ANTONIO BERNI
Antonio Berni nació en la ciudad de Rosario (provincia de
Santa Fe) el 14 de mayo de 1905. Su padre, Napoleón Berni era sastre y fue uno
de los tantos inmigrantes europeos que se instalaron en Rosario. Su madre se
llamaba Margarita Picco era argentina, hija de italianos radicados en Roldán.
En 1914 ingresó como aprendiz en el taller de vitrales Buxadera y Cía, donde
recibió las enseñanza de su fundador, N. Bruxadera, un artesano catalán. Poco
tiempo estuvo en este taller ya que entre 1914 y 1915 su padre volvió a Italia,
entonces Berni es enviado a la casa de sus abuelos en Roldán. A pesar de que
Antonio se alojó en Roldán, estudió pintura en el Centre Catalá de Rosario con
los maestros Eugenio Fornells y Enrique Munné. En 1920, a los 15 años, expuso
sus cuadros por primera vez, en el Salón Mari. La muestra constó de 17 óleos
(paisajes suburbanos y estudio de flores). Expuso nuevamente sus obras en 1921,
1922 y 1924. En 1923, también expuso pero esta vez en Galería Witcomb de Buenos
Aires.
Ya por ese entonces recibía los halagos de los críticos en
varios artículos publicados el 4 de noviembre de 1923 en los diarios La Nación
y La Prensa.
Sus primeros cuadros respondieron al impresionismo y al
paisajismo.
Viaje a Europa
En 1925 consiguió una beca otorgada por el Jockey Club de
Rosario para estudiar en Europa y en noviembre de ese año llegó a Madrid.
En febrero de 1926, el Salón de Madrid expuso "Puerta
cerrada", es un paisaje madrileño que llamó mucho la atención, como si
nadie antes hubiera pintado así la ciudad. Más tarde pintó otros temas
españoles, "Toledo y el religioso" (1928), y "El Torero
calvo" (1928).
Estando en esta ciudad advirtió que en realidad era París la
cuna de la pintura española. Por eso decidió trasladarse a la "Ciudad Luz".
En la París asistió a los cursos de los pintores franceses
André Lhote y Othon Friesz, en la Academia libre de la calle Grande Chaumiere.
Y aunque sólo estudió unos meses allí, su influencia se dejó sentir en una
serie de desnudos figurativos.
Hacia 1927 se instaló en Arcueil, a 6 km al sur de París, en el
valle del río Biévre. Se conocen dos paisajes de Arcueil de 1927.
De ese año son "Paisaje de París", también los
óleos: "El mantel amarillo", "Desnudo", "La casa del
crimen", "Naturaleza muerta con guitarra".
Terminada la beca, Berni volvió por unos meses a Rosario,
pero al poco tiempo retornó a París, ahora con un subsidio del Gobierno de la
provincia de Santa Fe.
A fines del invierno de 1928 hizo una exposición individual
en la Galería Nancy de Madrid.
Participó junto con Libero Badii, Héctor Basaldúa, Horacio
Butler y Lino Enea Spilimbergo de una muestra que organizó Butler y trajo a
Buenos Aires con destino a la Asociación Amigos del Arte.
La exposición, que fuera visitada por el entonces Presidente
de la República, Marcelo T. de Alvear, recibió el beneplácito del público e
inclusive se vendió una obra de cada expositor. Berni concurrió personalmente a
la Casa de Gobierno de Argentina para cursar dicha invitación.
En 1929 Berni presentó una muestra individual en Amigos del
Arte y luego en el Museo Municipal de Bellas Artes de Rosario. Además intervino
en el XVIII Salón Nacional (Buenos Aires), allí exhibió su obra "Toledo o
el religioso".
En 1928 conoció a Louis Aragón, poeta, novelista y ensayista
francés, uno de los líderes del movimiento dadaísta y del surrealismo. Aragón
lo acercó al surrealismo y también a André Bretón, poeta y crítico de arte.
Por otra parte Berni en ese año se relacionó con el joven
pensador Henri Lefebvre, uno de sus mejores amigos franceses, quien lo iniciará
en la lectura de Marx. También conoció a Max Jacob, con quien aprendió la
técnica del grabado.
Sin lugar a dudas la retrospectiva de Giorgio de Chirico y
el conocimiento de las obras de Magritte serán los elementos fundamentales que
llevarán a Berni a ingresar al surrealismo.
