Pedro Lemebel
Pedro Segundo Mardones Lemebel, más conocido como Pedro
Lemebel (Santiago, 21 de noviembre de 1952 - Providencia, Santiago, 23 de enero
de 2015)
Infancia y
adolescencia
Hijo del panadero Pedro Mardones Paredes y de Violeta Elena
Lemebel, nació en un barrio marginal de Santiago de Chile, a orillas del Zanjón
de la Aguada, un canal de riego que desemboca en el río Mapocho.3 Criado en el
barrio de La Legua, a mediados de los años 1960 se mudó con su familia a un
conjunto de viviendas sociales en Avenida Departamental.
Estudió en el Liceo Industrial de Hombres de La Legua, donde
se enseñaba forja de metal y mueblería, cuyas clases el futuro escritor
detestaba y donde era víctima de las burlas de sus demás compañeros. Su último
año de enseñanza media lo acabó en el Liceo Manuel Barros Borgoño.
Juventud
En la década de 1970, Lemebel ingresó a la Universidad de
Chile, donde se tituló de profesor de Artes Plásticas.
Luego de egresado, comenzó a trabajar en 1979 en dos liceos
periféricos de Santiago, siendo despedido de ambos en 1983, presumiblemente
debido a su apariencia homosexual. Luego de esta experiencia no volvió a
ejercer la docencia, dedicándose de lleno a los talleres literarios.
Carrera artística
Pedro Lemebel ha sido un acérrimo partidario del comunismo
en Chile. Su manifiesto «Hablo por mi diferencia» fue leído maquillado con la
hoz y martillo en el rostro.
Lemebel comenzó su acercamiento a la literatura a comienzos
de los años 1980, integrándose a un taller literario donde comenzó a escribir
cuentos. Por entonces participó en pequeños concursos literarios, obteniendo en
1983 el primer premio en el organizado por la Caja de Compensación Javiera
Carrera, con su cuento «Porque el tiempo está cerca», el cual fue publicado en
una antología de la Caja ese mismo año. En su resumen biográfico presente en la
antología, el autor puso en lugar de una fotografía suya, una de su padre,
mezclando además datos de ambos. Este cuento marca desde un comienzo las crudas
temáticas del escritor, íntimamente relacionadas con sus orígenes y las
dificultades del mundo gay, especialmente en los entornos chilenos de clase
baja. El cuento relata la vida de un joven que, luego de ser abandonado por su
madre y rechazado por su padre, comienza a prostituirse para subsistir,
alejándose del cómodo barrio de Providencia para ejercer su nueva profesión en
los sórdidos antros del centro de Santiago.
En estos talleres conoció a las escritoras feministas y de
izquierda Pía Barros, Raquel Olea, Diamela Eltit y Nelly Richard, entre otras,
quienes lo acercaron a organismos culturales alternativos, opositoras a la
dictadura y las entidades académicas oficiales. Sin embargo, su militancia en
la izquierda política también se vio obstaculizada por el prejuicio de su
homosexualidad.
En 1986 se presentó en una reunión política de izquierdas en
Estación Mapocho, vistiendo por primera vez sus zapatos con tacones y
maquillado con el símbolo comunista de la hoz y el martillo cubriendo la parte
izquierda de su cara. Allí leyó su manifiesto «Hablo por mi diferencia», un
texto que mezcla cuento, crónica y poesía, y que sería publicado en 2002 en una
compilación de Juan Pablo Sutherland titulada A corazón abierto: geografía
literaria de la homosexualidad en Chile. Ese mismo año publicó además siete de
sus relatos en la antología Incontables, editada por el taller de Pía Barros.
Si bien Lemebel se distanció del Partido Comunista de Chile,
fue gran amigo de la líder de dicho partido, Gladys Marín, hasta el año de su
muerte, en 2005.
