Cruce de los Andes
El Cruce de los Andes fue un conjunto de maniobras
realizadas por el Ejército de los Andes de las Provincias Unidas del Río de la
Plata (Argentina) entre el 17 de enero y el 8 de febrero de 1817, para
atravesar con una fuerza de 4.000 regulares y 1.200 milicianos la cordillera
de los Andes desde la región argentina de Cuyo hasta Chile, y enfrentar a las
tropas realistas leales a la Corona española que allí se encontraban. Formó
parte del plan que el general José de San Martín desarrolló para llevar a cabo
la Expedición Libertadora de Chile y del Perú.
El Cruce de los Andes es considerado como uno de los grandes
hitos de la historia argentina, así como también como una de las mayores
hazañas de la historia militar universal. Algunos autores lo toman como parte
de un conjunto de acciones que integran el llamado Plan de Maitland.
Para llevar a cabo su plan, San Martín llegó a Mendoza el 7
de septiembre de 1814 con la idea de organizar un pequeño y disciplinado
ejército en la Provincia de Cuyo. A poco de llegado, entre el 1 y 2 de octubre
de ese año, se produjo en Chile la Batalla de Rancagua, en la cual las fuerzas
patriotas chilenas fueron derrotadas, y parte de sus restos cruzaron la
cordillera en dirección a Mendoza, quedando Chile nuevamente en manos
realistas. Ante esta situación, San Martín recibió e incorporó a su incipiente
ejército cuyano —que ya contaba con alrededor de 1000 hombres—2 los restos de
tropas chilenas al mando de Andrés del Alcázar y Bernardo O'Higgins; la otra
facción siguió a José Miguel Carrera decidiendo no formar parte del nuevo
ejército. Al mismo tiempo San Martín incorporó a su ejército el Batallón de
Auxiliares Argentinos (también llamado Auxiliares de Chile), que había
retornado de su misión en Chile al mando del coronel Juan Gregorio de Las Heras
por órdenes del gobierno de las Provincias Unidas después de tomar conocimiento
del Tratado de Lircay.
San Martín nombró al jurisconsulto chileno Dr. Hipólito de
Villegas, quien fuera desterrado por los hermanos Carrera, como apoderado del
Ejército de los Andes para percibir los fondos que recolectaban con el objeto
de proveer el sostenimiento de las tropas. Intentó poner rápidamente a su
ejército en condiciones de combatir, ante el temor de que los realistas
cruzaran la cordillera y atacaran Mendoza, debido a la aparición de
destacamentos realistas en el Portillo, Las Flechas y Ladera de las Vacas en el
paso de Uspallata. Pese a esos movimientos, este temor nunca se hizo realidad
debido a que el líder de las fuerzas españolas en Chile, Casimiro Marcó del
Pont, consideró el cruce por parte de un ejército como impracticable.
Así fue que San Martín se abocó durante los años 1815 y 1816 a formar el Ejército de
los Andes, y a prepararlo para el cruce de la cordillera de los Andes y el
ataque a los realistas de Chile. El 9 de julio de 1816 las Provincias Unidas
declaran su independencia y con Juan Martín de Pueyrredón elegido Director
Supremo el general San Martín recibió el apoyo pleno del gobierno central para
mejorar y consolidar el ejército. La ciudad de Mendoza se transformó en un gran
cuartel y fábrica militar, y casi todos los pobladores cuyanos participaron en
la elaboración de pólvora y municiones, aprendieron a fundir cañones, tejer
tela y coser ropa. Se montó una fundición de armas a cargo del religioso
franciscano fray Luis Beltrán, un cuerpo de maestranza a cargo de Antonio
Álvarez Condarco y servicios sanitarios a cargo del médico Diego Paroissien
A mediados de 1816, San Martín se instaló en el campamento
de El Plumerillo, ubicado en las adyacencias de la ciudad de Mendoza, donde
constituyó su Estado Mayor. La actividad de San Martín incluyó un complejo plan
para engañar al enemigo (Guerra de Zapa) mediante el envío de espías y
conferencias con indígenas difundiendo el rumor de que cruzaría los Andes por
un paso más al sur, lo cual era de mayor factibilidad. Los indígenas pehuenches
comunicaron estos planes a los españoles de Chile, quienes así dispersaron sus
fuerzas y perdieron poder de resistencia. El grueso del ejército cruzó los
Andes por los difíciles pasos de Los Patos en San Juan, al mando éste del
General José de San Martín y Uspallata de Mendoza, los cuales eran considerados
como imposibles para el cruce, pero permitían cortar por el centro a las líneas
defensivas realistas y dirigirse directamente a Santiago de Chile. Debieron
atravesar más de 500 km
de cordillera y pre-cordillera.
Maximiliano Reimondi
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