HIPÓLITO YRIGOYEN
Hipólito Yrigoyen (Buenos Aires, 12 de julio de 1852 –
Buenos Aires, 3 de julio de 1933)
Infancia y juventud
Juan Carlos Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen
Alem, conocido como Hipólito Yrigoyen, fue el tercer hijo de Martín Yrigoyen
Dolhagaray y de Marcelina Antonia Alem hermana de Leandro Alem. Según las
investigaciones de Roberto Etchepareborda, su apellido original —a diferencia
del de Bernardo de Irigoyen— era "Hirigoyen", que significa
"Ciudad de lo alto". En el país vasco-francés la "h" se
aspira como en inglés, mientras que en el país vasco-español no se pronuncia,
por lo tanto el apellido Hirigoyen probablemente tiene su origen en Francia,
mientras que sus variantes Yrigoyen e Irigoyen lo tienen en España.
El dirigente radical utilizaba "Yrigoyen" e
"Irigoyen" indistintamente. El uso de "Yrigoyen" fue una
utilización política de la cuarta década del siglo XX: Gabriel del Mazo,
dirigente de FORJA, recomendaba usar el "Yrigoyen" en contraposición
del "Irigoyen" que utilizaban los sectores que respondían a Marcelo
T. de Alvear.
En 1965, tras la investigación de Etchepareborda, la
Academia Nacional de la Historia, se pronunció por nombrar a Yrigoyen, con la
"y" inicial.
Nació y se crió en el barrio porteño de Balvanera, y vivió
en Avellaneda.
Realizó sus estudios en el Colegio San José de Buenos Aires,
fundado hacia 1858.
El padre de Hipólito se casó con la hija de su patrón,
Leandro Antonio Alén, un mazorquero rosista, futuro padre de Leandro N. Alem y
abuelo de Hipólito Yrigoyen, que sería fusilado y colgado en la Plaza de Mayo.
Inicios políticos
Hipólito Yrigoyen y su tío Leandro N. Alem — quién cambió la
última letra de su apellido para no ser discriminado por el recuerdo de su
padre — comenzaron su vida política como miembros del Partido Autonomista,
conducido por Adolfo Alsina, un partido de base popular enfrentado al Partido
Nacional de Bartolomé Mitre.
En 1872, cuando Alem fue elegido diputado provincial,
Hipólito Yrigoyen, con 20 años, fue nombrado gracias a la influencia de su tío,
como Comisario (Policía) de Balvanera. En 1877 Alem e Yrigoyen se enfrentaron
con el sector oficial del Partido Autonomista, llevando como candidato propio a
Aristóbulo del Valle y sosteniendo una actitud de intransigente oposición a los
acuerdos entre dirigentes. El enfrentamiento interno terminó con la exoneración
de Yrigoyen. Al año siguiente Yrigoyen fue elegido diputado provincial por el
Partido Republicano. Pero, una vez muerto Alsina, retornó al autonomismo.
Yrigoyen ingresó también a la masonería, de la mano de su
tío revistando en la Logia "Docente", en donde estableció parámetros
seculares para la educación.
Al federalizarse Buenos Aires y frente a la llegada de Julio
A. Roca a la presidencia, Alem abandonó la política, en tanto que Yrigoyen
aceptó la federalización y resultó elegido diputado nacional por el ahora
reorganizado Partido Autonomista Nacional en 1880, siguiendo a Roca. Dos años
después, al igual que su tío, desencantado de Roca, abandonó la política. En
ese momento, dice Félix Luna, "Yrigoyen no es todavía sino el sobrino de
Alem".
Para 1882 Yrigoyen había finalizado las materias teóricas de
la carrera de Abogacía en la Universidad de Buenos Aires y la faltaban los
prácticos. Años atrás había trabajado en el estudio jurídico que compartían
Leandro Alem y Aristóbulo del Valle, pero nunca disfrutó la abogacía.
Por entonces, con 30 años, era una persona de escasos
recursos, que había comenzado a trabajar como profesor de Historia Argentina,
Instrucción Cívica y Filosofía en el Colegio Normal de Maestras, designado por
Sarmiento, y que seguía viviendo en la casa de su tío. Los salarios que
percibía eran donados al Hospital de Niños.
En esa época descubrió el pensamiento filosófico de Karl
Krause, a través de los krausistas españoles: Julián Sanz del Río, Francisco
Giner de los Ríos, etc., que influirá considerablemente en su pensamiento.
En esa década Hipólito Yrigoyen habría de enriquecerse,
dedicándose a la invernada, es decir la compra de vacunos ya criados, para su
engorde y venta al frigorífico. Para ello rentó una estancia y compró tres más.
