miércoles, 29 de julio de 2015

LITERATURA

Melodrama (Novela)
Jorge Franco



Sinopsis:

Vidal, un hermoso joven colombiano, invita a su compatriota Perla a abandonar Colombia y reunirse con él en París. Vidal tenía un plan: lograr que Perla, maleducada, rebelde y en principio la mujer menos adecuada para un aristócrata, se casara con su amigo y protector, el viejo conde viudo Adolphe de Cressay. De esta manera el conde podría cumplir lo prometido a su esposa anterior: hacer de Vidal, quien supo aliviar su larga agonía, el legítimo heredero de ambos. Educada por Vidal, Perla logra ocupar su sitio junto al conde y el plan parece tener éxito.

Calificación: Regular.

Crítica:

Es una novela extensa para una historia que está relatada en forma confusa. Se repite en imágenes y situaciones. Leer algunas páginas llega a ser una tarea densa. Esperaba más.

Sobre el autor



Jorge Franco Ramos (Medellín, 22 de febrero de 1962)
Escritor colombiano. Creció rodeado de sus tres hermanas y se fue habituando a ese universo femenino en el que rápidamente entendió que era minoría. Los libros entraron pronto en su vida: "En mi casa no se leía mucho, pero mi mamá estaba afiliada a El Círculo de Lectores y recuerdo que en un cumpleaños me dieron una biblioteca completa de literatura juvenil con ejemplares de Verne, Stevenson y Salgari. Luego conocí a Enid Blyton, una escritora inglesa que publicó varios libros de aventuras llamados “Los Cinco” y tuve toda la colección. Y a los 13 años llegué a Shakespeare por mi abuelo Antonio, él me regaló Romeo y Julieta. Esa historia de amor lo cautivó.
En 1996, se decide a participar en concursos literarios: con su relato (Viaje gratis) resultó finalista del VII concurso de historias cortas Carlos Castro Saavedra y el mismo año ganó el premio Pedro Gómez Valderrama con su colección de cuentos Maldito amor.
Su primera novela, Mala noche, apareció al año siguiente, el mismo en el que se casó con su pareja de hacía un par de años, Natalia; la fama le llegó dos años más tarde con Rosario Tijeras (1999), que, además de ganar el premio Hammett, fue adaptada al cine con la dirección del mexicano Emilio Maillé y convertida en una exitosa serie de televisión de 60 episodios, estrenada en Colombia a principios de 2010 en Canal RCN.
Su siguiente novela, Paraíso Travel (2001) fue llevada también a la pantalla grande en 2008 por el colombiano Simón Brand.6 Melodrama (2006) fue adaptada al teatro.
El éxito de Franco se ha visto consolidado con su novela El mundo de afuera, que obtuvo Premio Alfaguara de Novela 2014.
Ha publicado cuentos y artículos en diversas revistas nacionales e internacionales y fue invitado por Gabriel García Márquez a dictar con él su taller «Cómo se cuenta un cuento» en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba. Actualmente, reside en Bogotá.

                                                     
                                                                            Maximiliano Reimondi
René Favaloro



René Gerónimo Favaloro (La Plata, Argentina, 12 de julio de 1923 - Buenos Aires, Argentina, 29 de julio de 2000)
Fue un prestigioso médico cirujano torácico argentino, reconocido mundialmente por ser quien realizó el primer bypass aorto-coronario en el mundo. Estudió medicina en la Universidad de La Plata y una vez recibido, previo paso por el Hospital Policlínico, se mudó a la localidad de Jacinto Aráuz para reemplazar temporalmente al médico local, quien tenía problemas de salud. A su vez, leía bibliografía médica actualizada y empezó a tener interés en la cirugía torácica. A fines de la década de 1960 empezó a estudiar una técnica para utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. A principios de la década de 1970 fundó la fundación que lleva su nombre. Se desempeñó en la Conadep, condujo programas de televisión dedicados a la medicina y escribió libros. Durante la crisis del 2000, su fundación tenía una gran deuda económica y le solicitó ayuda al gobierno sin recibir respuesta, lo que lo indujo a suicidarse. El 29 de julio de 2000, después de escribir una carta al Presidente De la Rúa criticando al sistema de salud, se quitó la vida de un disparo.

    

                                                                    Maximiliano Reimondi
Ricardo Rojas



Poeta, historiador, ensayista, biógrafo, crítico literario y profesor universitario argentino, nacido en Santiago del Estero (en la provincia homónima) en 1882, y fallecido en Buenos Aires, el 29 de julio de 1957. Humanista fecundo y polifacético, preocupado tanto por la historia de las Letras como por la indagación acerca de la identidad nacional, dejó un valioso legado crítico e histórico que le convierte en una de las figuras más influyentes del panorama intelectual argentino de la primera mitad del siglo XX.
Nacido en el seno de una familia provinciana perteneciente a esa oligarquía arrinconada y empobrecida por su distanciamiento del floreciente núcleo cosmopolita que comenzaba a ser Buenos Aires, el joven Ricardo Rojas creció envuelto por una inquietud nacionalista que, en cierto modo, era fruto de la necesidad de sentirse ligado -dentro de su forzada lejanía- a una aventura histórica común. Estas circunstancias biográficas determinaron que, tan pronto como sus innatas dotes intelectuales le hubieron inclinado hacia el estudio de las humanidades, decidiera implicarse estrechamente en la corriente ideológica que, hacia 1910, se extendió por toda la Argentina bajo el nombre de "primer nacionalismo cultural". 
Dentro, pues, del ambicioso proyecto intelectual que se propuso desarrollar Ricardo Rojas desde su faceta de pensador e historiador de la literatura, la inserción de la población foránea que ya se sentía argentina (y que compartía, con el resto de los habitantes de aquel territorio, un mismo sentimiento de nacionalidad) constituyó una de sus principales preocupaciones, a la postre resuelta por vía de la integración cultural. Así pues, en la obra de Rojas la cultura (y, muy especialmente, una de sus más extendidas manifestaciones: el fenómeno literario) se convierte en el elemento integrador por excelencia, el que permite concebir la identidad nacional argentina como el producto de un cruce de razas y procedencias muy diversas, y el que deja lugar -bien es verdad que dentro de una escala jerárquica que recuerda su pertenencia a la rancia oligarquía provinciana- a la inclusión, en un mismo concepto de "nación", de indígenas y emigrantes.

                                                                               
                                                                                    Maximiliano Reimondi

lunes, 27 de julio de 2015

 ESTOY EN  EL BORDE DE LA VIDA



 Quiero arrancar el cuadro
un largo tiempo de mar,
zambullirme dentro de mí, para deshacerme
como un largo febrero a través de mi alma
y, que al pensarlo,
me convirtiera en un poseidón lleno de vida.

                         ***

Tengo los recuerdos de un centauro
desfasado en el mundo.
Miro a través del bosque
los árboles trepados a la vida
y un pincel viejo
que me acerca a ella en un movimiento dorado.

Así representó el monstruo un paisaje diurno.
Yo estoy en el borde de la vida
el pelaje oscuro, los ojos desorbitados.

