Facundo Cabral
Facundo Cabral (La
Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 22 de mayo de 1937- Ciudad de
Guatemala, 9 de julio de 2011).
Infancia
Un día antes de su nacimiento, el padre del futuro cantautor
se fue del hogar. Él, su esposa y sus otros siete hijos vivían en casa del
abuelo paterno de Facundo Cabral, quien expulsó al resto de la familia. De modo
que Cabral afirmaría varios años más tarde que su nacimiento se produciría en
una calle de la ciudad de La Plata. []Sus primeros años los pasó en
Berisso, localidad adyacente a La Plata. Posteriormente, la madre de Cabral y
sus hijos emigraron hacia Tierra del Fuego, al sur de Argentina.
A la edad de 9 años, escapó de su hogar y estuvo
desaparecido cuatro meses. Su propósito inicial era llegar hasta Buenos Aires
para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón,
ya que tenía la referencia de que el mandatario "le daba trabajo a los
pobres". Después de una larga travesía, transportado por diferentes personas,
al llegar a la ciudad capital, un vendedor le dio la dirección de la Casa Rosada y al día siguiente Facundo
Cabral, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del
mandatario y su esposa, Eva Duarte y
conversó con ambos. En un reportaje en los años 90 confesó que Eva Perón en ese
momento dijo: "Por fin alguien que pide trabajo y no limosna".
Gracias a esta conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de
la familia se trasladara a la ciudad de Tandil.
Facundo Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida; se convirtió
en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio pues se había
convertido en alcohólico desde los nueve años de edad. Escapa y luego cae preso
a los 14 años por su carácter violento. En la cárcel, un sacerdote jesuita de nombre Simón fue
quien le enseñó a leer y escribir, lo puso en contacto con la literatura
universal y lo impulsó a realizar sus estudios de educación primaria y
secundaria, los cuales llevó a cabo en tres años, en lugar de los doce que era
el período normal en Argentina. Un año antes de salir de la cárcel, Cabral
escaparía de la prisión, aunque recibió aún ayuda del sacerdote. Gracias a un
vagabundo, Cabral conoce la religión aunque declarándose librepensador, sin pertenecer a iglesia alguna.
Poco después, se iniciaría como músico y cantante en el medio artístico.
Trayectoria
En 1959,
ya tocaba la guitarra y cantaba música folklórica, admiraba
a Atahualpa Yupanqui
y a José Larralde, se
trasladó a Mar del Plata,
ciudad balnearia argentina, y solicitó trabajo en un hotel; el dueño lo vio con
su guitarra y le dio la oportunidad de cantar. Así comenzó su carrera dedicada
a la música; su primer nombre artístico fue El Indio Gasparino.
Sus primeras grabaciones no tuvieron mayor repercusión. Luego se presentó con
su apellido verdadero.
Éxito
En 1970,
grabó No soy de aquí, ni soy de
allá. Empezó a ser conocido en
el mundo, grabó en nueve idiomas con cantantes de la talla de Alberto Cortez, Julio Iglesias, Pedro Vargas o Neil Diamond entre otros.
Influenciado en lo espiritual por Jesús, Gandhi y La Madre Teresa de Calcuta, en literatura por Jorge Luis Borges y Walt Whitman, imprimió a su vida un rumbo
espiritual de observación constante a todo lo que le ocurría, no se conformó
con lo que veía y su carrera como cantautor tomó el rumbo de la crítica social,
sin abandonar su habitual sentido del humor. Se ha identificado con el anarquismo, aunque nunca tuvo una participación
militante.[]
Exilio
Durante la última Dictadura
Argentina (1976-1983), era ya considerado un cantautor de protesta, lo que lo
obliga a abandonar Argentina en 1976.
Se radicó en México, donde continuó componiendo y haciendo
presentaciones. Se estima que recorrió 159 países.
Regreso
En 1984,
regresó a Argentina con su nombre consagrado. Ofreció un
recital en el Teatro Luna Park.
Siguió por Mar del Plata. En 1987,
hizo una presentación en el estadio de fútbol de Ferrocarril Oeste, en Buenos Aires, con capacidad para treinta y cinco
mil personas. El 5 de mayo de 1994,
comenzó una gira internacional.
Se presentó en conciertos junto a Alberto Cortez en “Lo Cortez no quita lo Cabral”
uniendo humor y poesía con las canciones que hicieron famosos a ambos
intérpretes. En enero de 1996, ambos actuaban en la ciudad de Mar del Plata, cuando Alberto Cortez debió ser operado debido a una
obstrucción en la carótida, así que Cabral continuó con la gira de la cual se
hizo una grabación.
Ya casi invidente, él mismo
resumió en una nota: "Fue mudo hasta los 9 años, analfabeto hasta los 14,
enviudó trágicamente a los 40 y conoció a su padre a los 46. El más pagano de
los predicadores cumple 70 años y repasa su vida desde la habitación de hotel
que eligió como última morada".