Las Yeguas del
Apocalipsis
En 1987, junto a Francisco Casas, poeta, artista y por entonces
estudiante de literatura, fundaron el dúo artístico Las Yeguas del Apocalipsis,
cuyo nombre alude a los Jinetes del Apocalipsis del Nuevo Testamento. Este dúo
de corte performático se caracterizó por sabotear lanzamientos de libros y
exposiciones de arte, apareciéndose de manera sorpresiva y provocadora,
instalándose en el país como un fenómeno de la contracultura.
Es en este tiempo en que decidirá abandonar su apellido
paterno, Mardones, haciendo uso desde entonces únicamente de su apellido
materno, Lemebel. En una entrevista posterior el mismo escritor explicará su
cambio de nombre en estos términos:
El Lemebel es un gesto de alianza con lo femenino, inscribir un
apellido materno, reconocer a mi madre huacha desde la ilegalidad homosexual y
travesti.
(Pedro Lemebel, 1997)
La primera intervención de Las Yeguas del Apocalipsis se
llevó a cabo en La Chascona, antigua residencia de Pablo Neruda.
La primera intervención de Las Yeguas del Apocalipsis fue la
tarde del sábado 22 de octubre de 1988, durante la segunda entrega del Premio
Pablo Neruda, al poeta Raúl Zurita en La Chascona. En medio de la ceremonia,
Lemebel y Casas aparecieron ofreciendo a Zurita una corona de espinas, que no fue
aceptada por el poeta. Al año siguiente aparecieron en el Teatro Cario durante
un encuentro de intelectuales con el candidato presidencial Patricio Aylwin,
que al año siguiente saldría elegido el primer presidente de Chile luego de la
restauración de la democracia y el término de la dictadura militar. En dicha
ocasión, pese a no haber sido invitados, subieron al escenario con tacones y
plumas, alzando un lienzo que decía «Homosexuales por el cambio». Bajando del
escenario, además, Francisco Casas se precipitó sobre el entonces candidato a
senador y futuro presidente de Chile Ricardo Lagos, dándole un beso en la boca.
Una fotografía de dicho evento se incluyó años después en su libro Háblame de
amores (2012).
Ambos escritores, convertidos en actores de su propio texto,
generaron desde la realidad homosexual una interrupción de los discursos
institucionales en la época de la dictadura. Su trabajo en el dúo cruzó la
performance, el travestismo, la fotografía, el video y la instalación. Pero
también los reclamos de la memoria, los derechos humanos y la sexualidad, así
como la demanda de un lugar en el diálogo por la democracia.
En 1994, Lemebel participó en el Festival Stonewall de Nueva
York, un festival de orgullo LGBT cuyo nombre se debe a los Disturbios de
Stonewall de 1969.
Entre 1987 y 1995, Las Yeguas del Apocalipsis realizaron por
lo menos quince intervenciones públicas, y en total no más de veinte. La
mayoría fueron en Santiago de Chile pero también las hubo en Concepción, donde
despellejaron sus cuerpos enterrándose en cal, así como en Talca y La Habana,
Cuba, donde se presentaron en la Casa de las Américas. Otras de sus acciones de
arte fueron bailar cueca sobre vidrios, interpretar ambos a Frida Kahlo, o
cabalgar desnudos como Lady Godiva sobre un caballo blanco por la Facultad de
Arte de la Universidad de Chile, en alusión a Pedro de Valdivia. Salvo algunas
fotografías de Paz Errázuriz y algunos videos, existen pocos registros sobre
estas apariciones.
En 1995 Lemebel publicó además su primer libro, titulado La
esquina es mi corazón, correspondiente a una recopilación de crónicas urbanas
anteriormente publicadas para algunos periódicos y revistas tales como Página
abierta, Punto final y La Nación, en las que el escritor se refiere a entornos
marginales de Santiago ligados al tabú de la homosexualidad, la prostitución y
la pobreza. Al año siguiente crea el programa Cancionero para la Radio Tierra,
en donde leía crónicas ambientadas con sonidos y acompañadas de música
incidental. Ese mismo año publicó Loco afán: Crónicas de sidario, su segundo
libro de crónicas, que toca los temas del sida y la marginalidad de los
travestis, y en 1998 De perlas y cicatrices, el tercero, conformado en su
mayoría por crónicas leídas en Cancionero.