                     ***

¿Y si fuese Superman?
¿Si la lluvia que amenaza con
mojarnos la dignidad
fuera sólo un pequeño fantasma
dispuesto a herirnos de muerte?
¿Me tomarías de la mano aún
sabiendo que nos persigue la vida
con su quimera de dádivas?
                                       
                                          Maximiliano Reimondi

María Esther de Miguel



María Esther de Miguel (1 de noviembre de 1929, Larroque, provincia de Entre Ríos - Buenos Aires, 27 de julio de 2003)
Hija de un inmigrante español y de madre judía, de Miguel tuvo vocación por la escritura desde pequeña (a los 8 años ganó un concurso literario por una composición en el colegio).
En su adolescencia comenzó el noviciado, entrando a la congregación de las Paulinas, en Buenos Aires. Durante ese tiempo estudió Filosofía y letras, y además recibió una beca para estudiar literatura en Italia. Cuando regresó, abandonó su vocación religiosa.
Trabajó como maestra y periodista. Dirigió la revista literaria "Señales" y fue colaboradora del suplemento literario del diario La Nación. También estuvo a cargo del Fondo Nacional de las Artes.
Se destacó por sus novelas históricas, donde buscaba mostrar a los próceres como personas normales, con defectos y virtudes, como ella misma dijo:

"Los padres de la Patria seguramente no eran ni tan pulcros ni asépticos como nos contaron. Eran hombres con sus debilidades y sus pasiones. No me imagino al sargento Cabral, mientras agonizaba en San Lorenzo, diciendo: ‘Muero contento, hemos batido al enemigo’. Seguramente pensaría: ‘La puta, ¿por qué me tocó a mí?’"

Estaba casada con el editor Andrés Alfonso Bravo, a quien conoció en la década del '60. Falleció por causa de un cáncer de colon.

Obras publicadas

1961 "La hora undécima" (novela)
1965 "Los que comimos a Solís" (cuentos)
1970 "Calamares en su tinta" (novela)
1972 "En el otro tablero" (cuentos)
1973 "Pueblamérica" (novela) - reeditada en 1998 con el título "Violentos jardines de América"
1980 "Espejos y daguerrotipos" (novela)
1983 "Jaque a Paysandú" (novela)
1986 "Dos para arriba, uno para abajo" (cuentos)
1991 "Norah Lange" (biografía)
1993 "La amante del restaurador" (novela)
1995 "Las batallas secretas de Belgrano" (novela)
1996 "El general, el pintor y la dama" (novela)
1997 "En el otro lado del tablero " (cuentos)
1999 "Un dandy en la corte del rey Alfonso" (novela)
2001 "El palacio de los patos" (novela)


                                                               Maximiliano Reimondi
Gertrude Stein



Gertrude Stein (3 febrero 1874-27 julio 1946)
El padre de Stein era un acaudalado hombre de negocios con propiedades de bienes raíces, y director del San Francisco líneas del coche de la calle, la calle del mercado de tren, en una era en el transporte público era una empresa de propiedad privada.
Cuando Stein tenía tres años, ella y su familia se trasladaron a Viena y luego a París. Acompañado por institutrices y tutores, los Stein trataron de imbuir a sus hijos con las sensibilidades cultivadas de la historia y la vida europea. Después de una estancia de un año en el extranjero, regresaron a Estados Unidos en 1878, estableciéndose en Oakland, California, donde asistió a Stein Primera Congregación Hebrea de Oakland escuela sabática 's.
Su madre murió en 1888 y su padre en 1891. Michael Stein, el hermano mayor, se hizo cargo de las participaciones de empresas familiares. Él organizó Gertrude y otra hermana, Bertha, a vivir con la familia de su madre en Baltimore después de la muerte de sus padres.  En 1892, vivía con su tío David Bachrach. Bachrach se casó con Fanny Keyser, hermana de La madre de Gertrude Amelia, en 1877.
En Baltimore, Stein se reunió Claribel Cone y Etta Cone, quien ocupó Sábado noche salones que más tarde emular en París. Los conos compartieron una apreciación para el arte y la conversación al respecto y modelado una división doméstica del trabajo que Stein podría replicar en su relación con Alice B. Toklas.

Educación

Stein asistió Radcliffe College , entonces un anexo de la Universidad de Harvard , 1893-97 y fue alumno de psicólogo William James . Con la supervisión de James, Stein y otro estudiante, León Méndez Solomons, realizado experimentos de automatismo normal del motor , la hipótesis de un fenómeno que ocurra en personas cuando su atención se divide entre dos actividades simultáneas inteligentes como la escritura y el habla.
Estos experimentos produjeron ejemplos de escritura que parecían representar " corriente de la conciencia ", una teoría psicológica a menudo atribuida a James y el estilo de autores modernistas de Virginia Woolf y James Joyce. En 1934, el psicólogo conductista BF Skinner interpretarse de Stein difíciles poema Tender Buttons como ejemplo de automatismo motora normal. En una carta Stein escribió durante los años 1930, ella explicó que ella nunca aceptó la teoría de la escritura automática: "pueden ser movimientos automáticos, pero la escritura no es automática. Escribir para la persona normal es demasiado complicado una actividad para ser entregado a automáticamente. "
En Radcliffe, comenzó una amistad de por vida con Mabel Foote Semanas, cuya correspondencia rastros gran parte de la progresión de la vida de Stein. En 1897, Stein pasó el verano en Woods Hole, Massachusetts, el estudio de la embriología en el Laboratorio de Biología Marina.

Johns Hopkins

William James, quien se había convertido en un mentor comprometido con Stein en Radcliffe, reconociendo su potencial intelectual, y su declarando su "más estudiante mujer brillante", animó a Stein para inscribirse en la escuela de medicina, aunque Stein profesado tenía ningún interés ni en la teoría ni la práctica de la medicina. Pasó dos años en la Escuela de Medicina Johns Hopkins, en su defecto dos cursos y dejando sin un título. En última instancia, la escuela de medicina tenía aburrido Stein, y ella había pasado muchas de sus noches no aplicar a sí misma a sus estudios, pero tomando largos paseos y asistir a la ópera.
La tendencia de Stein en la Universidad Johns Hopkins ha estado marcada por el desafío y el estrés. Los hombres dominaban el campo de la medicina, y la inclusión de las mujeres en la profesión no era sin reservas o acogido por unanimidad. Redacción de este período de su vida ("las cosas como son", 1903) Stein menudo revela a sí misma como una mujer joven deprimida tratar con una cultura paternalista, que lucha por encontrar su propia identidad, que se dio cuenta de que no podía cumplir con el rol femenino convencional. Su apariencia física y el modo excéntrico de vestir despertaron comentarios.
Pregunta a dar una conferencia a un grupo de mujeres de Baltimore en 1899, Stein dio un discurso polémico titulado "El valor de la educación colegio para las mujeres", sin duda, diseñado para provocar a la audiencia en gran parte de la clase media. En la conferencia Stein mantiene:
"La media mujer de clase media [apoyado por] algún pariente varón, un marido o un padre o un hermano, ... [es] no vale la mantienen considera económicamente." [Esta dependencia económica la llevó a convertirse en] oversexed ... adaptándose al deseo sexual anormal del varón ... y convertirse en una criatura que debería haber sido primero un ser humano y luego una mujer en una que es la primera mujer y siempre ".

