lunes, 16 de marzo de 2015

Fito Páez



Hijo de Margarita Zulema Ávalos (pianista concertista, profesora de aritmética y álgebra) y de Rodolfo Páez (empleado administrativo de la municipalidad). Cuando Páez tenía ocho meses, murió su madre Margarita tras padecer un cáncer de hígado, por lo que su crianza quedó en manos de su padre y de su abuela paterna.
A los 14 años ya lucía anteojos para contrarrestar la miopía. Su aprendizaje musical del piano comienza con clases particulares de la señora Bustos, posteriormente acude al Instituto Scarafía, donde se familiariza con los métodos y técnicas de aprendizaje de Charles-Louis Hanon y Carl Czerny (usados tradicionalmente en el aprendizaje de piano clásico), bajo la tutoría de un profesor ukraniano que había sido profesor de su madre. Como se le dificultaba la lectura de partituras, en los comienzos, era capaz de memorizar el movimiento de los dedos de su maestro y ayudado por el oído, pudo superar con éxito las primeras pruebas. Luego, cuando las lecciones y las piezas clásicas que debía ejecutar, se hicieron más complejas, abandona su aprendizaje formal e incursiona en la movida underground de su ciudad natal, donde su talento natural comenzó a notarse muy pronto.

Primeros pasos artísticos

Su primera formación data de la escuela primaria donde forma un trío de folklore donde tocaba un bombo que su padre le regaló. Su primera experiencia en una banda de rock fue sentado al piano y acompañado por Ricardo Vilaseca y Patricio Pietro en guitarras acústicas. Tocaban temas de Sui Gëneris en el patio de la escuela. En 1979 formó Neolalia junto a compañeros del colegio Dante Alighieri y amigos del barrio. Solo llegaron a hacer dos presentaciones en vivo. Luego formaría grupos como Sueñosía, junto a Fabián Gallardo, Gno el Bizarro, Graf y Arcana; experiencias muy cortas que no culminaron en la grabación de ningún disco.6 En 1980 formó Staff, cuyo mayor logro fue ganar el primer premio del concurso de música progresiva, que contaba entre el jurado al músico Juan Carlos Baglietto.
Más tarde le propusieron unirse a El Banquete, que por entonces era considerada la mejor banda de rock de Rosario, integrada además por Rubén Goldín, Silvina Garré, Sergio Sainz, Zappo José Aguilera y Daniel Wirzt.
Paralelamente a ello también formó parte del grupo Acalanto, un conjunto de folclore con el guitarrista Pichi de Benedictis.

Época con Juan Carlos Baglietto

En 1981 Juan Carlos Baglietto, que realizaba presentaciones a la par del grupo Acalanto, lo incluyó como tecladista y como arreglador (junto a Rubén Goldín) en su banda. Con la cual fueron invitados a un megarecital organizado por la revista Humor en el Estadio Obras Sanitarias, en repudio a la llegada de Frank Sinatra a la Argentina. Por primera vez en la historia, bandas del interior del país se reunían a tocar en ese estadio de Buenos Aires.
En 1982, Baglietto firma con la compañía discográfica EMI y graban el disco Tiempos difíciles, donde la mitad de las canciones fueron compuestas por Páez y tuvieron un éxito importante, alcanzando a fines de ese año la placa de oro. El disco fue presentado durante la guerra de Las Malvinas en el Estadio Obras Sanitarias el 14 de mayo de 1982, en un recital histórico que se considera como el momento fundador de la llamada Trova rosarina.
Ese mismo año de 1981 Baglietto publica el álbum Actuar para vivir, donde Fito participa al teclado y compone cuatro de las diez canciones, entre ellas la que da nombre al disco. Este trabajo, fue presentado en vivo en el teatro Astral. En 1983 participa en el tercer disco de Baglietto aportando dos temas: «Tratando de crecer» y «Un loco en la calesita». Su última participación con la banda de Baglietto sería en 1985 con el disco Modelo para armar; aportando el tema que cierra el álbum: «Las cosas tienen movimiento».
De la época con Baglietto destacan una serie de recitales en Rosario (Festival Rock Rosario 83) y en Buenos Aires (Estadio Obras Sanitarias).
Paralelamente y debido al alejamiento de Andrés Calamaro, Fito Páez se incorpora en la banda de Charly García, recomendado por Jorge Lonch, para la gira del disco Clics modernos en 1983. Posteriormente participa de la grabación del disco Piano bar 1984. Allí conoce quien sería su pareja hasta 1990, Fabiana Cantilo quien era corista de la banda.