En total, casi 25 leguas de tierra. Entre otros campos, fue propietario de la
estancia el "El Trigo", cerca de Las Flores, Provincia de Buenos
Aires, una de las mejores zonas de pastoreo del país; La Seña en Anchorena,
provincia de San Luis; y El Quemado cerca de General Alvear, Provincia de
Buenos Aires. Yrigoyen realizó una verdadera fortuna de varios millones de
pesos, que fueron utilizados casi completamente en la actividad política, a tal
punto que, al momento de morir, su sucesión dejó un déficit (Luna, 58).
Su relación con las mujeres ha sido sumamente discutida y
atacada públicamente por sus opositores. Yrigoyen mantuvo una gran cantidad de
relaciones sexuales sin ataduras. En una de esas relaciones informales,
Yrigoyen tuvo una hija que lo acompañará toda la vida: Elena. Nunca admitió
tener otros hijos, aunque se sabe que tuvo muchos más, al menos seis (Luna,
62); aunque, según las investigaciones planteadas en “Los amores de Yrigoyen”
de Araceli Bellota, Hipólito habría tenido 5 hijos. Helena, la mayor, hija de
Antonia Pavón (la criada de su tía Tomasa Alem, la cual vivió un período en la
casa familiar); los tres siguientes, Sara Dominga, un hijo que falleció luego
de nacer y Eduardo Abel con Dominga Campos, hija del comandante Pedro Campos,
(acompañó a Roca en la “Campaña al Desierto”) que estaba en desacuerdo con que
su hija fuera pareja de Hipólito. Su último hijo fue Luis Hernán, nacido el 7
de marzo de 1897, fruto de su querida Luisa Bacichi. Aunque Hipólito nunca se
casó, y ni siquiera convivió con Antonia y Dominga, estaba en contra de la ley
de divorcio, ya que sostenía que la familia era la base que sostenía al país.
Según otros autores, Don Hipólito habría tenido 9 hijos, con el fallecimiento
de 3 de ellos. (Entre los distintos autores hay, obviamente, pequeñas
variantes, aunque todos coinciden en que no reconoció a ninguno de ellos
legalmente).
En 1889, Yrigoyen se mudó a su propia casa, frente a lo que
hoy es la Plaza Congreso en la Ciudad de Buenos Aires, en la calle que lleva su
nombre, a la altura del 1600. Por esa época entabló una profunda amistad con
dos amigos de su hermano trágicamente fallecido, y que tendrían mucho que ver
con los cambios institucionales que llevarán a Hipólito Yrigoyen a la
presidencia de la Nación: Carlos Pellegrini y Roque Sáenz Peña.
La lucha armada
(1890-1912)
Participó activamente en la Revolución de 1890 y en la de
1893. En la primera era candidato a jefe de policía, en caso de triunfar la
revolución; en la segunda organizó, condujo y financió un ejército radical de
8.000 hombres. Fue uno de los fundadores, siguiendo a su tío y a Aristóbulo del
Valle, tanto de la Unión Cívica como de la Unión Cívica Radical que serán
dirigidas por Leandro Alem.
A pesar del afecto que sentía por su tío, desconfiaba de sus
condiciones para el liderazgo, lo que lo llevó a enfrentarse políticamente y a
organizar la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires como un
partido político autónomo.
Tras el suicidio de su tío Leandro Alem y la muerte de
Aristóbulo del Valle, en 1896, Yrigoyen se manifestó en profundo desacuerdo con
la orientación acuerdista con el mitrismo que imponía el presidente del Comité
Nacional, Bernardo de Irigoyen, como táctica para enfrentar a Roca, cuando éste
se encaminaba a su segunda presidencia en 1898. Cuando la Convención Nacional
de la UCR sancionó la llamada política de las paralelas para concurrir a
elecciones junto con los mitristas, Yrigoyen disolvió el Comité de la UCR de la
provincia de Buenos Aires, desbaratando la estrategia de los bernardistas.
Desde entonces, el radicalismo entraría en un estado de desorganización hasta
la reorganización partidaria de 1904.
En 1903 Yrigoyen comenzó la reorganización institucional de
la UCR, y encabezó y financió con su propio dinero la Revolución de 1905, que
resultó un fracaso. Sin embargo, tanto el convencimiento de que debía
eliminarse abusos, como el miedo a un nuevo levantamiento armado de Yrigoyen,
llevó a su amigo y presidente de la Nación, Roque Sáenz Peña a sancionar la Ley
del Voto Secreto en 1912, más conocida como Ley Sáenz Peña que lo llevaría a la
presidencia en 1916.
Primera presidencia
(1916-1922)
En las elecciones la fórmula Hipólito Yrigoyen-Pelagio Luna
se impuso cómodamente superando a las fórmulas del Partido Conservador (Ángel
Rojas - Juan Eugenio Serú), del Partido Demócrata Progresista (Lisandro de la
Torre - Alejandro Carbó) y del Partido Socialista (Juan B. Justo-Nicolás
Repetto).
