jueves, 19 de noviembre de 2015

CINE CLÁSICO

Casablanca



Dirección: Michael Curtiz.
Guión: Julius J. Epstein, Philip G. Epstein, Howard Koch.
Música: Max Steiner.
Reparto: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre, S.K. Sakall, Madeleine LeBeau, Dooley Wilson, Joy Page, John Qualen, Leonid Kinskey, Curt Bois.
Año: 1942.
Duración: 102 minutos.
Productora: Warner Bros.

“Casablanca” es una película estadounidense de 1942 dirigida por Michael Curtiz. Narra un drama romántico en la ciudad marroquí de Casablanca bajo el control del gobierno de Vichy. La película, basada en la obra teatral “Everybody comes to Rick’s” (‘todos vienen al café de Rick’) de Murray Burnett y Joan Alison, está protagonizada por Humphrey Bogart en el papel de Rick Blaine e Ingrid Bergman como Ilsa Lund. El desarrollo de la película se centra en el conflicto de Rick entre —usando las palabras de uno de los personajes— el amor y la virtud: Rick deberá escoger entre su amada Ilsa o hacer lo correcto. Su dilema es ayudarla o no a escapar de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que éste pueda continuar su lucha contra los nazis.
Es una de las películas mejor valoradas de la cinematografía estadounidense, ganadora de varios premios Óscar, incluyendo el de mejor película en 1943. En su tiempo el filme tenía todo para destacar ampliamente, con actores renombrados y guionistas notables, sin embargo ninguno de los involucrados en su producción esperaba que éste pudiese ser algo fuera de lo normal. Se trataba simplemente de una de las docenas de producciones anuales de la maquinaria hollywoodense. “Casablanca” tuvo un sólido inicio pero no espectacular y, sin embargo, fue ganando popularidad a medida que pasó el tiempo y se fue colocando siempre entre los primeros lugares de las listas de mejores películas. La crítica ha alabado las actuaciones carismáticas de Bogart y Bergman y la química entre ellos, así como la profundidad de las caracterizaciones, la intensidad de la dirección, el ingenio del guión y el impacto emocional de la obra en su conjunto.

Producción

Casablanca se basa en “Todos vienen al café de Rick” (Everybody comes to Rick’s) de Murray Burnett y Joan Alison, una obra teatral que nunca fue puesta en escena. Cuando el especialista en análisis literario de la Warner Brothers, Stephen Karnot, leyó la obra, la calificó como una «tontería sofisticada», no obstante le dio el visto bueno. Enseguida la editora encargada de los guiones, Irene Diamond, convenció al productor Hal B. Wallis para que comprara los derechos por 20.000 dólares, el precio más alto jamás pagado por una obra teatral que no hubiese sido puesta en escena.  El proyecto de cine rebautizó la obra como Casablanca, quizás intentando imitar el éxito de la película de 1938 Argel. Así pues, el rodaje comenzó el 25 de mayo de 1942 y finalizó el 3 de agosto del mismo año alcanzando un costo de producción de 1.039.000 dólares (75.000 dólares por encima del presupuesto). El costo no fue excepcionalmente alto, pero sí superior al promedio de su tiempo.
La película se rodó completamente en estudios, excepto una secuencia en la que se muestra la llegada del mayor Strasser, que se realizó en el Aeropuerto Van Nuys. La escenografía de la calle que fue usada para las escenas del exterior había sido recientemente construida para otro filme, The Desert Song, y tuvo que ser redecorada para los flashbacks de París. Dicho escenario permaneció en los almacenes de la Warner hasta la década de los 60. Por su parte, el set para el Café de Rick fue construido en tres partes inconexas, por lo que no se podría determinar en trazado lo que sería su planta. De hecho, en una escena se hace pasar a la cámara a través de una pared desde el área del café hacia el interior de la oficina de Rick. El fondo de la escena final, el cual muestra un avión pequeño modelo L-12 Electra Junior de la compañía Lockheed con personal caminando alrededor, fue armado usando extras de baja estatura y un avión de cartón dibujado a escala. Se usó humo, simulando neblina, para cubrir la apariencia poco convincente del modelo. El crítico de cine Roger Ebert calificó a Wallis como la «clave del equipo creativo» por la atención que puso a los detalles de producción (hasta el punto de haber insistido en tener un loro de verdad en el Bar del Loro Azul, Blue Parrot Bar, en inglés).
Por otra parte, la estatura de la actriz Ingrid Bergman causó algunos problemas. Bergman sobrepasaba por casi cinco centímetros a Bogart, por lo que el director Curtiz tuvo que elevar al actor sobre ladrillos o sentarlo sobre cojines en las escenas en las que aparecían juntos.
Los contratiempos alcanzaron al productor Hal B. Wallis cuando decidió, tras haber terminado el rodaje, que la línea final de la película sería: «Louis, pienso que éste es el comienzo de una bella amistad». Bogart tuvo que ser llamado un mes después de finalizada la filmación para doblar la frase.
Más tarde se pensó en introducir una escena que mostrara a Rick y Renault junto a un destacamento de soldados franceses libres, en un barco, alistándose para incorporarse a la invasión de 1942 a África del Norte por parte de las tropas aliadas. Sin embargo, resultó muy difícil conseguir al actor Claude Rains para la filmación, y la idea fue definitivamente abandonada cuando otro productor, David O. Selznick, señaló que «sería un error tremendo cambiar el final».

