Tomás Espora
Tomás Espora (Buenos Aires el 19 de septiembre de 1800 - 25
de julio de 1835)
Era hijo de Domingo Espora, inmigrante genovés, y de su
segunda esposa, Tomasa Ugarte, una criolla del territorio de Santa Fe. Quedó
huérfano de ambos con apenas 10 años de edad.
Desde muy niño sintió el interés por navegar y a los 15 años
se embarcó como grumete de la corbeta Halcón cuyo capitán era Hipólito
Bouchard, y que junto con la Constitución, realizaron una campaña por el Océano
Pacífico.
Participó de la Guerra por la Independencia de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, bajo el mando del almirante Guillermo
Brown, en la campaña del Pacífico, en los asaltos al puerto de El Callao en
Perú y a la fortaleza española de Guayaquil.
Siguiendo los periplos de Bouchard, en 1817 embarcó como
pilotín en la nave La Argentina atacando las rutas comerciales españolas hacia
Filipinas. Cuando el 17 de julio de 1819 La Argentina llegó al puerto de
Valparaíso, Espora se convirtió en el primer marino argentino nativo en circunnavegar
la Tierra.
En el año 1820 le fue entregado el mando de la fragata
Peruana, ya en calidad de teniente, contando solo con 19 años de edad y, a
partir de aquí, Espora consiguió la captura o destrucción de numerosos barcos
españoles en guerra de corso, hasta su regreso en el año 1826. Participó en
1820 en la toma de la Esmeralda, y el 10 de julio de ese año San Martín lo
premió con una medalla de oro. El 19 de diciembre de 1825 el general José
Matías Zapiola lo propuso al gobierno argentino y el 13 de enero de 1826
recibió los despachos de capitán con grado de sargento mayor. Tomó parte el 9
de febrero de ese año, en el Combate de Los Pozos.
Designado Comandante por el almirante Guillermo Brown le fue
entregado el mando directo de la nave insignia 25 de Mayo, con la que combatió
en la Guerra contra el Brasil, el 30 de julio de 1826 frente a la costa de
Quilmes gritando, al avistar el enemigo, su famosa arenga:
"Solo los
cobardes se rinden sin pelear, y aquí no reconozco sino argentinos y
republicanos. Compañeros: arrimen las mechas y ¡viva la Patria!"
En el duro combate con la nave brasileña Coboclo, si bien
consiguió destruirla, el comandante Tomás Espora cayó mal herido y su buque
resultó gravemente averiado; nunca se recuperó del todo de sus heridas de
combate. El 9 de agosto de 1826 fue promovido a sargento mayor y Brown lo
nombró comandante de la goleta Maldonado, luego se le confirió el mando de la
isla Martín García y de su batería Constitución.
En 1827 ya era teniente coronel efectivo y se le encargó el
mando de la escuadra por enfermedad de Brown. El 21 de febrero del año
siguiente, junto con Brown y Leonardo Rosales, lucharon frente a Punta Lara
contra ocho barcos enemigos, logrando la captura del corsario imperial Fortuna.
En marzo le asignaron las naves 8 de Febrero y La Unión para cooperar en las
acciones de un ejército combinado, al mando del general José María Paz contra
Río Grande. En estas circunstancias, embarcado en la 8 de Febrero, encalló su
nave frente a las costas de Samborombón, como consecuencia de la niebla, y se
vio rodeado de la escuadra imperial al mando de Juan Francisco de Oliveira.
Después de combatir contra los diez barcos que lo rodeaban, desmanteló la nave
y arrió el pabellón; fue tomado prisionero, pero liberado sin condicionamientos
frente a Buenos Aires, en reconocimiento al heroísmo desplegado en esa batalla.
Posteriormente comandó el Uruguay, y la nave que —recordando
su acción anterior— fue llamada 9 de Febrero. Siendo Brown gobernador delegado
de la provincia de Buenos Aires, se lo nombró, como consecuencia de la
revolución del 1 de diciembre de 1828, Comandante General de Marina. Fue en
este cargo que el gobierno le asignó la tarea de presentarle los saludos al
general San Martín al llegar al puerto de Buenos Aires.
Desde 1833 hasta 1835 ejerció el cargo de la Comandancia y
el Comisariato general de Matrículas.
Fue calumniado por creérsele partícipe del movimiento
revolucionario del 1 de diciembre, razón por la cual presentó su renuncia.
Enfermo y deprimido por este hecho, falleció en su casa próxima a los Corrales
del Alto el 25 de julio de 1835.
El almirante Brown, llegó tarde al sepelio, y tuvo que pedir
que desclavaran el féretro para poder despedirse de él. Tomó sus manos y dijo:
Considero la espada de este valiente oficial una de las
primeras de América y más de una vez admiré su conducta en el peligro. Es
lástima que un marino tan ilustre haya pertenecido a un país que todavía no
sabe valorar los servicios de sus buenos hijos
Fue su esposa María del Carmen Chiclana, y tuvo con ella
varios hijos.
En homenaje al valeroso marino argentino, la Armada de su
país denominó Base Comandante Espora a una de sus Bases Aeronavales y dio su
nombre a varios de sus buques de guerra. Hoy, la que fue su casa, en la avenida
Caseros 2522-26, ciudad de Buenos Aires, es el Museo de Historia Naval Coronel
de Marina Tomás Espora, y Patrimonio Histórico de la Nación Argentina.
Maximiliano Reimondi
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