Inicio carrera solista

En 1984, firma un contrato de cinco años con la discográfica EMI y edita su primer LP llamado Del 63 tras dos meses de trabajo en los estudios Panda del barrio de Floresta en Buenos Aires. De este trabajo destacan los temas «Del 63», «Tres agujas» y «La rumba del piano».
Un año después se aleja definitivamente de la banda de García y edita el álbum Giros 1985, un álbum de gran repercusión, a través del cual alcanza el reconocimiento en Argentina. Destacan los temas «Yo vengo a ofrecer mi corazón», «11 y 6», y «Cable a tierra». Este disco marca la consolidación del artista, con letras efectivas y un sonido novedoso. La voz de Fito, aunada a la variedad rítmica de los temas, generaron una amalgama melódica que fue muy comentada por la prensa y obtuvo gran aceptación del público.
Este trabajo fue presentado en el Luna Park, en La Falda y finalmente en Rosario a beneficio de los afectados por las inundaciones.
En 1986 edita el maxi single Corazón clandestino, un disco de tres canciones que cuenta con la colaboración de Caetano Veloso en la canción «La rumba del piano», que grabaron en portugués.
Posteriormente (junto a Luis Alberto Spinetta publica el álbum La la la, también de 1986). De este álbum, es la conocida canción «Parte del aire». Las presentaciones en vivo realizan en el Estadio Obras Sanitarias y en Santiago de Chile.
En este mismo año, se presentó con su banda en Lima, en el marco de la Semana de Integración Cultural Latinoamericana, y en el Festival de Varadero (Cuba).

Asesinato de sus abuelas y «Ciudad de pobres corazones»

El 7 de noviembre de 1986, mientras Fito se encontraba de gira en Río de Janeiro, Delma Zulema Ramírez de Páez (abuela de Fito), Josefa Páez (tía abuela) y Fermina Godoy (empleada de las abuelas, embarazada) fueron brutalmente asesinadas. El año anterior había muerto el padre. En el crimen de las abuelas, se inculpó a todo el mundo, al esposo de la empleada, a los tíos de Fito, y a Fito mismo.
Posteriormente se determinó que el hecho fue consumado por un frustrado bajista: Walter Di Giusti, quien residía en Rosario y conocía a las víctimas.
El hecho provocó un alto impacto en el músico. Fabiana Cantilo, viendo el deterioro emocional del artista, lo obligó un día a levantarse de la cama para ir al estudio de grabación. Es allí donde compuso la canción «Ciudad de pobres corazones».
Cuando encontré a Baglietto en La Mar Studios, me preguntó: «¿Cómo estás?». Yo le di play a la consola de grabación y comenzó a escucharse el tema: «¡En esta puta ciudad todo se incendia y se va, matan a pobres corazones!» (con una instrumentación dramática de teclados y guitarras). Cuando terminó le respondí: «Así estoy».
Fito Páez
Ciudad de pobres corazones se publicó en 1987 y es considerado el más visceral de su carrera. Fue un álbum rabioso y violento, que estremece por su crudeza. Entre las canciones que se apartan de la temática principal están «Gente sin swing», «Ámbar violeta» y «Dando vueltas en el aire». Hay tres canciones donde se destaca la participación de Fabiana Cantilo en las voces: «Nada más preciado para mí», «Bailando hasta que se vaya la noche» y «Track track». El resto de los temas están marcados por la oscuridad y la tragedia, pero tienen un cierto acento poético y buenos arreglos El álbum constituye un retrato de los sentimientos que embargan al músico y un descenso a los infiernos sin menoscabo de la calidad artística, con letras que representan pequeños retratos sociales y donde el artista mantiene variedad de estilos rítmicos.

Fin de su contrato con EMI Music

En 1988 publica lo que sería su último álbum con EMI Music: Ey!. El disco es arreglado, producido y compuesto por Fito Páez. Se grabó entre Buenos Aires, Nueva York y La Habana y en la producción de estudio vuelve aparecer Tweety González, el cuarto Soda Stereo. Canciones como «Polaroid de locura ordinaria» (que se convirtió en otro himno de su repertorio), «Solo los chicos», «Dame un talismán», «Lejos en Berlín» y «Tatuaje falso» obtuvieron la aprobación de los seguidores del músico y parte de la crítica especializada.
El estilo de este álbum es completamente inclasificable: todavía hay rabia contenida y atisbos de claridad absoluta; lográndose una mezcla entre canciones rockeras y las que destilan cadencias latinas muy emparentadas a los ritmos caribeños como es el caso de: «Por siete vidas (Cacería)» donde participa, en la sección de vientos, el grupo Afrocuba.
Ey! fue presentado en vivo, en distintos lugares con la misma banda que grabó el disco, acompañado en coros por Fabiana Cantilo, a quien dedicó el álbum.
Aquel 1988 cerró con la formación de un dúo junto a Guillermo Vadalá que se llamó Chapa y pintura, con el que interpretaban aquellas canciones que no encajaban en el proyecto solista de Páez, incluyendo tangos, folclore, temas desconocidos de otros artistas argentinos y hasta algunos de The Beatles.