Reconocimientos
No existe una lista documentada de
sus reconocimientos discográficos, ya que Cabral al no tener una vivienda
propia, sino que vivía en cuartos de hoteles, en los últimos años de su vida,
decidió entregárselos a un conductor de taxis, conocido suyo, quien los
coleccionaba.
Últimos
conciertos
Se presentó en la Ciudad de Guatemala
el martes 5 de julio de 2011 en el Expocenter del Grand Tikal Futura Hotel, a
las veinte horas donde para despedirse expresó lo siguiente: “ya le di las
gracias a ustedes; las daré en Quetzaltenango, y después que sea lo que Dios
quiera, porque Él sabe lo que hace”. El jueves 7 se presentó en el que sería su
último concierto, en el Teatro Roma de la ciudad de Quetzaltenango, el cual cerró interpretando la
canción No soy de aquí, ni soy de
allá.
Muerte
Fue asesinado el 9 de julio de 2011
alrededor de las 5:20 am, en la Ciudad de Guatemala,
víctima de un atentado aparentemente dirigido al empresario Henry Fariña[, el
cual conducía al cantautor y a su representante al Aeropuerto
Internacional La Aurora desde el hotel donde se hospedaba, para
continuar en Nicaragua con su gira de presentaciones. El
atentado fue perpetrado por varios sicarios que se dirigían en tres vehículos y
armados con fusiles de asalto en el Boulevard Liberación
de dicha ciudad quedando únicamente herido el empresario y fallecido el
Cantautor.
El cantautor argentino de 74 años
de edad se encontraba en Guatemala desde finales del mes pasado, donde hizo
varias presentaciones interpretando sus tradicionales letras de amor a la vida
y a la paz.
Autoridades de Guatemala brindaron
precisiones sobre el atentado que terminó con la vida del cantautor argentino.
"Todo parece indicar que el ataque fue contra el empresario nicaragüense
Henry Fariña", sostuvo el ministro de Gobernación, Carlos Menocal.
Durante una conferencia de prensa,
Menocal aseguró que Cabral se encontraba en el lobby del hotel donde estaba
alojado, el Tikal Futura, esperando un bus que lo lleve al aeropuerto,
"pero se encuentra con Fariña, que le ofrece llevarlo en su automóvil".
El día que Facundo
Cabral habló de su muerte
El cantautor argentino dijo en una
entrevista en 2008 que imaginaba que iba a fallecer "en tres o cinco años". También aventuró que sería en el continente americano. "Me produce mucha curiosidad, por eso
no hay miedo",
afirmó.
Si bien la muerte lo alcanzó de
manera imprevista, y por error según aventuran los investigadores, el cantautor ya se había
referido a este momento en distintas entrevistas, en una de
ellas con sorprendente coincidencia con lo ocurrido.
"Ahora es muy fácil saber dónde va a ser el
final, porque queda muy cerca. No sé si son tres, cinco años más", dijo a la periodista argentina Leila Guerriero, del
diario El Mercurio, en 2008.
Con respecto al lugar en el que
ocurriría, nombró
Buenos Aires, Quito, Chicago o Mar del Plata. "Es por acá. Y
seguramente en un hotel frecuentado, conocido por mí, o en una clínica de
alguna de esas ciudades", señaló, según publicó
el portal El Intransigente.
En tanto, en otra entrevista, esta
vez al sitio web Día a Día, Cabral dijo que la muerte era "la
única hembra" que le faltaba.
"Coqueteo con ella porque
es excitante la idea. Es excitante la idea de abandonar el
cuerpo; uno sospecha que el espíritu continúa, pero si no fuera así de
cualquier manera es muy excitante la idea. Me produce mucha curiosidad, por eso no hay
miedo. Me produce
mucha curiosidad y más a uno, que ha sido bastante atrevido en todos los
ámbitos de la vida para bien o para mal, con errores o con aciertos",
relató.
Se preguntaba si iba a ser de
noche, cómo, y si tendría la forma de un "viento helado" o de una
"mano cálida".
"Yo la siento como una hembra de
negro, la fantaseo, tal vez es algo que me viene
del cine, quizá del cine de
Bergman, esas imágenes. Yo no siento la muerte como algo frío, sino como una mudanza cálida.
No creo en el final, ¿eh?, creo que todo se transmuta y todo se transforma, ya
está dicho hace siglos esto", indicó.
Para finalizar, sostuvo: "No
sé qué será o no será, pero de cualquier manera me intriga, así como que me
intriga qué es lo que todavía le falta escribir a Bradbury o cuál va a ser
la próxima historia que nos va a contar García Márquez".
Maximiliano Reimondi
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