Para Berni el surrealismo "es una visión nueva del arte
y del mundo, la corriente que representa a toda una juventud, su estado de
ánimo, su situación interna, después de terminada la Primera Guerra Mundial.
Era un movimiento dinámico y realmente representativo".
Berni ayudó a Aragón en su lucha antiimperialista, en un
país donde abundaban los chinos, africanos, vietnamitas, Berni ayudó a
distribuir un periódico para las minorías asiáticas y colaboró con
ilustraciones para otros diarios y revistas.
Estudió las obras surrealistas, leyó a los poetas y
escritores de este movimiento y también a Freud.
En 1930 conoció al ensayista y poeta francés Tristán Tzara.
Berni iniciará su pintura surrealista, pero no pertenecerá,
ni al automatismo de Miró, ni al onirismo de Dalí. En realidad tomó la pintura
de De Chirico y le dio un contenido propio. "La Torre Eiffel en la
Pampa", de 1930 es un ejemplo de ello. Nunca se supo si esta obra la
realizó en Rosario o en París.
Por entonces, después del golpe de Estado de 1930, ya casado
y con una hija decidió volver a la Argentina.
Al regresar, vivió por unos meses en una chacra de la
provincia de Santa Fe, para luego instalarse en Rosario y trabajar como
empleado municipal.
Tomó parte activa de la vida cultural de la ciudad, organizó
la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos y se adhirió por un tiempo al
partido comunista.
En 1932, en Amigos del Arte expuso sus obras surrealistas de
París, y algunos óleos como "Toledo o el religioso". Esa muestra fue
la primera exposición de ese movimiento en América Latina y también la primera
en exponer collage. Se tituló Primera exposición de Arte de Vanguardia. El
público no estaba acostumbrado y la muestra resultó difícil. La crítica en
pleno la rechazó.
Tanto Europa como América, por entonces sufrían la crisis de
1929 en Estados Unidos y Argentina con la revolución del 30 había comenzado la
llamada "década infame".
Rosario es un lugar especialísimo en esos años. Ahí se
asentó la mafia, la de Chicho Grande y la de Chicho Chico, y la prostitución
que tuvo su imperio en el barrio de Pichincha. En 1932 Berni se internó en ese
universo para colaborar como fotógrafo en una nota periodística encargada a
Rodolfo Puiggrós, futuro dirigente comunista. Era una zona de garitos y
varités, que desaparecieron en 1937.
Y fuera de esta miseria humana que observó Berni estaba la
otra, la del hombre que vivía en las zonas rurales entre los chacareros. Este
mundo era totalmente distinto al de París de los años 20 y de los artistas
surrealista.
No pudo dejar de sentir una gran conmoción interior. De
alguna manera dejó en parte el surrealismo ya que sufría la desazón, la
desesperanza de la gente. Decidió asumir un compromiso con su país.
"El artista está obligado a vivir con los ojos abiertos
y en ese momento (década del 30) la dictadura, la desocupación, la miseria, las
huelgas, las luchas obreras, el hambre, las ollas populares crean una tremenda
realidad que rompían los ojos", diría en 1976. Así comenzó la etapa del
"realismo social".
Berni era un hombre con gran sentido del humor y sentía una
gran necesidad del mundo de los justos. Luchó por ello siempre, pero lo hizo
con gran ternura y con un trasfondo casi épico. Se identificó y se integró a
ese mundo del que nunca se desligó.
De París trajo una gran carga política, influida sin duda
por su intensa vinculación con los artistas surrealistas. Ese mundo de
decadencia pintado casi de fantasía ahora le era real, lo tenía ahí en su
pueblo, en su país. Bretón decía "lo imaginario es lo que tiende a
convertirse en real". Y Berni lo tenía ahí en los hechos cotidianos.
En 1934 Berni comenzó a mostrar la problemática social de la
década del 30 con sus obras "Desocupados" y
"Manifestación".
No sólo la Argentina está en crisis. La desocupación, la
pobreza, el comienzo del nazismo y fascismo, la Guerra Civil Española, espantan
a Berni.
El retrato es una de las formas más importantes del realismo
humanista, en Berni predomina el retrato humano, tanto en la década de 1930
como en la de 1940.
"Figura" fue primer premio del XXX Salón Nacional
(Buenos Aires, 1940) y "Lily", el Gran Premio Adquisición XXXIII
Salón Nacional (Buenos Aires, 1943). Esto significó obtener el máximo galardón
de entonces.