Años noventa

En 1990 Fito Páez confronta problemas para la publicación de lo que sería su nuevo material discográfico. La compañía discográfica EMI, en su momento se negaba a publicarle su nuevo trabajo porque lo consideraba poco comercial para los estándares básicos de la empresa.
Sin sello discográfico y sin dinero para pagar las deudas, en una época donde Argentina presentaba una alta inflación, Páez recibió la noticia de que Fabián Gallardo ―exguitarrista de su banda y amigo de la infancia― había sido nombrado productor artístico de WEA (Warner Music Group). Gallardo le ofreció contrato con dicha empresa y editó y publicó el álbum Tercer mundo en 1990. Para sorpresa de Páez, quien había marchado a Europa con miras a radicarse allí, el álbum fue todo un éxito, llegando a ser disco de oro en su país.
En ese mismo año Páez produce el disco Algo mejor de Fabiana Cantilo, el cual fue el más exitoso de la carrera de la cantante.

Éxito internacional

El amor después del amor editado en 1992 marca la consagración definitiva del cantante rosarino. El título del álbum es una clara alusión al rompimiento de su antigua relación sentimental y el comienzo con Cecilia Roth.
Los 14 temas son letra y música de Fito Páez. Este trabajo, convocó a artistas de la talla de Mercedes Sosa, Andrés Calamaro, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fabiana Cantilo, Celeste Carballo y Ariel Rot, marcando uno de los picos en la carrera del artista. Además cuenta con un equipo de productores como Carlos Narea, Fernando Moya y Alejandro Avalis; con Nigel Walker al frente del equipo de técnicos de grabación y mezclas.
Entre las canciones más representativas del disco se pueden mencionar aquellas de corte rockero y optimista: «El amor después del amor», «Brillante sobre el mic», «A rodar la vida» y «La rueda mágica»; esta última da el nombre de la extensa gira del año 1993: La Rueda Mágica Tour.
Existe un segundo grupo de canciones de carácter intimista: «Un vestido y un amor» (reversionado por otros artistas de renombre internacional como Caetano Veloso y Mercedes Sosa), «Pétalo de sal», cantado junto a Luis Alberto Spinetta, «Tumbas de la gloria» y «Balada de Donna Helena» (compuesta originalmente para el disco Tercer mundo). Mención especial para la canción «Detras del muro de los lamentos» grabada junto a Mercedes Sosa con un fuerte acento folclórico y «Dos días en la vida», basada en el film Thelma & Louise, con Fabiana Cantilo y Celeste Carballo en las voces.
Gracias a este éxito Fito Páez realizó una serie de 11 recitales en el teatro Gran Rex, de Buenos Aires para después hacer un recorrido (llenando estadios y convirtiendo sus conciertos en auténticas fiestas) a lo largo de toda la Argentina y más de nueve países, incluyendo Cuba, donde fue el primer artista no cubano en tocar en la Plaza de la Revolución, frente a 40.000 personas.
A mediados de la gira de 1993 se le entrega el cuádruple disco de platino, con 240.000 discos vendidos y la ACE (Asociación de Cronistas de Espectáculos) lo premia en tres clasificaciones: «mejor video clip», «mejor canción de rock» (por el tema Tumbas de la gloria) y «mejor disco solista de rock» (por El amor después del amor).
Fito Páez y su banda durante todo 1993 realizaron un total de 120  espectáculos, el fin de la gira se produce en el Estadio Vélez Sarsfield de Buenos Aires, donde los días 24 y 25 de Abril, 84 122 personas pagaron sus entradas para presenciar los recitales, convirtiéndolo en el artista de mayor convocatoria con entradas pagas de toda la historia del rock nacional argentino.
En diciembre Páez convocó nuevamente a un concierto al Estadio Vélez Sarsfield, pero esta vez totalmente a beneficio de UNICEF, dejando en limpio poco más de medio millón de dólares para este organismo de Naciones Unidas.
Aprovechando el inusitado éxito obtenido por el artista, la compañía discográfica EMI edita en disco compacto los trabajos Del 63, Giros, Ciudad de pobres corazones, La la lá y Ey!, dejando fuera de este lanzamiento el maxi Corazón clandestino. Años más tarde editó dos discos compilados que se llamaron Crónica y Lo mejor de Fito Páez.
Ese 1993, los diarios Clarín y Página/12 catalogaron a Páez como «mejor solista» y «mejor show en Vélez». Fue nominado para ser nombrado «ciudadano ilustre» de la ciudad de Rosario, aunque ese proyecto nunca prosperó entre los ediles de la ciudad.
Se calcula que el El amor después del amor vendió más de 750.000 copias, convirtiéndose en el disco más vendido en la historia del rock argentino.