Stein en América (1934-1935)

En octubre de 1934, Stein llegó a América después de una ausencia de 30 años. Desembarcar del trasatlántico en Nueva York, se encontró con una multitud de periodistas. Artículos de primera plana sobre Stein aparecieron en casi todos los periódicos de Nueva York. Mientras cabalgaba por Manhattan a su hotel, pudo tener una idea de la publicidad que Hallmark su gira por Estados Unidos. Una señal eléctrica en Times Square anunció a todos que "Gertrude Stein ha llegado."
Su gira de seis meses del país abarcó 191 días de viaje, cruzando 23 estados y visitando 37 ciudades. Las conferencias Stein preparado para cada parada se ajustaban a una estructura formal, y el público se limitaba a quinientos asistentes para cada lugar. Habló, lectura de las notas, y proporcionó una pregunta de la audiencia y respuestas al final de su presentación.
La eficacia de Stein como orador conferencia provocó diferentes evaluaciones. En ese momento, algunos sostuvieron que "las audiencias de Stein por lo general no entendían sus conferencias." Algunos de los que están en la comunidad psiquiátrica pesado en juzgar que Stein sufrió de un trastorno del habla, palilalia, lo que le causó "a tartamudear sobre las palabras y frases". El sentimiento predominante, sin embargo, fue que Stein era una presencia convincente, una personalidad fascinante que tenía la capacidad de mantener los oyentes con la "musicalidad de su lenguaje".
En Washington, DC Stein fue invitado a tomar el té con la esposa del Presidente, Eleanor Roosevelt. En Beverly Hills, California, visitó con Charlie Chaplin que al parecer discutió el futuro del cine con ella.
Stein dejó Estados Unidos en mayo de 1935 una celebridad Latina de nuevo cuño con un compromiso por parte de Random House, que había aceptado ser el editor estadounidense de todos los trabajos futuros.
El Chicago Daily Tribune escribió después del regreso de Stein a París: "Ningún escritor en años ha sido tan ampliamente discutido, tanto caricaturizado, tan apasionadamente defendido".
                                                                    
                                                                                       Maximiliano Reimondi


Jean Baudrillard



Jean Baudrillard (Reims, Francia, 27 de julio de 1929 – París, 6 de marzo de 2007)
Nacido en la campiña francesa, sus abuelos fueron campesinos y sus padres, empleados públicos. Se casó y tuvo dos hijos. De joven dio clases de alemán y estudió filología germánica en La Sorbona, donde se desempeñó como traductor de Karl Marx, Bertolt Brecht y Peter Weiss. También fue ayudante de cátedra de la Universidad de Nanterre, en París.

Década de los 60

Comenzó a interesarse por la política a partir de la Guerra de Argelia. En 1962 y 1963 publicó críticas literarias en la revista Les Temps Modernes del filósofo existencialista Jean Paul Sartre. En 1966 defendió su tesis de doctorado Le système des objets —El sistema de los objetos—, bajo la dirección de Henri Lefebvre. A partir de entonces, inició su actividad como docente de Sociología. Junto a Roland Barthes, fue uno de los fundadores de la revista Utopie y se adhirió a la idea sartreana de «intelectual», independiente de los partidos políticos y libre para dialogar con el marxismo.
En los años 1960 sostuvo que las teorías marxistas habían quedado desactualizadas: según su pensamiento, la nueva base del orden social era el consumo y no la producción. En su libro Crítica a la economía política del signo se propuso explicar el surgimiento de la sociedad de consumo y la economía a través de la aplicación de las Teorías del Signo, originadas por la lingüística estructural de Ferdinand de Saussure, también adoptada por Roland Barthes. Así, en esta obra, Baudrillard atiende a las dinámicas de aislamiento y privatización del consumo que suponen la supremacía del sistema de dominación. A su vez, defiende que el marxismo es ya visto como «una corriente demasiado ocupada en cuestiones de economía política y demasiado alejada del análisis de la significación de la cultura» (El espejo de la producción, 1975). Baudrillard aceptará de Louis Althusser el descentramiento del sujeto por la acción de la ideología y su crítica al humanismo. De Guy Debord, asumirá la exigencia de una política de vanguardia, heterodoxa, su crítica del efecto simulador que produce el exceso de mensajes, hipercodificados y ajenos a la vida cotidiana.
El estructuralismo le permitía describir la dinámica del consumo, basada en la adquisición de signos antes que de objetos. De esta forma, no se le ofrece al consumidor un objeto en relación a su función empírica, sino a través de su significado colectivo: prestigio, opulencia económica, estar a la moda, pertenecer a cierto grupo social, entre otros.

Década de los 90

En 1990, justo antes de que se iniciara la Guerra del Golfo, Baudrillard predijo que dicha guerra no ocurriría. Después de la guerra, proclamó haber estado en lo cierto: «La Guerra del Golfo no tuvo lugar». En esta obra, Baudrillard presenta la primera Guerra del Golfo como la inversa de la fórmula de Clausewitz: no era «la continuación de la política por otros medios», sino «la continuación de la ausencia de la política por otros medios». Así, también los medios de comunicación occidentales fueron cómplices, presentando la guerra en tiempo real, mediante el reciclaje de imágenes de guerra para propagar la idea de que los dos enemigos, los EE.UU. (y aliados) estaban en realidad luchando contra el ejército iraquí. Pero Saddam Hussein no hizo uso de su capacidad militar (la Fuerza Aérea iraquí) y su poder político-militar no se debilitó (se suprimió la insurgencia kurda contra Irak al final de la guerra). Por lo que poco ha cambiado en Irak: el enemigo fue invicto, los vencedores no salieron victoriosos, y por lo tanto, no hubo guerra.
Según su postura, Estados Unidos se ve comprometido con la ilusión de estar combatiendo, tal como la mente del jugador se ve inmersa en el videojuego (ejemplo de la hiperrealidad), donde la experiencia engaña a la consciencia haciéndole creer que es un actor de algo que no está sucediendo. Mientras el combate pudo haber sido real, sólo unas pocas personas en el otro extremo del planeta lo experimentaron. La «guerra» que fue transmitida por la televisión, y en consecuencia, la guerra tal como fue entendida por la mayoría de la gente, no fue realmente real.
Algunos críticos acusan a Baudrillard de revisionismo instante, de una negación de la acción física de la guerra (parte de su negación de la realidad, en general). Baudrillard fue acusado de amoralismo perezoso, abarcando el escepticismo cínico y el idealismo de Berkeley. Comentaristas como William Merrin han argumentado: «Baudrillard estaba preocupado por el dominio tecnológico y político de Occidente y la globalización de sus intereses comerciales». Merrin ha afirmado que Baudrillard no negó que algo hubiera sucedido, sino que simplemente puso en duda que ese algo fuera una guerra.
También se opuso públicamente a la teoría del Fin de la historia de Francis Fukuyama a través de su libro La ilusión del fin (1992):
«El problema de hablar del fin (en particular del fin de la historia) es que uno debe hablar de lo que hay más allá del fin y también, al mismo tiempo, de la imposibilidad de finalizar.

Últimos años

En 2001 fue contratado por la European Graduate School de Saas-Fee, en Suiza, como profesor de filosofía de la cultura y de los medios para sus seminarios intensivos de verano.
A partir de los atentados del 11 S dictó conferencias en las que analizó semiológicamente los fenómenos del terrorismo y escribió Requiem pour les Twin Towers (2002) y L'esprit du terrorisme (2002).
En mayo de 2005, publicó en Libération un artículo en contra del proyecto de Constitución europea calificando al "NO" francés como «una respuesta y un desafío a un principio hegemónico que viene de arriba».


