Juan José Saer
Como muchas familias del pueblo, la suya era de origen
extranjero: sus padres y sus abuelos eran sirios católicos, que se dedicaban al
comercio (su padre tenía un almacén de ramos generales). Actualmente existe una
iniciativa impulsada por miembros de la comunidad, para restaurar y convertir
en centro cultural la casa natal del escritor.
En 1947 su familia se trasladó a la ciudad de Santa Fe,
donde concluyó su educación y se desempeñó unos años como periodista, al mismo
tiempo que tomó contacto con un grupo local de escritores, entre los que se
encontraba el poeta Hugo Gola. A través de ellos también entabló amistad con el
poeta entrerriano Juan L. Ortiz, a quien consideró un maestro y cuya obra
influyó de manera decisiva en su escritura.
En 1960 apareció su primer libro de cuentos, En la zona,
donde a pesar de las influencias borgeanas ya se advierte, desde el título, la
fijación de un espacio narrativo en el que se desarrollará la mayor parte de su
obra, y que se anuncia en el último cuento del volumen, Algo se aproxima. En
1962 se trasladó a Colastiné Norte, una localidad costera alejada del centro de
la ciudad, donde escribiría otros cuatro libros, que fueron apareciendo en los
años siguientes: las novelas Responso (1964) y La vuelta completa (1966), ambas
de corte existencialista, y los libros de relatos Palo y hueso (1965) y Unidad
de lugar (1967). Al mismo tiempo, combinó la escritura con su actividad
docente, enseñando Historia del Cine y Crítica y Estética Cinematográfica en la
Universidad Nacional del Litoral.
En 1968 obtuvo una beca de la Alianza Francesa para ir a
París. En un principio la idea era quedarse por seis meses, pero terminó
quedándose de manera definitiva, aunque volvería a la Argentina con frecuencia.
Retomó su actividad docente como profesor de Literatura en la Universidad de
Rennes, donde dictó clases hasta su retiro en 2002. En ese lugar conoció a
Laurence Gueguen, quince años menor que él, y que terminaría siendo su segunda
esposa y madre de su hija Clara.
La instalación en la capital francesa marca el comienzo de
su madurez literaria, ya que a partir de allí publicaría sus obras más
célebres. En 1969 apareció su novela Cicatrices, considerada por la crítica
como su primera novela madura. En 1974 publicó El limonero real, su novela más
compleja, en la que trabajó durante nueve años y donde lleva sus procedimientos
narrativos al límite. Los años siguientes fueron definidos por Saer como los
más difíciles de su vida, en parte por un sentimiento de desarraigo, la
situación política de Argentina en esos años y problemas personales, como el
divorcio de su primera esposa y el traslado a Rennes, que lo mantuvo alejado de
su hijo.8 Durante este período publicó el libro de cuentos La mayor (1976) y un
libro de poesía, El arte de narrar (1977), el cual reeditaría en 1988 y en 2000
en ediciones ampliadas.
En 1980 publicó Nadie nada nunca, una suerte de novela
policial en donde vuelve a experimentar con la recursividad de una narración
contada desde distintos puntos de vista. Saer la escribió a lo largo de cuatro
años en un aislamiento completo, y la definió como «una de mis novelas más
experimentales», si bien no llega a los extremos de El limonero real. Con esta
obra le llegó el reconocimiento de la crítica, que convertiría a Saer en uno de
los autores más destacados en la literatura en español.
En sus libros siguientes se distanció de la experimentación
formal, volviendo a un tipo de narración más inteligible. En 1983 apareció El
entenado, la primera de tres novelas que Saer llamó «de la llanura», y que
transcurren en un tiempo alejado del resto de sus obras. Con esta obra le llegó
también el reconocimiento del público, y al día de hoy sigue siendo una de sus
novelas más leídas y estudiadas. En 1985 publicó Glosa, considerada por algunos
como su mejor novela, y que fue la favorita del autor, ya que «es el libro que
más se parece a lo que quería hacer», según declaró.
En 1987 apareció La ocasión, otra novela histórica, esta vez
situada en el siglo XIX, con la que obtendría el Premio Nadal ese año, y en
1992 Lo imborrable, que retoma personajes que habían aparecido en novelas
anteriores (La vuelta completa, Glosa). Por esos años apareció su "tratado
imaginario" El río sin orillas, texto híbrido entre ficción, ensayo e
historia sobre el Río de la Plata. En 1994 incursionó en el género policial con
La pesquisa, y tres años después apareció Las nubes, novela histórica escrita a
partir de un manuscrito que encuentran los protagonistas de La pesquisa. El
mismo año publicó El concepto de ficción, y en 1999 La narración-objeto, dos
libros de ensayos en los que, además de analizar la obra de otros autores,
expone los fundamentos teóricos de su programa narrativo.
En 2000 apareció el último libro que alcanzó a publicar en
vida, el libro de cuentos Lugar. Al año siguiente Seix Barral publicó sus
Cuentos completos en orden inverso, desde los más recientes hasta los primeros,
con cuatro relatos inéditos hasta entonces en libro, escritos en los años 60.
En 2004 recibió el Premio Konex de Platino en la disciplina "Novela:
Quinquenio 1994 - 1998".
Falleció el 11 de junio de 2005, diecisiete días antes de
cumplir 68 años, a causa de un cáncer de pulmón, y fue sepultado en el
cementerio del Père-Lachaise. Al momento de su muerte estaba escribiendo los
últimos capítulos de su novela más extensa, La grande, que terminó apareciendo
póstumamente junto con Trabajos, una recopilación de artículos literarios aparecidos
en diversos diarios y revistas que Saer ya tenía lista para publicarse.
Además de estos títulos, entre 2012 y 2013 Seix Barral
comenzó a publicar una colección de borradores, notas y poemas con el título de
Borradores inéditos, que serán publicados en cuatro volúmenes, de los cuales ya
han aparecido tres: dos de borradores y notas (bajo el título de Papeles de
trabajo) y un tercero de poemas. El cuarto, de próxima aparición, estará
dedicado a su obra ensayística.
Maximiliano Reimondi
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