Circo Beat y siguientes trabajos

En 1994 Fito Páez publicó Circo beat, donde destacan «Mariposa technicolor», «Soy un hippie», «Tema de Piluso» (en homenaje al cómico rosarino Alberto Olmedo), «Lo que el viento nunca se llevó» y «Si Dysney despertase». Estas canciones son consideradas entre las más luminosas del artista; con temas y arreglos que destilan alegría y optimismo.
Circo beat fue un disco grabado en un momento estelar de su carrera y está considerado como una de las producciones más cuidadas del rosarino y, uno de los preferidos del propio cantante. En una entrevista Fito declaró que, fue uno de los pocos discos que ha hecho bajo presión de la empresa discográfica y que, para tal fin se recluyó en su ciudad natal para recrear experiencias de sus primeros años. La producción de este disco corre por cuenta de Phil Manzanera y fue grabado pasando por Argentina, Italia y Londres.
Este trabajo fue editado en Brasil con tres bonus tracks en portugués: «Mariposa technicolor» a dúo con Caetano Veloso, «She’s mine» con Djavan y «Nas luzes de Rosario» («Tema de Piluso»), con Herbert Vianna, de los Paralamas). En total, esta placa vendió 350.000 copias, lo que lo convirtió en el segundo álbum más exitoso de Argentina en 1995.
La presentación oficial de este nuevo trabajo, se hizo a través de 20 recitales en el teatro Ópera, cerrando en el estadio de River Plate, donde convocó a 25.000 espectadores. Cerró el año con un recital gratuito en los Bosques de Palermo, al cual asistieron 50.000 personas.
En 1996, la cadena de televisión MTV, le ofreció editar un disco en vivo y acústico, dentro del ciclo denominado MTV Unplugged, en el cual la mayoría de los músicos mundialmente reconocidos han editado sus trabajos dentro de este formato.
Pero Páez no llegó a un acuerdo económico con esa firma y decide encarar un proyecto similar de manera independiente.
Finalmente, en coproducción con el canal de televisión argentino Telefé, lanzó un disco acústico-sinfónico al que tituló Euforia 1996, que fue, su primer trabajo grabado en vivo. Para este álbum, Fito compone tres canciones inéditas: «Cadáver exquisito», «Tus regalos deberían de llegar» y «Dar es dar», que fue un éxito instantáneo.
Tras un silencio de dos años, volvió a los estudios de grabación, junto al cantautor español Joaquín Sabina con el álbum: Enemigos íntimos (1998). El título es el reflejo de lo complicado que resultó el proceso creativo, donde el español aportaría su fina prosa y Fito se encargaría de la parte musical.
El disco, finalmente no contó con presentaciones en público ni con la esperada gira promocional, a causa de incompatibilidades artísticas.
En esa oportunidad se cancelaron más de 70 recitales que tenían vendidos y promocionados alrededor del mundo. El escándalo fue mayor cuando Joaquín Sabina hizo pública una carta a Páez, donde en forma de verso, resumía los motivos que determinaron el final de la relación laboral entre los artistas: «Urge cortar por lo sano, con la gira del verano, y el quilombo del video. El rol del patito feo no me va, te lo aseguro, y menos el de hombre duro, que a ti te cuesta tan poco».
A nivel artístico, los dos cantantes lo catalogan como un buen trabajo, que está lleno de canciones donde el estilo y la voz de Páez, alcanzan predominio y entre las que destacó: «Llueve sobre mojado», con un video promocional bastante difundido.
En 1999 lanzó Abre: el primer trabajo que, con canciones nuevas y de forma solista presentaba el rosarino, después de Circo beat 1994. El álbum, producido por Phil Ramone, busca situar la voz por encima de los arreglos orquestales. Es un disco con canciones largas y letras fuertes como: «La casa desaparecida», donde Páez aborda en once minutos una mirada bastante pesimista de la Argentina; también hay canciones optimistas como: «Buena estrella» y «Dos en la ciudad» que fue apoyada a través de un video donde Fito Páez y Cecilia Roth, aparecen en parte de las escenas. La canción lanzada como sencillo fue: Al lado del camino, que inmediatamente alcanzó el éxito, realizándose un video bastante promocionado en la TV.
A raíz de este disco Fito Páez alcanza en el año 2000 sus primeros premios Grammy Latinos: Mejor cantante masculino de rock y mejor canción de rock por «Al lado del camino».
El disco fue presentado a través de varios conciertos, siendo la actuación más recordada la que grabara para la empresa de TV satelital DirecTV y el canal HBO Olé, en conjunto con Milton Nascimento en el estadio Luna Park.