                                                                     Maximiliano Reimondi
Giosuè Carducci


Giosuè Carducci (Valdicastello, Toscana, 27 de julio de 1835 – Bolonia, 16 de febrero de 1907)
Fue hijo de un médico rural. Pasó su infancia en la región de Maremma antes de trasladarse a Pisa en 1853, donde estudió Filosofía y Letras en la Universidad. Después de ejercer de profesor en diferentes centros docentes, de 1860 a 1904 fue profesor de literatura italiana en la universidad de Bolonia, cátedra que mantuvo durante 42 años.
Opuesto al papado, a la monarquía y al sentimentalismo que dominaban la literatura italiana de su tiempo, fue el primer poeta que adaptó con éxito los metros clásicos latinos a la poesía italiana moderna. En toda su obra es notoria la afirmación de su personalidad, su rebeldía e inconformismo —sobre todo en su época juvenil— y su anticlericalismo militante.
Su primera colección de versos fue Juvenilia (1856–1860), a la que seguirían Levia Gravia (1861–1871), Giambi ed epodi (1867–1879), Rime nuove (1871), Odi barbare (1877–1889), Rime e ritmi (1890–1897), Intermezzo (1874–1886), La canzone di Legnano (1879), Ça ira (1883) y Primizie e reliquie, publicada póstumamente en 1928.
En su época fue traducido al castellano por el poeta José Jurado de la Parra.
Le fue concedido el premio Nobel de Literatura en 1906.


                                                                                    Maximiliano Reimondi

sábado, 25 de julio de 2015

Osvaldo Pugliese


Osvaldo Pedro Pugliese (Buenos Aires, 2 de diciembre de 1905 – 25 de julio de 1995)
Nació el 2 de diciembre de 1905 en el barrio porteño de Villa Crespo, en el seno de una familia de músicos, aunque no tan talentosos como él. Su padre, Adolfo Pugliese, tocaba la flauta en los conjuntos de barrio, esencialmente en cuartetos. Dos de sus hermanos mayores, Vicente Salvador y Alberto Roque, también eran músicos.
Adolfo, su padre, lo ayudó a hacer sus primeros "palotes" en la música, le compró un violín con el que fue enviado al Conservatorio Odeón del barrio de Villa Crespo. Pero en este lugar encontró el instrumento que sería parte de su vida y el que lo destacaría por encima de muchos: el piano.
Estudió con grandes maestros como Vicente Scaramuzza y Pedro Rubione, con los cuales se convirtió en un extraordinario pianista.
A los quince años ya integraba un trío junto al bandoneonista Domingo Faillac y el violinista Alfredo Ferrito, con los que debutó ante el público en un bar de barrio (en Argentina denominados genéricamente: cafés) llamado Café de la Chancha, nombre que le otorgaran los parroquianos en alusión a la poca higiene de su dueño y del lugar.
Tiempo después pudo llegar a la Gran Ciudad, Buenos Aires, donde debutó integrando un conjunto que tenía, como particularidad, a la primera mujer bandoneonista del país: Francisca Cruz Bernardo. Más conocida como "Paquita", "La Flor de Villa Crespo", era la directora de aquella orquesta típica. Y quien comprendió el afán monetario de Osvaldo Pugliese y aceptó su alejamiento en aras de un mejor porvenir económico.
Más tarde, y ya con mucha más experiencia y soltura, formó parte del cuarteto de Enrique Pollet (1924), y luego de la orquesta de otro famoso de su tiempo, Roberto Firpo. Ya en 1926, era el pianista de la orquesta del gran bandoneonista Pedro Maffia, continuado con su ascenso en el mundo del tango y tomando cada día más y más prestigio.
Pero el sueño de Osvaldo Pugliese era tener su propia orquesta. Fue así que se desvinculó de la de Pedro Maffia, en 1929, junto con el violinista Elvino Vardaro para formar su propio conjunto. Ambos tocaron por primera vez en el café Nacional con gran repercusión, lo que los empujó a hacer una gira por todo el país. Sin embargo, la gira fue un fracaso económico y debieron empeñar parte de sus instrumentos para conseguir los pasajes de regreso a su ciudad. A su retorno integró la orquesta de Alfredo Gobbi, y más tarde acompañó a Daniel Héctor Álvarez, Roberto Firpo y Miguel Caló.
Pero Pugliese nunca abandonó su sueño y fue así que en 1936 creó un sexteto junto a Alfredo Calabró, Juan Abelardo Fernández y Marcos Madrigal (bandoneones), Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza (violines), Aniceto Rossi (contrabajo), del cual era su director. Debutaron en la famosa Avenida Corrientes, en el Germinal. Este fue el punto de partida de su orquesta. La misma fue presentada en el café El Nacional el 11 de agosto de 1939, orquesta que, aunque con los lógicos recambios, lo acompañaría durante 55 años. Durante todo ese tiempo, Don Osvaldo compuso más de 150 temas, algunos muy famosos como Recuerdo, La Beba, Negracha, Malandraca y su himno La yumba. Además grabó más de 600 temas de otros autores.
Pero no era tan sólo un gran pianista, también era un ciudadano comprometido con la sociedad. En 1935 impulsó el Sindicato Argentino de Músicos del que fue el afiliado número 5. Inició, entonces, una lucha "... donde el trabajo sea una dignidad personal y no un castigo". En 1936 se afilió al joven Partido Comunista Argentino (108 era su número de afiliación). Esto y sus ideas provocaron que fuera perseguido, censurado y encarcelado durante el gobierno de Juan Domingo Perón y luego durante el gobierno de facto conocido como la autodenominada Revolución Libertadora. Pero durante el tiempo que duraron sus penurias, su orquesta no dejó de tocar, aunque huérfana de su director.
Fue durante la década de los años 50 que la orquesta del maestro Pugliese animó las milongas del Club Atlético Palermo, que por entonces era un reducto opositor a las políticas oficiales de gobierno.
Recibió innumerables distinciones. El gobierno de Cuba le otorgó la medalla Alejo Carpentier, la más importante distinción cultural de la isla; el gobierno francés lo nombró Commandeur de L'Ordre des Arts et Lettres (1988). En tanto su ciudad, la Ciudad de Buenos Aires, en 1986 lo declara Ciudadano Ilustre. En 1989, la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) y la Asociación de Coleccionistas de Tango, descubrieron una placa en la Avenida Corrientes (al 960) en conmemoración de los 50 años del Maestro frente a su orquesta. En 1990, recibió el título de Académico Honorario de la Academia Nacional del Tango.
Por su orquesta pasaron cantores de la talla de Roberto Chanel, Alberto Morán, Jorge Vidal, Jorge Maciel, Miguel Montero, Alfredo Belusi, Adrián Guida y Abel Córdoba; este último cantó durante 30 años en la orquesta del maestro Pugliese.
Tal era la talla artística de este hombre que en 1985 logra lo que nadie hasta entonces: el 26 de diciembre de ese año, para festejar su cumpleaños número 80, su orquesta tocaría en el conocidísimo Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires, lugar reservado casi exclusivamente para la música y lírica académicas. Obviamente el teatro estaba repleto de público viendo al maestro interpretar obras de sus, por entonces, 46 años ininterrumpidos de actividad.
Finalmente, el 25 de julio de 1995 y después de una breve enfermedad, falleció a los 89 años de edad en la ciudad de Buenos Aires, su ciudad. Sus restos fueron velados en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires y luego llevados hacia el cementerio de la Chacarita por la emblemática avenida Corrientes a contramano del tránsito. Allí descansan, en un imponente mausoleo construido con el aporte de amantes del tango de muchos países del mundo a partir del trabajo de una Comisión de Amigos y de la perseverancia y el empuje de su viuda y compañera de vida Lydia Elman. Para gozo de aquellos que lo admiraron, su estirpe sigue viva en otra gran pianista: Beba Pugliese, su hija y en Carla Pugliese, su nieta, también pianista y gran innovadora del tango.
Recibió el Premio Konex en tres ocasiones: en 1985 por Director de Orquesta típica (Platino), en 1995 una mención especial y en 2005 un premio de honor.
La estación Malabia de la línea B de subterráneos de Buenos Aires pasó a llamarse Malabia-Osvaldo Pugliese a partir del 2011, luego de una campaña de varios años en la que miles de vecinos de su Villa Crespo natal y admiradores por doquier firmaron un petitorio para ello.



