viernes, 17 de julio de 2015

Quino



Joaquín Salvador Lavado Tejón (Guaymallén, Mendoza, 17 de julio de 1932)
Lo llamaron Quino desde pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín, que fue quien despertó su vocación de dibujante a edad muy temprana. En 1945 tras la muerte de su madre, empieza a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Su padre muere poco después, cuando Quino tenía 16 años; al año siguiente abandona la escuela, con la intención de convertirse en autor de historietas cómicas, y pronto vende su primera historieta. Intenta encontrar trabajo en las editoriales porteñas, pero fracasa. Tras hacer el servicio militar obligatorio, en 1954 se establece en Buenos Aires en condiciones paupérrimas.
Publicó su primera página de humor en el semanario Esto Es, a partir de entonces empezó a publicar en muchos otros medios: Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, el diario Democracia, entre otros.
En 1954 empezó a publicar regularmente en Rico Tipo, y luego en Tía Vicenta y Dr. Merengue. Poco después empezó a hacer dibujos publicitarios. Publicó su primer libro recopilatorio, Mundo Quino, en 1963, tras lo que le encargaron unas páginas para una campaña de publicidad encubierta para la empresa de electrodomésticos Mansfield,4 para las que crea el personaje de Mafalda. La campaña no llegó a realizarse, por lo que la primera historia de Mafalda se publicó en Leoplán, tras lo que pasó a publicarse regularmente en el semanario Primera Plana ya que el director del semanario era amigo de Quino. Entre 1965 y 1967 se publicó en el diario El Mundo; pronto publicó el primer libro recopilatorio, y empieza a editarse en Italia, España (donde la censura obliga a etiquetarlo como "para adultos"), Portugal y otros países.
Tras abandonar la tira de Mafalda el 25 de junio de 1973, según él mismo por agotársele las ideas, Quino se trasladó a Milán, desde donde continuó realizando páginas de humor.
En el año 2008, por iniciativa del Museo del Dibujo y la Ilustración y con curaduría de Mercedes Casanegra, la empresa Subterráneos de Buenos Aires realizó dos murales de Mafalda en la estación Perú en la Plaza de Mayo.
En el año 2009 participó con un original de Mafalda, realizado para El Mundo, en la muestra Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico que el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires.
El 21 de mayo de 2014 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, galardón que le fue entregado el 25 de octubre siguiente.

Temas

Los protagonistas suelen ser gente normal haciendo su vida, aunque Quino no renuncia a escenas surrealistas o alegóricas (como policías arrojando valium en las bocas abiertas de manifestantes) y a las reacciones caricaturescas.
Así, aunque Mafalda aparenta ser una tira más con protagonista infantil, sus contenidos suelen ser más cercanos y a la vez adultos que otras tiras similares. Destaca, por ejemplo, la preocupación de Mafalda por la política mundial o la obsesión de Manolito con el dinero. A pesar de ello, estos personajes aún pueden ser vistos por los lectores como niños reales con padres reales, y no como "adultos en cuerpos de niño".
El humor de Quino es típicamente ácido e incluso cínico, ahondando con frecuencia en la miseria y el absurdo de la condición humana, sin límites de clase. Así, hace al lector enfrentarse a la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles o la estrechez de miras. No duda así en usar sus viñetas para enviar mensajes de contenido social a sus lectores. Otro recurso típico es la reducción al absurdo de situaciones conocidas. Con frecuencia, los chistes buscan la sonrisa como medio de enfrentarse a la cruda realidad.
Este enfoque pesimista de la realidad no impide que sus historias estén llenas de ternura y muestren una honda simpatía por las inocentes víctimas de la vida (empleados, niños, amas de casa, pensionistas, oscuros artistas...), sin ocultar sus fallos y limitaciones. Pero incluso en sus caricaturas de jefes opresivos y burócratas sin sentimientos se atisba cierta simpatía, por ser a su vez víctimas de su propia estupidez.
La óptica de Quino es probablemente producto de las vicisitudes de Argentina en los últimos cuarenta años; su mezcla de pesimismo y humanismo es posiblemente una de las principales razones de su gran éxito en toda Latinoamérica y gran parte del mundo fuera de Latinoamérica, lo que explica que sus historietas de tópico argentino aporteñado de las décadas de 1960 y 1970 hayan sido editadas y traducidas a muy distintos idiomas aparte del original español rioplatense.




                                                                            Maximiliano Reimondi

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