En 1997, en unas de sus últimas apariciones, Las Yeguas del
Apocalipsis fueron invitadas al Bienal de la Habana, en La Habana, Cuba. Al año
siguiente, Lemebel publicó De perlas y cicatrices, su tercer libro de crónicas.
Luego del arresto de Augusto Pinochet en Londres en el
hospital The London Clinic en 1998, se creó el semanario The Clinic, cuyo
editor Patricio Fernández invitó a participar a Lemebel para que escribiera
crónicas sin ningún tipo de censura. Varias crónicas de sus libros provienen de
estas publicaciones.
Internacionalización
El escritor Roberto Bolaño elogió en diversas ocasiones la
obra de Lemebel, siendo la principal influencia para que este último
internacionalizara su obra, a través de la misma editorial donde él publicaba
regularmente.
En 1999, gracias a las influencias de su amigo, el escritor
chileno Roberto Bolaño, quien había emigrado a Europa desde México en 1977 y
que vivía desde entonces en España, su libro Loco afán: Crónicas de sidario es
publicado por la editorial barcelonesa Anagrama, convirtiéndose en su primera
obra publicada en el extranjero. Desde entonces, su obra escrita comenzó a
despertar el interés de varias universidades e instituciones educativas
internacionales.
Ese mismo año participó además en la Feria de Guadalajara de
México, en reemplazo de Bolaño que rechazó la oferta, recibiendo por su obra
elogios del afamado escritor Carlos Monsiváis.
En 2001 publicó su primera novela, Tengo miedo torero, una
difícil historia de amor contextualizada durante el atentado contra Augusto
Pinochet ocurrido el 7 de septiembre de 1986. Para la presentación del libro,
Lemebel apareció vestido de rojo intenso y con un tocado de plumas, en una
ceremonia con un amplio público conformado por seguidores, políticos,
cineastas, periodistas, y muy pocos escritores. Esta obra estuvo más de un año
entre los libros más vendidos de Chile y tuvo un gran reconocimiento
internacional, siendo traducida al inglés, el francés y el italiano.
En 2003 continúa con su trabajo como cronista, publicando su
antología de crónicas Zanjón de la Aguada, que habla del mundo gay en barrios
de distintas clases sociales de Santiago y donde aparecen algunos personajes
reales, tales como la líder social y presidenta de la Agrupación de Familiares
de Detenidos Desaparecidos (AFDD) Sola Sierra. A esa obra le sucede un año
después Adiós mariquita linda, otra
antología de crónicas que mantiene la misma tendencia de sus trabajos
anteriores.
En 2008 apareció su sexto libro de crónicas, Serenata cafiola.
En 2011 se le diagnosticó cáncer de laringe y al año
siguiente se operó en la Fundación López Pérez de Chile, perdiendo desde
entonces parte de su voz. Más adelante tuvo que ser operado nuevamente.
El 29 de noviembre de 2012 en una nueva participación en la
Feria del Libro de Guadalajara, lanzó su nuevo libro de crónicas, titulado
Háblame de amores, presentando una lectura dramatizada de su trabajo
«Susurrucucu Paloma».
El 4 de septiembre de 2013 fue galardonado con el Premio
José Donoso, que dedicó a su madre, a la fallecida Gladys Marín y a sus
lectores pertenecientes a la clase obrera. El 25 de septiembre del mismo año
realizará una performance en el Festival de Literatura Filba, con motivo de los
cuarenta años del Golpe de Estado en Chile de 1973.
Fallecimiento
Pasadas las 2 de la madrugada (hora local) del viernes 23 de
enero de 2015, Pedro Lemebel falleció en la Fundación Arturo López Pérez de
Providencia, lugar en el que se encontraba internado hacía varias semanas, a
causa del cáncer de laringe que padecía desde 2011.
Sus restos fueron sepultados en el Cementerio Metropolitano
de Santiago dos días después. Tanto su velatorio como su funeral estuvieron
marcados por una profusa y emotiva concurrencia.
Maximiliano Reimondi
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