Fito Páez
Hijo de Margarita Zulema Ávalos (pianista concertista,
profesora de aritmética y álgebra) y de Rodolfo Páez (empleado administrativo
de la municipalidad). Cuando Páez tenía ocho meses, murió su madre Margarita
tras padecer un cáncer de hígado, por lo que su crianza quedó en manos de su
padre y de su abuela paterna.
A los 14 años ya lucía anteojos para contrarrestar la
miopía. Su aprendizaje musical del piano comienza con clases particulares de la
señora Bustos, posteriormente acude al Instituto Scarafía, donde se familiariza
con los métodos y técnicas de aprendizaje de Charles-Louis Hanon y Carl Czerny
(usados tradicionalmente en el aprendizaje de piano clásico), bajo la tutoría
de un profesor ukraniano que había sido profesor de su madre. Como se le
dificultaba la lectura de partituras, en los comienzos, era capaz de memorizar
el movimiento de los dedos de su maestro y ayudado por el oído, pudo superar
con éxito las primeras pruebas. Luego, cuando las lecciones y las piezas
clásicas que debía ejecutar, se hicieron más complejas, abandona su aprendizaje
formal e incursiona en la movida underground de su ciudad natal, donde su
talento natural comenzó a notarse muy pronto.
Primeros pasos
artísticos
Su primera formación data de la escuela primaria donde forma
un trío de folklore donde tocaba un bombo que su padre le regaló. Su primera
experiencia en una banda de rock fue sentado al piano y acompañado por Ricardo
Vilaseca y Patricio Pietro en guitarras acústicas. Tocaban temas de Sui Gëneris
en el patio de la escuela. En 1979 formó Neolalia junto a compañeros del
colegio Dante Alighieri y amigos del barrio. Solo llegaron a hacer dos
presentaciones en vivo. Luego formaría grupos como Sueñosía, junto a Fabián
Gallardo, Gno el Bizarro, Graf y Arcana; experiencias muy cortas que no
culminaron en la grabación de ningún disco.6 En 1980 formó Staff, cuyo mayor
logro fue ganar el primer premio del concurso de música progresiva, que contaba
entre el jurado al músico Juan Carlos Baglietto.
Más tarde le propusieron unirse a El Banquete, que por
entonces era considerada la mejor banda de rock de Rosario, integrada además
por Rubén Goldín, Silvina Garré, Sergio Sainz, Zappo José Aguilera y Daniel
Wirzt.
Paralelamente a ello también formó parte del grupo Acalanto,
un conjunto de folclore con el guitarrista Pichi de Benedictis.
Época con Juan Carlos
Baglietto
En 1981 Juan Carlos Baglietto, que realizaba presentaciones
a la par del grupo Acalanto, lo incluyó como tecladista y como arreglador
(junto a Rubén Goldín) en su banda. Con la cual fueron invitados a un
megarecital organizado por la revista Humor en el Estadio Obras Sanitarias, en
repudio a la llegada de Frank Sinatra a la Argentina. Por primera vez en la
historia, bandas del interior del país se reunían a tocar en ese estadio de
Buenos Aires.
En 1982, Baglietto firma con la compañía discográfica EMI y
graban el disco Tiempos difíciles, donde la mitad de las canciones fueron
compuestas por Páez y tuvieron un éxito importante, alcanzando a fines de ese
año la placa de oro. El disco fue presentado durante la guerra de Las Malvinas
en el Estadio Obras Sanitarias el 14 de mayo de 1982, en un recital histórico
que se considera como el momento fundador de la llamada Trova rosarina.
Ese mismo año de 1981 Baglietto publica el álbum Actuar para
vivir, donde Fito participa al teclado y compone cuatro de las diez canciones,
entre ellas la que da nombre al disco. Este trabajo, fue presentado en vivo en
el teatro Astral. En 1983 participa en el tercer disco de Baglietto aportando
dos temas: «Tratando de crecer» y «Un loco en la calesita». Su última
participación con la banda de Baglietto sería en 1985 con el disco Modelo para
armar; aportando el tema que cierra el álbum: «Las cosas tienen movimiento».
De la época con Baglietto destacan una serie de recitales en
Rosario (Festival Rock Rosario 83) y en Buenos Aires (Estadio Obras
Sanitarias).
Paralelamente y debido al alejamiento de Andrés Calamaro,
Fito Páez se incorpora en la banda de Charly García, recomendado por Jorge
Lonch, para la gira del disco Clics modernos en 1983. Posteriormente participa
de la grabación del disco Piano bar 1984. Allí conoce quien sería su pareja
hasta 1990, Fabiana Cantilo quien era corista de la banda.