                                                             Maximiliano Reimondi


Benito Lynch



Benito Lynch (Buenos Aires, Argentina, 25 de julio de 1880 - La Plata, 23 de diciembre de 1951)
Fue un escritor argentino de literatura gauchesca al cual se puede considerar como un escritor platense por haber vivido muchos años en La Plata. De familia irlandesa adinerada, creció en una estancia. Sus vivencias durante los primeros años determinarán su literatura, y lo ayudarán a posicionarse como uno de los principales escritores del nacionalismo argentino.
Adquirió fama desde los primeros momentos con sus cuentos y novelas, pero se consagró como escritor criollista con dos obras, Los caranchos de la Florida (1916) y El inglés de los güesos (1922). Su más celebrada colección de cuentos apareció bajo el título de De los campos porteños (1931).
Hacia 1936 se retiró a un aislamiento literario, del que no pudieron sacarlo sus amigos ni las solicitaciones del público. En torno a su personalidad y a su inexplicable designio de no publicar más, se han tejido leyendas del más variado contenido, que nadie ha podido sin embargo confirmar.
Murió en La Plata (1951), rodeado de esa atmósfera de misterio que su actitud le había creado.
Una escuela fue fundada en su honor en La Plata, llevando su mismo nombre.

Obras

Plata dorada (1909) (novela)
Los caranchos de la Florida (1916) (novela)
Raquela (1918) (novela)
La evasión (1922) (novela corta)
Las mal calladas (1923) (novela)
El potrillo roano (1924) (cuento)
El inglés de los güesos (1924) (novela)
El antojo de la patrona (1925) (novela corta)
Palo verde (1925) (novela corta)
El romance de un gaucho (1930) (novela)
De los campos porteños (1931) (cuentos)
Pollos y mirasoles (1936) (novela)


                                                         Maximiliano Reimondi
Carlos Guido y Spano



Carlos Guido y Spano (Buenos Aires, 19 de enero de 1827 – Buenos Aires, 25 de julio de 1918)
Nació en Buenos Aires siendo bautizado como Carlos Rufino Pedro Ángel Luis hijo del general Tomás Guido (militar de las guerras de la independencia y amigo de José de San Martín) y de María del Pilar Spano y Ceballos, hija del coronel Carlos Spano (fallecida en Buenos Aires el 25 de enero de 1868). Tuvo varios hermanos.
El 15 de abril de 1866, publicó un folleto de 114 páginas a través de cual daba rotunda oposición a la Guerra contra el Paraguay, así como otros ilustres de la época Juan Bautista Alberdi, José Hernández, lo que causó que fuese preso por orden de Bartolomé Mitre el 26 de julio de 1866.
Su padre había hecho expresa su voluntad de ser enterrado bajo las piedras de su querida Cordillera de los Andes, por lo que —para poder enterrarlo en Buenos Aires— Guido hizo traer piedras 1200 km desde la cordillera para construir con sus propias manos el sepulcro de su padre.
Guido plasmó su obra poética en dos obras: Hojas al viento (1871) donde recopiló sus poemas desde 1854 y Ecos lejanos (1895). Es conocido su poema Trova:

He nacido en Buenos Aires.
¡Qué me importan los desaires
con que me trate la suerte!
Argentino hasta la muerte,
he nacido en Buenos Aires.

En 1864, Guido reclamó que su padre había sido el verdadero autor (y no San Martín) del plan de cruzar la Cordillera de los Andes, tomar Chile a los españoles y atacar desde el mar la base militar española en Lima (Perú). La pretensión fue rechazada con ira.3
Incursionó en la prosa en 1879, con la edición de Ráfagas, obra que contiene críticas literarias y de la sociedad y personajes de su época, así como referencias autobiográficas.
Durante su vida ocupó varios cargos oficiales: director del Archivo General de la Nación y vocal del Consejo Nacional de Educación. Fue cofundador de la Sociedad Protectora de Animales (26 de noviembre de 1879). Se opuso a la Guerra contra Paraguay (1865-1870).
Falleció en Buenos Aires el 25 de julio de 1918 y fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta.


                                                                                     Maximiliano Reimondi
Tomás Espora


Tomás Espora (Buenos Aires el 19 de septiembre de 1800 - 25 de julio de 1835)
Era hijo de Domingo Espora, inmigrante genovés, y de su segunda esposa, Tomasa Ugarte, una criolla del territorio de Santa Fe. Quedó huérfano de ambos con apenas 10 años de edad.
Desde muy niño sintió el interés por navegar y a los 15 años se embarcó como grumete de la corbeta Halcón cuyo capitán era Hipólito Bouchard, y que junto con la Constitución, realizaron una campaña por el Océano Pacífico.
Participó de la Guerra por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, bajo el mando del almirante Guillermo Brown, en la campaña del Pacífico, en los asaltos al puerto de El Callao en Perú y a la fortaleza española de Guayaquil.
Siguiendo los periplos de Bouchard, en 1817 embarcó como pilotín en la nave La Argentina atacando las rutas comerciales españolas hacia Filipinas. Cuando el 17 de julio de 1819 La Argentina llegó al puerto de Valparaíso, Espora se convirtió en el primer marino argentino nativo en circunnavegar la Tierra.
En el año 1820 le fue entregado el mando de la fragata Peruana, ya en calidad de teniente, contando solo con 19 años de edad y, a partir de aquí, Espora consiguió la captura o destrucción de numerosos barcos españoles en guerra de corso, hasta su regreso en el año 1826. Participó en 1820 en la toma de la Esmeralda, y el 10 de julio de ese año San Martín lo premió con una medalla de oro. El 19 de diciembre de 1825 el general José Matías Zapiola lo propuso al gobierno argentino y el 13 de enero de 1826 recibió los despachos de capitán con grado de sargento mayor. Tomó parte el 9 de febrero de ese año, en el Combate de Los Pozos.
Designado Comandante por el almirante Guillermo Brown le fue entregado el mando directo de la nave insignia 25 de Mayo, con la que combatió en la Guerra contra el Brasil, el 30 de julio de 1826 frente a la costa de Quilmes gritando, al avistar el enemigo, su famosa arenga:
"Solo los cobardes se rinden sin pelear, y aquí no reconozco sino argentinos y republicanos. Compañeros: arrimen las mechas y ¡viva la Patria!"
En el duro combate con la nave brasileña Coboclo, si bien consiguió destruirla, el comandante Tomás Espora cayó mal herido y su buque resultó gravemente averiado; nunca se recuperó del todo de sus heridas de combate. El 9 de agosto de 1826 fue promovido a sargento mayor y Brown lo nombró comandante de la goleta Maldonado, luego se le confirió el mando de la isla Martín García y de su batería Constitución.
En 1827 ya era teniente coronel efectivo y se le encargó el mando de la escuadra por enfermedad de Brown. El 21 de febrero del año siguiente, junto con Brown y Leonardo Rosales, lucharon frente a Punta Lara contra ocho barcos enemigos, logrando la captura del corsario imperial Fortuna. En marzo le asignaron las naves 8 de Febrero y La Unión para cooperar en las acciones de un ejército combinado, al mando del general José María Paz contra Río Grande. En estas circunstancias, embarcado en la 8 de Febrero, encalló su nave frente a las costas de Samborombón, como consecuencia de la niebla, y se vio rodeado de la escuadra imperial al mando de Juan Francisco de Oliveira. Después de combatir contra los diez barcos que lo rodeaban, desmanteló la nave y arrió el pabellón; fue tomado prisionero, pero liberado sin condicionamientos frente a Buenos Aires, en reconocimiento al heroísmo desplegado en esa batalla.
Posteriormente comandó el Uruguay, y la nave que —recordando su acción anterior— fue llamada 9 de Febrero. Siendo Brown gobernador delegado de la provincia de Buenos Aires, se lo nombró, como consecuencia de la revolución del 1 de diciembre de 1828, Comandante General de Marina. Fue en este cargo que el gobierno le asignó la tarea de presentarle los saludos al general San Martín al llegar al puerto de Buenos Aires.
Desde 1833 hasta 1835 ejerció el cargo de la Comandancia y el Comisariato general de Matrículas.
Fue calumniado por creérsele partícipe del movimiento revolucionario del 1 de diciembre, razón por la cual presentó su renuncia. Enfermo y deprimido por este hecho, falleció en su casa próxima a los Corrales del Alto el 25 de julio de 1835.
El almirante Brown, llegó tarde al sepelio, y tuvo que pedir que desclavaran el féretro para poder despedirse de él. Tomó sus manos y dijo:
Considero la espada de este valiente oficial una de las primeras de América y más de una vez admiré su conducta en el peligro. Es lástima que un marino tan ilustre haya pertenecido a un país que todavía no sabe valorar los servicios de sus buenos hijos
Fue su esposa María del Carmen Chiclana, y tuvo con ella varios hijos.
En homenaje al valeroso marino argentino, la Armada de su país denominó Base Comandante Espora a una de sus Bases Aeronavales y dio su nombre a varios de sus buques de guerra. Hoy, la que fue su casa, en la avenida Caseros 2522-26, ciudad de Buenos Aires, es el Museo de Historia Naval Coronel de Marina Tomás Espora, y Patrimonio Histórico de la Nación Argentina.