El impulso inicial de la conquista de los derechos
democráticos se vio frenado, ya que la UCR no controlaba el Senado ni la
gobernación de muchas de las provincias. Yrigoyen recurrió en varios casos a la
intervención federal, ahondando el enfrentamiento con los sectores
conservadores.
Económicamente, la Argentina tras la primera guerra mundial,
no se vio muy beneficiada, se redujeron las exportaciones, y también hubo una
disminución en las importaciones, eso generó desempleo vinculado al sector
exportador. Pero en 1918, una creciente demanda de los productos de exportación
argentinos, rápidamente se generalizó en inflación, lo cual benefició a los
terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos
y perjudicó a los trabajadores asalariados.
A indicación suya, el candidato radical para las elecciones
de 1922 fue Marcelo Torcuato de Alvear. Éste resultó electo, y pronto se puso
al frente de la facción antipersonalista de su partido, es decir, la opuesta a
Yrigoyen.
Segunda presidencia
(1928-1930)
Yrigoyen fue electo presidente nuevamente en 1928, para un
período que debió ser 1928-1934, derrotando a una coalición de conservadores y
radicales antipersonalistas.
En 1929 se produjo la Gran Depresión mundial. El radicalismo
dirigido por Yrigoyen no supo responder a las nuevas tendencias
socio-político-económicas que la crisis estaba señalando, en un contexto de
desintegración de todo un paradigma económico mundial.
Yrigoyen intervino las provincias de Mendoza y San Juan,
gobernadas por radicales opositores (el lencinismo en la primera, y el
bloquismo de los Cantoni en la segunda). A fin de año, el Senador opositor
mendocino Carlos Washington Lencinas fue asesinado por un militante
yrigoyenista. El crimen causó estupor en el país; lógicamente, Yrigoyen fue
acusado de haberlo ordenado, aunque no es probable que ello haya ocurrido. Un
mes más tarde, hubo un atentado anarquista contra Yrigoyen al salir de su casa
para ir a la Casa de Gobierno.
El año 1930 se inició con otro asesinato de un opositor en
una provincia intervenida por el gobierno, el del abogado bloquista Manuel
Ignacio Castellano. El 2 de marzo se realizaron las elecciones parlamentarias,
en las que la Unión Cívica Radical perdió estrepitosamente en la Ciudad de
Buenos Aires, frente a los 100.000 votos obtenidos por el Partido Socialista
Independiente, seguidos del Partido Socialista original, con 84.000. Los
radicales obtuvieron 83.000. En todo el país, la UCR retrocedió en su caudal
electoral, obteniendo 655.000 votos, mientras la oposición alcanzó 695.000.
En plena crisis económica y política, y cuando aún faltaban
cuatro años para las elecciones presidenciales, la debilidad del gobierno de
Yrigoyen se hizo crítica. El radicalismo estaba completamente dividido y el
gobierno no tenía diálogo con la oposición.
El hecho más importante y duradero del segundo gobierno de
Yrigoyen fue la decisión tomada el 1 de agosto por parte de la empresa
petrolera estatal YPF de intervenir en el mercado petrolero para fijar el
precio y romper los trusts.
Treinta y siete días después, el 6 de septiembre de 1930,
fue depuesto por el primer golpe de estado de la época constitucional, apoyado
por la gran prensa de las familias oligárquicas, el ejército y la oposición de
las élites conservadoras. La clase media, clave para su llegada al poder, había
dejado de respaldarlo tras la debacle económica.1 Varios historiadores han
vinculado, al menos parcialmente, el golpe militar con la decisión de YPF. En
el curso del golpe de estado, turbas de manifestantes ingresaron a la casa de
Yrigoyen para saquearla. El General Uriburu, dejó el poder 2 años más tarde
para permitir la llegada de un nuevo gobierno que encabezado por el Gral.
Agustín P. Justo como Presidente y Julio Roca (h) como Vicepresidente resultó
electo en comicios viciados por la virtual proscripción del radicalismo, dando
comienzo a la denominada "década infame" caracterizada por un
desenfadado fraude electoral.
Últimos Años
Después de su derrocamiento, Yrigoyen fue detenido y
confinado reiteradamente en la Isla Martín García.
Falleció en Buenos Aires el 3 de julio de 1933; fue
acompañado a su última morada por una de las manifestaciones espontáneas más
masivas y sorpresivas de la historia argentina. Sus restos mortales descansan
en el Cementerio de la Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la calle Sarmiento
948, adosada a una de las columnas de granito que sostiene el actual edificio
de catorce pisos, se encuentra una placa de bronce que reza: "En este
sitio el 03 de Julio de 1933 murió Don Hipólito Yrigoyen...", declarado
Solar Histórico por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Maximiliano Reimondi
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