También pintó "La mujer del sweater rojo" en 1935,
"La muchacha del libro" de 1936, "Nancy" 1941, "La
chica del balón" de 1934, "La niña de la guitarra" de 1938 y
"Figura de chico" de 1941. Además hizo autorretratos, uno en 1934,
otro en 1938 y el último en 1945. En "Paula y Lily" de 1941, pinta a su esposa
de entonces y a su hija. Hacia fines de la década del 50 realiza algunos
retratos que tienen como modelo a la poetisa tucumana Ariadna Chaves, una de
sus musas argentinas.
En "Retrato" de 1946 muestra dos chicos de clase
media acomodada, antítesis de sus personajes posteriores, Juanito y Ramona.
En 1937 presentó "Club Atlético Nueva Chicago" y
en 1954 "Team de fútbol o Campeones de barrio".
Respecto al tango, pintará "Orquesta típica" en
1939, para recrearla en 1974 y 1975.
Otros aspectos tienen que ver con la vida cotidiana, como
por ejemplo en "Primeros pasos" de 1936.
Berni inicia sus representaciones en Argentina de lo que
será típico de la década de 1950: "La siesta" y "La fogata de
San Juan".
Berni, en la década del 30 tuvo su experiencia muralista al
intervenir en la construcción de "Ejercicio Plástico". Ya él había
fundado el grupo "Nuevo Realismo".
Entre diciembre de 1941 y mayo de 1942 recorrió Bolivia,
Ecuador, Perú y Colombia con la idea de realizar estudios precolombinos por
pedido de la Comisión Nacional de Cultura. Su obra "Mercado indígena"
de 1942, la basó en fotos que tomó durante este viaje.
El mundo de la década del 40 será tan conflictivo como el
del 30. Una nueva gran guerra sellará sus días. En América, en Costa Rica se
produjo una guerra civil. En Panamá se instaló una dictadura. En Venezuela se
derrocó al presidente Rómulo Gallegos y surgió la dictadura de Laureano Gómez.
En Bogotá hubo una insurrección popular por el asesinato del dirigente liberal
izquierdista Jorge Gaitán. Argentina no queda al margen de este tipo de
acontecimientos. Se produjo en 1943 el golpe militar, con la destitución del
presidente Ramón Castillo.
Berni de exquisita sensibilidad, observará y reflejará en su
pintura esa realidad. En 1944 apareció la revista Arturo, que desatará un gran
cambio, ya que introdujo definitivamente el arte geométrico adelantado por
Emilio Pettoruti.
Berni también manifestó su dasagrado por la situación de
1945. Con un grupo de artistas decidió exponer sus pinturas en el subsuelo del
edificio de la Sociedad Rural, en Florida al 400. En el catálogo explicaban que
las obras estaban destinadas al XXXV Salón Nacional pero que había decidido
hacer una muestra al margen del Salón en adhesión a los anhelos democráticos del
los intelectuales del país.
Berni mientras tanto pintará "Masacre" (1948) y
"El obrero muerto" (1949). En 1951 hizo otra
"Manifestación": mujeres y niños llevan un lienzo blanco en el que
está dibujada la paloma de la paz, con un ramo de olivo en el pico. Ese año es
el del primer ensayo de la bomba de hidrógeno, por parte de Estados Unidos, en
el Pacífico. Todo esto influye en el ánimo de Berni. Por otra parte todavía
estaban en él los ecos de la 2º Guerra Mundial.
Durante 1951, 1952 y 1953 Berni se fue a Santiago del Estero
donde realizó la serie "Motivos santiagueños". Santiago del Estero
sufrió la tala indiscriminada de sus bosques. Ya por 1942, 20 firmas obrajeras
eran dueñas de 1.500.000
ha . Pero la situación venía desde muchos años atrás, ya
que la madera como la del Chaco sirvió para los durmientes de las vías del
ferrocarril y como combustible vegetal, también para los ferrocarriles. La
depredación ecológica existió, pero también, la social. Los beneficios
obtenidos por los empresarios no volvieron a los trabajadores. La tierra, poco
a poco se agotó y también el hombre.
Esta realidad la palpó Berni y, como lo hizo siempre, la
expresó a través de su pintura. Así aparecerán "Los hacheros" (1953),
"La marcha de los cosecheros", "La comida", "Escuelita
rural" (1956); "Migración", "Salida de la escuela",
"El mendigo", "Hombre junto a un matrero" y "El
almuerzo".
En el período 1955-1956, hará la serie "Chaco".