                                                                     Maximiliano Reimondi



miércoles, 22 de julio de 2015

                                                OBSERVACIONES EN UN VELORIO




Nunca más iré a un velorio. Lo que viví allí fue injusto e imperdonable.
Apenas llegué, vi a la madre del pobre Rolando que gritaba y aullaba como un ternero degollado. Todos los presentes tenían los ojos cerrados como sufriendo un sopor eterno, sumidos en una incandescencia inevitable. En otra habitación, el padre del occiso discutía con su hija menor de una manera salvaje.
¡Qué cuadro tétrico, por Dios! ¡Qué carencia de ética ante algo tan doloroso! ¡Qué ignorancia de lo que es la verdadera educación y respeto!
Luego de unos minutos de silencio, se produjo una batahola entre todos los presentes que hasta yo la ligué. Si hasta hoy me duelen las piñas recibidas.
Mientras tanto, Andresito, el hermano menor de Rolando, daba puñetazos al cajón y la abuela puteaba a la nuera de una forma brutal. Como pude me acerqué al cadáver y me horroricé al ver su cara blanca como la leche, tan pasiva y con un gesto de placer como si ya estuviera en el Paraíso Terrenal. No sé por qué yo le hablaba pero creía que me estaba escuchando atentamente. Estaba tan shockeado que creí observar una pequeña sonrisa en su rostro tumefacto. Alcancé a tocar su cara y mis dedos dieron cuenta de una superficie fría como la porcelana.
La atmósfera del lugar era un oprobio. Cerré mis ojos y permití llevarme por un mundo de lágrimas que chorrearon todo mi sector.
Fue, en ese momento, que tuve que salir corriendo por tirar el cajón al piso. Mientras tanto, me preguntaba a mí mismo: “¿Cómo será concientizarse de perdurar en la eternidad con la resignación satisfecha?

                                                                              Maximiliano Reimondi




LIBROS CLÁSICOS

TEMOR Y TEMBLOR
 (Soren Kierkegaard)



Sinopsis
Kierkegaard plantea el tema de la fe, un libro que gira en torno al sacrificio ordenado por Dios a Abraham, que le exige matar a su hijo Isaac.

Calificación: Muy bueno.

Crítica
Es importante leer a este autor, debido a que representa una crítica directa a la filosofía imperante de la época, es decir a la ideología hegeliana. Hace un muy buen análisis teológico pero no estoy de acuerdo con el mismo.



Søren Aabye Kierkegaard (Copenhague, 5 de mayo de 1813 – ibídem, 11 de noviembre de 1855)
Filósofo y teólogo danés del siglo XIX. Se le considera el padre del Existencialismo, por hacer filosofía de la condición de la existencia humana, por centrar su filosofía en el individuo y la subjetividad, en la libertad y la responsabilidad, en la desesperación y la angustia, temas que retomarían Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre y otros filósofos del siglo XX. Criticó con dureza el hegelianismo de su época y lo que él llamó formalidades vacías de la Iglesia danesa.
Gran parte de su obra trata de cuestiones religiosas: la naturaleza de la fe cristiana, la institución de la Iglesia, la ética cristiana y las emociones y sentimientos que experimentan los individuos al enfrentarse a las elecciones que plantea la vida. En una primera etapa escribió bajo varios seudónimos con los que presentaba los puntos de vista de estos mediante un complejo diálogo. Acostumbró a dejar al lector la tarea de descubrir el significado de sus escritos.


                                                               Maximiliano Reimondi
CINE

Ciudades de papel



Director Jake Schreier.

Guionistas Scott Neustadter y Michael H. Weber (Adaptación de la novela de John Green)

Reparto Nat Wolff, Cara Delevingne, Halston Sage.

Sinopsis
Vecinitos de Florida, Margo es mucho más madura que su vecinito de enfrente ya cuando eran chicos. El tiempo pasa, Quentin sigue enamorado de ella, pero en silencio. Hasta que un día, Margo desaparece, y Quentin y dos compañeros -uno negro y algo nerd, el otro, el típico perdedor con las mujeres- parten con un par de chicas más a buscar por la ruta a Margo.

Calificación: Buena.

Crítica
No es sólo una historia de amor. A medida que uno se va metiendo en la historia descubre que se encuentra ante un testimonio justo, certero y real de la amistad y lo importante que es ésta a los 18 años.
También es sobre el fin de un ciclo y el comienzo de otro, relatado en un tono agridulce con tintes de comedia bien puestos.



                                                                    Maximiliano Reimondi


      
MANUEL PUIG



Juan Manuel Puig Delledonne (General Villegas, 28 de diciembre de 1932 - Cuernavaca, 22 de julio de 1990)
Escritor argentino, fundamentalmente famoso por sus novelas Boquitas pintadas y El beso de la mujer araña.
Pasó su infancia en su pequeño pueblo natal y emigró a la capital argentina para llevar a cabo sus estudios secundarios. Después de iniciar diferentes estudios superiores, optó por formarse en la cinematografía, para lo cual se trasladó a Italia. No concretó su formación y terminó realizándose como escritor. Vivió en Roma, París, Londres, Estocolmo, Nueva York, Río de Janeiro y Cuernavaca. Es autor de ocho novelas y cuatro obras de teatro, además de relatos breves y guiones cinematográficos. Es muy reconocido por su uso de la polifonía literaria y el monólogo interior.
Aunque desde la pubertad se asumió como homosexual, escribió y militó respecto a este tema, llegando a declarar que algo tan "banal" como la sexualidad no puede definir la identidad de una persona y, por otro lado, opinó que la actividad de las agrupaciones homosexuales tienden a incurrir en el error de separar la cuestión homosexual de otras agrupaciones, comunidades o sectores sociales.