Inicio carrera solista
En 1984, firma un contrato de cinco años con la discográfica
EMI y edita su primer LP llamado Del 63 tras dos meses de trabajo en los
estudios Panda del barrio de Floresta en Buenos Aires. De este trabajo destacan
los temas «Del 63», «Tres agujas» y «La rumba del piano».
Un año después se aleja definitivamente de la banda de
García y edita el álbum Giros 1985, un álbum de gran repercusión, a través del
cual alcanza el reconocimiento en Argentina. Destacan los temas «Yo vengo a
ofrecer mi corazón», «11 y 6», y «Cable a tierra». Este disco marca la
consolidación del artista, con letras efectivas y un sonido novedoso. La voz de
Fito, aunada a la variedad rítmica de los temas, generaron una amalgama
melódica que fue muy comentada por la prensa y obtuvo gran aceptación del
público.
Este trabajo fue presentado en el Luna Park, en La Falda y
finalmente en Rosario a beneficio de los afectados por las inundaciones.
En 1986 edita el maxi single Corazón clandestino, un disco
de tres canciones que cuenta con la colaboración de Caetano Veloso en la
canción «La rumba del piano», que grabaron en portugués.
Posteriormente (junto a Luis Alberto Spinetta publica el
álbum La la la, también de 1986). De este álbum, es la conocida canción «Parte
del aire». Las presentaciones en vivo realizan en el Estadio Obras Sanitarias y
en Santiago de Chile.
En este mismo año, se presentó con su banda en Lima, en el
marco de la Semana de Integración Cultural Latinoamericana, y en el Festival de
Varadero (Cuba).
Asesinato de sus
abuelas y «Ciudad de pobres corazones»
El 7 de noviembre de 1986, mientras Fito se encontraba de
gira en Río de Janeiro, Delma Zulema Ramírez de Páez (abuela de Fito), Josefa
Páez (tía abuela) y Fermina Godoy (empleada de las abuelas, embarazada) fueron
brutalmente asesinadas. El año anterior había muerto el padre. En el crimen de
las abuelas, se inculpó a todo el mundo, al esposo de la empleada, a los tíos
de Fito, y a Fito mismo.
Posteriormente se determinó que el hecho fue consumado por
un frustrado bajista: Walter Di Giusti, quien residía en Rosario y conocía a
las víctimas.
El hecho provocó un alto impacto en el músico. Fabiana
Cantilo, viendo el deterioro emocional del artista, lo obligó un día a
levantarse de la cama para ir al estudio de grabación. Es allí donde compuso la
canción «Ciudad de pobres corazones».
Cuando encontré a Baglietto en La Mar Studios, me preguntó:
«¿Cómo estás?». Yo le di play a la consola de grabación y comenzó a escucharse
el tema: «¡En esta puta ciudad todo se incendia y se va, matan a pobres
corazones!» (con una instrumentación dramática de teclados y guitarras). Cuando
terminó le respondí: «Así estoy».
Fito Páez
Ciudad de pobres corazones se publicó en 1987 y es
considerado el más visceral de su carrera. Fue un álbum rabioso y violento, que
estremece por su crudeza. Entre las canciones que se apartan de la temática
principal están «Gente sin swing», «Ámbar violeta» y «Dando vueltas en el
aire». Hay tres canciones donde se destaca la participación de Fabiana Cantilo
en las voces: «Nada más preciado para mí», «Bailando hasta que se vaya la
noche» y «Track track». El resto de los temas están marcados por la oscuridad y
la tragedia, pero tienen un cierto acento poético y buenos arreglos El álbum
constituye un retrato de los sentimientos que embargan al músico y un descenso
a los infiernos sin menoscabo de la calidad artística, con letras que
representan pequeños retratos sociales y donde el artista mantiene variedad de
estilos rítmicos.
Fin de su contrato
con EMI Music
En 1988 publica lo que sería su último álbum con EMI Music:
Ey!. El disco es arreglado, producido y compuesto por Fito Páez. Se grabó entre
Buenos Aires, Nueva York y La Habana y en la producción de estudio vuelve
aparecer Tweety González, el cuarto Soda Stereo. Canciones como «Polaroid de
locura ordinaria» (que se convirtió en otro himno de su repertorio), «Solo los
chicos», «Dame un talismán», «Lejos en Berlín» y «Tatuaje falso» obtuvieron la
aprobación de los seguidores del músico y parte de la crítica especializada.
El estilo de este álbum es completamente inclasificable:
todavía hay rabia contenida y atisbos de claridad absoluta; lográndose una
mezcla entre canciones rockeras y las que destilan cadencias latinas muy
emparentadas a los ritmos caribeños como es el caso de: «Por siete vidas
(Cacería)» donde participa, en la sección de vientos, el grupo Afrocuba.