Carrera cinematográfica

La primera referencia de Fito Páez data de 1987, cuando Fernado Spiner inspirado en el LP: Ciudad de pobres corazones y a través de un mediometraje concebido para la televisión, “cuenta una violenta historia, donde va ligando todos los tema del disco acompañada de una desgarradora entrega escénica del músico”.26
Posteriormente, Páez participó como intérprete en dos películas de Fernando E. Solanas: “Sur” 1988 y “El viaje” 1992; en esta última, aparece brevemente haciendo el papel de si mismo: un músico idealista.
En 1993 dirige su primer mediometraje La balada de Donna Helena: un relato sórdido que recrea sub-mundos infernales. Ese mismo año aparece en la película “De esto no se habla” de María Luisa Bemberg.
En 2001, después de una larga búsqueda de financiación, Páez debutó como director de cine con su primer largometraje, que tituló Vidas privadas. El guión fue escrito por el propio Páez en colaboración con Alan Pauls, y se desarrolla durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), tocando temas como la adopción y el incesto. Cecilia Roth y Gael García Bernal fueron los protagonistas principales de la película. Fito declaró que esta película se enmarca en una necesidad vital de contar historias y transmitir experiencias que con las canciones era imposible recrear.
La película no obtuvo el favor de la crítica ni del público. Se dice que la filmación contribuyó a la ruptura de la relación sentimental entre Fito y Cecilia Roth, por los conflictos de personalidades que se produjeron en el rodaje y la sobreexposición emocional de la pareja. Aparte de esto, el financiamiento de varios productores fue retirado antes de comenzar a rodar la película, por lo que el músico acabó comprometiendo en este proyecto parte de sus bienes.
En 2007 estrenó ¿De quién es el portaligas?, su tercer proyecto cinematográfico como director y guionista. La película fue rodada en Rosario y La Cumbre. Es una especie de comedia de enredos sobre tres veinteañeras rosarinas de los años ochenta; con un reparto encabezado por Julieta Cardinali, Romina Ricci y Leonora Balcarce.
Páez declaró sobre el argumento: "El film gira sobre la idea del paso del tiempo dentro de un grupo de personas amigas, e indaga sobre las relaciones humanas cuando se rompen pactos de confianza, cuando se traicionan; ¿Que pasa con la solidaridad…?. Creo que los años hacen una tarea de desdramatización de las cosas y trato de mostrar a través del absurdo, cuanto se sufre por no tener la perspectiva adecuada".
La crítica no dudó en compararla con la estética de algunos trabajos de Pedro Almodóvar, realzando el buen trabajo actoral y un guión eficaz.30 Sólo duró un poco más de una semana en las carteleras de los cines más importantes de la capital argentina, llegando a escalar el octavo lugar en la lista de recaudaciones, con una asistencia de público cercana a 10.500 espectadores.
En 2009 de la mano del Director Fernando Rubio y la producción de Gastón Pauls, se filmó “Las Manos al Piano”, un trabajo minucioso, sobre la relación amorosa del hombre con el piano; además, presenta aspectos sobre su vida y su familia. El documental fue estrenado dentro de la 31° edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana y se grabó mientras, producía en su propia casa, el disco “Rodolfo” 2007.
En 2011 escribe y dirige el video clip “Las trémulas canciones” de la banda argentina “Estelares”, donde aparecen Vera Spinetta y Romina Ricci.




                                                                          Maximiliano Reimondi

No hay comentarios:

Publicar un comentario