Estas pinturas las expondrá en París, Berlín, Varsovia y Bucarest. Aragón
inclusive lo presentó en Moscú en la Galería Creuze, en 1955. También realizó
multiples exposiciones en el país, tanto individuales como colectivas. Expuso
con otros grandes pintores contemporáneos a este período, Pedroni, Santieri,
Giovanni Bressanini, Mónaco, Luis Videla, Cerrito, Borgarello, Robirosa, Alonso
etc.
Por entonces Berni pintó algunos paisajes del suburbano:
"Villa Piolín", "La casa del sastre" (1957); "La
iglesia", "El tanque blanco", "La calle", "La
res" "Carnicería" (1958), "La luna y su eco" (1960) y
"Mañana helada en el páramo desierto". También de esa época son
"Negro y blanco" (1958); "Utensilios de cocina sobre un muro
celeste" (1958) y "El caballito" (1956).
Mientras el mundo sufría la guerra de Corea en 1953, la
invasión a Hungría por parte de la Unión Soviética en 1954 y en Argentina caía
Perón, el mundo interior de Berni se componía de nuevas imágenes. A su vuelta
de Santiago del Estero comenzó a hurgar hasta que en 1958 surgió claramente su
nuevo personaje, Juanito Laguna, y poco tiempo después aparecerá también,
Ramona Montiel. La historia de estos dos seres lo envolverán por tiempo y con
ellos trascenderá mucho más. Tanto los "Juanitos" como las
"Ramonas" se cotizaron en el mercado exterior a precios
incalculables.
Desde su cargo como Director de Relaciones Culturales de la
Cancillería (1960) durante el gobierno de Arturo Frondizi, el crítico y amigo
Rafael Squirru envió los grabados del artista a la Bienal de Venecia, donde
recibieron el Primer Premio. Al ser nombrado Squirru Director de Cultura de la Organización
de Estados Americanos en 1963, promovió nuevamente la obra de Berni organizando
exposiciones importantes como la de 1966 en el New Jersey State Museum de
Trenton.
En 1965 hace su muestra en el Instituto Di Tella, La voracidad
o la pesadilla de Ramona.
En 1976 Berni se va a Nueva York. Allí pintó, hizo grabados,
collage, y presentó en la Galería Bonino una muestra titulada "La magia de
la vida cotidiana". Durante su estadía en esa ciudad hizo 58 obras que
quedaron en la Galería para una muestra en Texas que nunca se realizó. En 1982,
después de su muerte, llegaron a Buenos Aires.
En esa época también pintó tres óleos referidos a Juanito y
a Ramona, "Juanito en la calle", "Juanito Laguna going to the
factory", "El sueño de Ramona".
Preocupado por el mundo que lo rodeaba, en Nueva York quiso
conocer a su gente, saber de sus costumbres, de sus posibles necesidades. Así
fue como salió a la calle, observó y pintó. Entonces conoció una sociedad
opulenta, consumista, donde la publicidad es la mejor vendedora, donde él
siente que hay riqueza material y pobreza espiritual, muy distante de la de
Juanito, o de la de Santiago del Estero. Entonces decidió hacer un arte social
con ironía.
De esta época es "Aeropuerto", "Los
hippies", "Calles de Nueva York", "Almuerzo",
"Chelsea Hotel" y "Promesa de castidad".
Entre abril y mayo de 1981 Berni tocó el tema del
Apocalipsis al exhibir los murales realizados para la capilla del Instituto de
San Luis Gonzaga en General Las Heras.
También ese año da testimonio del gran tema de su vida:
"el destino del hombre". "Cristo en el garage" es un hombre
común, que ocupa el centro del espacio. En el techo hay una claraboya por donde
se ve el cielo, a la derecha una ventana abierta permite ver el paisaje de las fábricas
y al otro lado se observa la motocicleta. Berni posiblemente quiso aludir a las
torturas y las matanzas del mundo.
Por otra parte, en 1981, año de su muerte, Berni pintó una
mujer desnuda en la arena, contemplando el cielo de una noche de luna. Es la
mujer y la naturaleza, tal cual los creó Dios. Solo que un avión, objeto del
hombre, pasa por el lugar para invadir el momento de paz y de armonía.
Estos fueron sus últimos óleos, ya que el 13 de octubre de
1981 Antonio Berni dejaba este mundo.
Unos días antes de su muerte, Berni en una entrevista decía:
"El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera
riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no
hacer concesiones. En cuanto a la pintura, es una forma de amor, de transmitir
los años en arte."
Maximiliano Reimondi
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