Ey! fue presentado en vivo, en distintos lugares con la
misma banda que grabó el disco, acompañado en coros por Fabiana Cantilo, a
quien dedicó el álbum.
Aquel 1988 cerró con la formación de un dúo junto a
Guillermo Vadalá que se llamó Chapa y pintura, con el que interpretaban
aquellas canciones que no encajaban en el proyecto solista de Páez, incluyendo
tangos, folclore, temas desconocidos de otros artistas argentinos y hasta
algunos de The Beatles.
Años noventa
En 1990 Fito Páez confronta problemas para la publicación de
lo que sería su nuevo material discográfico. La compañía discográfica EMI, en
su momento se negaba a publicarle su nuevo trabajo porque lo consideraba poco
comercial para los estándares básicos de la empresa.
Sin sello discográfico y sin dinero para pagar las deudas, en
una época donde Argentina presentaba una alta inflación, Páez recibió la noticia
de que Fabián Gallardo ―exguitarrista de su banda y amigo de la infancia― había
sido nombrado productor artístico de WEA (Warner Music Group). Gallardo le
ofreció contrato con dicha empresa y editó y publicó el álbum Tercer mundo en
1990. Para sorpresa de Páez, quien había marchado a Europa con miras a
radicarse allí, el álbum fue todo un éxito, llegando a ser disco de oro en su
país.
En ese mismo año Páez produce el disco Algo mejor de Fabiana
Cantilo, el cual fue el más exitoso de la carrera de la cantante.
Éxito internacional
El amor después del amor editado en 1992 marca la
consagración definitiva del cantante rosarino. El título del álbum es una clara
alusión al rompimiento de su antigua relación sentimental y el comienzo con
Cecilia Roth.
Los 14 temas son letra y música de Fito Páez. Este trabajo,
convocó a artistas de la talla de Mercedes Sosa, Andrés Calamaro, Charly
García, Luis Alberto Spinetta, Fabiana Cantilo, Celeste Carballo y Ariel Rot,
marcando uno de los picos en la carrera del artista. Además cuenta con un
equipo de productores como Carlos Narea, Fernando Moya y Alejandro Avalis; con
Nigel Walker al frente del equipo de técnicos de grabación y mezclas.
Entre las canciones más representativas del disco se pueden
mencionar aquellas de corte rockero y optimista: «El amor después del amor»,
«Brillante sobre el mic», «A rodar la vida» y «La rueda mágica»; esta última da
el nombre de la extensa gira del año 1993: La Rueda Mágica Tour.
Existe un segundo grupo de canciones de carácter intimista: «Un
vestido y un amor» (reversionado por otros artistas de renombre internacional
como Caetano Veloso y Mercedes Sosa), «Pétalo de sal», cantado junto a Luis
Alberto Spinetta, «Tumbas de la gloria» y «Balada de Donna Helena» (compuesta
originalmente para el disco Tercer mundo). Mención especial para la canción
«Detras del muro de los lamentos» grabada junto a Mercedes Sosa con un fuerte
acento folclórico y «Dos días en la vida», basada en el film Thelma &
Louise, con Fabiana Cantilo y Celeste Carballo en las voces.
Gracias a este éxito Fito Páez realizó una serie de 11
recitales en el teatro Gran Rex, de Buenos Aires para después hacer un
recorrido (llenando estadios y convirtiendo sus conciertos en auténticas
fiestas) a lo largo de toda la Argentina y más de nueve países, incluyendo
Cuba, donde fue el primer artista no cubano en tocar en la Plaza de la
Revolución, frente a 40.000 personas.
A mediados de la gira de 1993 se le entrega el cuádruple
disco de platino, con 240.000 discos vendidos y la ACE (Asociación de Cronistas
de Espectáculos) lo premia en tres clasificaciones: «mejor video clip», «mejor
canción de rock» (por el tema Tumbas de la gloria) y «mejor disco solista de
rock» (por El amor después del amor).
Fito Páez y su banda durante todo 1993 realizaron un total
de 120 espectáculos, el fin de la gira
se produce en el Estadio Vélez Sarsfield de Buenos Aires, donde los días 24 y
25 de Abril, 84 122 personas pagaron sus entradas para presenciar los
recitales, convirtiéndolo en el artista de mayor convocatoria con entradas
pagas de toda la historia del rock nacional argentino.