Dirección

La primera opción del productor, Hal Wallis, para dirigir la película fue William Wyler, pero como no estaba disponible Wallis decidió escoger, tras barajar varios nombres, a su amigo, el director Michael Curtiz. Curtiz era un judío emigrante de origen húngaro, que había llegado a los Estados Unidos en la década de los 20 y que contaba entre sus familiares a refugiados provenientes de la Europa Nazi. A decir de Roger Ebert, en Casablanca «muy pocas escenas son memorables en cuanto tales...», Curtiz se estuvo preocupando de usar las imágenes para contar una historia más que de usarlas por sí mismas.
De cualquier manera, el director tuvo poca influencia en el desarrollo de la trama: de acuerdo con Casey Robinson, Curtiz «no sabía nada de nada acerca de la historia... él veía imágenes y tú proporcionabas la historia». El crítico Andrew Sarris calificó la película como «la más decisiva excepción a la teoría de autor», a quien Aljean Harmetz replicó que «casi todas las películas de la Warner Bros. fueron una excepción a la teoría de autor». Sin embargo, otros críticos le dan mayor crédito a Curtiz; Sidney Rosenzweig, en su estudio sobre el trabajo del director, aprecia en el filme un ejemplo típico del modo en que Curtiz resalta los dilemas morales.
Los montajes de la segunda unidad, tales como la secuencia de apertura del tren de refugiados y la que muestra la invasión de Francia, fueron dirigidos por Don Siegel.

Sinopsis

Durante la Segunda Guerra Mundial Rick Blaine (Humphrey Bogart), un estadounidense cínico y amargado, expatriado por causas desconocidas, administra el local nocturno más popular de Casablanca (Marruecos), el «Café de Rick». Éste es un lugar exclusivo y un antro de juego que atrae una clientela variada: gente de la Francia de Vichy, oficiales de la Alemania nazi, asilados políticos y ladrones. A pesar de que Rick asegura ser neutral en todos los campos, se revelará más tarde su participación en el tráfico ilegal de armas hacia Etiopía —que tendría como objetivo combatir la invasión italiana de 1935— y en la Guerra Civil Española, del lado republicano.
Una noche, un criminal menor llamado Ugarte (Peter Lorre), llega al club de Rick portando unas tales «cartas de tránsito» (literalmente, «letters of transit»), documentos valiosos que ha conseguido tras asesinar a dos mensajeros alemanes. Se trata de una especie de salvoconductos que permiten a su poseedor el libre tránsito a través de la Europa controlada por los nazis y llegar, incluso, a la neutral Lisboa (Portugal), de la cual se podría partir hacia los Estados Unidos. Por eso los documentos tienen un valor incalculable para cualquiera de los refugiados que esperan en Casablanca su oportunidad de escapar. Ugarte planea vender los salvoconductos esa misma noche pero, antes de que la compra-venta tenga lugar, Ugarte es arrestado por la policía local al mando del Capitán Louis Renault (Claude Rains), un corrupto oficial de la Francia de Vichy que sólo quiere complacer de todas las formas posibles a los nazis. De manera subrepticia, Ugarte deja las cartas al cuidado de Rick porque «de algún modo, debido a que tú me desprecias, eres el único en quien yo confío».

 Premios Oscar

En los Oscar de 1943 (entregados el 2 de marzo de 1944), Casablanca ganó tres premios: Mejor guión adaptado, Mejor director y Mejor película, y fue nominada para otros cinco (que no ganó). Wallis, el productor, se resintió porque el presidente del Estudio, Jack Warner, recogió el premio en vez de él; éste desaire desencadenó la ruptura de las relaciones de Wallis con el estudio en abril del mismo año.

 Otros reconocimientos

Otros reconocimientos que ha recibido la cinta son la inscripción en el National Film Registry, ranking que recoge las mejores películas de la historia, y la nominación por la alta calidad de su edición en DVD a los premios DVD Exclusive.

                                                                            Maximiliano Reimondi


No hay comentarios:

Publicar un comentario