                                                                                  Maximiliano Reimondi

lunes, 20 de julio de 2015

TELEVISIÓN

Cine

El Director de Recursos Humanos


Año: 2010
Duración: 103 min.
País: Israel
Director: Eran Riklis
Guión: Noah Stollman (Novela: Abraham B. Jehoshua)
Música: Cyril Morin
Reparto: Mark Ivanir, Reymond Amsalem, Gila Almagor, Rosina Kambus, Guri Alfi, Julian Negulesco, Noah Silver
Canal: I-SAT

Sinopsis
 A través de una nota en la prensa, una empresa panificadora es acusada de falta de ética y humanidad. Una de sus trabajadoras, Yulia Petracke, ha muerto en la explosión en un mercado de Jerusalén y nadie ha reclamado su cuerpo. La gerente de la empresa encargará al director de recursos humanos (Mark Ivanir) limpiar el nombre de la panificadora, para ello, deberá identificar el cadáver y acompañar el ataúd de vuelta a Rumania. Allí, en el funeral, deberá ser el representante de la empresa.

Calificación: Muy buena.

Crítica
Partiendo de esta premisa trágica, Riklis introduce en la película temas muy diversos: la deshumanización de las relaciones laborales y la precariedad de las mismas, el terrorismo, el desmembramiento familiar, la incomunicación. Aunque la película aborda muchos temas, éstos son presentados de manera somera. No son protagonistas del relato, pero sí ayudan a acentuar la dimensión humana del mismo. No se pretende indagar en el tema del terrorismo, no es una película política, o en las condiciones laborales de los inmigrantes, no es una película social, sino ver como éstos afectan a la vida diaria de las personas; porque el tema principal que aborda el filme es de los vínculos y/o la ausencia de ellos.



                                                                     Maximiliano Reimondi


EL HOMBRE EN LA LUNA


Apolo 11 fue una misión espacial tripulada de Estados Unidos cuyo objetivo fue lograr que un ser humano caminara en la superficie de la Luna. La misión se envió al espacio el 16 de julio de 1969, llegó a la superficie de la Luna el 20 de julio de ese mismo año y al día siguiente logró que 2 astronautas (Armstrong y Aldrin) caminaran sobre la superficie lunar. El Apolo 11 fue impulsado por un cohete Saturno V desde la plataforma LC 39A y lanzado a las 13:32 UTC del complejo de Cabo Kennedy, en Florida (EE.UU.). Oficialmente se conoció a la misión como AS-506. La misión está considerada como uno de los momentos más significativos de la historia de la Humanidad y la Tecnología.
La tripulación del Apolo 11 estaba compuesta por el comandante de la misión Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin E. Aldrin Jr., de 39 años y piloto del LEM, apodado Buzz; y Michael Collins, de 38 años y piloto del módulo de mando. La denominación de las naves, privilegio del comandante, fue Eagle para el módulo lunar y Columbia para el módulo de mando.
El comandante Neil Armstrong fue el primer ser humano que pisó la superficie de nuestro satélite, el 21 de julio de 1969 a las 2:56 (hora internacional UTC) al sur del Mar de la Tranquilidad (Mare Tranquillitatis), seis horas y media después de haber alunizado. Este hito histórico se retransmitió a todo el planeta desde las instalaciones del Observatorio Parkes (Australia). Inicialmente el paseo lunar iba a ser retransmitido a partir de la señal que llegase a la estación de seguimiento de Goldstone (California, Estados Unidos), perteneciente a la Red del Espacio Profundo, pero ante la mala recepción de la señal se optó por utilizar la señal de la estación Honeysuckle Creek, cercana a Camberra (Australia). Ésta retransmitió los primeros minutos del paseo lunar, tras los cuales la señal del observatorio Parkes fue utilizada de nuevo durante el resto del paseo lunar. Las instalaciones del MDSCC en Robledo de Chavela (Madrid, España) también pertenecientes a la Red del Espacio Profundo, sirvieron de apoyo durante todo el viaje de ida y vuelta.
El 24 de julio, los tres astronautas lograron un perfecto amerizaje en aguas del Océano Pacífico, poniendo fin a la misión.