En diciembre Páez convocó nuevamente a un concierto al
Estadio Vélez Sarsfield, pero esta vez totalmente a beneficio de UNICEF,
dejando en limpio poco más de medio millón de dólares para este organismo de
Naciones Unidas.
Aprovechando el inusitado éxito obtenido por el artista, la
compañía discográfica EMI edita en disco compacto los trabajos Del 63, Giros,
Ciudad de pobres corazones, La la lá y Ey!, dejando fuera de este lanzamiento
el maxi Corazón clandestino. Años más tarde editó dos discos compilados que se
llamaron Crónica y Lo mejor de Fito Páez.
Ese 1993, los diarios Clarín y Página/12 catalogaron a Páez
como «mejor solista» y «mejor show en Vélez». Fue nominado para ser nombrado
«ciudadano ilustre» de la ciudad de Rosario, aunque ese proyecto nunca prosperó
entre los ediles de la ciudad.
Se calcula que el El amor después del amor vendió más de
750.000 copias, convirtiéndose en el disco más vendido en la historia del rock
argentino.
Circo Beat y
siguientes trabajos
En 1994 Fito Páez publicó Circo beat, donde destacan
«Mariposa technicolor», «Soy un hippie», «Tema de Piluso» (en homenaje al
cómico rosarino Alberto Olmedo), «Lo que el viento nunca se llevó» y «Si Dysney
despertase». Estas canciones son consideradas entre las más luminosas del
artista; con temas y arreglos que destilan alegría y optimismo.
Circo beat fue un disco grabado en un momento estelar de su
carrera y está considerado como una de las producciones más cuidadas del
rosarino y, uno de los preferidos del propio cantante. En una entrevista Fito
declaró que, fue uno de los pocos discos que ha hecho bajo presión de la
empresa discográfica y que, para tal fin se recluyó en su ciudad natal para
recrear experiencias de sus primeros años. La producción de este disco corre
por cuenta de Phil Manzanera y fue grabado pasando por Argentina, Italia y
Londres.
Este trabajo fue editado en Brasil con tres bonus tracks en
portugués: «Mariposa technicolor» a dúo con Caetano Veloso, «She’s mine» con
Djavan y «Nas luzes de Rosario» («Tema de Piluso»), con Herbert Vianna, de los
Paralamas). En total, esta placa vendió 350.000 copias, lo que lo convirtió en
el segundo álbum más exitoso de Argentina en 1995.
La presentación oficial de este nuevo trabajo, se hizo a
través de 20 recitales en el teatro Ópera, cerrando en el estadio de River
Plate, donde convocó a 25.000 espectadores. Cerró el año con un recital
gratuito en los Bosques de Palermo, al cual asistieron 50.000 personas.
En 1996, la cadena de televisión MTV, le ofreció editar un
disco en vivo y acústico, dentro del ciclo denominado MTV Unplugged, en el cual
la mayoría de los músicos mundialmente reconocidos han editado sus trabajos
dentro de este formato.
Pero Páez no llegó a un acuerdo económico con esa firma y
decide encarar un proyecto similar de manera independiente.
Finalmente, en coproducción con el canal de televisión
argentino Telefé, lanzó un disco acústico-sinfónico al que tituló Euforia 1996,
que fue, su primer trabajo grabado en vivo. Para este álbum, Fito compone tres
canciones inéditas: «Cadáver exquisito», «Tus regalos deberían de llegar» y
«Dar es dar», que fue un éxito instantáneo.
Tras un silencio de dos años, volvió a los estudios de
grabación, junto al cantautor español Joaquín Sabina con el álbum: Enemigos
íntimos (1998). El título es el reflejo de lo complicado que resultó el proceso
creativo, donde el español aportaría su fina prosa y Fito se encargaría de la
parte musical.
El disco, finalmente no contó con presentaciones en público
ni con la esperada gira promocional, a causa de incompatibilidades artísticas.
En esa oportunidad se cancelaron más de 70 recitales que
tenían vendidos y promocionados alrededor del mundo. El escándalo fue mayor
cuando Joaquín Sabina hizo pública una carta a Páez, donde en forma de verso,
resumía los motivos que determinaron el final de la relación laboral entre los
artistas: «Urge cortar por lo sano, con la gira del verano, y el quilombo del
video. El rol del patito feo no me va, te lo aseguro, y menos el de hombre
duro, que a ti te cuesta tan poco».
A nivel artístico, los dos cantantes lo catalogan como un
buen trabajo, que está lleno de canciones donde el estilo y la voz de Páez,
alcanzan predominio y entre las que destacó: «Llueve sobre mojado», con un
video promocional bastante difundido.
En 1999 lanzó Abre: el primer trabajo que, con canciones
nuevas y de forma solista presentaba el rosarino, después de Circo beat 1994.
El álbum, producido por Phil Ramone, busca situar la voz por encima de los
arreglos orquestales. Es un disco con canciones largas y letras fuertes como:
«La casa desaparecida», donde Páez aborda en once minutos una mirada bastante
pesimista de la Argentina; también hay canciones optimistas como: «Buena
estrella» y «Dos en la ciudad» que fue apoyada a través de un video donde Fito
Páez y Cecilia Roth, aparecen en parte de las escenas. La canción lanzada como
sencillo fue: Al lado del camino, que inmediatamente alcanzó el éxito,
realizándose un video bastante promocionado en la TV.
A raíz de este disco Fito Páez alcanza en el año 2000 sus
primeros premios Grammy Latinos: Mejor cantante masculino de rock y mejor
canción de rock por «Al lado del camino».
El disco fue presentado a través de varios conciertos,
siendo la actuación más recordada la que grabara para la empresa de TV
satelital DirecTV y el canal HBO Olé, en conjunto con Milton Nascimento en el
estadio Luna Park.
Carrera
cinematográfica
La primera referencia de Fito Páez data de 1987, cuando
Fernado Spiner inspirado en el LP: Ciudad de pobres corazones y a través de un
mediometraje concebido para la televisión, “cuenta una violenta historia, donde
va ligando todos los tema del disco acompañada de una desgarradora entrega
escénica del músico”.26
Posteriormente, Páez participó como intérprete en dos
películas de Fernando E. Solanas: “Sur” 1988 y “El viaje” 1992; en esta última,
aparece brevemente haciendo el papel de si mismo: un músico idealista.
En 1993 dirige su primer mediometraje La balada de Donna
Helena: un relato sórdido que recrea sub-mundos infernales. Ese mismo año
aparece en la película “De esto no se habla” de María Luisa Bemberg.
En 2001, después de una larga búsqueda de financiación, Páez
debutó como director de cine con su primer largometraje, que tituló Vidas
privadas. El guión fue escrito por el propio Páez en colaboración con Alan
Pauls, y se desarrolla durante la última dictadura militar argentina
(1976-1983), tocando temas como la adopción y el incesto. Cecilia Roth y Gael
García Bernal fueron los protagonistas principales de la película. Fito declaró
que esta película se enmarca en una necesidad vital de contar historias y
transmitir experiencias que con las canciones era imposible recrear.
La película no obtuvo el favor de la crítica ni del público.
Se dice que la filmación contribuyó a la ruptura de la relación sentimental
entre Fito y Cecilia Roth, por los conflictos de personalidades que se
produjeron en el rodaje y la sobreexposición emocional de la pareja. Aparte de
esto, el financiamiento de varios productores fue retirado antes de comenzar a
rodar la película, por lo que el músico acabó comprometiendo en este proyecto
parte de sus bienes.
En 2007 estrenó ¿De quién es el portaligas?, su tercer
proyecto cinematográfico como director y guionista. La película fue rodada en
Rosario y La Cumbre. Es una especie de comedia de enredos sobre tres
veinteañeras rosarinas de los años ochenta; con un reparto encabezado por
Julieta Cardinali, Romina Ricci y Leonora Balcarce.
Páez declaró sobre el argumento: "El film gira sobre la
idea del paso del tiempo dentro de un grupo de personas amigas, e indaga sobre
las relaciones humanas cuando se rompen pactos de confianza, cuando se
traicionan; ¿Que pasa con la solidaridad…?. Creo que los años hacen una tarea
de desdramatización de las cosas y trato de mostrar a través del absurdo,
cuanto se sufre por no tener la perspectiva adecuada".
La crítica no dudó en compararla con la estética de algunos
trabajos de Pedro Almodóvar, realzando el buen trabajo actoral y un guión
eficaz.30 Sólo duró un poco más de una semana en las carteleras de los cines
más importantes de la capital argentina, llegando a escalar el octavo lugar en
la lista de recaudaciones, con una asistencia de público cercana a 10.500
espectadores.
En 2009 de la mano del Director Fernando Rubio y la
producción de Gastón Pauls, se filmó “Las Manos al Piano”, un trabajo
minucioso, sobre la relación amorosa del hombre con el piano; además, presenta
aspectos sobre su vida y su familia. El documental fue estrenado dentro de la
31° edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana y se
grabó mientras, producía en su propia casa, el disco “Rodolfo” 2007.
En 2011 escribe y dirige el video clip “Las trémulas
canciones” de la banda argentina “Estelares”, donde aparecen Vera Spinetta y
Romina Ricci.
Maximiliano Reimondi
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