                                                                               Maximiliano Reimondi
Paul Valéry


Ambroise-Paul-Toussaint-Jules Valéry (Sète, 30 de octubre de 1871 – París, 20 de julio de 1945)
Fue educado en Sète durante su infancia, pensó ya adolescente en dedicarse a la carrera de marino, pero diversos contratiempos lo obligaron, en 1884, a renunciar a la preparación de ingreso en la Escuela Naval. En 1889 inició estudios de Derecho en el Liceo de Montpellier. Según sus recuerdos, “la estupidez y la insensibilidad me parecen inscritas en el programa. Mediocridad de alma y ausencia total de imaginación entre los mejores de la clase”. Durante ese tiempo sus actividades principales consistían en añorar la frustrada carrera de marino (“Estoy ebrio de la belleza de las cosas del mar, y me esfuerzo por asir su hermosura arriesgada y triunfal”, escribía en 1891) y en descubrir, a partir de la lectura de A contrapelo de Huysmans, la literatura, principalmente la obra de poetas como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y luego Mallarmé. Para ese entonces ya encontraba en el arte “la única cosa sólida”, en la metafísica “nada más que necedad”, en la ciencia “una potencia demasiado especial”, en la vida práctica “una decadencia, una ignominia”. En Montpellier conoció a Pierre Louys, y, por su intermedio, a André Gide, con quien consolidará una amistad duradera. Ellos fueron los primeros oyentes de los versos que había escrito y que se publicarían en la revista La Conque (fundada por Gide, Léon Blum y Henry Béranger), y del poema Narcisse parle, publicado después en L`Ermitage.
En 1892, en la noche del 4 al 5 de octubre, ocurrió en su vida una crisis que se conoce como la Noche de Génova, por haber sucedido en esa ciudad portuaria. El hecho comenzó a gestarse en junio de 1891, cuando Valéry se cruzó por azar en la calle con una mujer catalana, de la cual quedó prendado. Era una mujer diez años mayor, a quien volvió a ver en otras ocasiones pero sin atreverse a abordarla. Según el testimonio de su amigo Henri Mondor, “su languidez, el ligero balanceo de su talle, sus trajes de amazona y una coquetería de turbadora soltura lo habían herido y luego enamorado, cada día más, con desgarramientos, obsesiones, presagios extraños. Apenas sabía su nombre. Ella a él no lo conocía.” En una carta posterior a Guy de Pourtalès, Valéry le confió: “Creí volverme loco allí en 1892, en cierta noche blanca —blanca de relámpagos— que pasé sentado deseando ser fulminado”. Y en otro texto más o menos contemporáneo del suceso: “Noche infinita. CRÍTICA. Quizá efecto de esta tensión del aire y del espíritu… Me siento OTRO esta mañana. Pero —sentirse Otro— esto no puede durar. Ya sea que uno vuelva a ser, y que triunfe el primero; o que el nuevo hombre absorba y anule al primero”.
Se trataba, como señala Charles Moeller, de algo semejante a la “noche” de Paul Claudel en Notre-Dame, cuando se convirtió; a la de Brasillach en Toledo; fundamentalmente a la de Pascal. El último texto de Valéry citado (“Noche infinita. CRÍTICA…”) se emparenta con el Mémorial pascaliano (ese trozo de papel en que el filósofo de Port-Royal escribió los detalles de su revelación y que llevó cosido en su chaqueta hasta su muerte). Pero para Moeller “la noche de Valéry no fue ni de amor humano ni de amor divino; ni siquiera sentimiento de presencia de cualquier clase: fue espanto, descubrimiento de la vanidad radical de toda su vida anterior. Noche mística, pero bajo el signo de la nada”.
Como resultado del suceso, Valéry decidió separarse de sí mismo, de ese sí mismo que catalogaba de falso, al tiempo que separaba de sí los “ídolos”, como él los llamaba. Primero de todos, el ídolo del amor, concentrado en una imagen que desarticulaba su intelecto, la amazona catalana; después la literatura, la religión; la emotividad, que destruía el equilibrio de la inteligencia. Pero a continuación, la violencia de su sensibilidad lo obligó a buscar un sitio existencial estable. Eligió, según sus propias palabras, el intelecto, el ídolo intelecto. Desde ese punto, para él ya no tendría importancia el contenido, que sería solamente vanidad; lo esencial sería el mecanismo del hecho, el secreto de la forma. De cualquier modo, y como resultaría imposible prescindir totalmente de un contenido (el vacío sería su resultado) resolvió al menos apartarse todo lo posible de éste, estar siempre más allá, en esos sitios que iría creando la ascesis que constituiría su vida desde entonces: meditaciones e investigaciones intelectuales desarrolladas en las madrugadas, sobre una pequeña pizarra, durante veinte años.
Entretanto, y luego de cumplir su servicio militar, se trasladó a París. En el aspecto literario, fue la época en que descubrió a Edgar Allan Poe, algo que encontraba más importante que el descubrimiento anterior de Mallarmé, ya que “con lucidez y buena fortuna —como le escribió a Gide—, Poe hizo la síntesis de los vértigos”. En la capital francesa se instaló en la calle Gay-Lussac, en una habitación alguna vez ocupada por Augusto Comte. Comenzó a frecuentar la casa de Marcel Schwob, la de Huysmans, la de Mallarmé. Por ese tiempo la revista El Centauro le solicitó un texto. Valéry decidió reanudar una obra apenas esbozada en la que pensaba describir las memorias de C. Auguste Dupin, el personaje de Poe. Este manuscrito, que empezaba con la frase “La estupidez no es mi fuerte”, se convirtió, con el agregado de notas en las que se describía a sí mismo, en La soirée avec monsieur Teste. Como Valéry, Edmund Teste, el personaje, rechaza las apariencias, esas apariencias con las que sin importar el tema, se conforma la mayoría; no acepta tampoco definiciones aproximadas con respecto a las palabras, exige más y más rigor allí donde está en juego la esencia del lenguaje. Como Valéry, él también es un buscador de lo absoluto.
Poco después, durante una visita a la casa de Schwob, habló tan brillantamente sobre Leonardo Da Vinci, que León Daudet, director en esa época de La Nouvelle Revue, le solicitó un artículo sobre el artista. Este pedido dio origen a la Introducción al método de Leonardo Da Vinci, que será publicado un año antes que la Soirée, en 1895.
Luego de trabajar durante un tiempo como redactor en el Ministerio de Guerra, fue contratado como agregado de prensa por la Chartered Company de sir Cecil Rhodes. Por razones de trabajo se mudó a Londres, donde en la primavera de 1896 estuvo a punto de suicidarse. Lo salvó, cuando tenía ya la soga anudada al cuello, la vista de un libro que reposaba por ahí, la obra de un humorista francés del Boulevar. Leyó unas líneas de un texto absurdo y se sintió liberado. A partir de ese incidente dejó atrás una etapa de su vida en la que reinaba, como le confesó a Gide, “la moral de la muerte”.
En 1900 se casó con Jeannie Gobillard, familiar lejana del pintor Edouard Manet. Con ella tendrá tres hijos y su matrimonio transcurrirá sin sobresaltos. A partir de ese momento proseguirá con su trabajo cotidiano, que le permite vivir, y, en el ambiente recogido y alejado del mundo que él mismo ha elegido, sus investigaciones tendientes a reforzar su conocimiento del espíritu y del lenguaje.
Antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1913, André Gide, que terminaba de fundar la Nouvelle Revue Francaise, le pidió autorización para publicar los versos que habían aparecido antes en algunas revistas. Valéry se rehusó, pero los amigos reunieron todos esos números atrasados, los hicieron mecanografiar y se lo presentaron al poeta. Tras vacilar un poco, al fin aceptó corregirlos. “Contacto con mis monstruos. Disgusto. Me pongo a manosearlos. Retoques”, escribió en sus notas. Luego, como la extensión de la obra no le parecía suficiente, decidió completarla agregándole un pequeño poema, algo que sería también, según pensaba, su despedida de la poesía. Comenzó en 1913. Al año siguiente estalló la guerra y su trabajo se fue retrasando. Por fin, en 1917, lo completó. Se titulaba La joven Parca.
Este libro lo convirtió en una celebridad, algo que Valéry aceptó con modestia e ironía. En 1920 publicó El cementerio marino y su fama se acrecentó todavía más. Un año después una encuesta daba cuenta de que la mayoría lo consideraba como el poeta francés más grande de ese tiempo. En 1922 apareció su poesía completa con el título de Charmes, en una edición reducida. Los honores y los reconocimientos oficiales empezaron a sucederse. En 1925 fue elegido miembro de la Academia Francesa. En su discurso de recepción, hecho en honor de su predecesor, Anatole France, no lo nombró a éste ni una vez, como una especie de venganza por haberse negado alguna vez France a la publicación de los versos de Mallarmé. A partir de ese año empezó a publicar una serie de obras en prosa acerca de los temas más variados, algunas de ellas por encargo. Durante la ocupación alemana no solamente rehusó colaborar, sino que hasta se atrevió, en su carácter de Secretario de la Academia Francesa, a pronunciar el elogio fúnebre “del judío Henri Bergson”. Esto consiguió que fuera destituido de su cargo de Administrador del Centro Universitario de Niza.
De 1938 a 1945 vivió una secreta relación sentimental con Jeanne Loviton, una abogada treinta y dos años más joven, que escribía novelas con el seudónimo de Jean Voilier, y cuya vida amorosa había estado ligada a varios escritores de la época. Este romance (“Oh triunfo de mi ocaso, que doras mi crepúsculo con mirada de amor”) le inspiró a Valéry la escritura de centenares de poemas de amor, que él mismo corrigió y ordenó y a los que decidió titular Corona & Coronilla, así, en español. Adjuntó además unas notas declarando que “hay buenas cosas en este montón, este pobre montón de horas devotas y cantarinas... Sí que valió la pena. Forma un conjunto como no hay otro, creo, en nuestra poesía”. Un conjunto que da cuenta de que el corazón triunfa al fin en Valéry sobre el espíritu y su ídolo intelecto. Él mismo lo escribe en una de sus últimas anotaciones en los Cuadernos: “…Conozco my heart también. Éste triunfa. Más fuerte que todo, que el espíritu, que la organización. Es un hecho. El más oscuro de los hechos. Más fuerte, pues, que el querer vivir y el querer comprender es este bendito C”. Para algunos biógrafos del poeta, el que su amante lo abandonara para casarse con el editor Robert Denoël, sumió a Valéry en la tristeza y fue causa importante de su muerte, ocurrida dos meses después de ese abandono, el 15 de julio de 1945. Luego de unos funerales nacionales, ordenados por el presidente Charles De Gaulle, fue sepultado en Séte, en el cementerio marino que había inspirado su poema.


                                                             Maximiliano Reimondi.